No es muy reciente mi experiencia, ocurrió el año pasado, espero te sirva.
El año pasado decidí regalarme un día de spa sin ningún interés libidinoso y cuando hice la reserva me ofrecen el servicio de depilación. Más por curiosidad que por necesidad acepté en espalda, hombros y brazos, porque ya lo había hecho antes y no me ofrecieron otras zonas.
Cuando asistí a la cita, todo bien con la espalda, hombros y brazos. Luego la señorita me consulta si no deseo depilarme alguna otra zona, axilas, pecho, vientre, piernas, depilación íntima. Dado que ya me había rasurado o recortado el vello de la zona anteriormente, me atreví a probar la depilación íntima. ¿Qué podía salir mal?
Realmente lo solicité porque esperaba que el servicio fuera como en las zonas anteriores, donde la señorita se encargaba de todo el proceso con bastante cuidado y atención al detalle, revisaba de cerca, verificaba que no quedaran restos de cera. No sé para qué me ofreció el servicio si apenas acepté y ella exhaló como resignada.
Honestamente no me considero un tipo mal parecido, vale decir que aunque lo fuera tampoco justifica esa reacción. Mido metro ochenta, peso ochenta kilos, contextura promedio, ni atlético ni sedentario, cuido mi higiene personal y si bien no soy un actor porno, creo que tengo un miembro con dimensiones superiores al promedio. Sigo sin saber qué provocó esa reacción.
¿Qué pasó? Poco más y yo mismo hacía la depilación en su totalidad. Pasó talco casi sin ver, recortó algunos vellos de mala gana, le recordé que no podía dejarlos tan largos antes de aplicar la cera. Luego, durante la depilación, de mala gana me decía: agarra tu pene, sujétalo acá, ahora al otro lado, estira tu escroto... todo para que al final, cuando me dijo que había terminado, yo encontrara varias zonas con vello que no había depilado. No quise seguir con el servicio, así que le agradecí y me fui. En casa tuve que emparejar con la rasuradora y retirar varios restos de cera que había dejado, algunos bien evidentes.
Debo reconocer que las zonas depiladas quedaron totalmente lisas, muy distinto a cuando te rasuras, por lo que si encontrara un mejor servicio repetiría la experiencia sin que tenga que ser yo asistente y usuario del servicio..
El local cerró a fines de año, no me dio pena. No esperaba volver porque la experiencia fue terrible.