Capítulo 6
Todo el trayecto del vuelo de Lima Bogotá, me la había pasado pensando en cómo sería mi reencuentro con la colombianita Sofía
que me traía de cabeza. Todo ese tiempo de vuelo, corriéndome una paja mental de padre y señor mío, recreando situaciones
imaginables e inimaginables con él ya, muy cerca reencuentro; por tal razón estaba medio ido de este mundo. Hasta que
Sábado, 18 de Octubre del 2003, 9:22 am - Aeropuerto El Dorado Bogotá Colombia
Me encontraba frente a la señorita de los controles migratorios del hermano país del vallenato; contestando lo que parecía ser un interrogatorio.
Señorita de migraciones: Buenos días; me permite su pasaporte si es tan amable.
Yo: Claro como no señorita
, aquí tiene.
(Por algún momento esta señorita reviso desde todo ángulo y detenidamente mi pasaporte)
Señorita de migraciones: Su merced me permite algunas preguntas de rutina.
Yo: Claro ¡Dígame
!
Señorita de migraciones: ¿Por qué son tan seguidos sus ingresos a la Republica Colombiana?
Mi voz interior dijo: ¡ Uuuuyyy
Car***juu
! Chapa esa flor (que está pasando).
(Algunos segundos de silencio de mi parte [
] estimados cofrades
me agarraron desprevenido; yo no sabía que responder
, y con algo
de dificultad pude expresarme
)
Yo: Eh..., mmm
de visita a mi novia
Señorita de migraciones: ¡La novia, no
!
Yo: Sí
Señorita de migraciones: Si me hace el favor me tendrá que responder las siguientes preguntas, CON LA VERDAD:
- ¿Nombre de la novia?
- ¿Qué tiempo se piensa quedar en el país?
- ¿Qué ciudades piensa visitar?
- ¿Dirección donde se alojara?
- ¿Teléfono donde se le pueda ubicar?
- ¿Trae dólares americanos? ¿Cuántos?
.
.
.
Les mentiría estimados cofrades si les digo que con toda esas preguntas no me puse nervioso
la verdad, es que ya los tenia de
corbata.
jejeje
Señorita de migraciones: Bueno Sr. Edgar, parece que terminamos con usted. Bienvenido nuevamente a la República de Colombia, que
tenga una placentera estancia
, Adelante.
Mi voz interior dijo: creo que la flaca de migraciones me vio cara de traqueto (Narco).
Luego de ese gran susto, pues en mi primer viaje nada de esto me sucedió.
Inmigración 30 días
Sábado 18 de Octubre del 2003
Hora 09:43:21
Aeropuerto El Dorado. Se leía en mi pasaporte
Bien
, ya estamos nuevamente aquí, me decía a mí mismo y recordaba la primera vez que llegue
; lo ansioso que me encontraba en
aquella oportunidad.
Busque un sitio donde sentarme para esperar a la colochita Sofía y claro
, como no, de terminar de reponerme del susto sufrido por el
interrogatorio casi judicial del cual había sido objeto en los controles migratorios.
Me dio la impresión de que había esperado bastante; mire mi reloj que marcaba las 10:50 am. Me preguntaba a mí mismo si Sofía habría
olvidado que ese día este peruano de pura cepa, llegaba; ya estaba algo impaciente cuando de pronto veo bajar de un taxi a la deliciosa y
bella colombiana que con su caminar tenía el poder de hipnotizarme y tal vez hacerme poner cara de
JEROPA en el preciso momento
cuando está pegando a sus descendientes en la pared de la ducha. ¡Sí cofrades
! Nuevamente mis ojos podían ser testigos observando
a esta hembra que lograba en cuestión de segundos hacer que mi fiel escudero Edguitar literalmente babeara, de solo mirar e imaginar
cómo yo había recorrido y degustado ese delicioso cuerpo centímetro a centímetro, ¿Qué digo centímetros? Milímetro a milímetro y que muy
pronto la volvería a poseer. Edguitar despertó de su letargo sufrido, cual tortuga asustada
(Con el pescuezo dentro del caparazón jejeje),
como consecuencia del interrogatorio en migraciones
.
Bien dicen, que no hay mejor afrodisiaco o incluso mejor que el viagra; que una buena HEMBRA para el deleite de los ojos de un cofrade
, que
hará que nuestro fiel compañero de placenteras y épicas batallas cuerpo a cuerpo, al instante se despierte erguido en posición de firmes, cual
soldado al cuadrarse ante su superior.
