Charlie20
Sargento
Sí! muchísimo, creo que en algún punto pensé que era una relación tóxica, pero una gran parte de mí no la podía dejar.
Indagando en su pasado...oscuro
- Iniciador del tema Charlie20
- Fecha de inicio
Charlie20
Sargento
Sí, ahí les mando la continuación
Charlie20
Sargento
En realidad me gustaría compartirles alguna foto, pero algo de lo que me arrepiento mucho es de no haber sacado recuerdos
Pero solo tenes q ver su perfil de face y tomar una foto , claro tomando las medidas necesarias y bueno asi vemos ese culazo en algun bikini!
jajaja
Charlie20
Sargento
Estimados cofrades, perdón por no continuar con el relato. Estuve full chamba, pero aquí les sigo contando. Muchas gracias a todos por sus comentarios, trataré de cerrar los relatos cada vez que empiece con una experiencia nueva.
La verdad es que he vivido muchas experiencias con Lucero, estoy convencido que ella ha sido con quien he probado por primera vez muchas cosas placenteras, aunque me haya luego arrepentido de algunas. Siempre supo como convencerme de hacer cosas que sólo podía aceptar estando recontra encendido y todo el tiempo me ofrecía cosas que yo realmente deseaba, así que por ese lado creo que tenía mucho control sobre mí. Sé que para muchos (incluso por momentos para mí), las cosas que hicimos y les contaré, parecerán absurdas y que no las tolerarían por ningún motivo. Pero en serio les digo que yo encontraba mucho placer al verla disfrutar de su sexualidad. como les conté, verla disfrutar era realmente placentero para mí, sus gestos, sus gemidos, su sudor, cómo se retorcía de placer, sus palabras tan sexuales, tan cargadas de sensualidad, de placer pero al mismo tiempo algo hirientes; todo en conjunto me resultaba súper placentero. Incluso ahora puedo llegar al climax con solo recordarlas, sea que yo me la tiraba, que se tiraba a su ex como les conté, o que la hacía llegar al orgasmo con su consolador, yo disfrutaba que ella lo disfrutara.
Luego de ese evento con aquel tío en el micro, Lucero siguió contándome otras cosas que me hacían sentir muchos celos pero que a la vez me encendían un poco. Como algunos compañeros de la U la miraban o le hablaban, como sentía que los hombres la miraban cuando caminaba por la calle o esperaba su carro en el paradero. Yo sentía que era un lechero de poder comerme ese lomaso, pero también sentía que era una situación muy peligrosa, que otros la deseasen. En el fondo temía por cómo era ella, tan open mind, tan abierta a experimentar, tan deseosa de vivir su sexualidad. Tanto con su ex, como con su pareja, en ambas situaciones me había dicho que era sólo sexo y no había sentimientos. Para mí era más difícil separar ambas cosas, y siempre me fue difícil entender cómo era tan fácil para ella poder tener sexo sin sentimientos y disfrutarlo tanto. Sentirla tan fácil, tan sexual y tan liberal me hacía sentir que debía dejarla, muchas veces lo pensé. Pero ella aseguraba que sólo era sexo, temía indagar más de su pasado, cuestionarla, juzgarla y creo que ella agradecía que no lo hiciera, sin embargo yo quería saber más. Ella era más del tipo... "disfrutemos el momento y olvídate del pasado y de lo demás", mientras que yo era más del tipo "y con quién más has estado? y en quién piensas? a quién deseas? te lo tirarías sólo una noche y ya?".
En lo que sí confiaba era en que ella siempre me contaba todo y hasta ese momento había querido involucrarme en todas sus aventuras y sus fantasías sexuales. Al hacerlo me sentía al menos considerado por ella. Pero sus constantes comentarios sobre otros hombres, me terminaron molestando mucho más de lo que pensé. Así que empezamos a tener discusiones algo frecuentes, sobre por qué me hablaba de esos tipos que le parecían buenos, o si se tiraría a alguien o no sólo por una noche o lo que comentaba con sus amigas sobre otros chicos, los tamaños de sus vergas y cómo la metían en la cama.
