CONTINUACIÓN.....
Vuelta a la página, tan sólo conversábamos dentro de la oficina cosas del mismo trabajo, no mas. Yo no daba señales de que me interese x lo que estaba pasando y creo que eso le jodía, porque a cada rato, como que quería que le pregunte x ello, de lo que toda la oficina tenía un comentario. Bah!, nunca le iba a preguntar algo a pesar de que ella estaba segura de que el rumor ya había llegado a mis oídos.
A dormir tranquilo después de conversar un rato con mi reina. Cuelgo y me dispongo a dormir, en mi mente se me presenta los momentos con Miriam tan cálidos y tan complaciente, como ella sola, ese culo que lo hice mío las veces que quise, que lo fui abriendo de a pocos, con paciencia y buen humor… de repente mi pensamiento cambia rotundamente hacia lo poco que faltaba para que mi Leslie se entregue a mí, una semana casi, y yo con las ansias y valgan verdades, muy nervioso.
Le he dicho a mi mamá que tengo amanecida y que dormiré donde mi amiga en su pensión…fue el mensaje que recibí muy temprano ese sábado pactado con Leslie, hoy era, hoy se iba a entregar a mí, tan bella muñeca. El día se me hizo interminable en el trabajo a pesar de trabajar solo medio turno, salí corriendo a casa, almorzar, y hacer entre otras cosas, como darme una buena remojada.
Ya por la noche la paso recogiendo en la pensión de su amiga. Salió y efectivamente, estaba hermosa: su pelo lo había laceado, su rostro de muñeca, con esos ojos claros que resaltaban en esa noche mágica, un vestido ceñido al cuerpo que hacía resaltar esas caderas hermosas, su cintura, y ese trasero que no siendo muy grande, era preciso para su figura. Una muñeca, yo el más feliz de pasearla de la mano.
Llegamos, ya había empezado a tocar la orquesta, música de moda en esos años, toneamos, tomamos moderadamente – soy de los que no les gusta tirar borracho -, hice que ella se midiera con lo que tomaba, no quería sorpresas posteriores, además no necesitaba trago, ella seguía firme con su decisión. Eso sí, el trago hacía su efecto y cada vez me besaba más efusivamente, me hablaba al oído, ya estaba en su punto. No quería que pase de eso, la quería encendida pero lúcida.
Como plan de 3 am, decidimos que ya era hora. Taxi, y un buen hotel. Ya lo tenía todo planificado. Llegamos al cuarto, ella se dirigió al baño, yo me recosté en la cama y prendí la tele. Al cabo de un momento salió, ya se había quitado el vestido – lástima, yo quería hacerlo -, bueno se me acercó y me dijo: estoy lista!.
Tenerla en ropa interior echada en la cama era toda un espectáculo, poco a poco la iba besando, despacio, subiendo un poco el ritmo, la tocaba, esos senos bien formados con los tocaba por encima del sostén, y le rozaba los dedos por encima del calzón, cosa que hacía que se vaya mojando, y vaya manera de mojarse. Le quito el sostén y veo ese par de senos, blancos, con pezones pequeños rosados, de los que me prendí, y le daba pequeñas mordidas, como jadeaba, ella me quitó la camisa y empezó a lamerme el pecho, el cuello, me besaba, me mordía la oreja, metía su lengua dentro de ella, estaba poseída. Mientras ella hacía todo eso, yo ya iba tímidamente introduciendo mis dedos en su vagina, mojadita, y con los dedos empapados me los llevaba a la boca, y lamía mis dedos y le decía: que rico sabes mi amor!, luego hice lo mismo con ella y lamía mis dedos con una sensualidad única. Ella terminó de quitarme la ropa, y me bajó el bóxer, miro mi pieza, dura en su máxima expresión y solo atinaba a tocarla y acariciarla, esperaba que me hiciera un oral, pero como que no se atrevía, no quise presionarla así que le dije, recuéstate que hoy tu eres la que va a gozar, dicho eso, le quité la trusa y empecé a juguetear con su vagina, mis dedos y poco a poco lamía esos juguitos que salían de a pocos de ese lindo huequito. Mientras le hacía sexo oral jugaba con sus pezones y podía escuchar como gemía, que arrechante, en un momento pensé ya basta de juegos previos. Ya es hora.