Salí rápidamente a su encuentro. Sofía al verme corrió hacia mí
, abrazándonos efusivamente y para ponerle a ese momento la cereza al pastel,
nos dimos un beso prolongando devorándonos nuestras respectivas cavidades bucales. A ese instante solo le faltó la música y la cámara lenta de
las películas o telelloronas mexicanas.
Jejeje
Como buen cofrade, por supuesto que a ese momento no falto de mi parte su buena amasada de carnes a la colochita
de rigor
¡mínimo
!
como buen representante de los calzoncillos peruanos.
Sofía: Mi amor
, papi
, calmémonos un poquito que todos nos ven. Tomemos un taxi nos están esperando.
Me encogí de hombros.
Yo: ¡Que nos esperen
! Mi reina, ¡Que rica que estas
!
Sofía: No mi amor, estamos de afán (apurados). ¡Taxi
!
No esta demás comentarles apreciados cofrades, que ya en el interior del taxi y en el trayecto del aeropuerto El Dorado de Bogotá hacia la casa
de la tía Constanza; Sofía y yo seguimos con el ritual de apasionadas caricias
, a decir verdad y si solo hubiese dependido de mí; quería
degustar esa carne Colombiana allí mismo dentro de ese vehículo de transporte, mis ojos no hacían más que recorrerla muy despacio, de abajo
arriba, de arriba abajo, deteniéndose en lugares de su anatomía que quería poseer YA. Pero por obvias razones, solo me tuve que contentar con
meter mano por aquí y por allá. Con decirles que mi diestra traviesa, paseo su tacto, aun, en contra del pudor de la bella colochita
, por ese lugar
tan delicioso que posee toda fémina, Sí cofrades ese nuestro lugar preferido ¡Sí
! Ese que tiene forma de Molleja
(jejeje) ¡Tan delicioso lugar!
Cuyo aroma activa nuestro instinto animal.
Me decía a mí mismo; otra vez estoy aquí en estas tierras que me están brindando generosamente un
Café con Aroma de Mujer otra vez estaba
palpando su entrepierna, ese ¡bendito y exquisito lugar
¡ Y como dicen por allí
, en un lugar como ese, se dio inicio a nuestras vidas y por el resto
de ella
, nosotros los calzoncillos sobre todo los que somos cofrades, nos volvemos locos por entrar a un lugar como ese, una y otra vez
, cada que
podemos.
Me pregunto ¿Tanto extrañaremos esta cavidad de particular y placentera belleza?
Sábado, 18 de Octubre del 2003, 11:32 am Bogotá - Colombia
Llegamos a casa de la tía Constanza, donde nos esperaban para poder partir a la
finquita familiar que tenían cerca de Bogotá. Los saludos
protocolares de todos los presentes hacia el
pelao peruanito como me llamaban. Escuchaba dirigirse a mí con un:
¡Quiubo Pelao
! Bienvenido a la tierrita de nuevo.
.
.
.
Constanza: ¿Edgar usted ya desayuno?
Yo: Mmm
, solo lo que dan en el avión.
Constanza: Venga mijo para que desayune
Yo: Gracias; Señora la felicito
, tiene una casa muy bonita.
Constanza: Gracias mijo.
No puedo obviar y tengo que puntualizar, que la tía Constanza y su familia radicaban en un barrio muy residencial de Bogotá y cuya casa
era bonita y moderna.
Luego de algunos minutos todos estábamos ya ubicados en el auto familiar que nos llevaría a la
finquita los ocupantes éramos:
Al volante
el señor Ramón, en el asiento del copiloto la tía Constanza. En la parte posterior del auto de izquierda a derecha
, el
mono
(chibolo hijo de la tía Constanza y el Sr. Ramón), el hermano de Sofía
(sí ese chibolo conch***su***, el de la cotorra
jejeje) la
tía Eulalia, Sofía, yo.
El vehículo emprendió la marcha en esa fría mañana Bogotana; recorriendo las calles de la capital Colombiana totalmente desconocidas para
mí, por tal razón empecé a preguntar hacia donde nos dirigíamos exactamente, recuerden
(apreciados cofrades por convicción y muchos otros
de corazón) que este su colega, se había prácticamente fugado del país;
jejeje
, y bueno así me sentía, ya que esta vez nadie, absolutamente
nadie, sabía que mi paradero en ese momento eran las tierras cafeteras.
