Lo de Cienciano es más sencillo de explicar, acaso porque Marcelo Trobbiani es un tipo sencillo para lo tácticos. Personalidad empática o no, el DT argentino tiene una filosofía de juego agresiva, como su temperamento, impuesta desde sus tiempos en Universitario y que, desde su primera etapa en el Cusco, se notó que comulgaba muy bien con el tradicional estilo de Cienciano: matar en casa.
Ciertamente, en esa línea, en
DeChalaca.com nos hemos preocupado en sostener que este Cienciano 2011 es candidato para llegar a diciembre peleando el título porque, a despecho de su falta de recambios, tiene bien asimilada la necesidad de sumar todos los puntos en casa. Y para eso ha incorporado un esquema que transmite esa agresividad necesaria: el 4-1-4-1. Un esquema que en el último Mundial fue interpretado, principalmente, por la selección de Japón, con un pivote llamado Yuki Abe ubicado entre la defensa y la volante que servía de tiempista al resto del equipo.
Se dice que el 4-1-4-1 transmite agresividad porque, con volantes descolgados por los lados, las posibilidades de centrar y matar son muchas. Los laterales son más carrileros que marcadores de punta, por lo cual hay un ida y vuelta permanente por ambos carriles. En tanto, los dos volantes del medio también hacen un recorrido generoso y ninguno de los dos se cree el enganche flojo que tiene que recibir los balones para desaduanarlos. El hombre de punta, por otra parte, suele ser un '9' recio y goleador, que sobre todo va bien por arriba y está fundamentalmente para meterla.
Dicho eso, se entiende que al Cienciano de Trobbiani el traje le calza a la medida. Fernando Masías y Luis Rodolfo Ojeda son hombres que originalmente son volantes, pero actúan como laterales y hacen el ida y vuelta. Ellos se entremezclan con los volantes laterales: Cristian Guevara y Carlos Olascuaga, este último titular ante la lesión de Julio García. Al medio está Juan Carlos Mariño, que gracias al sistema no carga con todo el peso de la conducción del equipo, acompañado de Jesús Chávez, quien es un zurdo que tiene la ductilidad de ir por derecha o izquierda si así lo requiriera el esquema -lo mismo que Guevara, quien pese a ser derecho ha acostumbrado jugar más por izquierda a lo largo de su carrera-. Detrás de ellos está, como pivote, Edwin Retamoso, quien no es un '6' puramente destructivo: trajina y, sobre todo, hace jugar al resto. Arriba, claro está, el prehistórico Ibarra cumple con todas las credenciales goleadoras.
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