Hola soy mexicano que vive en Peru
Doña chela.
Mi primera vez
Pensando en el por que de mi gusto por las mujeres maduras y llenitas llegue a la conclusión que fue por lo que me sucedió en mi primera vez.
De esto que contare ahora han pasado muchos años, pero siempre ah vivido en mi mente y creo que sigue gobernando de alguna manera mis gustos y mis deseos.
Tendría yo cerca de 16 años, para ese tiempo ya estudiaba yo fuera de mi pueblo a donde regresaba cada fin de semana a pasarlo en lo de mis padres.
Tenia entonces una vecina que era un poco mayor que mi madre, doña chela, una señora chaparrona, diría gordita pero faltaría a la verdad, era gorda pero con forma, o sea que se le formaba cintura, tenia unos senos enormes, y unas nalgas mas grandes aun, los tobillos eran de un grueso impresionante, ya que era lo único que dejaba ver, siempre uso faldas larguísimas, y unos vestidos que le cubrían desde el cuello, solo en tiempo de calor podía verle los brazos, y bueno con ella es con quien tuve mis primeras fantasías, recuerdo que fue cuando en un día que ella paso por casa a pedir algo a mi madre iba en un vestido sin manga de esos que dejan ver desde el comienzo del brazo, ella se agacho y pude ver solo el borde de su brasiere y el bulto de su seno, eso sirvió para que desde ese día me "enamorara" de ella, desde ese día la vi diferente, y procuraba estar siempre cuando ella fuera, o me ofrecía a llevar lo que mi madre le enviaba, solo para verle los tobillos o el meneo de su enorme cola al caminar, o ver como se bamboleaban sus enormes chiches al caminar. Ella tendría en esa época cerca de 40 y tantos años.
Siempre que había reunión en casa, ella y su esposo eran invitados, y aprovechaba yo para estar cerca de ella mirándola, siguiéndola con la mirada, y fantaseando con verla desuda, ya que a esa edad mía yo aun no conocía mujer desnuda, solo en fotos de revistas claro. Así que siempre terminaba yo jalándome la verga en su honor con unas tremendas venidas pensando en doña chela.
Uno de esos días estando en casa, subí hasta la azotea a bajarle a mi madre unas ropas que habían tendido allá arriba, de mala gana subí hasta la azotea, así como sin querer me asome a la casa de doña chela, y lo que vi me dejo impresionado, estaba doña chela lavando ropa a mano, tallando y echando agua y haciendo ese movimiento de tallar y tallar, como ella estaba en su casa, llevaba solo una bata floreada encima lo pude adivinar por que sus chiches se movían de una manera impresionante como dos globos llenos de agua, un bamboleo sensacional, sensual, tremendamente excitante, y el movimiento que ella hacia al tallar la ropa hacia que se pronunciara mas el movimiento de ese enorme par de tetas, además llevaba un par de botes sueltos a partir de arriba y se podía ver la carne blanca del nacimiento de los senos, desde el punto de vista que yo tenia podía ver casi sus senos completos, estaba yo embelesado viéndola desde mi azotea, cuando mi madre me pega un grito llamándome pidiéndome lo que me mando a buscar, eso hizo que doña chela volteara a mirar y me pillara viéndole ahí, se enderezo, dejando de tallar la ropa, sacudió sus manos liberándolas del exceso de agua y pasando el dorso de su mano por su frente para tumbar el sudor, me sonrió diciéndome, pero que haces allá arriba espiando mijo, anda ve y llévale a tu madre lo que te pidió, no seas mirón y se rió. Yo nervioso trate de balbucear alguna excusa pero nada me salió de la boca, como pude me levante y como hipnotizado sin poder dejar de mirarla. Casi caminando de espaldas me retire a llevar las cosas a mi madre. Obvio decir que esa noche, me imagine mil cosas y me di una masturbada de película.
En los días siguientes, y buscando verla de nuevo me subía a la azotea a mirar, pero no veía nada, ella no lavaba mas, así que solo la miraba trajinar de una habitación a otra. ( quiero mencionar que estoy hablando de una casa rural donde las habitaciones todas dan a un patio central). Eso me tenia decepcionado, hasta que un día ella se acerco por casa y al oírla entrar a casa rápido me fui a recibirla, ella hablaba con mi madre, yo solo la salude.
