mike12
Soldado
Buen día a toda la cofradía de este foro; para empezar ya soy muy antiguo por aquí sólo que no aporto mucho, y anteriormente he escrito algunas experiencias cacheriles reales que las compartí por aquí.
Como ya comenté una vez, soy ingeniero civil, trabajo para una empresa aquí en Lima y vivo independiente desde hace muchos años. Esta empresa tiene filiales en provincia, una de ellas a Piura, por el cual me mandan para allá de vez en cuando para realizar mis labores profesionales (supervisión y monitoreo); generalmente me mandan en avión cuando la agenda está muy cargada y se necesita realizar los proyectos cuanto antes, de no ser así, yo mismo pido que se me envíe por Bus porque me encanta viajar y observar el camino; como tengo un buen cargo, acceden a mi petición.
A lo que voy con esto es que el relato que viene a continuación es gracias a uno de esos viajes a Piura en Bus interprovincial, en Tepsa para ser más exactos:
Siempre me gusta ir a los asientos casi cerca de atrás, por eso es que le pido a la empresa que me compre unos boletos en los asientos posteriores. Llega el día en que tenía que viajar para allá, fui uno de los primeros en abordar el Bus y sentarme, cuando de pronto empieza a subir el resto de personas, sin darle mucha importancia al asunto, empecé a revisar mi celular cuando en eso me doy cuenta que una mujer se sienta a mi lado, la miro, y ambos movimos la cabeza fríamente en ademán de saludo, volviendo a mi celular me percato que se para de su asiento para acomodar su equipaje en la zona superior, yo seguía en lo mío. Era una mujer de aquellas que uno cuando ve su rostro se da cuenta que juega su pelota, es decir, tenía una carita de esas mujeres que con un trago o unas salidas te atracaba para tirar... Tenía cabello largo ondulado, y unos senos no tan grandes, eso es todo lo que hasta ese momento pude notar.
De una vez ya el Bus en trayecto, ambos totalmente haciendo lo suyo, yo con mi celular y ella con el suyo, cuando de pronto se me ocurrió hacerle el habla, la típica charla de dos personas compañeros de viaje, así que congeniamos al toque, aunque he de aclarar que al principio la notaba un poco botada después fue agarrando más confianza y ya hablábamos normal; su nombre es Carla, y viajaba a Piura porque ella vive allá con su marido, que según me comentó es ya un señor de edad cerca a los 60, en ese momento no le pregunté a ella su edad pero después me dijo que tenía 35 y madre de un niño de 8 años que es hijo de primer compromiso. Así estuvimos charlando, con ciertas largas pausas, hasta que se hizo de noche, y a Carla le empezó a dar sueño e hizo un movimiento para recostarse y darme toda su espalda, ahí pude notar que si bien no tenía unos senos tan grandes, tenía un buen culo y unas excelentes piernas, un rollito pequeño por ahí que se escapaba pero un culo exquisito, yo ni tonto ni perezoso me quedé mirándola, aprovechando que ella estaba de espalda y percatandome que los otros pasajeros de los asientos de costado no se percaten, hasta que las luces interiores del bendito Bus se apagaron y ya no pude ver más.
Al día siguiente, ya cuando todos nos despertamos, continúe hablando con ella, ya con más confianza y ciertas coqueterías por parte de ella, yo sigilosamente hacía ciertas bromas en doble sentido y ella se reía y me seguía la corriente; casi ya estando por llegar a la estación, le pedí su número para seguir en contacto aunque en el fondo quizás esperaba una choteada ya que ella tenía marido, sin embargo, afortunadamente no fue así, y accedió a dármelo sin problema alguno. Al despedirnos, nos dimos un beso casi en media luna, ella y yo lo buscamos así, al hacer esto ella atinó a poner una sonrisa de arrecha y yo a sonreirla como cómplice, y le dije entonces que estaríamos en contacto.
Tenía planeado quedarme una semana exacta que era lo que duraba la supervisión, así que ese mismo día fui a mi hotel ya reservado desde Lima, me duché, me cambié y fue a la filial a trabajar; ya en la noche llegando del trabajo cansado, me doy un duchazo y le escribo por whastapp a Carla, saludándola, ella me responde el saludo a los 30 minutos aprox., y comenzamos a charlar largo y tendido, me dijo que se demoró en responderme porque su marido estaba despierto y es celoso, así que aprovechaba en hablar conmigo mientras él ya estaba dormido, me dijo los horarios en que ella estaba libre para que yo le pueda escribir tranquilamente al whastapp; así parábamos escribiendonos al whastapp las tres primeras noches en mi estadía en Piura; me contaba que no es feliz viviendo con él, que él por su edad ya tiene un caracter distinto, sólo estaba con él por compromiso, y ya entrando en más detalles me contó también que en la cama no es feliz, etc., como el asunto ya se estaba volviendo más ameno y ya estábamos en más confianza, procedimos a hablar temas de sexo, ella un poco haciéndose la que no quiere hablar de esos temas al final me hablaba libremente de todo lo que le gustaba; fue así que le propuse salir, pero no para tirar (que era obvio que eso quería) sino con la supuesta intención de ir a tomar algo o a bailar, ella accedió, pero me puso el horario y la fecha por esto de que su marido es celoso; horario que por cierto era cuando él estaba trabajando (a pesar de sus casi 60 años todavía trabajaba), y yo tenía que acomodarme a eso a pesar que mi horario tambien era un poco pesado; así que acordamos la hora y la fecha. Llegado el día tuve que hacer todo a la ligera y terminarlo cuanto antes para así tener más tiempo libre y salir con ella...
Continuará...