Ramón: Estamos a 2 2:30 o tal vez 3 horas pasaditas, de nuestro destino pelao, nosotros le decimos finquita pero en realidad es
un condominio campestre muy
muy bonito, el lugar está en Anolaima, le aseguro que le gustara.
Constanza: Oiga Ramón
, escuchemos algo de música, ponga la radio.
Ramón: Busque pues mija
, de una
, busque la emisora que le gusta.
Constanza: pondré Radio Uno; Oiga Edgar ¿Le gusta los vallenatos?
Yo: Claro
La tía Constanza sintonizo una popular emisora radial de Colombia, Radio Uno del grupo RCN.
Constanza: Aquí pasan buena música.
Luego de algunos minutos de sintonizada esa emisora, el locutor anuncia con bombos y platillos el vallenato de moda, el hit vallenato del
momento.
(Por tu primer beso Jorge Celedón).
La tía Constanza regresa a mirar a la parte posterior del auto en busca de la mirada cómplice de su hermana
, la tía Eulalia, quien empieza
a reír tapándose la boca con una de sus manos y mirando de soslayo a Sofía que empieza a ruborizarse y entre risas dice:
Sofía: Uyyyy, nooo, tías
ya se van a poner con el bochinche, con el chismotorreo. No les vaya a poner cuidado a nada de lo que le digan Edgar.
Eulalia: Cuéntele a Edgar Constanza, cuéntele
Constanza: ¡Claro que le voy a contar! Fíjese Edgar, pues mijo que desde que se fue usted para Perú, al día siguiente, acá la niña escuchando
esa canción no ha hecho más que llorar y la escucha y la vuelve a escuchar.
El hermano de Sofía cuyo nombre es Flavio, intervino en la conversación.
Flavio: Sí tías, sí
sí, chilla y que te chilla, haciendo sus lagunitas en la casa.
Sofía: ¡Cállese usted quien lo metió
, chino malcriado
!
Esa exclamación de parte de Sofía que estaba del color de un tomate, totalmente ruborizada, provocó las risas de todos dentro del vehículo.
En el transcurso del corto viaje el panorama de la ciudad iba cambiando poco a poco a medida que salíamos de Bogotá, la ciudad se empezaba a
transformar cada vez en más vegetación
, igualmente el clima comenzó a mejorar y se escuchaba por parte de ellos decir que al fin podían salir de
la nevera
(así le llaman a Bogotá).
Entre conversación y conversación para hacer ameno el corto viaje; con él que ya en ese momento era mi parcero como dirían por las Colombias,
nada más y nada menos que el Sr. Ramón, con quien conversaba de temas variados relacionados a la economía, mi trabajo, su trabajo y
así transcurría el tiempo por el camino hacia Anolaima; cuando entramos por una trocha carrózale con abundante vegetación en ambos lados
del camino y:
Ramón: Tonces queee Edgar
, hombe
, le cuento que por estos lados ya hay que ir con cuidado no hay que boletearse ni dar papaya; por
estos caminos a veces se aparece la guerrilla, simulan un retén, te roban o te secuestran y más si es que eres extranjero.
Yo: ¡Oee queee!
Mi voz interior dijo: ¿Sí me pasa algo? ¡Ahora pues Edgar! Vez, por salir del país sin decir nada a nadie.
Constanza: Se va aculillar (asustar) el pelao, Ramón. Eso sucede más de noche, pierda cuidado Edgar.
Ramón: Pero puede pasar mija
, esos manes hijoepu*** se pueden aparecer y nos cogen con los calzones abajo aquí, en este camino donde
casi no pasa nadie.
Constanza: Que no va a pasar nada Ramón.
Mientras tanto me decía a mí mismo, a ajustar el asterisco se ha dicho ojala y no pase nada
, en las huev**das que me meto por la put***ma***.
30 min. Después.
El vehículo que nos transportaba dio un giro y se estaciono frente a un portón grande de madera el cual tenía en un costado un mirador y en lo alto
había un vigilante quien vociferaba.
Vigilante: ¡Quiubo
, patroncito!
Ramón: ¡Quiubo
, Apolinar!
