Poncio Pilatos
Poncio Pilato-. esta pelicula es excelente la lucha politica entre el gobierno de Roma y el podre judio representado por el sanedrin de los sacerdotes Pílatos quiere crear una politica gubernamental al reconstruir un acueducto pero crea mas lucha y resistencia de los judios , barrabas es apoyado por los poderosos hebreos, se ve juegos acuaticos de gladiadores
Ecce Homo, por Antonio Ciseri. 1871.
Poncio Pilato (en latín: Pontius Pilatus), también llamado Poncio Pilatos (en griego: Πόντιος Πιλάτος), fue un miembro del orden ecuestre y quinto prefecto de la provincia romana de Judea, entre los años 26 y 36 d.C., por lo que tuvo un papel relevante en los acontecimientos de la provincia en esos años. Los evangelios canónicos lo presentan como responsable ejecutivo del suplicio y condena a muerte de Jesús de Nazaret, siendo éste uno de los pocos momentos en los que existe información de este personaje del que históricamente apenas se cuenta con datos sobre su vida.
Existen varias referencias de la existencia de Poncio Pilato que pueden considerarse. Por ejemplo, Justino Mártir, quien escribió a mediados del siglo II, dijo lo siguiente respecto a la muerte de Jesús: “Por las Actas de Poncio Pilato puedes determinar que estas cosas sucedieron”. Además, según Justino Mártir estos mismos registros mencionaban los milagros de Jesús, de los cuales dice: “De las Actas de Poncio Pilato puedes aprender que Él hizo esas cosas”. Es verdad que estas “Actas” o registros oficiales ya no existen, pero es posible que existieran en el siglo II, y Justino instó con confianza a sus lectores a comprobar con ellas la veracidad de lo que decía.
El testimonio que el historiador romano Tácito, nacido alrededor del año 55 d.C., que no era amigo del cristianismo, escribió poco después del año 100, mencionando la persecución de los cristianos por Nerón, cuando añade: “Cristo, el fundador del nombre, había sufrido la pena de muerte en el reinado de Tiberio, sentenciado por el procurador Poncio Pilato, y la perniciosa superstición (cristianismo) se detuvo momentáneamente, pero surgió de nuevo, no solamente en Judea, donde comenzó aquella peste, sino en la capital misma (Roma Filón, escritor judío de Alejandría (Egipto) que vivió en el siglo I, narra un acto similar de Pilato que provocó una protesta. En esa ocasión tuvo que ver con unos escudos de oro que llevaban los nombres de Pilato y Tiberio, y que Pilato había colocado en su residencia de Jerusalén. Los judíos apelaron al emperador de Roma, y Pilato recibió la orden de llevar los escudos a Cesarea. (Sobre la embajada ante Cayo, XXXVIII, 299-305). Filón se refiere a Poncio Pilato como un hombre «de carácter inflexible y duro, sin ninguna consideración». Más aún, según este escritor de Alejandría, el gobierno de Poncio se caracterizaba por su «corruptibilidad, robos, violencias, ofensas, brutalidades, condenas continuas sin proceso previo, y una crueldad sin límites».
Según el historiador judío Josefo, Pilato tuvo un mal comienzo en lo que respecta a las relaciones con sus súbditos judíos: de noche envió a Jerusalén soldados romanos que llevaban estandartes militares con imágenes del emperador. Y la situación se complicó porque las insignias fueron colocadas en la Torre Antonia, cuartel general de las cohortes romanas, es decir, justo frente a uno de los ángulos del complejo del Templo, con el añadido de que los judíos creyeron que los auxiliares romanos quemaban incienso frente a las imágenes de Tiberio y Augusto. Este suceso provocó un gran resentimiento debido a que vulneraba la prohibición de la Torah al uso de ídolos, y una delegación de principales entre los judíos (representantes del Sanedrín) viajó a Cesarea para protestar por la presencia de las insignias y exigir que las quitasenespués de cinco días de discusión, Pilato intentó atemorizar a los que hicieron la petición, amenazándolos con que sus soldados los ejecutarían, pero la enconada negativa de aquellos a doblegarse (pues incluso se inclinaron en tierra y mostraron sus cuellos para ser degollados, aunque Pilato sólo había pretendido engañarlos para que cedieran) y dado el alto coste político (ya que Pilato llevaba apenas seis semanas en el puesto y habría tenido que ejecutar en esa sola ocasión hasta a seis mil judíos) le hizo acceder a su demanda. (Antigüedades Judías, libro XVIII, capítulo III, sección 1.)
osefo aún menciona otro alboroto: a expensas de la tesorería del templo de Jerusalén, Pilato construyó un acueducto para llevar agua a Jerusalén desde una distancia de casi 40 km. Pilato solicitó del Gran Sanedrín fondos del Tesoro del Templo para financiar la obra, bajo la advertencia de que si eran negados tendría que aumentar los impuestos. Los sacerdotes se negaron en principio alegando que era dinero sagrado, pero cedieron bajo la condición de que se ocultara el origen de los fondos y de que el principal flujo del líquido llegara a los depósitos del propio Templo, pero el acuerdo fue descubierto. Grandes multitudes vociferaron contra este acto cuando Pilato visitó la ciudad. Pilato envió soldados disfrazados para que se mezclasen entre la multitud y la atacasen al recibir una señal, lo que resultó en que muchos judíos muriesen o quedasen heridos. (Antigüedades Judías, libro XVIII, capítulo III, sección 2; La Guerra de los Judíos, libro II, capítulo IX, sección 4.)
Josefo informa que la posterior destitución de Pilato fue el resultado de las quejas que los samaritanos presentaron a Vitelio, por entonces gobernador de Siria y superior inmediato de Pilato. La queja tenía que ver con la matanza ordenada por Pilato de varios samaritanos a los que engañó un impostor, reuniéndolos en el monte Guerizim con la esperanza de descubrir los tesoros sagrados que supuestamente había escondido allí Moisés. Vitelio mandó a Pilato a Roma para comparecer ante Tiberio, y puso a Marcelo en su lugar. Tiberio murió en el año 37 d.C., mientras Pilato todavía estaba en camino a Roma (Antigüedades Judías, libro XVIII, capítulo IV, secciones 1 y 2.) temeroso de ser juzgado y ejecutado por su antigua relación con Sejano, ya que tras la caída de éste, todos los que se relacionaron con él fueron tratados como enemigos por el emperador Tiberio y en su mayoría ejecutados. Incluso, se ha llegado a relacionar su decisión de ceder ante la presión del Sanedrín judío en el juicio de Jesús (cuando los sacerdotes le recordaron que si soltaba a un supuesto subversivo como Jesús, que se proclamaba rey, entonces no era amigo de César, es decir, del emperador de ese momento, Tiberio), para salvar su carrera e incluso su vida y así evitar que Tiberio sospechara de su lealtad y lo mandara llamar a Roma para investigarlo y juzgarlo como asociado a Sejano. Además, y ya que Sejano había hostilizado en vida a la colonia judía de Roma, después de su muerte, Tiberio ordenó a Pilato cambiar hacia una política favorable a las costumbres judías.