Sí, y aplica tanto para kines como para kineros:
-Una vez que una mujer descubre lo fácil que es ganar buen dinero a cambio de sexo, está muuuuy complicado que quiera volver al mundo real donde en 1 o 2 jornadas completas de chamba común y corriente genera apenas lo que se gana en una hora kineando. Muchas cuentan o hasta anuncian que se retiran, pero pasado algún tiempo regresan o van y vienen por etapas. Incluso las que ponen algún negocio o se casan se dan sus escapadas con el grupito de caseros de confianza que hicieron a lo largo de los años. Casi nunca se retiran del todo mientras sus cuerpos aún generen deseo en alguien para sacarle dinero fácil y rápido.
-Una vez que un hombre descubre lo sencillo que es obtener sexo variado pagando, ahorrándose así todo el ritual y esfuerzos sin garantía que conlleva el cortejo en el mundo real, está archi difícil que lo deje. Puede que le baje el ritmo al kineo o lo pause por etapas debido a apuros económicos o la aparición de otras prioridades, pero ni buen pueda regresa, siempre vuelve. Incluso los que andan con enamorada o están casados siguen puteando en menor o mayor medida hasta que algo de fuerza mayor los retire, como la pobreza, la disfunción eréctil, la vejez rochosa o la muerte. Muy complicado que dejen esto de verdad.
Para putas y parroquianos esto es una línea que, una vez cruzada, ya no se vuelve atrás.