markz129
VIP MEMBER
- …prende la luz que no veo nada y siento la sábana muy mojada..
- !...la cagamos. Vístete, salgamos lo más rápido posible y sin decir nada, que quede todo como está ya para cuando se den cuenta no será problema nuestro. Total no tienen ni mi DNI en recepción.
- Cállate, camina y no digas nada
Así fue, salimos raudamente, los dos, con la mirada seria, tratando de ocultar el nerviosismo de lo que por un momento de locura se salió de control y quedará al descubierto cuando alguien entre al cuarto y aprecie tan macabra imagen. Ni bien estuvimos en la puerta aceleramos el paso. Cogimos un taxi y la dejé en casa. Te llamo mañana fue lo único que atiné a decirle. Ya en cama una la imagen de lo que vi al encender la luz no se iba a borrar de mi mente, una sonrisa un tanto psicópata se dibujó en mi rostro.
Horas antes estábamos comiendo un rico chifa y cagándonos de la risa. Dado que fue un día muy estresante de trabajo y a pesar del arduo trabajo de ese sábado quedamos en hacer algo más tarde. Así es, trabajar en una institución pública tiene sus beneficios, pero a la vez puede ser muy estresante.
Para que se hagan una idea mi amiga es de 1.70 con un lunar muy sexy cerca a la boca, ojos marrones claros, muy guapa, delgada con todo bien puesto. Tuve la suerte de que cuando entró a la chamba empezó a trabajar cerca a mi escritorio y yo era a quien más cerca tenía para algunas consultas y obviamente no me disgustaba para nada que me interrumpa a veces hasta por cojudeces (a las bonitas les aguantamos todo). Recuerdo que rápidamente entablamos confianza y la invitaba a salir en plan de a ver qué pasaba. Ella sabía que yo tenía flaca porque escuchaba cuando yo hablaba con ella y así que ni como negarla, cosa que las dos primeras veces que en broma en broma le dije algo así como para ver que hacíamos más tarde no me atracó. Ya con el paso de algunos meses ella fue la que tuvo la iniciativa, obviamente ya teníamos mucha confianza y así que fue una salida de patas a comer un cebichito luego del trabajo. Nada del otro mundo.
No fue hasta la cena de navidad de no recuerdo que año, en que de tanto mezclar tragos en la reunión terminamos besándonos apasionadamente en la puerta de su casa cuando la fui a dejar, fue un beso de esos que te roban el aliento, aquellos que vivirán en tu recuerdo hasta el día que mueras.
Digamos que hasta allí solo habíamos llegado, por supuesto que era yo el que venía buscando que paso lo otro (tirármela), porque flaca ya tenía y no pensaba dejarla. Así que nunca perdía oportunidad en lanzarle la cáscara de plátano a ver si resbalaba, y como que se hacía la difícil (de esas me encantan) pero creo que al final todo ese esfuerzo iba a dar sus resultados.
Bueno pues y así fue, nos reunimos donde siempre y estábamos viendo que hacer, tengo que decirles que de alguna manera ella siempre era cariñosa conmigo, la verdad creo que quería algo serio conmigo a pesar de mi situación, pero sabía que no pensaba dejar a mi flaca. Esa noche entramos a comer algo ligero, un par de vinos y la cosa se puso seria. Fue clara conmigo y dijo que le gustaba a pesar de que tenía enamorada. Yo fui claro con ella tmb (siempre lo he sido en ese aspecto), así como también fui sincero al decirle que me gustaba.
Ya saliendo cerca a un pasillo oscuro la tomé del brazo y lentamente la acerqué a mí, la tomé por la cintura y le mandé un beso, de esos suaves como aquella primera vez.
-..es la segunda vez q nos besamos..y me encanta!
- así es!, besas muy bien – le digo-
- y no sólo eso! –me dijo- (este es el vino hablando por ella)
-eso jamás lo podré saber (haciéndome el sano)
Hubo un silencio que pareció eterno. Pero estaba seguro que el que hablaba primero perdía (como en el mundo de las ventas), así que después de aproximadamente un minuto mirándola fijamente me dijo:
- me encantaría demostrártelo ahora, pero dame unos días…hoy no.
- y porqué? -le dije-
- hoy no, en serio, me muero de ganas pero luego, te lo juro
- está bien, no te insisto más.
