Como decía, transcurrieron más de 2 años desde la última vez que Mary y yo habíamos disfrutado de un encuentro íntimo, durante ese tiempo, las cosas habían vuelto a la normalidad, aunque de vez en cuando se despertaba en mí el deseo de volver a poseerla, especialmente cuando la sentía cerca o cuando se cruzaban nuestras miradas, pero nos mantuvimos firmes en la decisión tomada y las cosas marchaban bien, especialmente desde que, con mi mujer, nos compramos nuestro depa y dejamos de vivir en la misma casa que mis suegros.
Sin embargo, hace poco más de una semana mi mujer tuvo que hacer un viaje inesperado a provincias por un asunto familiar, el problema era que no podía llevar a mi hija pequeña, así que decidimos que se quedara en casa de la abuelita. Ese día acompañé a mi esposa al aeropuerto a que se embarcara, regresé a casa, saqué una botella de whisky, hielo y me dispuse a ver un poco de televisión disfrutando de mi trago y mi inesperada soledad de unos días; todo bien hasta que, cerca de las 11 de la noche, suena el teléfono, era mi suegro, diciéndome que mi hija no quería dormir por nada y se había largado a llorar porque extrañaba su casa. No supe que decir o hacer, el problema era que yo debía salir temprano a trabajar y no había con quien se quede la bebe, en eso toma el fono Mary y me dice si no había inconveniente en que vinieran y se quedaran en el cuarto de la bb, acepté en el acto, pensando que el vinieran incluía a mi suegro, sin embargo cuando llegaron al poco rato (vivimos solo a 3 cuadras), me di con la sorpresa que solo eran mi hija y la abuela.
No puedo negar que sentí una corriente eléctrica recorriéndome al ver a Mary allí y saber que al dormirse la bb, estaríamos solos en la casa, sin embargo su frío saludo y su rápido andar con dirección al dormitorio de mi hija me dejó claro, que nada iba a suceder, lo asumí y me senté a seguir viendo mi película con mi trago al lado.
Debió transcurrir como una hora cuando siento que la puerta del cuarto se abre y Mary sale con dirección al baño.
-Se durmió la bb? pregunto.
-Sí, estaba muy cansada.
-Ahhhh, y no quieres ver televisión?, la película está buenaza.
-No, la verdad también tengo sueño- contesta, pero no se le nota segura de sus palabras.
-Entonces tómate una copita, te ayudará dormir más relajada.
-No sé, creo que mejor no.
Intuyo su temor, su indecisión; no sé por que, pero eso me pone a mil y decido jugármela.
-No te preocupes Mary, las cosas están claras entre nosotros y así seguirán, sólo conversemos un rato- Sí huevón, me digo por dentro
Ella acepta, y se sienta en el sofá frente a mí, le preparo una copa rebajada con agua mineral como sé que le gusta y nos acomodamos a ver la película, que por cierto estaba ya muy avanzada.
Luego del primer trago, le sirvo otro y otro, ya la televisión queda de lado y comenzamos a charlar, pasando de temas familiares a otros más interesantes, al principio, yo, muy disimuladamente, casi de reojo, miraba como se le marcaban esas tremendas tetas en la polera que tenía a modo de pijama, pero luego ya se las miraba sin roche, era obvio que estaba sin sostén, hasta que con una media sonrisa me dice:
-Ya deja de mirarme tanto, me pones nerviosa.
Esa media sonrisa, más que las palabras que pronunció, me indicó que estaba con la guardia baja, y yo, con varios tragos encima no pude más con la arrechura y me lancé:
-La verdad, Mary, es que no puedo sacarme de la cabeza la imagen de tus senos, tú sabes cuanto me gustan Ya estaba dicho.
-Ahhh, bueno
Super
ya hablamos de esto antes, creo que mejor lo dejamos acá, me voy a dormir.
Se puso de pie y dio unos pasos, pero al pasar a mi lado la cojo de la muñeca y de un leve tirón la hago sentar en mis rodillas.
-Déja
-Le planté un beso que no la dejó continuar- La bb puede despertarse, me dice.
-No te preocupes, no se despierta hasta la madrugada, además aún no puede bajarse de la cuna, a
sí que si se despierta la sentimos.
La siento luchar por desprenderse del abrazo, pero cada vez con menos energías. No dejo de besarla aunque mantiene la boca cerrada, de pronto siento que va dejando de luchar y en un momento abre los labios y corresponde a mis caricias abrazándome de la nuca y metiendo su lengua en mi boca, nos besamos largamente, con desesperación, con furia. Mis manos recorren su cuerpo encima de la ropa hasta que la necesidad de piel hace que las introduzca dentro de su polera buscando esas enormes masas de carne blanda, suave, deliciosa, la siento gemir en cuanto le estrujo los senos suavemente, tiro de la ropa para quitársela y ella me ayuda quedando con el torso desnudo. Nuevamente tengo frente a mí esas tetas deliciosas, le beso los pezones con dulzura, recorriendo sus aureolas con la punta de la lengua, los introduzco en mi boca y empiezo a mamar de ellos como bebe hambriento, ella se arquea empujando su pecho hacia mí como si me los ofreciera para comerlos enteros.
