Conozco el local desde el 2008, desde entonces uno encontraba todo tipo de chicas, la mayoría salía en sus días libres, algunas demoraban en dar sus celulares, otras te pedían que les pagues el básico más una pequeña propina para que falten al trabajo, incluso recuerdo que algunas organizaban salidas en grupo.
En todo este tiempo, de acuerdo a tus gustos, podías elegir con quien tomar e incluso con quienes salir, existía variedad, algunas de las que más fichaban en el 2008 no me parecían atractivas, pero eran pedidas y lograban que sus clientes gasten sus fichas.
Deje de ir al local por algunos meses, leía el foro y me dio curiosidad lo que decían de las chicas de la tarde, curiosamente aún no voy en ese horario, pero visito el local desde hace unas tres semanas y lo que encuentras ahora no tiene comparación con los tiempos en los que visitaba el local de manera continua.
De las chicas antiguas, y que estaban en el promedio, quedan Bea, Flor, Kenia (en su tiempo era una de las pedidas) unas tres o cuatro más que no recuerdo su nombre, varias ya dejaron de ir. Están las antiguas que regresaron como Giuliana o Cristiana, ambas tienen algo en común.
Las chicas que van cada cierto tiempo, en sus vacaciones o tiempos de crisis están en algo, Marlen (creo que ese es su nombre), Milagros (una flaquita de Arequipa), Rocio (una de Amazonas que estudia turismo y este año llevo a su hermana), pero solo frecuentan el local determinado tiempo y luego se van.
Las nuevas contrataciones son el problema, hace unos días fui a buscar a una amiga, estaba ocupada, así que decidí buscar a alguien con quien tomar como esperando y no encontré a nadie que se viera atractiva o tuviera un atributo en especial (el trasero de Liz, antes de su operación de pechonalidad, llamaba mucho la atención; los pechos de Mery; las piernas de una de Huanuco que no recuerdo su nombre (Jacky tal vez); la forma de bailar de Lida), nada, la mayoría con un abdomen prominente, el rostro en debe, algunas ya muy pasadas de edad (una en adición malcriada, espero no equivocarme, creo que se llama o le dicen Quintana), otras muy pirañosas, Susan era de ese tipo pero tenía su gracia, bailaba bien.
En todo este tiempo lo que no ha variado es el frecuencia de los cofrades que asistimos, que encuentran a sus favoritas (o se resignan con lo que hay) y en última instancia terminan gastando sus fichas, claro y entiendo que es lo que en el fondo le interesa a Mario, que se venda bien, como pese a las chicas que contratan igual el margen de ganancia se mantiene veo que poco le interesa lo que se contrate, es difícil establecer mecanismos que puedan dar resultados y cambien las políticas del local en lo que respecta a contratación o al menos permitan el regreso de algunas que la gente reclama (Gabriela, Amanda, Susan,
).
Un saludo muy cordial a todos los cofrades, espero que las cosas mejoren, lo que no puedo dejar de señalar es que en el local conocí a un número considerable de chicas, de muy distintas formas de ser, pero con quienes pude divertirme ya sea dentro del local o fuera.