Nos seguimos besando un rato más, la verdad besaba exquisito la pendeja. Luego de un rato ya estábamos bien calentones a punto de que nos boten de ese lugar por ese tipo de escenas. Le propuse tomarnos un vino en “un lugar privado”, y como quien no quiere la cosa, accedió.
Ya en el cuarto, abrí un vino y empezamos a conversar y tomar algo, como no forzando las cosas, a mitad de botella empezaron los besos calentones. El vino hace su trabajo y eso es lo bueno. De un momento a otro ya estaba sólo en sostén y tímidamente me sobaba la entrepierna, le tomé la mano y se la puse en mis huevos, como ordenándole que me los coja fuertemente.
La tendí en la cama me puse sobre ella y empecé a desabrocharle el jean. Puso resistencia. Hoy no, me volvió a decir. Pero esta vez no pensaba parar así que lo volví a intentar. Raudamente se puso de pie y se metió al baño. – la cagué-
Me recosté medio desconcertado en la cama, al rato ella salió del baño, apagó la luz y me volvió a decir: hoy no! La pegué de indignado y como que la ignoraba estando acostada al lado mío. Fue ella quién se puso encima y me empezó a besar y yo no le correspondía.
No te molestes, entiende que hoy no, pero va a suceder, pronto, te lo prometo. Mientras decía esto me besaba el abdomen y de pronto la tenía desabrochándome el jean. Me comenzó a besar encima del bóxer y le daba leves mordidas a mi compañero de batallas. Pensé que sería una mamada excelente, grande fue mi decepción luego. Me bajó el bóxer y se lo metió a la boca, lo primero que sentí fueron sus dientes, la verdad si me hizo doler y se lo hice saber, me prometió tener más cuidado diciéndome que no ha hecho esto mucho (y parece que tenía razón), lo volvió a intentar, esta vez no sentí tanto sus dientes se estaba esforzando. En resumen una mamada monse pero el premio era ver esa carilinda allí abajo, metiéndose mi pieza con el mayor de los cuidados para complacerme y cambiarme el humor.
Me armé nuevamente la llevé a mi boca y nuevamente la besé, esta vez la puse boca abajo y le empecé a besar la espalda, la volteo y nos besamos nuevamente y de un fuerte jalón le bajé el jean que ya estaba desabrochado, a la par el calzón le quedó a medio bajar y rápidamente se lo terminé de bajar del todo. Me quiso decir algo pero la ahogué en besos. Le metí rápidamente un dedo en su vagina y sólo la sentí gemir, como queriéndome decir algo. No la volví a dejar, aumenté la intensidad y le metí otro dedo, esta vez era ella la que me besaba con profunda pasión, me comía la boca – literal -. Mis dedos estaban empapados, este era el momento, me puse a pensar porque su negativa anteriormente, y tal vez pensaba que era su primera vez, así que traté de bajar el ritmo, puse mi miembro en la entrada de su vagina y lentamente se la metí (lo de la virginidad no era, allí lo comprobé), ya no me decía nada. Solo disfrutaba mis embestidas. Hicimos muchas poses a lo largo de toda la cama nos revolcábamos como perros sarnosos por todos lados, que húmeda que estaba, qué rico que tiraba la condenada. En un momento la pongo encima de una mesa que había cerca, allí le di un buen rato. La pongo contra la pared ya todo estaba fuera de control, no me medía le empujaba el rostro contra la pared como queriendo que su cara se empotre en ella, le mordía los pezones fuertemente ella solo jadeaba y no decía nada. Hasta que siento que me quiero venir y se la tiro toda en la espalda…sólo escuché un ahh!!!..q rico.!!..la volteo le doy un beso y la llevo a la cama. Ella sólo me decía, te dije que hoy no!. Le di una nalgada como haciéndole entender que ya había perdido.
Nos recostamos y siento todo mojado, prende la luz le digo…
Grande fue mi sorpresa al ver la sábana que fue blanca a un 95% roja, almohadas, la mesa donde la recosté, la pared, todo absolutamente todo tenía sangre..Sí, parecía que la había degollado. Una auténtica escena de terror.
