Si bien hay por lo menos 4 candidatos al título este año, el tema de la baja quizá sea más claro.
Después de varios años de resultados engañosos de los llamados grandes (U-AL), este año afrontan el campeonato con su realidad, es decir con el dinero que tienen o menos, sin contrataciones millonarias que no pueden pagar (aunque no han perdido las malas costumbres y han contratado más de lo que pueden pagar esperando que algunos de sus hinchas los mantengan), ajustándose los pantalones y esperando que esa espada de Damocles que está sobre sus cabezas no caiga uno de estos meses que incumplan sus pagos. El Boys está peor, y su situación parece llevarlo irremediablemente a segunda, más por falta de pagos. El Cobresol, totalmente abandonado, será otro de los que quizá la pasen mal hasta fin de año, aunque este fin de semana le cerraron la boca a un confiado Alianza que con sus jugadores mucho más caros fue, soberbio y confiado a enfrentar a un subestimado Cobresol que al final dejo a los grones sentados en sus nueve puntos, y con el Pep Soto al borde del despido.
Hasta ahora parece, como dicen algunos periodistas deportivos, que la situación no cambiará, porque ninguno de esos 4 equipos muestra un soporte futbolístico que haga pensar en que puedan mejorar su posición en la tabla.