Yo estaba bien enganchado así que me cansé de esa situación y la mandé a volar un fin de semana, estábamos en un tono de sus amigas, en el que para variar nos habíamos cruzado con los primos de su ex, con los que tenía muchos amigos en común, y los había visto conversar muy de cerca mientras le daban de tomar unos shots de tequila. La situación se repetía y yo a verdad ya no podía soportar más, ese fin de semana sus familia tampoco estaría en casa así que habíamos quedado en volver a estar juntos los tres días. Pero al verla en ese plan le dije que me iba y la esperaría en su jato para hablar. Discutimos feo, ella se fue a un rincón con sus amigas a conversar, me dio una copia de su llave y me dijo que se quedaría.
Darme la llave me hizo pensar que al menos no todo estaba terminado, así que le di su "espacio" y me quité. En el camino a su jato, obviamente me entró el arrepentimiento, dejarla en un tono sola, con tragos, ese par de idiotas persiguéndola y encima luego de haber discutido? entré en razón y pensé que debía volver. Pero mi orgullo pudo más, me hice el valiente, pensé que le haría saber que me importaba tanto, así que seguí en camino a su jato, entré, me acomodé en su cama y la esperé. Estuve viendo algo de tele mientras esperaba, hasta que mi sueño pudo más y me quedé jato. No recuerdo exactamente qué me despertó, supongo el sonido de la puerta cuando Lucero entró a la casa, sólo recuerdo que ya había amanecido. Miré su despertador y eran más de las 9am! yo me había ido del tono como a las 3!. Me levanté empinchado, dispuesto a pedir explicaciones y terminar con todo en se momento. Cuando entró ella, bastante ebria, tambaleándose entre las paredes, con un olor a alcohol terrible, pero también bastante desarreglada. Los botones de la blusa mal puestos, el jean con el cierre subido pero no abotonado y otras muestras que claramente no habían podido suceder por más baile que haya metido en la fiesta.
Entró al cuarto, se sorprendió de verme, como si no recordara que habíamos quedado en que yo iría a su casa luego de separarnos en la fiesta. Me hervía la sangre por saber lo que había pasado, en el fondo me lo imaginaba, pero con quién habría estado? hombre? mujer? uno, dos....tres?? dónde lo habrían hecho? cómo? cuántas veces?. Eran demasiadas dudas y yo sin poder pronunciarlas y ella sin saber qué decir. Sólo se echó en la cama, balbuceó algo inentendible y se quedó dormida. Como a las 2pm se despertó. Con una tremenda resaca, estaríamos solos todo el día así que habría tiempo de explicaciones. Esas horas fueron interminables, de muchas dudas, mucho rencor, pero también mucho morbo.
Lucero despertó y lo primero que hizo fue ir al baño, no sólo tenía resaca sino el estómago destruido. Con el peor de los semblantes, fue hacia la sala donde yo estaba esperando aparentemente paciente, pero en realidad muy ansioso. Se veía muy avergonzada en el fondo, me saludó y trataba de evitar mirarme a los ojos, recuerdo que yo empecé diciendo... Me vas a contar exactamente todo lo que pasó. Ella detuvo sus movimientos mientras tomaba un poco de agua, se volteó y dijo... "No recuerdo exactamente qué pasó". Entonces empecé a indagar... qué significa eso? te dejé en la fiesta y llegas a tu casa como 6 horas después, dónde estuviste? La fiesta no pudo durar tanto, a dónde fuiste, con quién estuviste? qué estuviste haciendo?.
Lucero no decía nada, miraba a un lado, luego a otro, con gestos de no poder recordar. Entonces le dije, empecemos por el final, cómo llegaste aquí?
"No recuerdo exactamente, creo que en taxi o, no sé, o me trajo...". Quién? quién te trajo? o quién te mandó en taxi?. "No estoy segura. Creo que, Raúl (uno de los primos de su Ex). Entonces ardió troya. Le recriminé, qué había pasado, dónde había estado? qué habían hecho?. Le mencioné que llegó toda desarreglada. Ella ni se había cambiado, así que se podía ver bastante mal aún. Entonces me dijo que no lo sabía. Que no podía recordar, que tenía algunas imágenes perdidas de lo sucedido, pero nada concreto desde un rato antes de separarnos. Que Raúl debía saber, porque sí le parecía que él la había ayudado a llegar hasta la casa, que le parecía que le había tocado el culo al despedirse, o que la había manoseado por dentro de su pantalón, pero que era más como el recuerdo de un sueño.
