Buenas noches estimados lectores
Hace mucho tiempo ya sigo esta pagina (para ser especifico desde el 2017), sin embargo nunca tuve el valor de crearme una cuenta ni mucho menos postear algo.
Sin embargo, hubieron ciertos usuarios que al ver como compartían sus experiencias me motivaron a contar alguna de las que tengo.
Para empezar, contaré una historia al respecto de como fui descubriendo el valor del sexo en la vida.
Sé que para mucho el tener sexo puede ser algo de cuestión de el acto en si, sin embargo como hombre eh pensado que el sexo es una alegoría a las expresiones que tenemos como seres humanos.
La primera vez que tuve algo relacionado a la intimidad de otra persona fue a la edad de 12 años (si talvez suena muy temprano o tonto, pero ahí descubrí la función de los órganos reproductores) a esa edad tenía cierta conciencia de lo que era el cuerpo humano debido a la temprana exposición a la televisión (para no dilatar mucho esta parte lo resumiré diciendo que en la televisión los sábados por la noche 12 am en global tv solían pasar películas de índole sexual). Continuando con lo que les contaba, a la edad de 12 años asistía a clases de reforzamiento puesto que pase de hacer una primaria en un colegio estatal a uno particular. Las clases solían ser por la tarde (de 4 a 7 pm), en estas clases nos juntaban de diversos grados, esto debido a que se creía que ver los cursos de grados superiores ayudarían a los alumnos menores. En estas clases de reforzamiento es donde conozco a Rubí una joven de 15 años que para su edad era de una muy llamativa figura. Las sillas del colegio particular eran del tipo tabla con asiento para 4 personas (si como muchas academias). Uno de los días que asistí a dichas clases de refuerzo da la casualidad que me siento detrás de ella literalmente, por casualidades de la vida, mi rodilla llegaba a toparse con la parte trasera de las sillas de delante yo en conocimiento de ello solía bajar las piernas para no incomodar a las personas. Ese bendito día, estando consiente de la situación en la que estaba me deje llevar por la situación y poco a poco acerque mis rodillas hacia ella, la aceleración que tenía mi corazón por tal acto era indescriptible. Una vez sentí ese roce... esa textura... esa finura...
(Habrá continuación...)
Hace mucho tiempo ya sigo esta pagina (para ser especifico desde el 2017), sin embargo nunca tuve el valor de crearme una cuenta ni mucho menos postear algo.
Sin embargo, hubieron ciertos usuarios que al ver como compartían sus experiencias me motivaron a contar alguna de las que tengo.
Para empezar, contaré una historia al respecto de como fui descubriendo el valor del sexo en la vida.
Sé que para mucho el tener sexo puede ser algo de cuestión de el acto en si, sin embargo como hombre eh pensado que el sexo es una alegoría a las expresiones que tenemos como seres humanos.
La primera vez que tuve algo relacionado a la intimidad de otra persona fue a la edad de 12 años (si talvez suena muy temprano o tonto, pero ahí descubrí la función de los órganos reproductores) a esa edad tenía cierta conciencia de lo que era el cuerpo humano debido a la temprana exposición a la televisión (para no dilatar mucho esta parte lo resumiré diciendo que en la televisión los sábados por la noche 12 am en global tv solían pasar películas de índole sexual). Continuando con lo que les contaba, a la edad de 12 años asistía a clases de reforzamiento puesto que pase de hacer una primaria en un colegio estatal a uno particular. Las clases solían ser por la tarde (de 4 a 7 pm), en estas clases nos juntaban de diversos grados, esto debido a que se creía que ver los cursos de grados superiores ayudarían a los alumnos menores. En estas clases de reforzamiento es donde conozco a Rubí una joven de 15 años que para su edad era de una muy llamativa figura. Las sillas del colegio particular eran del tipo tabla con asiento para 4 personas (si como muchas academias). Uno de los días que asistí a dichas clases de refuerzo da la casualidad que me siento detrás de ella literalmente, por casualidades de la vida, mi rodilla llegaba a toparse con la parte trasera de las sillas de delante yo en conocimiento de ello solía bajar las piernas para no incomodar a las personas. Ese bendito día, estando consiente de la situación en la que estaba me deje llevar por la situación y poco a poco acerque mis rodillas hacia ella, la aceleración que tenía mi corazón por tal acto era indescriptible. Una vez sentí ese roce... esa textura... esa finura...
(Habrá continuación...)