A lo que me condujo los celos 1 parte

Gracias cofrade por lo de dulce aunque los que me conocen opinen que soy jodida jajaja pero que mujer no lo es, te invito a leer mis otros relatos y claro que me tomare el tiempo para leer tus relatos

Estoy viendo otro relato tuyo en serio eres de temer... uhmmm deberás toda una mujer exitante en todo sentido... e interesante tu forma de relatar tus experiencias...
 
Hola a todos soy Jaqueline, después de varios años regreso a publicar esta nueva serie mitad realidad y mitad ficción, quiero agradecer a los cofrades que me escribieron a pesar de que no recibieron respuesta de mi parte, así mismo leí un mensaje que me impacto acerca de el cierre del foro sin embargo veo que solo fue un susto, dios mío todo lo que paso en este largo silencio.
Bueno yo sigo fiel a este grupo, un beso a todos y espero que les guste esta nueva historia y como siempre aceptare las consejos y criticas que estén a la altura.

Estaba parada cerca a la entrada del edificio oculta detrás de unos arboles, no lo podia creer, mis ojos se llenaban de lágrimas y mi corazón latía de dolor, mi esposo, el hombre que juro amarme y respetarme toda la vida, estaba saliendo del edificio de mi mejor amiga, él había salido de nuestro hogar un par de horas antes con la excusa de que perdería el avión sin embargo mi corazón no le creyó y no estaba equivocada.

Escuche la voz de mi mejor amiga, mi dama de honor, llamándolo entregando el móvil que había olvidado, dándose un abrazo y me pareció ver un beso cuando limpiaba mi rostro despidiéndose para ahora si irse a su viaje de negocios, la muy puta lo despedía toda sonriente mientras yo regresaba a mi auto a llorar.

Habían pasado apenas 7 años desde que nos casamos, ¿cuánto tiempo me estaría engañando?, regrese a mi departamento como alma en pena ni siquiera saluda al señor de la recepción, un hombre de más de 50 años bastante cortés, mi vecino de al lado (Aldo 55) al notar mi llegada detuvo el ascensor cortésmente. Veía que me hablaba y sonreía, mientras tanto yo respondía con monosílabos, note como era usual su insistente mirada a mi cuerpo. Cuando me pregunto por mi esposo no pude evitarlo y empecé nuevamente a llorar

-Calmate Jaqueline, que ese lindo rostro tuyo no se llene de lágrimas. - me atrajo a él y sin decir nada me abrazo y acariciando mi cabeza trato de que me calmara, fue poco tiempo hasta que llegamos a nuestro piso sin embargo no lo solté y él no me dejo, nos quedamos así por unos minutos más hasta que algo nerviosa lo solté y me disculpe.

-Si quieres conversar con alguien o simplemente tomar un vaso de agua para no sentirte sola sabes que puedes contar conmigo, estoy ahí para ti. - yo agradecí, visiblemente nerviosa e incómoda y me fui a mi departamento.

Al cerrar la puerta me derrumbe, todo en ese lugar era un recuerdo de mi esposo, nuestras alegrías y penas, no entendía porque me estaba engañando encima con ella con mi mejor amiga, fui a darme un baño de agua fría para tratar de bajar mis nervios y al terminar me vi al espejo, a pesar de ya tener 30 años no estaba nada mal, mi cuerpo ya no era de una niña sin embargo mis caderas y piernas se habían desarrollado gracias a las horas de gimnasio que invertía, mis nalgas y mis senos seguían siendo mi orgullo gracias a la genética y a una buena alimentación, pero entonces porque me había hecho eso??
me puse una bata y con una botella de vino fui a sentarme en mi sofá, bebía una y otra vez tratando de ahogar las penas hasta que me llamó mi esposo, conteste incrédula mientras al otro lado del móvil oía a ese hombre cariñoso contándome que había llegado al hotel que estaba super cansado y que me extrañaba muchísimo, yo sin poder creer tal grado de hipocresía le respondía tratando de que no se me notara indiferente, él estaría fuera de casa por 3 dias, me dijo que me echara de menos y luego de un te amo cortó la llamada.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, quería gritar, quería morirme, me avente a la cama y pasaron, 5, 10, 15 minutos hasta que me di cuenta que no quería estar sola, necesitaba no sentirme sola así que sin pensarlo bien me levante y asi como estaba salí de mi departamento en dirección a la puerta de mi vecino, luego de unos minutos abrió su puerta y se me quedó mirando de pies a cabeza, no dijo nada y me dejo entrar, llegamos a su sala y en el espejo me vi aun con mi bata semi abierta el cabello desordenado, con los pies descalzos, solo con mi botella de vino en la mano, mi vecino me miraba sin decir una palabra me invitó a sentarme y estuvimos asi por varios minutos.

