LA HIJA DE MI PATA
Esta la última aventura cacheril que he pasado, espero que sea la última de ese tipo y con la flaca en cuestión, que es la hija de un pata cerca de mi barrio.
Desde hace años conozco a un pata, no un amigo digamos, unos años mayor que yo, unos 5 por lo menos, con el cual siempre nos pasamos la voz, ya que hubo veces en que jugábamos fútbol, además que es primo lejano de uno de mis mejores amigos.
Resulta que hace poco, este compadre (ni su nombre voy a mencionar, ni inventar uno porque ahí de repente la cago) tuvo un problema legal, la municipalidad le estaba cobrando un huevo de plata que el ya había pagado, así que por ahí le dijeron que era mi tema, y un día de sorpresa me cae en mi casa para ver si podía ver el tema. Conversamos un buen rato y quedamos en que le iba a ver su caso, nos reuniríamos el sábado en la mañana en su casa.
Así llegó el sábado, yo casi me había olvidado si no es por mi esposa que me hace acordar, por lo que a eso de las 9 a.m. estaba en su casa. Me hizo pasar y estuvimos conversando un buen rato, me presentó a su señora, y como a la media hora llega su hija, la voy a llamar Mirtha (se me ocurrió no se porque ese nombre), tenía 18 años recién cumplidos, pero parecía que tuviera 25, ¡era un hambrón la chibola!, me dijo su papá que recién había acabado el colegio y que quería estudiar derecho, así que por ahí conversamos un rato. A la chibola la conocía de vista, desde hace unos 2 o 3 años, siempre la veía en el paradero cuando se iba al colegio, y para serles sinceros, siempre la vi bien fuerte, incluso varios patas hablaban de ella cuando nos reuníamos.
Estuvimos reunidos como 2 horas, acordamos en llevarle el caso y mis honorarios (un poco que quiso bajar pero no atraque), me despedí y quedamos en reunirnos la próxima semana.
En el transcurso de la semana siempre veía a Mirtha en el paradero para irse a la academia, o estaba con su chupete en la boca o a veces con un cigarro, bien mamacita se le veía, yo le pasaba la voz y ella respondía. Poco a poco la comencé a ver con otros ojos, se me prendió la arrechura buscando una oportunidad, más aún cuando una noche la vi con su enamorado en unos agarres bravazos, por lo que me dije esta ya cacha.
Un día se me ocurre ir solapa a su academia a la hora que más o menos sabía que salía, estuve como huevón dando vueltas y vueltas en el carro, hasta que vi al cojudo de su enamorado que llegaba, caballero nomás me tuve que quitar. A los días me la encuentro en la mañana y la jalo, le cuento que la vi con su enamorado saliendo de la academia, a lo ella me dice que el pata siempre la iba a buscar, menos los jueves, que se va a jugar fútbol con sus amigos, así que ni para que contarlo, el jueves estaría por ahí.
El siguiente jueves me aparecí, más o menos ya marque a que hora salía, estuve con el carro estacionado el frente, y cuando la vi salir me di toda la vuelta a la manzana, pase por su lado y le pase la voz, estaba con unas amigas, ¿vas para tu casa? ¿me jalas, le dije que si, se despidió de sus amigas y subió. Hay algo que me había olvidado de contarles, y que me hizo parar antena con esta cojuda, delante de su papá me trataba de señor, pero las veces en que la jalaba me trataba de tu.
La academia estaba por Barranco, así que le dije para ir por la playa para ir más rápido, subimos ya por Magdalena y le digo me muero de hambre, me voy a comprar algo de comer ¿quieres algo, te invito?, un sanguche a ver me dice. Bajé y compre 2 sanguches con su gaseosas, nos sentamos en el carro a comer, yo no paraba de mirarle las patazas, estaba en un shorcito bien arrechante, poco a poco me di cuenta que ella se había ganado, pero le llegaba a la teta, es más, llego un momento en que subió las dos piernas encogidas en el asiento, lo que hizo que la pinga se me parara al tope. Al rato ella que voltea a hablarme y veo que se gana con mi pinga bien al palo, medio que se paltio, luego de unos minutos me gano que voltea la cara a la luna del carro y un poco que se ríe, así que dije ahora es cuando, y comencé a malearme con la conversación, le preguntaba al principio por su enamorado, que cuanto tiempo estaba con él y huevadas más, ella como las huevas, me conversaba sobre el tema. En un momento le pregunto ¿Y ustedes ya?, ella que me dice ¿Ya qué? y se ríe, luego se queda callada un buen rato y me dice hace rato pues, ya no es como en tus tiempos (puta madre, como si fuera viejo, en mis tiempos ya se cachaba desde el colegio), y sigue hablando sobre otras huevadas, yo seguía con la pinga bien al palo, ella que vuelve a ver todo lo que se notaba y no aguanta la risa. ¿Qué pasa me dice, yo me hago el huevón y le pregunto que nada, que porque, Mirtha se ríe más fuerte y me señala la entrepierna y dice Con eso y empieza a reírse a carcajadas, así que medio que yo me palteo ahora y le digo para irnos, pero ella me dice quiero otro sanguche, vamos a otro sitio que los venden más ricos le propongo, vamos pues me dice ella y se ríe.
continua...