Hola doña chela...
Hola mijo, como estas, que tal te va en la ciudad?
Muy bien doña chela y a usted?
Pues nada mijo todo bien.
Ahí siguió hablando con mi madre y yo seguía mirándole el culo, imaginando que lo movía para provocarme, cosa que no era así. Termino de hablar con mi madre y despidiéndose de mi dijo así a mi madre:
Bueno comadre me voy creo que ya hay agua suficiente para ponerme a lavar hace mucho que no lavo y tengo un garrero (así le llaman a la ropa sucia), y mirándome me dijo:
Adiós mijo sonriendo.
No se si fue mi imaginación, pero en esa sonrisa vi que su mirada era como una invitación. Así que espere un rato que me pareció eterno y con nervios subí a la azotea. Y ya estaba ella ahí lavando con la misma bata floreada con los dos botones abiertos y dejándome ver el bamboleo de esas enormes chiches, lavaba con mucho ahínco y recuerdo que la grasita esa que les cuelga bajo los brazos se le movía, yo estaba extasiado mirando, obvio decir que entre nervios y excitado tenia mi verga ya mas dura que nada, la veía moverse lavando y sus chiches colgando dentro de la bata, su enorme cola moviéndose, era un espectáculo para mi impresionantemente sexual. En un momento se enderezo para descansar y repitiendo el movimiento de limpiarse el sudor con el dorso de la mano, miro asía arriba y mirándome agito la mano saludándome.
Que hace ahí arriba mijo?
Nada....nada...doña chela, solo vine a buscar algo
Y ya lo encontraste mijo? Y se rió fuertemente
Yo le dije:
si si ya lo eh encontrado ya me voy.
Ella me contesto;
ándale mijo vaya a hacer la tarea
Así que me retire de ahí, para mi eso que sucedía era realmente excitante, yo pensé que algo estaba pasando, pero ahora se que solo era el comportamiento normal de una señora mayor con un joven mirón.
Debo contar además que doña chela estaba casada con don miguel un señor algo mayor que ella y bebedor empedernido, propietario de unas salas de billar de la localidad, lugar que le daba pie a estar siempre borracho, así que yo siempre supe de los problemas que ellos tenían, pero como en los pueblos las mujeres en ese tiempo se estilaba que las mujeres aguantaran lo que los maridos hacían, así que para mi era normal verla de vez en cuando por las calles con el marido casi colgando del hombro llevándolo a casa, no fue una vez nada mas la que ella me llamaba a casa para que le ayudara con el a meterlo a casa, cuando el se quedaba dormido en la puerta, debo decir que yo ansiaba que esos días llegaran, ya que cuando le ayudaba a cargar al borracho podía estar junto de ella, y a veces hasta pegármele a la cola, o rozarle los brazos. Pero de ahí no pasaba, luego le ayudaba a acomodarlo en su cama y era todo,
Ellos tenían tres habitaciones para dormir una donde dormían ellos, otra donde dormían los dos hijos varones y otra donde dormían las dos niñas, la de ellos era la mas grande, con una cama pegada al muro derecho junto a la ventana justo en la esquina, con un guardarropa justo enfrente. Y junto a esa recamara tenían un cuartito pequeño al que cuando llegue asomarme lo usaban como para guardar ropa sucia o cosas así, era pequeño y estaba comunicado con la recamara por una abertura en el muro cubierta solo con una cortina de tela y daba al patio central por otra puerta. Tenia en ese cuartito una cama individual y mesas donde supongo que planchaba o algo así.
Para mi era como mi segunda casa, primero por que siempre iba ahí a hacer mandados a mi madre, o por que llegue a entrar muchas veces ayudando a doña chela a llevar a don miguel a dormir la borrachera.
Así pasaron días y mas días y yo seguía con la excitación y la fantasía de ver a doña chela encuerada, de verle las chiches o verle debajo de las faldas, cosa que hasta ese momento no había logrado, excepto de lo que eh contado arriba.
Pero un día mi suerte cambio...
Lo continuare en otro Post porque solo puedo escribir 20000 caracteres pero igual dejare unas fotos completo




Doña chela.
