Capitulo 2. Cotidianidades inesperadas .....
Así es señores
¿estúpido no?, pero, conocí a una linda chica de botas marrones en un paradero durante la época de invierno. Tan duro el invierno que a veces, la lluvia ensuciaba y salpicaba mi oscura vestimenta. Tan cruel y despiadado el frío, que entraba por mi destrozado corazón.
Todos esos acontecimientos, así de pura casualidad, sucedieron en junio, quisiera, esclarecer aun mas algunos detalles. En verdad, no recuerdo muy bien el día exacto que la conocí. Pero si el lugar, la hora y el momento el cual ya lo mencioné. Sin embargo, no podía dar credibilidad a que todo ello fuera algo casual. Total, yo llevaba ya varios meses tomando la combi en esa esquina de mi casa y me conocía a las personas que coincidían conmigo, en ese momento y en ese lugar, para luchar por llegar a nuestros destinos. Además, tengo casi 30 años viviendo en este barrio y
, nunca había visto ni en mis sueños, a tan angelical dama.
Entonces
, las preguntas que flotaban por mi ser eran ¿será ella una visitante ocasional en este lugar? ¿acaso será ella una musa que se escapo de mis sueños?. No supe que pensar en ese instante, solo quería que todo ello fuera cierto y para que quedase en la memoria, anotaba la hora de sus apariciones, las cuales coincidían con mi horario para tomar la combi: entre las 8:15 am y las 8:20 am, así que, en los dias posteriores, trataba de coincidir con ella en el paradero para que todo sea de lo mas casual posible , mientras yo hacia mi observación participante.
Recuerdo que lleve una especie de bitácora, en la cual anotaba, como dije, la hora de aparición del a chica, así como también el lugar donde bajaba. Y coincidía que bajaba en Wilson, cruce con Colon.
Simplemente, comenzaba a sacar conjeturas, si ella era joven, no creo que podría ser estudiante de alguna academia o instituto puesto que no le veía con cuadernos o libros. La otra alternativa era que sea trabajadora
pero que de qué?. La única alternativa es que sea vendedora. Y como estamos en Wilson, que sea vendedora que algún producto relacionado a las computadoras o suministros para cómputos.
Sin embargo, sólo eran conjeturas mías, que se sucedían durante el mes de junio. Por esos tiempos, trataba o de acercarme a ella (digo acercarme, ó sea conocerla, porque ya dentro del a combi ya me la tenia muy cerquita jejeje). Pero por mas intentos que hice, a lo mucho que pude hablarle, fue para decirle que se sentara en tal asiento. Y ahí quedaba toda la química, pero, mientras ella sentada y yo de pie, tan cercanos, notaba esa mirada, que me derretía con solo chocarnos
, era una mirada tan cautivadora y a la vez, su sonrisa tan risueña
, las cuales, me cautivaron hasta el día de hoy.
Continuara ....