Y hablando de la pandemia, también se publicó en nuestro país un libro que, desde la ficción, reunió cuentos de diversos escritores nacionales:
"Cuentos peruanos de la pandemia" (2021), cuya coordinación estuvo a cargo de Ricardo Gonzáles Vigil. Este libro pretendía ser un mosaico de historias que sucedieron en la prolongada cuarentena que mantuvo en vilo a muchos peruanos. Sin embargo, pese a lo ambicioso del proyecto (36 escritores participantes, 36 cuentos en total) y la buena presentación del libro (papel de buenisima calidad y una tipografía adecuada), el resultado en cuanto al contenido fue dispar.
Cuentos notables de gran fuerza y ternura convivian con relatos anodinos que pasarán al olvido, ya sea por una inadecuada elección en la redacción y el estilo o porque la trama nunca llegaba a cuajar o despegar y que, a veces, me preguntara lo que realmente quiso transmitir ciertos autores al finalizar alguna historia (Me decepcionó que Fernando Ampuero -tan conocido por su notable novela "Caramelo verde" (1992)- no haya estado a la altura con su cuento "Mientras paseaba al perro"). Quizá la razón de tan desigual resultado estan en el hecho de que los cuentos que forman parte del libro son el resultado de una convocatoria hecha por Ricardo Gonzáles Vigil donde cada escritor presentaba buenamente lo que podia llegar a escribir. Mientras que algunos se esforzaban para quedar indelebles para la posteridad, otros en cambio parecian que entregaban cuentos solo por cumplir: poco inspirados, sin encanto y sumamente flojos. Y eso es palpable en cada página, en cada párrafo y en cada oración. Por otra parte es notable la ausencia de escritores como Alonso Cueto, Santiago Roncagliolo, Renato Cisneros, Ivan Thays y Rafael Dummet que probablemente hubiesen elevado el nivel de éste libro.
Creo que hubiese sido mucho mejor que el coordinador hiciera un concurso de cuentos a nivel nacional (como el que organiza Petroperu cada año, los cuentos Copé) en donde los mejores relatos formarian parte del libro y, dicho sea de paso, contribuiría a descubrir nuevos autores (porque talento hay, solo que a veces estan tán escondido y ocupado en sus quehaceres diarios). Ojalá a futuro que esta idea lo tomen las editoriales que quieran hacer una antologia de este hecho histórico que, sin duda, nos ha marcado a todos.
Por último, quien desee, a pesar de todo lo mencionado, leer por curiosidad éste libro, recomiendo leer solo los siguientes cuentos que -a mi juicio- son los mejores: "Aquí, esperando mi muerte" de Cecilia Granadino; "Campanas del desierto" de Omar Aramayo; "Bitácora del extravío" de Pedro Ugarte Valdivia; "Flor de papas" de Fernando Iwasaki; "Soile Grin" de Tanya Tynjälä; "El dilema" de Carlos Rengifo; "Invasores de marte" de Daniel Salvo; y "Teodoro" de Selenco Vega Jácome.