Pensé que tal vez habría sido así, tal vez la siguieron en otro lado en grupo y luego él la acompañó a su casa y se aprovechó al verla tan ebria. No podía corroborar con nadie porque todos eran amigos de ella, no los conocía tan bien. Entonces le dije, arréglate, cámbiate, que vamos donde Raúl para averiguar qué pasó. Si él se aprovechó, lo voy a matar, vamos a su casa para averiguar qué pasó. Sabía que Lucero conocía su casa, porque alguna vez me contó que había ido con su ex a los cumpleaños de sus primos. Ella estaba lloroza, intentaba convencerme que no fuéramos, insistía que en serio no recordaba nada. Que quería sólo dormir y que las cosas quedaran ahí. Yo no podría vivir así, entonces la obligué, ella se alistó y salimos para la casa de Raúl.
La verdad es que he vivido muchas experiencias con Lucero, estoy convencido que ella ha sido con quien he probado por primera vez muchas cosas placenteras, aunque me haya luego arrepentido de algunas. Siempre supo como convencerme de hacer cosas que sólo podía aceptar estando recontra encendido y todo el tiempo me ofrecía cosas que yo realmente deseaba, así que por ese lado creo que tenía mucho control sobre mí. Sé que para muchos (incluso por momentos para mí), las cosas que hicimos y les contaré, parecerán absurdas y que no las tolerarían por ningún motivo. Pero en serio les digo que yo encontraba mucho placer al verla disfrutar de su sexualidad. como les conté, verla disfrutar era realmente placentero para mí, sus gestos, sus gemidos, su sudor, cómo se retorcía de placer, sus palabras tan sexuales, tan cargadas de sensualidad, de placer pero al mismo tiempo algo hirientes; todo en conjunto me resultaba súper placentero. Incluso ahora puedo llegar al climax con solo recordarlas, sea que yo me la tiraba, que se tiraba a su ex como les conté, o que la hacía llegar al orgasmo con su consolador, yo disfrutaba que ella lo disfrutara.
Luego de ese evento con aquel tío en el micro, Lucero siguió contándome otras cosas que me hacían sentir muchos celos pero que a la vez me encendían un poco. Como algunos compañeros de la U la miraban o le hablaban, como sentía que los hombres la miraban cuando caminaba por la calle o esperaba su carro en el paradero. Yo sentía que era un lechero de poder comerme ese lomaso, pero también sentía que era una situación muy peligrosa, que otros la deseasen. En el fondo temía por cómo era ella, tan open mind, tan abierta a experimentar, tan deseosa de vivir su sexualidad. Tanto con su ex, como con su pareja, en ambas situaciones me había dicho que era sólo sexo y no había sentimientos. Para mí era más difícil separar ambas cosas, y siempre me fue difícil entender cómo era tan fácil para ella poder tener sexo sin sentimientos y disfrutarlo tanto. Sentirla tan fácil, tan sexual y tan liberal me hacía sentir que debía dejarla, muchas veces lo pensé. Pero ella aseguraba que sólo era sexo, temía indagar más de su pasado, cuestionarla, juzgarla y creo que ella agradecía que no lo hiciera, sin embargo yo quería saber más. Ella era más del tipo... "disfrutemos el momento y olvídate del pasado y de lo demás", mientras que yo era más del tipo "y con quién más has estado? y en quién piensas? a quién deseas? te lo tirarías sólo una noche y ya?".
En lo que sí confiaba era en que ella siempre me contaba todo y hasta ese momento había querido involucrarme en todas sus aventuras y sus fantasías sexuales. Al hacerlo me sentía al menos considerado por ella. Pero sus constantes comentarios sobre otros hombres, me terminaron molestando mucho más de lo que pensé. Así que empezamos a tener discusiones algo frecuentes, sobre por qué me hablaba de esos tipos que le parecían buenos, o si se tiraría a alguien o no sólo por una noche o lo que comentaba con sus amigas sobre otros chicos, los tamaños de sus vergas y cómo la metían en la cama.
Yo estaba bien enganchado así que me cansé de esa situación y la mandé a volar un fin de semana, estábamos en un tono de sus amigas, en el que para variar nos habíamos cruzado con los primos de su ex, con los que tenía muchos amigos en común, y los había visto conversar muy de cerca mientras le daban de tomar unos shots de tequila. La situación se repetía y yo a verdad ya no podía soportar más, ese fin de semana sus familia tampoco estaría en casa así que habíamos quedado en volver a estar juntos los tres días. Pero al verla en ese plan le dije que me iba y la esperaría en su jato para hablar. Discutimos feo, ella se fue a un rincón con sus amigas a conversar, me dio una copia de su llave y me dijo que se quedaría.