En este momento describiré a mi vecino llamado aldo un hombre de 55 años, debía medirá sobre 1.75m con algo de barriga sin llegar a ser gordo, trataba de mantener su apariencia pero ya se le notaba los años, de escaso cabello y una barba recortada, desde que se separó de su mujer había vivido solo y su trato siempre había sido cordial y de respeto, no habíamos tenido mayores confianzas sin embargo en este momento al sentirme tan sola me vi en su sala, en esas fachas.

Estuvimos sin hablar por un espacio de tiempo, no se cuanto exactamente, recordaba a mi esposo, a mi mejor amiga, a lo sinvergüenza que había sido al hablarme al móvil, a lo muy sola que me sentía, que las lágrimas caían por mi rostro. Mi vecino se levantó y se sentó a mi lado, abrazándome sin decirme nada, sin preguntarme, solo estaba ahí, para mi, era mi bote salva vidas, me aferre a él, lo sujete y empeze a llorar a botar ese dolor que tenía dentro, el me sujetaba, me cobijaba, sentía sus manos en mi cabello, rascando mi cabeza, reconfortándome, no me decía nada, me acurruque a él mientras cada vez lloraba menos, el dolor poco a poco pasaba. Sus caricias en mi cabeza se sentían bien, muy bien, ya no lloraba, había recostado mi cabeza sobre su pecho, ahora acariciaba mis cabellos sin decirme nada, qué bien me sentía, me sentía tan cómoda, tan segura, tan tranquila que me quede profundamente dormida.

No se cuanto paso cuando escuche una suave melodía, abrí mis ojos y estaba recostada sobre su pecho, como una bebe, no recordaba donde estaba, el olor de ese cuerpo no era el de mi esposo, era un aroma diferente, era a la colonia ROYAL REGIMENT BLACK (similar al que usaba mi padre), me separe de él mientras sin decir nada solo con una ligera sonrisa me hizo un ademán de mi bata, este se había abierto más de la cuenta mostrando mas de la cuenta el lado derecho casi llegando a mi peson.

me acomode como pude y antes de decir algo él subió el volumen de la música, me ofreció su mano y sin decirnos palabra alguna nos pusimos a bailar, él se movía suavemente mientras yo ponía mi cabeza en su pecho dejándome llevar por la melodía, el me sujetaba de las caderas mientras me atraía a él, su calor, su olor me hacían sentir tan bien que en ese momento no existía ningún otro lugar en el mundo donde hubiera querido estar.

Tal vez el largo tiempo de su separación, tal vez la situación, nuestra cercanía, no se, pero senti como poco a poco su miembro empezaba a despertarse, no me sentí turbada, al contrario creo que me sentí halagada, sentí como trato de moverse, pero no lo deje, lo atraje a mi y busque el contacto, sentí nuevamente que trataba de retroceder, y mire hacia arriba donde nuestros ojos se cruzaron y miraron fijamente, él me miraba nervioso, sin saber como reaccionar, yo lo miraba con cariño, con ¿deseo?, me puse de puntillas y acerque mis labios a los suyos, nos dimos un corto beso donde sentí muchas cosas, cosas que no me disgustaron, esta vez fue el que sin decirnos nada me atrajo a él y me beso suavemente sólo con lo labios, yo acepte gustosas su besos y suavemente nos recostamos encima del sofá.

la mano que se posaba en mi cintura fue a mis cabellos que acariciaba mientras las bocas se reconocían poco a poco, las lenguas se rozaban con cuidado como tanteando el terreno, sentí la otra mano buscar mi pierna atrayendome mas a el, sintiendo el cuerpo excitado de un hombre que no era mi marido, sintiendo debajo de su barriga esa protuberancia que me hacía sentir halagada, excitada, mi mano estaba sobre su pecho y empezó a bajar, a su barriga que no me desagradó para nada, y siguió bajando distinguiendola ahí erguida, dura por mi debajo de su pantalón.

