Cienfue
Capitan
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La destitución de Salomón Lerner como Primer Ministro en el gobierno, es el momento bisagra en la gestión de Ollanta Humala, por lo que se ve y lee a través de los medios de comunicación, representados en sus más reputados periodistas significaría una línea de endurecimiento por parte del gobierno que tiene que ver básicamente con los conflictos sociales sucedidos en Cajamarca y Cañete, pero va mas allá de una decisión acción reacción ante un problema de los tantos que tiene el país y es que se regresa a procederes que han estado en las esferas del poder a lo largo de nuestra vilipendiada vida democrática y es la confianza en los militares para gobernar al país, en la historia reciente fue macabramente utilizada por Fujimori en los 90, y ha llegado para intentar una vez más perennizarse en el poder.
Este cambio de apuesta del gobierno traerá enormes decepciones desde el punto de vista ideológico, el Peru del interior votó por Humala pensando que era el cambio que se necesitaba ante una derecha muy preocupada por mantener un neoliberalismo económico sin conciencia social y una desigual redistribución de la riqueza económica, y que Humala fustigó en la campaña electoral, pero las cosas son bastante diferentes cuando estas arriba y las promesas electorales resultan deseos platónicos. El viraje que se escuece hacia justamente la derecha residente y focalizada en Lima es darle la espalda a los que apoyaron un discurso y otra forma de gorbernar
La caída de Lerner, Tapia y compañía es la derrota más dura de la izquierda, inexperta en las lides de gobernar y que son retratados como inocuos, atolondrados por el poder (como Diez Canseco), reflexivos y lights (como Lerner) y en contraparte en un síntoma efectista el país de repente debe ser manejado desde la practicidad mas pura, sin mediaciones, donde el dogma se resiente para dar paso a tecnocracia mas directa que no piensa y actúa en relaciones causa-efecto y que justamente es el juego que la derecha mas zorra que sabia le conviene y le gusta estar, esa donde no le importa compartir el bocado con los militares, esa que sabe como incentivar a las trasnacionales a trasgredir estudio de impactos ambiental, el poco aprecio que les deben tener a los peruanos de los segmentos D y E de nuestra sociedad que al fin de al cabo son el grueso de la población al que más se teme porque es el que intenta progresar y ser más pujante.
Este cáncer que ha desunido racial y económicamente el país y que solo esta pendiente de cómo sacarle el jugo a los recursos que da esta tierra pero que no reflexiona que si en vez de extraer se se puede diversificar, que el camino no solo está en ser inversor y extractor sino también competitivo y productor solo así el Peru podría aspirar a hacer del primer mundo.
Espero equivocarme pero avizoro una nueva época oscura en el país y que va en el camino de la fragmentación porque el Sur ya no cree en las decisiones desde Lima y el bloque Nor Oriental entre Cajamarca y Amazonas va consolidándose como segmentarios, por ironico que suene pero triste realidad que ha sido fomentado por un Presidente que como candidato prometió más de la cuenta genero muchas expectativas en las provincias y que ahora les ha dado la espalda y esta dispuesto a usar la mordaza y la fuerza coercitiva para manejarlos, este es pues el Pais de las Mil Maravillas
PD. Y se viene el indulto al japonés que retumben los tambores
Este cambio de apuesta del gobierno traerá enormes decepciones desde el punto de vista ideológico, el Peru del interior votó por Humala pensando que era el cambio que se necesitaba ante una derecha muy preocupada por mantener un neoliberalismo económico sin conciencia social y una desigual redistribución de la riqueza económica, y que Humala fustigó en la campaña electoral, pero las cosas son bastante diferentes cuando estas arriba y las promesas electorales resultan deseos platónicos. El viraje que se escuece hacia justamente la derecha residente y focalizada en Lima es darle la espalda a los que apoyaron un discurso y otra forma de gorbernar
La caída de Lerner, Tapia y compañía es la derrota más dura de la izquierda, inexperta en las lides de gobernar y que son retratados como inocuos, atolondrados por el poder (como Diez Canseco), reflexivos y lights (como Lerner) y en contraparte en un síntoma efectista el país de repente debe ser manejado desde la practicidad mas pura, sin mediaciones, donde el dogma se resiente para dar paso a tecnocracia mas directa que no piensa y actúa en relaciones causa-efecto y que justamente es el juego que la derecha mas zorra que sabia le conviene y le gusta estar, esa donde no le importa compartir el bocado con los militares, esa que sabe como incentivar a las trasnacionales a trasgredir estudio de impactos ambiental, el poco aprecio que les deben tener a los peruanos de los segmentos D y E de nuestra sociedad que al fin de al cabo son el grueso de la población al que más se teme porque es el que intenta progresar y ser más pujante.
Este cáncer que ha desunido racial y económicamente el país y que solo esta pendiente de cómo sacarle el jugo a los recursos que da esta tierra pero que no reflexiona que si en vez de extraer se se puede diversificar, que el camino no solo está en ser inversor y extractor sino también competitivo y productor solo así el Peru podría aspirar a hacer del primer mundo.
Espero equivocarme pero avizoro una nueva época oscura en el país y que va en el camino de la fragmentación porque el Sur ya no cree en las decisiones desde Lima y el bloque Nor Oriental entre Cajamarca y Amazonas va consolidándose como segmentarios, por ironico que suene pero triste realidad que ha sido fomentado por un Presidente que como candidato prometió más de la cuenta genero muchas expectativas en las provincias y que ahora les ha dado la espalda y esta dispuesto a usar la mordaza y la fuerza coercitiva para manejarlos, este es pues el Pais de las Mil Maravillas
PD. Y se viene el indulto al japonés que retumben los tambores