Por eso te decía que hoy no! Estoy con mi regla..sólo me dijo eso…
A la ducha, porque también nosotros teníamos sangre por todos lados…
- !...la cagamos. Vístete, salgamos lo más rápido posible y sin decir nada, que quede todo como está ya para cuando se den cuenta no será problema nuestro. Total no tienen ni mi DNI en recepción.
- Cállate, camina y no digas nada
Así fue, salimos raudamente, los dos, con la mirada seria, tratando de ocultar el nerviosismo de lo que por un momento de locura se salió de control y quedará al descubierto cuando alguien entre al cuarto y aprecie tan macabra imagen. Ni bien estuvimos en la puerta aceleramos el paso. Cogimos un taxi y la dejé en casa. Te llamo mañana fue lo único que atiné a decirle. Ya en cama una la imagen de lo que vi al encender la luz no se iba a borrar de mi mente, una sonrisa un tanto psicópata se dibujó en mi rostro.
Horas antes estábamos comiendo un rico chifa y cagándonos de la risa. Dado que fue un día muy estresante de trabajo y a pesar del arduo trabajo de ese sábado quedamos en hacer algo más tarde. Así es, trabajar en una institución pública tiene sus beneficios, pero a la vez puede ser muy estresante.
Para que se hagan una idea mi amiga es de 1.70 con un lunar muy sexy cerca a la boca, ojos marrones claros, muy guapa, delgada con todo bien puesto. Tuve la suerte de que cuando entró a la chamba empezó a trabajar cerca a mi escritorio y yo era a quien más cerca tenía para algunas consultas y obviamente no me disgustaba para nada que me interrumpa a veces hasta por cojudeces (a las bonitas les aguantamos todo). Recuerdo que rápidamente entablamos confianza y la invitaba a salir en plan de a ver qué pasaba. Ella sabía que yo tenía flaca porque escuchaba cuando yo hablaba con ella y así que ni como negarla, cosa que las dos primeras veces que en broma en broma le dije algo así como para ver que hacíamos más tarde no me atracó. Ya con el paso de algunos meses ella fue la que tuvo la iniciativa, obviamente ya teníamos mucha confianza y así que fue una salida de patas a comer un cebichito luego del trabajo. Nada del otro mundo.
No fue hasta la cena de navidad de no recuerdo que año, en que de tanto mezclar tragos en la reunión terminamos besándonos apasionadamente en la puerta de su casa cuando la fui a dejar, fue un beso de esos que te roban el aliento, aquellos que vivirán en tu recuerdo hasta el día que mueras.
Digamos que hasta allí solo habíamos llegado, por supuesto que era yo el que venía buscando que paso lo otro (tirármela), porque flaca ya tenía y no pensaba dejarla. Así que nunca perdía oportunidad en lanzarle la cáscara de plátano a ver si resbalaba, y como que se hacía la difícil (de esas me encantan) pero creo que al final todo ese esfuerzo iba a dar sus resultados.
Bueno pues y así fue, nos reunimos donde siempre y estábamos viendo que hacer, tengo que decirles que de alguna manera ella siempre era cariñosa conmigo, la verdad creo que quería algo serio conmigo a pesar de mi situación, pero sabía que no pensaba dejar a mi flaca. Esa noche entramos a comer algo ligero, un par de vinos y la cosa se puso seria. Fue clara conmigo y dijo que le gustaba a pesar de que tenía enamorada. Yo fui claro con ella tmb (siempre lo he sido en ese aspecto), así como también fui sincero al decirle que me gustaba.
Ya saliendo cerca a un pasillo oscuro la tomé del brazo y lentamente la acerqué a mí, la tomé por la cintura y le mandé un beso, de esos suaves como aquella primera vez.
-..es la segunda vez q nos besamos..y me encanta!
- así es!, besas muy bien – le digo-
- y no sólo eso! –me dijo- (este es el vino hablando por ella)
-eso jamás lo podré saber (haciéndome el sano)
Hubo un silencio que pareció eterno. Pero estaba seguro que el que hablaba primero perdía (como en el mundo de las ventas), así que después de aproximadamente un minuto mirándola fijamente me dijo:
- me encantaría demostrártelo ahora, pero dame unos días…hoy no.
- y porqué? -le dije-
- hoy no, en serio, me muero de ganas pero luego, te lo juro
- está bien, no te insisto más.
