Cofras, cuando kineo en lo que menos he pensado es en enamorar a las kines. Quizás me estoy perdiendo de algo.
Con la kine con la que salgo, se ha establecido una relación bien rara. Ella es jovencita y llena de vida, y me pregunta todo, hasta los detalles más insignificantes, y se molesta porque no le digo nada, y básicamente casi no hablo en nuestras citas. La verdad prefiero que ellas hablen, o sinceramente no me interesa su vida, ni contar la mía.
Siempre reclama que porque no soy cariñoso o menos tímido. Quiere que le hable bonito, que la abrace o que le ayude a ponerse el vestido, cosas así. Pero después del sexo, a mi se me va cualquier interés con la kine, solo quiero que se vaya. Además es una contradicción porque, esta kine durante cache, no se deja hacer cosas, como besar, chupar las tetas, etc. Pero luego quiere que le acomode el pelo, que la abrace. Y no tiene sentido.
Parece que está acostumbrada a cacheros enamoradizos, o venezolanos que se creen galanes enamoradores. Quizás debo ser más cariñoso, y tener más consideración y detalles, para sacar algún beneficio extra. No sé que opinan, ¿les ha pasado?, ¿como enamoran a las kines?