La tía Constanza bajo del vehículo y levanto los brazos diciendo:
Constanza: Nos piensa dejar aquí afuera, Apolinar
Se abrieron ambos lados del portón y al entrar apareció el vigilante con toda su familia recibiéndonos muy cortésmente, saludando a todos los
recién llegados.
Apolinar: Bienvenidos patrón
, la casa ya está lista, pueden seguir nomas.
Aquel lugar al que entramos tenía un fuerte contraste, una cosa era verlo por fuera y otro muy, pero muy diferente era por dentro, era como si
pasases por un umbral de tiempo, como pasar de la edad antigua a la edad contemporánea de un golpe. En un unísono de voces la tía Eulalia y
Sofía dijeron:
¡Qué bonito lugar
!
Eulalia: ¡Así que este es el famoso Condominio!, les quedo corta la descripción del lugar, esto esta divino
Aquí me entere que la tía Eulalia, Flavio (hermano de Sofía), Sofía al igual que yo, era la primera vez que poníamos un pie en este punto del
globo terráqueo.
A medida que nos íbamos adentrando en sus instalaciones camino hacia la casa que nos albergaría por algunos días, el paisaje nos asombraba
cada vez más, había cancha de frontón, cancha de tenis, cancha de fútbol, piscinas temperadas para adultos para niños, un lago artificial con
su pequeño muelle, casas que parecían islas, pues estaban separadas por grandes extensiones de un verde césped natural muy bien cuidado e
impecablemente limpio.
Poco a poco aparecía ante nuestra vista la casa en donde nos hospedaríamos y a medida que más nos acercábamos me daba la perspectiva de
que estaba al centro de todo el lugar y era la mejor casa del condominio. Era una casa toda de cristal de forma circular de dos pisos cuyo armazón
y columnas metálicas eran de color rojo ocre, tenía una extensión construida de concreto como haciendo una tangente con la casa y estaba rodeada
de jardines, era sin lugar a duda un diseño fuera de lo común muy diferente al resto de casas del lugar.
Mi voz interior dijo: ¿Tanto dinero tienen? ¿No parecen ser tan acomodados económicamente? ¿Mmmmm? Pero, ¿Estoy en Colombia?
Ya mis pensamientos me estaban bombardeando con interrogantes, acerca de la procedencia de aquellos bienes materiales.
Al entrar a la casa de cristal, esta tenía una decoración que nunca antes en mi vida había visto, pero eso sí muy elegante, había una chimenea, la
distribución de los ambientes bastante espaciosos, en la cocina había un menaje muy particular, unas escaleras que dirigían al segundo piso donde
habían 2 habitaciones digamos principales y en cualquier punto dentro de ellas se podía observar atreves de los cristales toda el área externa llena
de vegetación; vía control remoto se activaban las cortinas dejando o no pasar la claridad exterior.
Algo me llamo poderosamente la atención, en los muebles de las habitaciones habían un sin número de fotografías antiguas, de un hombre vestido
de militar, para ser más preciso un oficial del Ejército Rojo, fotos en blanco y negro con los emblemas del país de la bandera con la Os y el Martillo,
también habían condecoraciones, fotos de este militar al mando de un grupo de soldados entrando a Berlín; no cabía la menor duda este personaje
era un militar que había participado en le segunda guerra mundial. ¡Increíble
! Y bueno, como este cofrade no es nada curioso
(Veste
que es más
sapo que la con***dre) Empecé con el bombardeo de preguntas.
Mientras seguíamos conociendo la fabulosa casa, bajamos hacia la extensión que estaba construida de concreto, donde había 7 habitaciones espaciosas
que estaban destinadas para las visitas y todas confluían en un pasadizo colindante con toda la vegetación del condominio y que llevaba a un ambiente
que tenía sauna, tinas de hidroterapia, sillas y camillas de masajes automatizadas.
Mi voz interior dijo: ¿Cómo puede existir en este mundo gente que tenga tanto, mientras hay otros que no tienen absolutamente nada? Sobre todo
en esta parte del mundo. ¡Incomprensible! Pero así es la vida.
