grindo doido
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En la UIGV era costumbre que muchos profesores aprobaran por la mala a muchas alumnas, algunos les pedían dinero, otros trago y unos cuantos un momento de su anatomía juvenil.
Esto ocurría entre el 2004 al 2010, hechos e historias que fueron muy evidentes.
Recuerdo una tarde cuando salíamos de clases con mis compañeros y como siempre íbamos a la panadería que quedaba a dos cuadras de la facultad (tenia un espacio para comer y tomar bebidas calientes o frías) y algunos docentes citaban a sus alumnas allí, en eso vimos a un catedrático que estaba con una alumna, ambos muy nerviosos, pudimos observar que la nena le enseñaba los pechos por encima del abrigo que al parecer no llevaba nada de ropa. Tomaron un café y se fueron, nosotros los seguimos y los alcanzamos unas cuadras mas abajo donde entraron a un hotel.
Un amigo nos contó que su flaca de clases le dijo que estaba mal en un curso y que ya lo había jalado por dos veces ( el miedo famoso a la trica), y que el Dr le dijo que sino se veían en un hotel no pasaba y por ende era expulsada.
Ambos planificaron grabar y denunciar al docente, pero tenia que ser un juego de ajedrez para que todo saliera normal.
La flaca espero al profesor en una habitación y su enamorado estaba al lado en otra, ella tenia en su cartera una grabadora pequeña, casi minúscula y grabaría el audio.
Visiblemente nerviosa y ansiosa por lo que pasaría, entro el hombre y le dijo que se desnudara pero porque le respondió ella, caramba te digo desnudate si quiere aprobar, ademas tengo que volver a clases y creo que tu también tienes que regresar.
Ella accedió, al deslizar sus manos por su legin y polo se pudo notar un terso y esbelto cuerpo moreno, durito, fortalecido por el gym, por la herencia de su madre y abuela que aun se conservan y porque ella siempre supo sacar ventaja de su cuerpo aunque no fuera una cualquiera, se encontraba en la plenitud de su juventud en sus 23 años que aun no habían probado lo pecaminoso ni tentador de momentos de clímax y menos con un extraño.
El maestro estaba absorto del bello cuerpo de la joven, tomo agua, respiro hondo, se tomo su pastilla azul y de nuevo al ruedo, se sentó a su lado, le dijo tranquila, te cuidare, no soy malo, te deseo y quiero que lo pasemos lindo. Ella sonrió pero nerviosamente y aunque tenia miedo no pudo negar luego a su novio que si lo disfrutó.
Esto ocurría entre el 2004 al 2010, hechos e historias que fueron muy evidentes.
Recuerdo una tarde cuando salíamos de clases con mis compañeros y como siempre íbamos a la panadería que quedaba a dos cuadras de la facultad (tenia un espacio para comer y tomar bebidas calientes o frías) y algunos docentes citaban a sus alumnas allí, en eso vimos a un catedrático que estaba con una alumna, ambos muy nerviosos, pudimos observar que la nena le enseñaba los pechos por encima del abrigo que al parecer no llevaba nada de ropa. Tomaron un café y se fueron, nosotros los seguimos y los alcanzamos unas cuadras mas abajo donde entraron a un hotel.
Un amigo nos contó que su flaca de clases le dijo que estaba mal en un curso y que ya lo había jalado por dos veces ( el miedo famoso a la trica), y que el Dr le dijo que sino se veían en un hotel no pasaba y por ende era expulsada.
Ambos planificaron grabar y denunciar al docente, pero tenia que ser un juego de ajedrez para que todo saliera normal.
La flaca espero al profesor en una habitación y su enamorado estaba al lado en otra, ella tenia en su cartera una grabadora pequeña, casi minúscula y grabaría el audio.
Visiblemente nerviosa y ansiosa por lo que pasaría, entro el hombre y le dijo que se desnudara pero porque le respondió ella, caramba te digo desnudate si quiere aprobar, ademas tengo que volver a clases y creo que tu también tienes que regresar.
Ella accedió, al deslizar sus manos por su legin y polo se pudo notar un terso y esbelto cuerpo moreno, durito, fortalecido por el gym, por la herencia de su madre y abuela que aun se conservan y porque ella siempre supo sacar ventaja de su cuerpo aunque no fuera una cualquiera, se encontraba en la plenitud de su juventud en sus 23 años que aun no habían probado lo pecaminoso ni tentador de momentos de clímax y menos con un extraño.
El maestro estaba absorto del bello cuerpo de la joven, tomo agua, respiro hondo, se tomo su pastilla azul y de nuevo al ruedo, se sentó a su lado, le dijo tranquila, te cuidare, no soy malo, te deseo y quiero que lo pasemos lindo. Ella sonrió pero nerviosamente y aunque tenia miedo no pudo negar luego a su novio que si lo disfrutó.