Nos seguimos besando un rato más, la verdad besaba exquisito la pendeja. Luego de un rato ya estábamos bien calentones a punto de que nos boten de ese lugar por ese tipo de escenas. Le propuse tomarnos un vino en “un lugar privado”, y como quien no quiere la cosa, accedió.
Ya en el cuarto, abrí un vino y empezamos a conversar y tomar algo, como no forzando las cosas, a mitad de botella empezaron los besos calentones. El vino hace su trabajo y eso es lo bueno. De un momento a otro ya estaba sólo en sostén y tímidamente me sobaba la entrepierna, le tomé la mano y se la puse en mis huevos, como ordenándole que me los coja fuertemente.
La tendí en la cama me puse sobre ella y empecé a desabrocharle el jean. Puso resistencia. Hoy no, me volvió a decir. Pero esta vez no pensaba parar así que lo volví a intentar. Raudamente se puso de pie y se metió al baño. – la cagué-
Me recosté medio desconcertado en la cama, al rato ella salió del baño, apagó la luz y me volvió a decir: hoy no! La pegué de indignado y como que la ignoraba estando acostada al lado mío. Fue ella quién se puso encima y me empezó a besar y yo no le correspondía.
No te molestes, entiende que hoy no, pero va a suceder, pronto, te lo prometo. Mientras decía esto me besaba el abdomen y de pronto la tenía desabrochándome el jean. Me comenzó a besar encima del bóxer y le daba leves mordidas a mi compañero de batallas. Pensé que sería una mamada excelente, grande fue mi decepción luego. Me bajó el bóxer y se lo metió a la boca, lo primero que sentí fueron sus dientes, la verdad si me hizo doler y se lo hice saber, me prometió tener más cuidado diciéndome que no ha hecho esto mucho (y parece que tenía razón), lo volvió a intentar, esta vez no sentí tanto sus dientes se estaba esforzando. En resumen una mamada monse pero el premio era ver esa carilinda allí abajo, metiéndose mi pieza con el mayor de los cuidados para complacerme y cambiarme el humor.
Me armé nuevamente la llevé a mi boca y nuevamente la besé, esta vez la puse boca abajo y le empecé a besar la espalda, la volteo y nos besamos nuevamente y de un fuerte jalón le bajé el jean que ya estaba desabrochado, a la par el calzón le quedó a medio bajar y rápidamente se lo terminé de bajar del todo. Me quiso decir algo pero la ahogué en besos. Le metí rápidamente un dedo en su vagina y sólo la sentí gemir, como queriéndome decir algo. No la volví a dejar, aumenté la intensidad y le metí otro dedo, esta vez era ella la que me besaba con profunda pasión, me comía la boca – literal -. Mis dedos estaban empapados, este era el momento, me puse a pensar porque su negativa anteriormente, y tal vez pensaba que era su primera vez, así que traté de bajar el ritmo, puse mi miembro en la entrada de su vagina y lentamente se la metí (lo de la virginidad no era, allí lo comprobé), ya no me decía nada. Solo disfrutaba mis embestidas. Hicimos muchas poses a lo largo de toda la cama nos revolcábamos como perros sarnosos por todos lados, que húmeda que estaba, qué rico que tiraba la condenada. En un momento la pongo encima de una mesa que había cerca, allí le di un buen rato. La pongo contra la pared ya todo estaba fuera de control, no me medía le empujaba el rostro contra la pared como queriendo que su cara se empotre en ella, le mordía los pezones fuertemente ella solo jadeaba y no decía nada. Hasta que siento que me quiero venir y se la tiro toda en la espalda…sólo escuché un ahh!!!..q rico.!!..la volteo le doy un beso y la llevo a la cama. Ella sólo me decía, te dije que hoy no!. Le di una nalgada como haciéndole entender que ya había perdido.
Nos recostamos y siento todo mojado, prende la luz le digo…
Grande fue mi sorpresa al ver la sábana que fue blanca a un 95% roja, almohadas, la mesa donde la recosté, la pared, todo absolutamente todo tenía sangre..Sí, parecía que la había degollado. Una auténtica escena de terror.
Por eso te decía que hoy no! Estoy con mi regla..sólo me dijo eso…
A la ducha, porque también nosotros teníamos sangre por todos lados…