Nos asignaron las habitaciones, a la tía Eulalia le dieron la primera habitación, a Sofía la segunda y a mí me dieron la habitación
Siete, la put***ma***
¡Bien pend***ja! la tía Constanza, adujo que la habitación que me estaban dando era la mejor y tenía el acceso más cercano a los ambientes
del sauna antes descrito, bueno y por tratarse de la visita de un hijo del hermano vecino país del Perú, se me tenía que ofrecer esa deferencia. En
realidad si era cierto, era la mejor habitación de visitas sin lugar a duda, pero siendo un poco perspicaz acerca de la asignación de mi habitación,
y ¡ooh casualidad! esta fuese lo más retirada posible de la habitación que ocuparía Sofía; creo que la cosa iba por otro lado.
Me entere al fin y al cabo, que en realidad estas propiedades pertenecían a la familia del esposo de la última tía de Sofía; es decir de la última
hermana de la tía Constanza, la tía Eulalia y la madre de Sofía, quien recientemente había contraído nupcias y se fue con su ahora esposo a
radicar al país natal del oficial del Ejército Rojo retratado en las fotografías, que vendría hacer el abuelo por la línea materna del flamante esposo,
nuevo miembro de la familia y que había dejado en custodia las propiedades a su cuñada la tía Constanza y su esposo Ramón.
Bueno todo concordaba y tenía lógica, respecto a la procedencia de esos signos exteriores de riqueza, a veces uno es mal pensado; aunque para ser
sincero, algunos de los descendientes del país que dio origen a la
Perestroika han obtenido fortuna con acciones nada santas; pero como en todos
lados se cuecen habas. Me dije a mi mismo dediquémonos a disfrutar de este paradisiaco lugar, que de esto no te dan gratis todos los días y porque a
caballo regalado no se le ve el colmillo, si no se le monta y el jinete goza a cada trote.
Sábado, 18 de Octubre del 2003, 3:25 pm Anolaima - Colombia
Luego de desempacar y tomar posesión de nuestras respectivas habitaciones, todos los calzoncillos nos fuimos a la piscina, el clima estaba propicio
para un buen chapuzón, mientras esperábamos que las mujeres cocinaran el almuerzo.
Disfrutando de la piscina y diciéndome a mí mismo ¡Esto es vida
! ¡Esta es la vida que me merezco! De pronto, veo venir a Sofía en traje de
baño; ¡Uuuuaaaauu
! Por todos los Incas del Tahuantinsuyo, que rica se le veía a Sofía con su traje de baño, venia con dirección a mi caminando
sensualmente oronda, sabiendo lo que tiene por mostrar, el color de su traje de baño de dos piezas era de un verde pastel con lazos en las
caderas, de esos lazos que uno en sus pensamientos
(más reee
jeropas) solo queremos jalarlos para desatarlos y que esta prenda caiga
lentamente para deleite de nuestros ojos.
Nade en dirección a la escalera por donde Sofía ingresaría a la piscina y al hacerlo note que me había salido una aleta de tiburón en mi entre
pierna
jejeje, al ver tan rica a la colochita había logrado que Edguitar levante carpa de circo de 28 de Julio; lo que me tendría condicionado a
no salir del agua;
a quien no le ha pasado esto jejeje.
Como buen caballero ayude a bajar las escaleras a Sofía y ya estando dentro del agua se acercó a mí a darme un besito, al hacer ello se topó
con el inquieto Edguitar y lo sintió en toda su expresión.
Yo: Ves lo que logras hacerme
Me miró fijamente abriendo sus ojos
(como faros del popular Volkswagen escarabajo) y me sonrió pícaramente, cuando:
Eulalia: ¡Ah no mijita
! No sea abeja, ya se está divirtiendo y aún falta que ayude en el oficio, hay que traer la comida para almorzar aquí en las
sombrillas. Hágale, vamos
, vamos hágale, la besuqueadera para después.
Ya mi voz interior se preparaba para empezar a lanzarle mentalmente todas las peores palabrotas que conozco en contra de la tía Eulalia por la
interrupción con mi colochita. Pero se me paso al instante la ira, al ver a la tía en un sexy traje de baño, tengo que admitir que lo único que pude
atinar, es a pensar que la tía Eulalia estaba
recontra fuerte como para una encerrona brava.