Darme la llave me hizo pensar que al menos no todo estaba terminado, así que le di su "espacio" y me quité. En el camino a su jato, obviamente me entró el arrepentimiento, dejarla en un tono sola, con tragos, ese par de idiotas persiguéndola y encima luego de haber discutido? entré en razón y pensé que debía volver. Pero mi orgullo pudo más, me hice el valiente, pensé que le haría saber que me importaba tanto, así que seguí en camino a su jato, entré, me acomodé en su cama y la esperé. Estuve viendo algo de tele mientras esperaba, hasta que mi sueño pudo más y me quedé jato. No recuerdo exactamente qué me despertó, supongo el sonido de la puerta cuando Lucero entró a la casa, sólo recuerdo que ya había amanecido. Miré su despertador y eran más de las 9am! yo me había ido del tono como a las 3!. Me levanté empinchado, dispuesto a pedir explicaciones y terminar con todo en se momento. Cuando entró ella, bastante ebria, tambaleándose entre las paredes, con un olor a alcohol terrible, pero también bastante desarreglada. Los botones de la blusa mal puestos, el jean con el cierre subido pero no abotonado y otras muestras que claramente no habían podido suceder por más baile que haya metido en la fiesta.
Entró al cuarto, se sorprendió de verme, como si no recordara que habíamos quedado en que yo iría a su casa luego de separarnos en la fiesta. Me hervía la sangre por saber lo que había pasado, en el fondo me lo imaginaba, pero con quién habría estado? hombre? mujer? uno, dos....tres?? dónde lo habrían hecho? cómo? cuántas veces?. Eran demasiadas dudas y yo sin poder pronunciarlas y ella sin saber qué decir. Sólo se echó en la cama, balbuceó algo inentendible y se quedó dormida. Como a las 2pm se despertó. Con una tremenda resaca, estaríamos solos todo el día así que habría tiempo de explicaciones. Esas horas fueron interminables, de muchas dudas, mucho rencor, pero también mucho morbo.
Lucero despertó y lo primero que hizo fue ir al baño, no sólo tenía resaca sino el estómago destruido. Con el peor de los semblantes, fue hacia la sala donde yo estaba esperando aparentemente paciente, pero en realidad muy ansioso. Se veía muy avergonzada en el fondo, me saludó y trataba de evitar mirarme a los ojos, recuerdo que yo empecé diciendo... Me vas a contar exactamente todo lo que pasó. Ella detuvo sus movimientos mientras tomaba un poco de agua, se volteó y dijo... "No recuerdo exactamente qué pasó". Entonces empecé a indagar... qué significa eso? te dejé en la fiesta y llegas a tu casa como 6 horas después, dónde estuviste? La fiesta no pudo durar tanto, a dónde fuiste, con quién estuviste? qué estuviste haciendo?.
Lucero no decía nada, miraba a un lado, luego a otro, con gestos de no poder recordar. Entonces le dije, empecemos por el final, cómo llegaste aquí?
"No recuerdo exactamente, creo que en taxi o, no sé, o me trajo...". Quién? quién te trajo? o quién te mandó en taxi?. "No estoy segura. Creo que, Raúl (uno de los primos de su Ex). Entonces ardió troya. Le recriminé, qué había pasado, dónde había estado? qué habían hecho?. Le mencioné que llegó toda desarreglada. Ella ni se había cambiado, así que se podía ver bastante mal aún. Entonces me dijo que no lo sabía. Que no podía recordar, que tenía algunas imágenes perdidas de lo sucedido, pero nada concreto desde un rato antes de separarnos. Que Raúl debía saber, porque sí le parecía que él la había ayudado a llegar hasta la casa, que le parecía que le había tocado el culo al despedirse, o que la había manoseado por dentro de su pantalón, pero que era más como el recuerdo de un sueño.
Pensé que tal vez habría sido así, tal vez la siguieron en otro lado en grupo y luego él la acompañó a su casa y se aprovechó al verla tan ebria. No podía corroborar con nadie porque todos eran amigos de ella, no los conocía tan bien. Entonces le dije, arréglate, cámbiate, que vamos donde Raúl para averiguar qué pasó. Si él se aprovechó, lo voy a matar, vamos a su casa para averiguar qué pasó. Sabía que Lucero conocía su casa, porque alguna vez me contó que había ido con su ex a los cumpleaños de sus primos. Ella estaba lloroza, intentaba convencerme que no fuéramos, insistía que en serio no recordaba nada. Que quería sólo dormir y que las cosas quedaran ahí. Yo no podría vivir así, entonces la obligué, ella se alistó y salimos para la casa de Raúl.