Aldo dejo de besarme y fue hacia mi cuello y oreja, lamiendola, chupandomela, arrancándome un ahogado gemido, la mano que estaba en mi cabeza se encontraba en mis nalgas amasadoras suavemente, mientras su otra mano se había metido debajo de mi bata y acariciaba mi seno pasando de un seno a otro estimulando los pezones. nos volvimos a mirar a los ojos y nos volvimos a besar pero esta vez me subí sobre él devorándome su boca mientras me sujetaba de las nalgas desnudas producto que mi bata se había subido.

Lo mire a los ojos y vi ese cuerpo de hombre maduro, con la camisa abierta y con el pantalon aun puesto, empecé a besar su cuello, besar ese pecho que me había cobijado haciéndome sentir especial, querida, deseada, seguí bajando acariciando su pancita pasando mis uñas sin querer lastimarlo, besándolo y sin pensar en nada más me puse de rodillas a él abriendo el botón de su pantalón, bajando el cierre, sentí el olor de su colonia mezclado con su cuerpo me llenaba las fosas nasales, quise bajar su ropa interior, cuando escuche la primera palabra de aldo en toda esa velada.

-Jaqui no, no lo hagas-

-Dejame- respondí deseosa, mirándolo a los ojos tire nuevamente de su ropa interior bajando suavemente y liberando a su pene durísimo, hinchado y con restos de líquido preseminal.

Lo primero que me llegó fue su aroma, aspire excitada, lo tome con mis manos y empecé a masturbarlo, no era grande, no era gorda, era más bien normalita, pero me encantaba y en ese momento solo quería olerla, la acerque a mi nariz, aspire cerrando los ojos mientras oía a mi vecino.

-uufffff Jaqui, mamasita, me tienes a mil, eres hermosa. - yo la seguía oliendo, llenándome de es olor a hombre y empecé a pasarle lengua suavemente, la morada cabeza, el tronco, sus testículos hinchados, llenos, uhmmm nunca me había percatado lo excitantes que eran moviéndose, contrayéndose, la punta de mi lengua subía por todo el pene y lamí el frenillo, su pene latía, pero me excitaba, lo sujete nuevamente y empecé a chuparlo, darle besitos, hundirlo en mi boca.

- ufff ahhh asi Jaqui, no te detengas. - no pensaba hacerlo, lo lamia y succionaba con muchísimo placer, no me importaba estar ahí arrodillada a los pies de mi vecino mientras devoraba con mucho placer, con mucho hambre el pene de mi vecino, era hambre de verga, su verga. Al ser de un tamaño normal me permitía metermela hasta el fondo rozando mi nariz y rostro con su vello pubico, jugaba con mi lengua, la sentía latir produciendo un delicioso cosquilleo, no se cuanto tiempo pasó, si fueron 5 minutos, media hora, pero en un momento sentí las manos de mi vecino aferrando mi cabeza mientras movía su pelvis, nadie me había hecho eso antes, lejos de molestarme por su osadía, me exito mas, sentirme usada por mi vecino, afloje mi mandíbula y deje que él hiciera los movimientos llegando a usarme como si mi boca fuera una vagina, para luego tensarse y sentir como la cabeza de su pene se hinchaba y expulsaba su caliente semen dentro de mi.

-aaagggghhhh tragatelo todo Jaqui, cómetelo todo aaahhh.

me deje hacer y sentí un placer similar a un orgasmo que me hizo mojarme toda, su sabor era muy diferente al de mi esposo, era más suave, más dulce mezclado con un sabor amargo que no me desagrado, lo limpie suavemente mientras mi vecino caía desfallecido sin reaccionar a nada, solo atine a levantarme acomodandome la bata, tome la última copa de vino y salí del departamento sin hacer ruido.

Al llegar a mi departamento, me fui directo a bañar y después me entregué a una deliciosa masturbación recordando cada pasaje vivido terminando profundamente dormida.

continuara…
Que hermosa estás y que buen relato, eres perfecta no entiendo qué más querían y que suerte la del vecino estar en el preciso momento
 
A modo de respuesta rápida que es lo más arriesgado y excitante que probaste y que te gustaría probar, alguna fantasía....
Porque todos tenemos algún experiencia que queremos probar.
Saludos madame
@golosisimaperu
 
Última edición:
Gracias por leerme, sabes que años atrás empece con los relatos como una forma de desahogarme luego se volvió un hobbie. No me quejo lo disfruto mucho

En serio que también para mí escribir, mi predilección por las chatitas culonas como tú... me define, flaquitas o algo más empataditas, solo me falta una recontra tetona como tú jajajajajaja... me relaja escribir mis experiencias y recordar esas travesuras que siempre son nuestro secreto... a la vez nuestro mejor deleite cuando la rutina nos quiere ganar....
 