Coloqué mi pieza a la entrada de su vagina, poco a poco iba entrando y podía ver su rostro de dolor. Despacio, me decía. Como un buen enamorado, iba de a pocos, no quería que su primera vez fuera traumatizante (como me paso en su momento con mi primera enamorada, que por arrecho y falta de experiencia la terminé jodiendo), tenía que ser perfecto, ella lo merecía. Y así fue señores, entró la cabeza y sentí que la pequeña barrera de fuerza fue cediendo, entró el tronco hasta meterla por completo, su carita de muñeca todavía denotaba algo de dolor, la dejé dentro un momento mientas le preguntaba como estaba, me decía ya mejor, no duele tanto, pero hazlo despacio. Está bien, así empecé, movimientos suaves y controlados, hasta que su vagina, fuera queriendo y haciéndose pata de mi falo, después de un momento me comentó que ya no sentía fastidio. Me dio luz verde para empezar a moverme a mi antojo, y señores, que lindo polvo. No lo hice con fiereza, al contrario, disfrutaba cada segundo de verla jadeante y excitada, la calentaba diciéndole cosas al oído y ella gemía más y más. Habrá sido una media hora de ese ajetreo, la cambié de poses, y se notaba la falta de coordinación en sus movimientos, así que prácticamente fui yo quien de a pocos la llevó en cada posición. No me quejo fueron bellos momentos, que nunca olvidaré. Ya después cuando estaba en perrito dándole, sentí que me venía, (previamente, le consulté si quería que use condón o tomar una pastilla, a lo que ella aceptó la pastilla, así que iba a sentir a pelo todo ese momento) igual saqué mi herramienta y le rocié mi líquido sobre sus nalgas blancas y medias rojizas por los apretones que les daba, y un buen chorro llegó hasta su espalda.
Fue al baño se limpió y se metió entre las sábanas conmigo, que tal estuvo le pregunté, muy lindo mi amor, gracias!, pase lo que pase, nunca me arrepentiré de haberte dado esto tan preciado para una mujer a ti, te amo!.
Nos quedamos dormidos un rato. Ya con la luz del día, nos metimos el mañanero, en la cama, ya un poco con más ritmo. Luego en la ducha, ella se animó a hacerme algo de sexo oral, medio torpe, pero entiendo que mejoraría con el tiempo, mientras le daba y con el agua, empecé a pulsear ese * selladito al máximo. Me entro la malicia mirándolo y quise meter el dedo. Casi inmediatamente, volteó la mirada y me dijo qué haces??...entendí que ese no sería el momento, saqué el dedo y seguí hasta terminar nuevamente.
Salimos, directo a la farmacia y fuimos a recoger sus pertenencias donde su amiga. La acompañé al paradero me dio un cálido beso y se fue. Yo di media vuelta y con una sonrisa llegué a mi casa, abrí la puerta, a mi cuarto y a dormir. Fue una noche memorable.
Desperté plan de dos de la tarde. Reviso mi cel y tenía un msj de mi chica, diciéndome que ya estaba en su casa y que iba a dormir, estaba felizmente cansada. Revisando también tenía llamadas de mis patas, devolví el mensaje, cumple de un desgraciado del barrio. A beber.
Habrá pasado un mes casi después de ese lindo encuentro, durante ese lapso habíamos tenido un par de encuentros más. Sentí que la relación se tornó más fuerte, Leslie se atribuía acciones que antes no hacía, cogía me celular de vez en cuando. Le dejé bien claro que eso no me gustaba, tuvimos tal vez nuestra primera “discrepancia”, pero llegamos a un acuerdo.
Las cosas en la oficina fueron iguales, con Miriam conversábamos un poco más, con el tiempo me animé a preguntarle por su relación, me decía que iba bien - Lo que realmente quería saber era si el pelao ya le había dado trámite a ese culo que sentía que aún era mío -, pero por lo que me contaba creo que aún no lo soltaba. Ya de a pocos empezábamos a bromearnos como antes, cuando su gil estaba de turno por las noches salíamos juntos a comer algo no más y conversar. A pesar de todo era una linda amistad.
Pasó otro mes, teniendo relaciones con mi amada, sentía que las cosas mejoraban. Por otro lado Miriam siempre estaba presente, me seguía mandando msjes a mi cel, me llamaba de madrugada. Hasta que un sábado cuando llegaba de dejar a Leslie en su paradero. Me llamó, la sentí tomada, me dijo: te amo!, no digas nada, siempre voy a ser tuya y lo único que hice para estar con Christian, fue que quería darte celos, pero veo que a ti igual te da. Nunca me amaste acaso? Y me colgó.
Más confundido que los hijos de Ricky Martin en el día de la madre, pasé la noche pensando en lo que me había dicho. Pensaba en mi chica, y en Miriam, si las ponía en la balanza una era la chica que siempre soñé aunque todavía en la cama le faltaba, del otro lado Miriam era una chica rica, que era una experta en las artes amatorias y de las que nunca me dijo NO a nada!. Que dilema cofras, y seguía palteado…
CONTINUARÁ….