Verdad o reto. Estaba interesante. Empieza como tantas, grupo de muchachos que acaban la secundaria y quieren irse de viaje y parranda a lo grande, lo típico conocen a Carter, los lleva a una Iglesia abandonada y les propone jugar verdad o reto, ese juego de niños, aceptan y se retira, les dice que respondan con la verdad o morirán, y empieza el juego en serio al volver, va por turnos, a quien le toca ve a cualquier persona como el guason y pregunta verdad o reto. Si es verdad, debe responder la pregunta con la verdad o un demonio lo posee y muere. Si es reto, debe cumplirlo o también muere, van cayendo uno a uno los del grupo. Investigan a la iglesia, descubren a una sobreviviente de ese grupo de monjas y sacerdote muertos, es Inés, esta muda, les cuenta la anciana que ella era parte de un grupo de monjas, jugaban con el sacerdote a ese juego, este maníaco se llevaba a quien fallaba y ya saben como las castigaba, Inés conocía un conjuro, invoco a un demonio Kapak, este desarmo al sacerdote en pedacitos, y se apropió del juego, quiso seguir jugando con las monjas, acabando con todas ellas, solo se salvo Inés, conocía un conjuro para encerrarlo, pero requería un sacrificio, su lengua, después de varias décadas Carter rompió el frasco con la lengua y libero al demonio, era necesario repetir el conjuro y la lengua de Carter en un frasco y sellarlo, en realidad se llamaba Sam, ocultaba su nombre, al final el demonio mata a Carter y no hay solución, una de las últimas sobrevivientes lo hace viral con su celular y el juego se hace mundial. Final abierto a una secuela. Entretenida.