A modo de respuesta rápida que es lo más arriesgado y excitante que probaste y que te gustaría probar, alguna fantasía....
Porque todos tenemos algún experiencia que queremos probar.
Saludos madame
@golosisimaperu
Que es lo que más me gustaría probar, aquí en México son muy machistas, me gustaría serle infiel a mi esposo con un familiar suyo un padrino que esta en buen ver y estoy segura que me haría disfrutar mucho. Me imagino haciéndolo y mi esposo permitiéndonos tratándose todo su machismo mientras me oye gemir de placer
 
En serio que también para mí escribir, mi predilección por las chatitas culonas como tú... me define, flaquitas o algo más empataditas, solo me falta una recontra tetona como tú jajajajajaja... me relaja escribir mis experiencias y recordar esas travesuras que siempre son nuestro secreto... a la vez nuestro mejor deleite cuando la rutina nos quiere ganar....
Chatita como yo.... jajajaja bueno creo que a todos nos ayuda compartir nuestros relatos y sacar nuestros demonios internos
 
A lo que me condujo los celos 2 parte

*** Hola cofrades disculpen la demora, aquí les presento la segunda parte de mi relato esperando que sea de su agrado***

Me levante reconociendo mi habitación, tenía sentimientos encontrados, mi esposo con mi mejor amiga, mi vecino aldo, todo lo que hicimos, sin duda las copas de mas me hicieron tomar malas decisiones; si mi esposo me era infiel yo no tenía porqué serlo, además nunca he sido esa clase de mujeres. Eran más de las 9 am me había quedado dormida y mi sesión en el gym ya había pasado, me fui a bañar y a tomar algo ligero no quería estar en ese lugar así que decidí salir a rotar, ya vería después que haría.

Me puse una tanga de las que usaba en el gym, un leggins verde claro super ajustado que me remarcaba las caderas y se me metía entre las nalgas, cubriéndola con una sudadera, por la parte de arriba un sujetador y un top blanco de los que uso en el gimnasio, busque mi móvil y mis audífonos saliendo de ahí. Al salir vi la puerta de mi vecino, me vinieron a la mente nuevamente los recuerdos y me morí de la vergüenza, esperaba no volverlo a ver, si era posible me mudaría pero ya pensaría en eso después.

Baje a la calle era una linda mañana mientras seleccionaba mi música, escuchaba uno que otro piropo desde los autos cosa que usualmente me desagrada pero no esta vez, esta vez quería verlos, así que con el móvil apagado y con los audífonos en las orejas empecé a correr, escuchando frases como:

-en esas tetas termino de crecer
-quisiera ser sol para darte todo el día
-quiero besar esos labios apasionadamente para después subir hasta tu boca.
Lejos de molestarme cada vez me provocan, me excitaban, me hacían sonrojar, porque mi marido ya no me veía así??, me quité la sudadera exhibiendo mis nalgas en los leggins y los piropos fueron más vulgares
-con 20 años menos no se me escapa ese culito
-esas nalgas andan pidiendo guerra
Mi mente se llenaba de mas voces, de mas miradas, mis pezones se mostraban como queriendo saludar y recibir atención
-mi reina, ¿Vas a dejar jugar a tu chiquito con mi mocoso?
-Quisiera ser plomero para destapar el agujero
-Con esas nalgas, dedícame un pedo.

llegue visiblemente acalorada a mi edificio, el señor de la recepción me abrió la puerta saludándome mientras no despegaba su mirada de mis senos que subían y bajaban por la agitación, así como por mis duros pezones que querían romper mi top, conversamos poco y si bien es cierto no soy de andar de coqueta disfrute como se desvivía en atenciones para conmigo. mientras subía al ascensor me note más que sudosa, húmeda, aún sentía los ojos de esos hombres en mi cuerpo, en mis senos, en mis piernas en mis nalgas, lleve mis manos a mis senos masajeándolos, sobándolos y el sonido del ascensor me hizo saltar de la sorpresa, pase el corredor que llevaba a mi departamento estaba metiendo la llave, sin embargo me quede ahí, mire la puerta de mi vecino, me sentía excitada, pensaba en esos hombres y en el imbécil de mi marido que me estaba poniendo los cuernos cuando tantos hombres me querían para hacerme cuantas guarradas, y yo, y yo….

saque la llave de la puerta y fui hacia el departamento de mi vecino, toque la puerta..