Que situacion de
jajajaja
yo creo que la esperaba le decia lo que tenia que decir y acababa ahi
mas que obvio que la chica se odia asi misma y deja q le hagan lo que quieran
El problema es que te quita el balance de la vida y ya no disfrutas tanto como que te jode todo hasta en el trabajo te molesta todo esto y rindes menos...
contanos como acabo esto!!!
jajajaja
yo creo que la esperaba le decia lo que tenia que decir y acababa ahi
mas que obvio que la chica se odia asi misma y deja q le hagan lo que quieran
El problema es que te quita el balance de la vida y ya no disfrutas tanto como que te jode todo hasta en el trabajo te molesta todo esto y rindes menos...
contanos como acabo esto!!!
No lo sé Rick, Bro sigues iniciando sin terminar saludos
No yo hace rato la hubiera mandado a la. mejor me tiro a una puta me. Evito dolores de cabeza y perdida de energia
Rompechibolas
Sargento
Siga con el relato cofrade, cuente el desenlace, saludos
Charlie20
Sargento
Continuando con el relato...
Cuando llegamos a la susodicha casa, toqué el timbre muy insistente, hasta que salió uno de los tipos que esperaba ver, no tenía idea si era el tal Raúl o no. Él abrió los ojos como plato cuando vio a Lucero detrás mío. De inmediato preguntó qué queríamos, yo me metí a la casa en una, me fui hasta el centro de la sala y le exigí que me explicara qué había pasado con Lucero, que ella no recordaba nada. Él la miró, me miró de pies a cabeza, luego volvió a mirarla y le dijo..."que pendeja eres, así no debían ser las cosas, ahora explícale tú".
Yo no entendía ni , había entrado ofuscado, ahora además estaba confundido, entonces Lucero me tomó de la mano y me jaló para que nos sentáramos a conversar en el sofá. Mientras tanto el pata que nos recibió nos dejó solos. Lucero me sostenía de la mano y aún lloroza me dijo: "Lo siento mucho Charlie, en serio, soy una por hacerte esto. No tengo claro qué es lo que siento o cómo llevar una relación formal como tú quieres. Siento que soy muy chibola y quiero experimentar de todo, pero a la vez quiero estar contigo."
Yo la interrumpí, porque en ese momento, más allá de oirla decirme qué sentía o qué quería. Yo lo que no podía soportar era no saber qué había pasado esa madrugada, recuerdo que le dije... déjate de huevadas y dime ya qué pasó anoche? Lucero se sorprendió porque jamás le hablaba así. Entonces siguió.. "Recuerdas que me dejaste en la fiesta?, me jodió que te largaras así como si nada, así que me puse a bailar y seguí tomando con Raúl y Saúl (los primos de su ex), entonces me dijeron para seguirla aquí en su casa, yo les dije que sí, pero que vendría con mi amiga, ellos dijeron que normal, sus flacas no estaban así que vinimos sólo los 4. Ya sabes cómo me pongo con el trago, estuvimos tomando y conversando mucho durante horas, sólo temas sexuales, sobre aventuras, sexo salvaje y porno. Al final nos pusimos a bailar, mi amiga estaba muy ebria y bailaba perreo demasiado sensual con Saúl, así que terminaron chapando en uno de los sillones de por allá. Yo estaba bastante mareada también y la verdad muy excitada de ver cómo Saúl le metía mano a mi amiga, ella se dejaba y de hecho le corría la paja dentro del pantalón. Ya sabía cómo terminarían esos dos, así que me fui a la cocina a servirme más trago, cuando Raúl me agarró por detrás, se me pegó demasiado y pasando sus manos por delante, una subía hacia mis tetas y la otra bajaba a mi conchita, mientras me decía que había estado en el baño masturbándose pensando que me cachaba y se comía mi culito."
