Orfeocan
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<< La vida es una sucesión de lecciones que hay que vivir para comprenderlas >>
Mientras espera en la gasolinera, ingresa una llamada de un número desconocido con el típico sonido de los Nokia y que sopresa era mi amigo de la adolescencia que después de ingresar al servicio militar no tenía noticias sobre él hasta ese día, luego de la conversación que recurrentemente suelen darse por teléfono con alguien que no sabes nada hasta el momento, me preguntaba si podemos encontrarnos para entonces, solo tenía que dejar algún documento y mi día estaba libre.
Sergio; mi amigo, me indica la dirección donde lo recogería aún no existía el WhatsApp ni tampoco el Google maps menos el Waze para los que son de esa época se recordarán los mapas que existía en la parte trasera de las páginas amarillas pero, en esa ocasión el lugar era muy conocido.
Luego de recoger a Sergio y en el trayecto me comenta de cómo fue la experiencia en el cuartel mientras me guía hacia el lugar, no era taxista ni tampoco alguien que conociera las calles de la ciudad y sin imaginar que el lugar donde debería dejarlo era un night club para aquel entonces yo de 22 y el de 23 aunque, para su edad él conocía ya el horario y algunas féminas que trabajan en este Night club.
Aún el sol no se perdía en el ocaso y como la curiosidad mató al gato decido acompañarlo, ya el interior del centro recorriendo los pasillos donde el olor a sexo, la densa luz roja, el humo del cigarrillo, donde todos los hombres se convierten en agente de negocio y la única conversación entre la fémina y el cliente es el precio y lo que ofrece por algunos minutos de placer. Me llamaron la atención varias féminas algunas mujeres jóvenes y otras mayores Sergio como todo hombre conocedor de estos pasadillos negociaba los minutos de placer pero al parecer no encontraba aquella fémina que satisfaciera, una puerta se abría y la mujer que salía llamo toda mi atención. Una mujer con un cuerpo despampanante 90 70 100 como ojo de buen cirujano y el traje que relucía toda sensualidad mientras recorría su cuerpo con la mirada, Sergio ya le había puesto la mirada y como todo negociador en este mundo llegan aún acuerdo e ingresan a la habitación. Mientras mi amigo disfrutaba del placer solo me quedaba esperar detrás de la puerta y la fila de hombres con sed de placer realizan la fila respectiva para ser atendidos. Luego de algunos minutos se abre la puerta de la habitación, mi amigo sale e inmediatamente ingresa el siguiente cliente. Me encontraba en una encrucijada soy de aquellas personas que no me gusta pagar por sexo sino de ganarmelo pero este mundo está filosofía no funcionaría, como todo buen amigo me anima a disfrutar el placer de esta fémina, pero esa noche no sería un cliente más, luego de varias excusas para evadir salimos del centro. La noche había llegado y decidimos retirnos llevandolo a mi amigo a su casa después de haber intercambiado números.
Pasaron los días y el recuerdo de aquella mujer aún mantenía, luego de haber realizado algunas documentaciones y el día estaba gris con el típica llovizna en la ciudad, el night club que en aquélla ocasión se encontraba algunos metros por la avenida por donde me encontraba, la sensación y las ganas me invadían deciendo tomar la ruta hacia el centro del placer. Aún era las 11 de la mañana ingreso al pasadillo el olor de cigarrillo es tenue, aún no había tantos hombres ni tampoco féminas. Dirigiendo a la habitación donde aquella vez la mujer despampanante había captado toda mi atención. Ella se encontraba en la puerta con una lencería que resaltaba más esa sensualidad, mi corazón latía con más rapidez no sabía si elegir la filosofía que mantenía o solo dejarme llevar por el placer, pero estaba vez el placer sería la lógica dejando atrás mi filosofía. Cada paso era una aceleración más a los latidos a mi corazón, al llegar la típica conversación entre fémina y cliente pero mi razonamiento no funcionaba solo quería pasar a la habitación y cerrar esa puerta para dejar que el placer me invadiera, mientras me desvestia Lara tomaba el respectivo aseo, alcohol y papel para limpiar la zona de trabajo, en ese aspecto era muy cuidadoso en la limpieza íntima, tomaba un preservativo y lo retiraba del envoltorio para colocarlo sobre el miembro erecto para luego realizar el respectivo oral pero lastimosamente no lograba tener una buena erección, ella como toda profesional de este rubro trataba de hacer que tenga una erección, para que el preservativo encajara y no presentará riesgo durante el coito.
Había pasado el tiempo promedio de atención (para los que han visitado sabrán a qué me refiero) la suerte estaba de mi lado la persona que contralaba el tiempo no se asoma para tocar la puerta y tampoco ella me exigía. Luego de conseguir el objetivo Lara mientras se retiraba el brazzier y la braga me preguntaba en qué posición quería que la penetrara, yo aún no había desatadó ningun brazzier ni tampoco había retirado las bragas a una mujer ( era mi primera vez) pero como todo hombre demostraba saber y demostrar los conocimientos pero, la suerte no duraría, tocaron la habitación ella contestaba al llamado mientras la insertidumbre me invadía y se reflejaría en mi erección, al regresar ella con una mirada me sonríe pero a la a vez sentía que le había arruinado todo el trabajo que había hecho, ella intento reactivarme pero no hubo resultados, decidiendo terminar el encuentro, mientras me colocaba mi ropa ella me decia palabras que supuestamente me animan para no desepcionarme, entre esas frases alentadoras me comenta que aquel día no almorzaria porque el tiempo lo había invertido en mí. Inmediatamente le propongo reponer el almuerzo y ella con una sonrisa acepta el encuentro, intercambiamos números y procedo a retirarme.
Los días pasaron y no había acordado con Lara el día del encuentro, era la 1 de la mañana y me encontraba de regreso de un evento, le envío un SMS indicando que día puedo reponer el almuerzo perdido. Imaginaba que la respuesta a mi SMS debería pasar al menos algunos días pero solo pasaron 30 minutos para recibir la respuesta de Lara
- "hola mor, llamame"
inmediatamente marque al número, pero no logre que tomara la llamada. Al día siguiente me envía un SMS:
-" mor, perdón estaba con mucho trabajo, podemos quedar para este fin de semana, te parece"
- "ya"
que respuesta más concreta, fría y simple.............
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Aún no ha terminado el día y espero que esté primer día del año lo iniciarán bien.
Luego continuaré con la segunda parte.
Saludos y buen inicio de año.
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