-que estoy haciendo.- me dije para mi misma, me estaba por girar e irme cuando mi vecino habría la puerta y se me quedaba mirando, sus ojos me recorrían de arriba a abajo, no nos habíamos vuelto a ver, me sonrió y me ofreció su mano para que pueda ingresar, mire a ambos lados del pasillo y me deje llevar a su departamento.

ni bien cerró la puerta me arrincono a la puerta y nos besamos como locos, yo estaba toda sudorosa y a él no le importo, con ambas manos empezó a quitarme el top y el sujetador de deporte mientras yo solo levantaba las manos disfrutando como se tomaba su tiempo para recrearse con cada parte de mi piel desnuda que se ofrecía a él.

mis senos botaron libres, los sentí mas hinchados de lo normal, sus manos se apoderaron de cada uno de ellos y los sobo con mucha delicadeza mientras nos volvíamos a besar, luego su boca bajaba y su barba me causaba cosquillas, atraje su cabeza a mis senos y gemí del gusto mientras sentía esa barba rozándome y produciendo sensaciones que nunca antes había sentido, mis pezones se pusieron durísimos al sentir sus labios succionando chupándome con tanto deseo, deseo de hacerme suya, tenía mis manos levantadas dejándolo hacerme lo que él quisiera, pasaba de un seno al otro, los amasaba, mis senos que estaban al inicio llenos de sudor ahora estaban llenos de su saliva, y eso me hacía sentir muy excitada, ya no pude mas y lo abrase pidiéndole que me hiciera suya, que lo deseaba

mi vecino me cargo en brazos llevándome a su habitación, ambos lo deseábamos, me deje caer en su cama y deje que me desnudara mostrándole mi cuerpo desnudo a un hombre que no era mi marido, mi sexo era una mezcla de sudor y de mis fluidos, me sentí avergonzada sin embargo a el no le importo.
-así estas mas rica- contesto con un brillo en sus ojos, un brillo de deseo, tomo mis pies y los separo suavemente y ante mis débiles negativas empezó a besar alrededor de mis muslo acercándose a mi sexo y alejándose nuevamente

cada vez me ponía mas nerviosa, necesitaba su boca en mi sexo, lo necesitaba a el dentro de mi, acariciaba con un dedos suavemente sobre mi sexo mojándolo de mis flujos para llevarlo a mi boca la cual succionaba como si fuera mi alimento, esto lo repitió un par de veces incluso movía sus dedos como si fuera un pene y yo succionaba gustosa.

mi vecino me estaba llevando a un grado de excitación donde nunca antes había estado, ni siquiera con mi marido, se tomaba su tiempo volviéndome loca del placer, ya jugaba con dos de sus dedos en mi sexo masturbándome con ellos y luego los llevaba a mi boca haciéndome que los lama sin ningún pudor, me tenia abierta de piernas y sujetándome suave pero firmemente hundió su boca en mi sexo, yo grite muy fuerte, gemí llore mientras su lengua lamia de arriba a abajo, mis manos apretaron su cabeza guiándolo a mi clítoris pero su lengua se resistía hasta que empezó a hacer circulos en mi hinchado clítoris, para posar sus labios en mi abultado botoncito para empezar a succionar, yo gemí y grite descontrolada, oyéndome decir:

-dame tu pene, lo necesito- él se tomó su tiempo haciendo para ponernos de lado y hacer un 69, cogí su pene chupando, lamiendo mientras esa deliciosa barba se undia y raspaba todo mi interior, una y otra vez. fue tanto el placer que me vine, él me bebía toda haciendo unos ruidos de succión que me calentaban al extremo, toque el cielo por unos segundos, o fueron minutos no se cuanto tiempo paso pero cuando reaccione, vi a mi maduro vecino sonriendo y me vi tomada de la mano como una princesa, recibida con un cálido beso para luego ser girada mientras aún estaba en las nubes y ser puesta en 4 sobre su cama. se quedó mirándome un momento, acariciando mis hinchadas nalgas, me dio unas palmaditas y yo ronroneo gustosa, por la excitación, en ese momento no existía mi marido, no existía el mundo solo era él y yo.

