Esta anécdota ya casi estaba olvidada, allí va:
Ante todo, soy saunero, (pasó hace casi 13 años), ese día fui al sauna, uno del Centro, ya las kines se habían retirado, motivo por el cual me quedé en off side, para remediar la situación me dirigí a un centro de masajes de la cuadra 9 de Petit Thoars (ya no existe ese sitio), al que había ido varias veces, pues era caserito de una tramposa.
Serían las 9.00 pm, llego al sitio, y un tipo abre la ventanita y me dice “no hay atención todas están ocupadas”, a lo que yo recontra carretón contesté, entonces espero, y efectivamente esperé afuera cerca de 10 minutos, ( que patriota, o más bien que tal arrechura que tendría), luego vuelvo a tocar, ahora más enérgicamente, entonces el mismo tipo vuelve a asomarse, al ver que era yo nuevamente, abre la puerta, y me deja entrar, yo que entro confiadamente, y ya adentro, fuaff, siento un golpe en la cabeza, y escucho una voz que nada cariñosa me grita :” al suelo, , y manos hacia atrás, si no te quemo”, al mismo momento siento un frío metálico en mi cabeza (era una pistola), CDSM, era un asalto, eran 3 choros con fierro, y yo que insistí tanto en entrar, que huevón.
Evalúo la situación, y ante tanta seguridad del mensaje emitido, me dije, si te alteras, acá quedas , así que yo obediente y tranquilo nomás, echadito boca abajo, misma película policiaca, en eso siento un liquido que baja por mis sienes, me toco y era sangre, CDSM, me habían roto la cabeza estos H de P, luego me pulsean, me quitaron mi viejo reloj, y encima comentan “esta misio este huevón” ( yo tenía la plata en el bolsillo de mi camisa, y al estar echado, se olvidaron de buscar allí

. Después hablan en voz baja, para luego recomendarme, “ni intentes voltear, si no eres hombre muerto”, yo sabia que estos caballeritos no bromeaban, por eso yo continúo allí tranquilito casi 5 minutos, luego al no sentír a los angelitos, volteo, y compruebo que ya se habían retirado, me paro en eso escucho unas voces que salían del baño, eran las kines que estaban encerradas, no podían salir, debido a que le habían echado pestillo por fuera.
Las kines asustadas todas, me empezaron a curar, y apachachacharne, y yo feliz, hasta que una de ellas empezó a llamar por teléfono a la policía, motivo por el cual decidí arrancar, a fin de “evitar involucrarme en las investigaciones de ley”.
Afuera ya, mi preocupación era ¿y ahora que le digo a mi mujer?, después de cavilar bastante,tuve que decir que fue una bronca, y menos mal que mi mujer me creyó, pero al sitio ese de marras, no volví mas, por eso cuídense, nadie está libre de nada.
Esto califica como anécdota, ¿verdad?, si no es así, escribo otra, porque hay más.