Nota: En esta segunda parte se viene lo bueno... y tambien, si me permiten, unas pocas imágenes que se pudo tomar.
Como ya comenté una vez, soy ingeniero civil, trabajo para una empresa aquí en Lima y vivo independiente desde hace muchos años. Esta empresa tiene filiales en provincia, una de ellas a Piura, por el cual me mandan para allá de vez en cuando para realizar mis labores profesionales (supervisión y monitoreo); generalmente me mandan en avión cuando la agenda está muy cargada y se necesita realizar los proyectos cuanto antes, de no ser así, yo mismo pido que se me envíe por Bus porque me encanta viajar y observar el camino; como tengo un buen cargo, acceden a mi petición.
A lo que voy con esto es que el relato que viene a continuación es gracias a uno de esos viajes a Piura en Bus interprovincial, en Tepsa para ser más exactos:
Siempre me gusta ir a los asientos casi cerca de atrás, por eso es que le pido a la empresa que me compre unos boletos en los asientos posteriores. Llega el día en que tenía que viajar para allá, fui uno de los primeros en abordar el Bus y sentarme, cuando de pronto empieza a subir el resto de personas, sin darle mucha importancia al asunto, empecé a revisar mi celular cuando en eso me doy cuenta que una mujer se sienta a mi lado, la miro, y ambos movimos la cabeza fríamente en ademán de saludo, volviendo a mi celular me percato que se para de su asiento para acomodar su equipaje en la zona superior, yo seguía en lo mío. Era una mujer de aquellas que uno cuando ve su rostro se da cuenta que juega su pelota, es decir, tenía una carita de esas mujeres que con un trago o unas salidas te atracaba para tirar... Tenía cabello largo ondulado, y unos senos no tan grandes, eso es todo lo que hasta ese momento pude notar.
De una vez ya el Bus en trayecto, ambos totalmente haciendo lo suyo, yo con mi celular y ella con el suyo, cuando de pronto se me ocurrió hacerle el habla, la típica charla de dos personas compañeros de viaje, así que congeniamos al toque, aunque he de aclarar que al principio la notaba un poco botada después fue agarrando más confianza y ya hablábamos normal; su nombre es Carla, y viajaba a Piura porque ella vive allá con su marido, que según me comentó es ya un señor de edad cerca a los 60, en ese momento no le pregunté a ella su edad pero después me dijo que tenía 35 y madre de un niño de 8 años que es hijo de primer compromiso. Así estuvimos charlando, con ciertas largas pausas, hasta que se hizo de noche, y a Carla le empezó a dar sueño e hizo un movimiento para recostarse y darme toda su espalda, ahí pude notar que si bien no tenía unos senos tan grandes, tenía un buen culo y unas excelentes piernas, un rollito pequeño por ahí que se escapaba pero un culo exquisito, yo ni tonto ni perezoso me quedé mirándola, aprovechando que ella estaba de espalda y percatandome que los otros pasajeros de los asientos de costado no se percaten, hasta que las luces interiores del bendito Bus se apagaron y ya no pude ver más.
Al día siguiente, ya cuando todos nos despertamos, continúe hablando con ella, ya con más confianza y ciertas coqueterías por parte de ella, yo sigilosamente hacía ciertas bromas en doble sentido y ella se reía y me seguía la corriente; casi ya estando por llegar a la estación, le pedí su número para seguir en contacto aunque en el fondo quizás esperaba una choteada ya que ella tenía marido, sin embargo, afortunadamente no fue así, y accedió a dármelo sin problema alguno. Al despedirnos, nos dimos un beso casi en media luna, ella y yo lo buscamos así, al hacer esto ella atinó a poner una sonrisa de arrecha y yo a sonreirla como cómplice, y le dije entonces que estaríamos en contacto.
Tenía planeado quedarme una semana exacta que era lo que duraba la supervisión, así que ese mismo día fui a mi hotel ya reservado desde Lima, me duché, me cambié y fue a la filial a trabajar; ya en la noche llegando del trabajo cansado, me doy un duchazo y le escribo por whastapp a Carla, saludándola, ella me responde el saludo a los 30 minutos aprox., y comenzamos a charlar largo y tendido, me dijo que se demoró en responderme porque su marido estaba despierto y es celoso, así que aprovechaba en hablar conmigo mientras él ya estaba dormido, me dijo los horarios en que ella estaba libre para que yo le pueda escribir tranquilamente al whastapp; así parábamos escribiendonos al whastapp las tres primeras noches en mi estadía en Piura; me contaba que no es feliz viviendo con él, que él por su edad ya tiene un caracter distinto, sólo estaba con él por compromiso, y ya entrando en más detalles me contó también que en la cama no es feliz, etc., como el asunto ya se estaba volviendo más ameno y ya estábamos en más confianza, procedimos a hablar temas de sexo, ella un poco haciéndose la que no quiere hablar de esos temas al final me hablaba libremente de todo lo que le gustaba; fue así que le propuse salir, pero no para tirar (que era obvio que eso quería) sino con la supuesta intención de ir a tomar algo o a bailar, ella accedió, pero me puso el horario y la fecha por esto de que su marido es celoso; horario que por cierto era cuando él estaba trabajando (a pesar de sus casi 60 años todavía trabajaba), y yo tenía que acomodarme a eso a pesar que mi horario tambien era un poco pesado; así que acordamos la hora y la fecha. Llegado el día tuve que hacer todo a la ligera y terminarlo cuanto antes para así tener más tiempo libre y salir con ella...
Continuará...
Nota: En esta segunda parte se viene lo bueno... y tambien, si me permiten, unas pocas imágenes que se pudo tomar.