En vista de que se anda especulando y suponiendo, la continuaré con un contraargumento. Personalmente dudo de que la razón por la que no han reaperturado en ya casi 2 años y medio sea solo por temas relacionados y exclusivos a su legalidad y/o demás implicancias. De hecho considero demasiado ingenuo creer que la no reapertura se reduce a solo eso. Vivimos en Lima-Perú, no en Ámsterdam-Holanda, donde usualmente sí se respetan las reglas y normas. Acá ya sabemos que "por la plata baila el mono" (sí, y también las monitas). ¿Cuánto chongo, depa-chongo, spa-chongo, disco-chongo y callejeras hay hoy en día nada más? Es una locura, en comparación a lo que era el puterío antes de la pandemia. A lo que me refiero es que no darle luz verde a Las Cucardas, considerando todo lo anterior, y que El Botecito y El Trocadero operan (supuestamente con licencia y todo en regla, ¿no? Ah, y en plena cuarta ola de Coronavirus), no tiene ningún sentido. Es más, el chiste se cuenta solo.
Volviendo un poco al tema de la legalidad y cumplimiento de las reglas; me acuerdo que en el 2014 y 2016 la policía intervino Las Cucardas, llevándose a todas las trabajadoras a la Dirincri, en donde se filtró la información de que varias trabajaban como ilegales, incluso zurrándose en las demás supuestas normas que debían cumplir, confirmado por las propias familias de las meretrices incluso. Y eso no ha ocurrido solo una vez. Cuando el río suena, es porque piedras trae. Por eso es que considero que es mejor ser escéptico en cuanto a chongos, en general, y no andar resaltando ingenuamente su legalidad, supuestos controles y cuidados. Pueden buscar en Google las noticias al respecto también. Y si mal no recuerdo en este mismo foro hay testimonios de cofras de aquellas épocas. En las épocas del ticket del supuesto descuento, ja.
Por último, luego de lo anteriormente expuesto, reitero que dudo que la no reapertura sea solo por temas relacionados a la legalidad y/o demás implicancias. Creo que hay gato encerrado. Y también, pareciera que no hay voluntad, y que tampoco están dispuestos a retornar al business. Sus motivos tendrán. Y no creo que a los de la Municipalidad de Lima les interese protegernos, cuidar a meretrices y parroquianos. Miren cómo anda Jr. Zepita. Apostaría a que los mismos trabajadores de la municipalidad van allí a relajarse. De eso último no tengo pruebas, pero tampoco dudas.