me cogió de las nalgas y empezó a pasar su pene hinchado por entre mis labios arriba, abajo, dando pequeños golpecitos para luego presionar un poco y volver a repetir, cada vez haciéndolo con mas presión, poco a poco me veía penetrada mas y mas, ya había dicho que no tenía un pene grande incluso era más pequeño que el de mi marido, sin embargo al estar mis labios vaginales tan hinchados lo sentí delicioso, sentí que me llenaba por dentro. empezó con unas rítmicas penetraciones cogiéndome fuertemente de las nalgas, sus penetraciones cada vez fueron más profundas, más rítmicas, me vi gimiendo y meneando mis caderas buscando que me diera mas fuerte.

-dame así, que rico lo haces, dame mas fuerte vecinito-
-dime papi, ahora seré tu papi y me encargare de ti- me dijo mientras acariciaba mi espalda y me penetraba maas fuerte.
- oh si papi, así dame mas duro, mas rápido papi, me vas a hacer venir nuevamente- gemía con mi cabeza que había sido apoyada suavemente a la cama por la mano de mi vecino haciendo que ofrezca mis agujeros a él sin darme cuenta, sentí un dedo jugando a la entrada de mi ano, para poco a poco con ayuda de mis flujos vaginales irse hundiendo en mi agujero posterior e irse moviendo girando suavemente y moviéndose al ritmo de sus embestidas.

se separo de mi dejando mi sexo muy abierto, vacío y con ganas de mas atención, lo lamio lentamente y fue subiendo hasta llegar a mi ano hundiendo su lengua en mi hoyito, nuevamente bajo a mi clítoris para luego subir y posar su lengua en mi ano y moverlo llenándome de saliva. yo me dejaba hacer disfrutando de ese estimulo cuando sentí su pene a la entrada de mi agujero posterior, no era la primera vez que lo hacia por ahí aunque siempre me causaba dolor, sin embargo mi vecino al tener mas experiencia me supo preparar logrando hacerme poco daño, sintiéndome llena.

-dame papi, dale duro a tu perrita- gemía de placer sintiendo los embates frenéticos de mi vecino.
-Jaqui tu culo me succiona mi pene, me voy a venir dentro de tu culo-
-si si hazlo en el culito de tu perrita, papi- mi vecino dio un par de frenéticos embistes y eyaculo dentro de mi haciéndome sentir como su pene llenaba mi agujero posterior de su espeso semen, ambos caímos rendidos de lado, su pene salió de mi y mi trasero me dolía mucho lo único que atine a hacer fue ir al baño y limpiarme toda, al regresar mi vecino aun cansado descansaba sobre la cama, me fui a su lado y muy mimosa me recosté a su lado para quedarme dormida acurrucada en sus suaves caricias en mis cabellos.

luego de un merecido descanso fuimos a bañarnos ahí, el se esmero en limpiar todo mi cuerpo suavemente con una esponja, yo hice lo mismo y para agradecer la deliciosa experiencia me puse de rodillas y le hice suavemente sexo oral mientras el agua caía por nuestros cuerpos, me sentía a gusto mirándolo desde abajo hasta que termino en mi boca llegando a tragarme todo su semen, el me sonrió y me hizo una dulce caricia en mi mejilla haciéndome sentir muy especial.

me invitó a comer una ensalada de frutas que él mismo preparó, al terminar me despedí ya que había pasado casi todo el día en su departamento, nos despedimos con un tierno beso prometiendo repetir.

ya en casa y después de volverme a duchar (necesitaba lavarme mi cabello con mi shampoo, cosas de mujeres) mi esposo me volvió a llamar diciéndome lo mucho que me extrañaba y lo mucho que me amaba, yo no podía creer lo sinvergüenza que era, esta vez fui yo quien también le decía lo mucho que lo extrañaba mientras recordaba el sabor del semen de otro hombre en mis labios, si él quería engañarme pues ese era un juego que podía jugarse de a dos.

continuara…..
 
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