Mi primera vez
Pensando en el por que de mi gusto por las mujeres maduras y llenitas llegue a la conclusión que fue por lo que me sucedió en mi primera vez.
De esto que contare ahora han pasado muchos años, pero siempre ah vivido en mi mente y creo que sigue gobernando de alguna manera mis gustos y mis deseos.
Tendría yo cerca de 16 años, para ese tiempo ya estudiaba yo fuera de mi pueblo a donde regresaba cada fin de semana a pasarlo en lo de mis padres.
Tenia entonces una vecina que era un poco mayor que mi madre, doña chela, una señora chaparrona, diría gordita pero faltaría a la verdad, era gorda pero con forma, o sea que se le formaba cintura, tenia unos senos enormes, y unas nalgas mas grandes aun, los tobillos eran de un grueso impresionante, ya que era lo único que dejaba ver, siempre uso faldas larguísimas, y unos vestidos que le cubrían desde el cuello, solo en tiempo de calor podía verle los brazos, y bueno con ella es con quien tuve mis primeras fantasías, recuerdo que fue cuando en un día que ella paso por casa a pedir algo a mi madre iba en un vestido sin manga de esos que dejan ver desde el comienzo del brazo, ella se agacho y pude ver solo el borde de su brasiere y el bulto de su seno, eso sirvió para que desde ese día me "enamorara" de ella, desde ese día la vi diferente, y procuraba estar siempre cuando ella fuera, o me ofrecía a llevar lo que mi madre le enviaba, solo para verle los tobillos o el meneo de su enorme cola al caminar, o ver como se bamboleaban sus enormes chiches al caminar. Ella tendría en esa época cerca de 40 y tantos años.
Siempre que había reunión en casa, ella y su esposo eran invitados, y aprovechaba yo para estar cerca de ella mirándola, siguiéndola con la mirada, y fantaseando con verla desuda, ya que a esa edad mía yo aun no conocía mujer desnuda, solo en fotos de revistas claro. Así que siempre terminaba yo jalándome la verga en su honor con unas tremendas venidas pensando en doña chela.
Uno de esos días estando en casa, subí hasta la azotea a bajarle a mi madre unas ropas que habían tendido allá arriba, de mala gana subí hasta la azotea, así como sin querer me asome a la casa de doña chela, y lo que vi me dejo impresionado, estaba doña chela lavando ropa a mano, tallando y echando agua y haciendo ese movimiento de tallar y tallar, como ella estaba en su casa, llevaba solo una bata floreada encima lo pude adivinar por que sus chiches se movían de una manera impresionante como dos globos llenos de agua, un bamboleo sensacional, sensual, tremendamente excitante, y el movimiento que ella hacia al tallar la ropa hacia que se pronunciara mas el movimiento de ese enorme par de tetas, además llevaba un par de botes sueltos a partir de arriba y se podía ver la carne blanca del nacimiento de los senos, desde el punto de vista que yo tenia podía ver casi sus senos completos, estaba yo embelesado viéndola desde mi azotea, cuando mi madre me pega un grito llamándome pidiéndome lo que me mando a buscar, eso hizo que doña chela volteara a mirar y me pillara viéndole ahí, se enderezo, dejando de tallar la ropa, sacudió sus manos liberándolas del exceso de agua y pasando el dorso de su mano por su frente para tumbar el sudor, me sonrió diciéndome, pero que haces allá arriba espiando mijo, anda ve y llévale a tu madre lo que te pidió, no seas mirón y se rió. Yo nervioso trate de balbucear alguna excusa pero nada me salió de la boca, como pude me levante y como hipnotizado sin poder dejar de mirarla. Casi caminando de espaldas me retire a llevar las cosas a mi madre. Obvio decir que esa noche, me imagine mil cosas y me di una masturbada de película.
En los días siguientes, y buscando verla de nuevo me subía a la azotea a mirar, pero no veía nada, ella no lavaba mas, así que solo la miraba trajinar de una habitación a otra. ( quiero mencionar que estoy hablando de una casa rural donde las habitaciones todas dan a un patio central). Eso me tenia decepcionado, hasta que un día ella se acerco por casa y al oírla entrar a casa rápido me fui a recibirla, ella hablaba con mi madre, yo solo la salude.