Pasamos mucho rato así, pero ya la urgencia era mayor, la desnudo totalmente y la hecho en la alfombra para disfrutar de ese cuerpo maduro y contundente.
-Desnúdate me dice- quiero sentir tu piel.
Obedezco y estamos ya los dos, piel a piel, recorro con la lengua cada rincón, cada centímetro de su cuerpo y ella hace lo mismo; sin saber bien como, terminamos en un 69 increíble, siento su aroma, su sabor y me dedico a darle placer a recorrer con labios, lengua, dientes ese coño delicioso, mientras ella se traga mi verga entera llevándome a picos de placer increíbles, de pronto la siento estremecerse, temblar y entre jadeos contenidos me da su primer orgasmo. Que delicia recibir sus jugos en mi boca, yo también estoy a punto, pero me contengo y salimos de la pose, la echo en el piso y la escucho decir:
-Vamos penétrame, te quiero dentro mío, no sabes cuanto te deseé; todo este tiempo e luchado entre mi deseo y mi responsabilidad, pero hoy que estamos acá quiero disfrutarte todo.
La penetro fuerte, de un solo golpe, y ella ahoga un grito y se entrega totalmente; vamos tomando un ritmo frenético, casi salvaje, nuevamente estoy a punto de estallar, pero consigo controlarme y cambiamos de posición, se monta encima, en una de las poses que más le gustan y empieza a cabalgarme con movimientos lentos pero muy sensuales, mueve las caderas como si bailara una salsa ¡que manera de moverse!, sus enormes tetas se bambolean a su ritmo en un espectáculo grandioso e hipnótico, luego de un rato así la volteó y la pongo a cuatro patas, empiezo el mete y saca aumentando el ritmo a cada embestida, en una de esas, mi verga se sale e intento meterla de nuevo, cuando siento su mano agarrándomela y guiándola, pero para mi mayúscula sorpresa, no hacia su vagina, sino algo más arriba.
-Que haces? pregunto
- Hoy será la última vez que estaremos me dijo- y quiero que sea verdaderamente inolvidable, quiero que me la metas por atrás, pero por favor no me hagas mucho daño.
Al oírla, mi pinga se puso aún más dura de lo que había estado, si eso era posible. La hago echarse boca abajo y empiezo a sobársela por la raya del culo a fin de mojarlo más de lo que ya estaba, empiezo a buscar su agujerito y siento nuevamente su mano guiándola, la encajo en su ano y la dejo allí ejerciendo una leve presión. Paso mi mano por debajo de su cuerpo y empiezo a masajearle el clítoris mientras voy besando y mordiendo suavemente su nuca, a los pocos minutos siento como su cuerpo, antes tenso por el temor, empieza a relajarse y disfrutar, empiezo a presionar en su culo suavemente, como punteándola. La puntita de la pinga encajada en la entrada de su ano va entrando poquito a poco, las ansias me matan, pero me controlo, aflojo un poquito la presión y vuelvo a empujar, siento que ella lo disfruta, empieza a levantar su culo al momento que yo presiono, es delicioso sentir lo apretado de ese ano, de pronto, como una punteada más le empujo la cabeza entera.
-Agghhhh, ohhhh, uyyyyyy gime
Me quedo quieto sintiendo su esfínter ajustando firmemente la cabeza de mi pinga, sigo mordiéndole la nuca y dándole a la vagina con el dedo, de pronto ella hace un movimiento y levanta el culo clavándose sola mi pinga.
_Ahhhhh, que dolor, pero que delicia, esto es
y no termina la frase.
Retiro un poco la pinga, con cuidado de no sacarla del todo y vuelvo a entrar hasta donde ya había estado antes, ella gime y suda profusamente, la vuelvo a sacar y empiezo a meterla otra vez, esta vez lenta pero firmemente, siento cada milímetro de su ano ajustando mi herramienta y se la dejo ir hasta la base.
-Uyyyyy sí, la tengo en el culo!!!!! Toda en el culo!!!!!!.
Se la saco lentamente y nuevamente adentro, ella parece transportada, gime y se queja, de pronto voltea y veo lágrimas en sus ojos.
-Te estoy haciendo daño? Pregunto
-No papi, me haces feliz, no sé como pero no siento dolor ya, me encanta, muévete, muévete, ¡muévete más!
Empiezo a bombear cada vez más rápido y ella se acompasa para mover su culo.
-Ábrete las nalgas, te voy a romper toda.
-Sí papi, rómpeme, párteme, destrózame el culo. Se separa las nalgas y se la empujo toda.
Fue un polvo espectacular, nos venimos juntos, ella mojó toda la alfombra con sus jugos.
Hicimos el amor 2 veces más esa noche, ambas con sendos finales anales. Ya al amanecer, satisfechos, saciados del mutuo placer hablamos largo y tendido. Hemos decidido no vernos a escondidas, pero sé que ha quedado la puerta abierta para algún otro encuentro como ese, así, no planificado, no buscado, definitivamente, son los mejores.