Luego del silencio, del escape y el volver a la realidad. Había medias verdades o mentiras que no se contaron.....
Pasado un tiempo prudencial en que ambos estuvimos ensimismados en nuestros mundos. Me llamó y me contó varias perlitas ( nunca me dijo porque se fue aquella noche con la loca feminazi). La chata estaba casada, no vivía con el marido, tenia una hija quien era cuidada por la abuela en su tierra. Hasta allí aceptaba todo eso, pero cuando ella no me veía, salia con un ex compañero de trabajo que la había metido en los negocios, en el tema de productos saludables. Si bien, no había pensado en casarme con la chica, tampoco pensé que jugaba a doble cachete. Como macho, me dolió saber eso, no le dije nada, seguí tomando y ella igual. Era una lucha de egos, de poderes, creo que no le engañe a ella, pero ya que se pintaban las cosas así, me faltaba eso.
Me pidió reacción, algo inerte, herido y sucumbiendo ante mis propios errores, esa noche me termine el trago en mi casa, me fui de la escena, no dije ni pío y ella tampoco. Asumimos que nada seria igual y que el momento era dar vuelta a la página.
Los recuerdos de desventuras, traiciones y filosofar con trago en medio de muchos y muchas que pasaban lo mismo y solo nos conocíamos por esos temas, volvieron y con fuerza. Al día siguiente no tenia cabeza, el trabajo absorvía, nuevos jefes, nuevos retos y elaborar informes. Ni tiempo de almorzar y menos de cenar. Ya en cama, miraba su numero, intente llamarla, no lo hice y lo borre, intente sacarla de la mente. Hice un gran esfuerzo y seguí mi vida, pero una tarde la vi como cuando la conocí, allí, alegre, sonriendo y con su licra super ceñida, ganándose mas adeptos, vendiendo sus productos, nos miramos y nada nos dijimos, aceptamos todo.
Esa noche salo tarde a propósito del trabajo, bueno eso quise, ya eran mas de las 10 pm, y de pronto ella estaba allí, me dijo que quería hablarme, que la disculpara y que no debíamos acabar así, no le hice caso y seguí el paso, ella me agarro y tuve unas ganas de mandarle a la , me contuve y ella me beso, me deje besar y tocar. Esa noche toque el cielo cuando lo hicimos toda la noche en un hotelucho cercano. No dormimos, un rato caíamos rendidos entre polvo y polvo, esa chica es un volcán, es pura energía, le dije sis sus productos de chia y otros mas tienen pólvora, se reía. Yo trate de ir a su curso, pero era evidente que no, lo mejor fue probar su culo, saborearlo y endiablarme, allí la sometí, me dijo cada cosa absurda, que yo la tiro como nadie, que se lo hago bien y que le gusta correrse conmigo. Solo allí bote mi rabia, mi frustración, para mi, solo era vengarme o desquitarme con ella misma. Tenerla en mi ser, atravesada y suplicando mas y mas, pedía leche por todos lados, no se donde pude darle tanto. hasta le expulse un poco que le ingreso en la nariz. Siempre sonreía, esa risa ya hasta me aburría.
Durante toda la faena no mencionamos nada, era como si fuéramos nuevos, sus caricias, su olor, su forma de ser era distinta, el color en sus ojos y la forma de mirarme me cautivaban, la note genial, hasta hablaba con propiedad, filosofamos, hablamos de escritores, de metafísica, de entes, de los sueños REM, de los viajes astrales, en fin. Era una mujer culta, erudita, diva, era una mujer de otra galaxia y época. Tararemos varias baladas, varias canciones, hasta Creep de Radiohead, muy a pelo con todo lo que pasábamos.
Al salir del hotel, me dijo que no iría a trabajar, que dormiría todo el día, no le creí, pero ya no me importaba, en la cama se quedaron mis sueños y miedos, se fueron mis temores y el deseo de volverla a hacer mía también. La pasion y el desprecio, es decir el sentimiento trágico de la vida, era adiós y si vuelve sera distinto. No importaba. Mas preocupado estaba con las tareas del trabajo y estar de pie, rogaba que no hubiera reuniones y no me llamaran sino se daban cuenta.
Con ella ya nada era especial porque ese tren se llevo ese sentir y dejo la asimilación, la verdad de entenderse y mejorar.
En los siguientes meses la vea vendiendo sus cosas, la saludaba y hasta allí, a veces me invitaba a almorzar, me robaba unos besos, me tocaba y una noche lo hicimos en mi oficina y el baño. Fue corto, fue rico, pero nada fuera de lo común. No habían cámaras ni seguridad. no en esos años, porque después se redobro todo.
De esa jornada, lo mas enfermo y no se como lo dijo, fue someterla a que diga que soy su perro ( eso fue raro, durante los meses que cogimos o discutimos nunca usaba lisuras), y si lo dijo, cuando le estaba dando con los pantalones en el suelo de ambos, literal, mirando el espejo del baño, le dije, di que eres mi perra, se quedo callada al inicio, luego le di una palmada en las nalgas, paraditas, porque esa chata lo mejor que tenia era ese culo para ensuciarlo por buen tiempo, siiiii, siiiiiii, eres mi dueño, soy tu perra, eres mi perroooooooooo. Le contrataque, si estas con otro y te llamo, vienes por tu pedazo, siiiiiii, sabes que siiiiiii, ohhhhhhhhhh Diosssssssssss, cogeme, sigueeeeeeeeeeee, sigueeeeeeeeeeeee. Nos corrimos y luego finalizamos en la oficina en medio de la mesa, saboreando sus glúteos, metiendole dedo al orificio y a su clítoris, y volteándola para que me lama, tome me mi yogurt, verla atravesada eres mi fin, transpirado, cansado, le dije que se vaya, debía seguir trabajando y sin chistar hizo caso. Por un buen tiempo se convirtió en esclava sexual.........