Hola doña chela...
Hola mijo, como estas, que tal te va en la ciudad?
Muy bien doña chela y a usted?
Pues nada mijo todo bien.
Ahí siguió hablando con mi madre y yo seguía mirándole el culo, imaginando que lo movía para provocarme, cosa que no era así. Termino de hablar con mi madre y despidiéndose de mi dijo así a mi madre:
Bueno comadre me voy creo que ya hay agua suficiente para ponerme a lavar hace mucho que no lavo y tengo un garrero (así le llaman a la ropa sucia), y mirándome me dijo:
Adiós mijo sonriendo.
No se si fue mi imaginación, pero en esa sonrisa vi que su mirada era como una invitación. Así que espere un rato que me pareció eterno y con nervios subí a la azotea. Y ya estaba ella ahí lavando con la misma bata floreada con los dos botones abiertos y dejándome ver el bamboleo de esas enormes chiches, lavaba con mucho ahínco y recuerdo que la grasita esa que les cuelga bajo los brazos se le movía, yo estaba extasiado mirando, obvio decir que entre nervios y excitado tenia mi verga ya mas dura que nada, la veía moverse lavando y sus chiches colgando dentro de la bata, su enorme cola moviéndose, era un espectáculo para mi impresionantemente sexual. En un momento se enderezo para descansar y repitiendo el movimiento de limpiarse el sudor con el dorso de la mano, miro asía arriba y mirándome agito la mano saludándome.
Que hace ahí arriba mijo?
Nada....nada...doña chela, solo vine a buscar algo
Y ya lo encontraste mijo? Y se rió fuertemente
Yo le dije:
si si ya lo eh encontrado ya me voy.
Ella me contesto;
ándale mijo vaya a hacer la tarea
Así que me retire de ahí, para mi eso que sucedía era realmente excitante, yo pensé que algo estaba pasando, pero ahora se que solo era el comportamiento normal de una señora mayor con un joven mirón.
Debo contar además que doña chela estaba casada con don miguel un señor algo mayor que ella y bebedor empedernido, propietario de unas salas de billar de la localidad, lugar que le daba pie a estar siempre borracho, así que yo siempre supe de los problemas que ellos tenían, pero como en los pueblos las mujeres en ese tiempo se estilaba que las mujeres aguantaran lo que los maridos hacían, así que para mi era normal verla de vez en cuando por las calles con el marido casi colgando del hombro llevándolo a casa, no fue una vez nada mas la que ella me llamaba a casa para que le ayudara con el a meterlo a casa, cuando el se quedaba dormido en la puerta, debo decir que yo ansiaba que esos días llegaran, ya que cuando le ayudaba a cargar al borracho podía estar junto de ella, y a veces hasta pegármele a la cola, o rozarle los brazos. Pero de ahí no pasaba, luego le ayudaba a acomodarlo en su cama y era todo,
Ellos tenían tres habitaciones para dormir una donde dormían ellos, otra donde dormían los dos hijos varones y otra donde dormían las dos niñas, la de ellos era la mas grande, con una cama pegada al muro derecho junto a la ventana justo en la esquina, con un guardarropa justo enfrente. Y junto a esa recamara tenían un cuartito pequeño al que cuando llegue asomarme lo usaban como para guardar ropa sucia o cosas así, era pequeño y estaba comunicado con la recamara por una abertura en el muro cubierta solo con una cortina de tela y daba al patio central por otra puerta. Tenia en ese cuartito una cama individual y mesas donde supongo que planchaba o algo así.
Para mi era como mi segunda casa, primero por que siempre iba ahí a hacer mandados a mi madre, o por que llegue a entrar muchas veces ayudando a doña chela a llevar a don miguel a dormir la borrachera.
Así pasaron días y mas días y yo seguía con la excitación y la fantasía de ver a doña chela encuerada, de verle las chiches o verle debajo de las faldas, cosa que hasta ese momento no había logrado, excepto de lo que eh contado arriba.
Pero un día mi suerte cambio...
Lo continuare en otro Post porque solo puedo escribir 20000 caracteres pero igual dejare unas fotos completo













