Ya luego de la fiesta y continuando con mi quehacer diario, decidí escribirle a Chio: "Hola, ese día era tu fiesta y no la de tu hermana eh" Ella: "Manu, sí, necesitaba despejarme, no te imaginas lo mal que la he pasado este mes". Gente entre conversa y conversa me contó que se había separado de su esposo y que se había venido de Trujillo con sus dos hijos. No quise ahondar más, porque sino eso se iba a tornar en algo incomodo así que cuando me preguntó como estaba yo, le dije la verdad, estaba separado de mi esposa; pero, que si todo iba bien pronto iba a regresar con ella; pues, ya habíamos arreglado muchas de nuestras diferencias.
Ella me animó y me dijo que si yo tenía tiempo para que la acompañe un rato al colegio de sus hijos para recoger un par de rotafolios y otras cosas de una exposición y que en cole ya la habían llamado para que lo retire. Asumí que era algo rápido y acepté sin dudarlo, gente hasta ese momento solo había bailado y conversado con ella en la fiesta de su hermana; pero, nada más porque en esa misma fiesta estaba su papá y no quería dejar una mala imagen de mi persona.
Así enrumbé a recoger a Chio a la casa de sus padres y al esperarla en el carro aproveché en salir a comprarme una botella de agua para mi y otra para invitarle a ella. Justo cuando estaba regresando al carro, la veo salir de la casa y estaba con un jean a la cadera que la marcaba a full y un body que cubría toda la parte superior de su cuerpo, se le veía como todo una MILF. Ella siempre fue guapa, pero luego de sus dos embarazos se torno más gruesa y creo que tampoco hacía mucho ejercicio que digamos, así que si bien tenía un cuerpo voluptuoso no era la figurita que me había comido hace muchos años atrás. Al verla así, la saludé, le abrí la puerta del carro y salimos rumbo al cole de los chibolos, recogimos lo que teníamos que recoger y aproveché en invitarle un jugo en lugar cercano al colegio. En el lugar éramos casi los únicos y eso me jugó a favor porque Chio se mandó con todo, me contó con lujo de detalles como su esposo la había engañado con la empleada de la casa (era una veneca chibola, estas venecas sí o sí van con todo) mientras ella trabajaba; el man tenía sus negocios en Trujillo y casi siempre trabajaba desde la oficina de su casa y solo una o dos veces a la semana iba presencialmente a supervisar todo.
Al final Chio se dio cuenta que la engañaba, cuando un día llegó temprano del trabajo (ella trabajaba como decoradora de interiores y tenía a cargo esa actividad en los negocios de su esposo, claro todo a propuesta de él, justo luego de contratar a la veneca en la casa) y los encontró de casualidad a ambos en la ducha de su habitación, mientras su esposo la tenía clavada a la veneca (al parecer el sonido del agua cayendo no le permitió al esposo darse cuenta que alguien había llegado). Según Chio él se disculpó, boto a la veneca de la casa, quiso arreglar las cosas; pero, ella estaba muy dolida así que decidió regresarse a Lima por un tiempo hasta que decida que hacer. El man la llamaba siempre y nunca le hizo faltar nada a sus hijos, pero aun no venía a Lima porque quería que el tiempo sane un poco su relación. Chio estaba muy dolida, pero también sabía que no podía tirar por la borda todo porque tenían hijos juntos y a pesar de todo ella aun sentía algo por él, yo escuché todo atentamente y le ofrecí mi amistad para lo que necesite; pues a pesar del tiempo yo aun la apreciaba mucho y siempre la recordé con cariño. En ese momento decidí guardar mis colmillos y asumí que nuestra relación solo sería de amigos, la pasé muy bien con Chio y ella me invitó a tomar un desayuno al día siguiente (era sábado) yo le dije que sí y la lleve nuevamente a la casa de sus padres.