Yo estaba irracional, quería golpearla de lo furioso que me ponía con eso que me contaba, pero sólo apreté sus manos fuertes y dejé que continúe contándome... "Yo estaba muy borracha, sentía que no me podía resistir y la verdad es que tampoco quería, me sentía muy mojada por la situación. Raúl metió su mano hasta llegar a uno de mi senos y empezó a amasarlo y sobarme el pezón, por abajo metió la mano dentro del pantalón, por debajo de mi tanga e insistía en meterme la mano a la concha. Yo le sobaba el paquete que tenía durísimo, te juro que sentir esa verga dura por encima del jean terminó por doblegarme; cogía su mano sobre mi teta, entonces separé las piernas y dejé que me metiera mano en la concha, en esa conchita que debía ser sólo tuya, lo siento mucho pero no podía resistirme.
Pensé que lo dejaría tocarme hasta que me corriera, que luego del orgasmo lo dejaría, me iría de ahí. Pero el muy perro no quería sólo tocarme. Me abrió el pantalón, me hizo inclinar sobre la encimera de la cocina y me bajó todo de un solo tirón. No volteé, pero lo oí decir... , qué culaso se comió mi primo, tienes el tarraso más gordo y redondo que jamás me haya comido... sus palabras sólo me excitaron más. En la sala debían estar más avanzados, porque podía oir los gemidos de mi amiga, seguro Saúl la estaría clavando rico. Giré para ver a Raúl, él se bajó el jean y me dejo ver una pinga bastante dura, pero de tamaño normal, no me importó el grosor o si era más pequeña que la de mi ex o la tuya, en ese momento sólo quería pinga, así que lo agarré por el glande y lo jalé hacia mí. Tuvo que separar mis nalgas por lo grandes que son, apuntó su herramienta y empezó a clavarme por la concha, lo disfruté demasiado. No tiene la pinga grande, pero yo estaba hecha un mar de flujos desde antes que me la meta y la tenía lo suficientemente dura como para hacerme venir. No fue un polvo monumental, yo estaba muy arrecha y me vine a los pocos minutos, él no terminó pero igual se salió porque yo me tiré al piso de la corrida y lo borracha que andaba. Me puse la ropa y cogí mis cosas. Raúl me cogió del brazo, me recriminó que él no había terminado, así que le prometí que se la debía, pero que sería como yo quisiera y le aseguré que no se arrepentiría. Fui a la sala, Saúl se clavaba a mi amiga en cuatro, la estaba partiendo en dos, pude ver que tenía la verga más grande. Le dije a mi amiga, que me largaba, entre jadeos y gemidos asintió con la cabeza, algo más repuesta y espero consciente, salí, tomé un taxi y fui a la casa".
Ahora era yo el que estaba llorozo, quería partirle la cara a ella y luego a Raúl. Pero el cariño que aún le tenía me lo impidieron, lo que no pude evitar, y Lucero notó fácilmente, es que tenía la pinga dura. Ella puso su mano sobre mi miembro y me dijo... "Sé que te jode, discúlpame que te haga esto, pero es que no puedo evitarlo, no puedo evitar sentir que quiero experimentar. Tirar con Raúl no fue planeado y tampoco fue un polvazo, pero era lo que sentía que quería hacer en ese momento. Ahora ya sabes por qué estamos aquí?".
Su pregunta me dejó huevón, me había perdido en la historia y no reparé en que ella me había llevado hasta allá, Raúl le había dicho "que pendeja eres" cuando entramos, entonces quería decir que estábamos ahí para que ella pagara su "deuda" con Raúl por no haberse vaciado antes?
Lucero se puso de rodillas en el piso y empezó a abrirme el pantalón, todo pasó muy rápido, estábamos discutiendo 1 minuto antes y luego ella me estaba chupando la pinga. Yo la miraba y no sabía si golpearla o cogerla del pelo y meterle la pinga lo más profundo que podía en la garganta. El sonido de mi verga mojada por pre seminal y sus saliva, sumada al sonido exagerado de los chupetones y succiones que me daba, debieron llamar la atención de los demás. Porque al rato entraban en la sala, Raúl, Saúl y para sorpresa mía, también el ex de Lucero. Cuando lo ví, saqué mi verga de la boca de Lucero y pregunté, qué carajo es esto?. Lucero volteó y ví en ella también una expresión de sorpresa, efectivamente no se esperaba que él estuviera ahí. Volteó de inmediato y me juró, rejuró y aseguró que su ex no había estado con ellos horas antes.