(Está bien que ya había escogido el platillo que
quería degustar, pero eso no le impide a uno, mirar detenidamente la carta para ver otros POT
ajes. ¿Si o No cofrades? Y no va ser, faltaba más)
Luego de que Sofía y su tía se perdieran de vista, recobre la cordura y me di cuenta que con todos los que habíamos ido, se me haría bastante
difícil poder estar a solas con mi colochita y poder jugar al papá y a la mamá y hacer travesuras sin parar; como dice por allí ese estribillo que
actualmente se escucha por todos lados y uno termina sin querer aprendiendo.
¡Eso
!
contra la pared
Pa la chancadera
Jejeje.
Luego de Almorzar, todos seguimos en la piscina por un buen rato, después con el ocaso del sol cada vez más pronunciado, todos fuimos a
caminar para conocer el perímetro y las instalaciones del basto condominio campestre.
Sábado, 18 de Octubre del 2003, 9:30 pm Anolaima Colombia
Cenando y con el notorio cansancio de todos, cada uno se fue despidiendo y dirigiéndose a sus habitaciones. Desde luego la tía Constanza ocuparía
la habitación principal con su marido Ramón, su hijo el mono cuyo nombre es igual al de su progenitor y Flavio su primo
(siendo chinos - chibolos),
escogieron la otra habitación en el segundo piso porque tenía un ambiente para juegos de video.
Ramón: Me acepta un Wiskesito Edgar.
Yo: Claro, como no.
En ese ínterin la tía Eulalia y Sofía se despedían de nosotros en dirección a sus habitaciones y yo observaba a Sofía como queriéndole hablar con
la mirada y decirle ¿Y ahora como nos empiernamos? La put*** ma***
Una hora después
Ramón: Bueno pelao, es hora de irse a descansar, apagare las luces.
Nos despedimos y me dirigí a mi habitación, viendo como la negra noche se apodera de cada rincón de la casa cuando las luces se apagaban.
Dentro de mi habitación, encendí el televisor, pero me importaba un comino lo que estuviesen dando, mi mente solo se preguntaba.
¿Semejante viaje y no voy a campeonar?
¿No voy a remojar a mi bracito de bebe con puño cerrado?
¿Y si intento ir a tientas hasta la habitación donde esta Sofía?
Me paseaba dentro de la habitación de un lado a otro cual león enjaulado, pues estaba hecho una fiera de lo arrech***, desde luego
incrementado a la enésima potencia con el Wiski que me había tomado momentos antes.
¡A la mie***da! Dije, no soportaba más, me la juego.
Abrí la puerta de mi habitación muy sigilosamente, tratando de que el chirriar de las bisagras de la puerta hiciera el menor ruido posible. Ya
fuera de la habitación me topé con la densa oscuridad de la noche, una de esas noches sin estrellas; solo los sonidos propios de los animales
nocturnos se escuchaba; los grillos, la bullaranga de lechuzas, hasta se podía escuchar el agitar de las ramas de los arboles contra el viento y
ver la intermitente luz de las luciérnagas. Y yo allí en el pasillo dudando, si avanzar hacia la habitación de Sofía o regresar a mi aposento
derrotado. Me envalentonaba y luego me acobardaba, nuevamente interrogantes me inmovilizaban.
¿Y si la tía Constanza a último momento cambio a Sofía de Habitación?
¿De repente encuentro a la mismísima tía Constanza con su marido Ramón? Sería la cag***da
¿Y si le puso seguro a la puerta?
Nuevamente me daba valor y avanzaba lentamente
, pero y si
¿Dejara Sofía que la posea? O ¿tendrá temor de que nos escuchen?
Con todas esas dudas encima, ya iba por mitad del pasillo rumbo hacia la habitación donde estaba mi tentación. Sofía.
Y todo lo que sentía en ese momento se resume a parte de la letra de este excelente tema musical que justo en estos momentos que estoy
escribiendo esta historia, suena por los parlantes de mi equipo de sonido.
Y no sé tú, ni qué dirás pero no hay nada mucho qué pensar
La oscuridad me acecha incrédula.
Nada que pueda perder,
Nada que no pueda hacer,
Algo que te alivie
Algo que me cure. (Nada - Zoé & Bunbury / MTV Unplugged)
¡Qué buena Rola
!
Sí estimados cofrades, necesitaba algo que me cure urgente la calentura que traía encima, es lo que me movía en esos instantes como
si estuviese poseído, necesitaba hablando en metáfora; introducir el pico de mi picaflor para que beba el delicioso néctar de la flor de Sofía.
Continuará...