Raúl dijo, "Lo llamamos luego que te fuiste, tu amiga estaba demasiado arrecha, demasiado caliente y quería más pinga, así que le preguntamos si querría una tercera verga y ella dijo que sí". Lucero se desencajó, entonces preguntó por ella. Saúl dijo, "está arriba durmiendo, bien placenteramente, le hemos dato huevo hasta el cansancio y se quedó dormida después que los tres eyaculáramos en su cara, para eso viniste no? para que te hagamos lo mismo". Yo quería irme, mientras Lucero me la chupaba un momento antes, mi mente no pensaba bien y había aceptado en parte el motivo por el que estábamos ahí, tal vez hasta dejaría que pase, pensaba nuevamente que Lucero había querido que yo esté presente. Pero esto del ex era otra cosa, eso no lo aceptaría. Pero estos malnacidos volvieron a sorprenderme, por detrás del ex de Lucero, aparecía en una especie de pijama muy delgada, su flaca. Aquella tetona que me hizo ver el cielo con esa rusa que me metió y con la que debo confesar, me corrí la paja muchas veces recordándola después de ese encuentro.
Entonces el ex de Lucero dijo, "Hagamos esto, dirigiéndose a mí, yo te dejo a solas con mi flaca en una de las habitaciones y tú nos dejas a Lucero en la otra. No te equivoques, nosotros no la buscamos, sólo queremos hacerles un favor a los dos, tu culona es una cachera, es una puta y ninguno de nosotros la puede saciar por su cuenta. Nunca hemos podido, mi flaca es una perra en la cama, pero tiene sus límites. Lucero, perdió esos límites hace mucho y luego que nos la tiremos, dejaremos que ella te lo cuente. Podríamos hacer esto a solas, podríamos hacerlo otro día sin tí, pero así lo quiso ella".
Puta madre! pensé yo. En donde estoy, quienes son estos cojudos que andan intercambiando hembras y tirando como quieren, peo sobre todo, con quien estoy liado? quién es Lucero en realidad? qué tiene que contarme? hay más cosas que esta puta situación que me está pasando ahorita? Mientras lo pensaba, Lucero se puso de pie, se fue hacia ellos mientras la flaca venía hacia mí, cuando se sentó a mi lado, me agarró de la base del pene y me dijo... "tu flaca es demasiado perra para tí, déjala que se largue con ellos, tú y yo vamos a disfrutar mucho esto, pero dependerá de tí si quieres saber cómo disfruta ella.....No paro de pensar en tu verga gruesa, que encaja perfecta en mis tetas y mi concha, todos mis agujeros son tuyos hoy, hazme lo que quieras. Pero házmelo todo, no te quedes con nada, porque créeme que Lucero no se restringirá nada." No podía creer que esa flaca hablara así de Lucero, como si insinuara que la conocía más que yo, tal vez no, pero creo que sí sabía cómo se comportaban las mujeres como ella.
Yo seguía confundido, pero nuevamente todo pasaba demasiado rápido, Lucero se iba con tres hombres!!! hacia una de las habitaciones. No me lo creía, me cogía la cara y bajaba la mirada, hasta que sentí que la flaca me empezaba a pajear con fuerza. Con tanto dolor, celos, envidia, cólera y remordimiento, mi pinga se había vuelto flácida. Ella se puso de pie, se calateó rápidamente y avanzó hacia las escaleras, yo la seguí y subidos juntos.
La primera habitación a la derecha era donde estaba Lucero, asomé la cabeza y ví como los tres la besaban y manoseaban mientras ella estaba tendida en la cama boca arriba. Completamente calata, su ex le abría las piernas imaginé que para hacerle un cunnilingus, mientras sus primos se desvivían chupando y manoseando uno cada teta. No pude ver el rostro de Lucero, pero imaginaba que lo disfrutaba mucho, sólo oía sus gemidos y sus "aaahhhhhh, uuuuuhhhmmmm, aaasiiiiii". La imaginé con los ojos cerrados, mordiéndose el labio, apretando las manos, tratando de cerrar las piernas y gozando como toda una perra.
La flaca me esperaba en la habitación de la izquierda del pasillo, tan solo entrar, empezamos a besarnos, sin embargo yo no estaba totalmente consciente de esos besos, parte de mi mente estaba en la otra habitación y mis oídos atentos a los gemidos de Lucero, al sonido de la cama, a cualquier sonido que me diera indicios de lo que estaba pasando. La flaca lo notó y me preguntó... "quieres que vayamos con ellos? para algunos es más difícil de aceptar si no saben lo que pasó o dejó de pasar, la culpa y la duda los llena de resentimientos si su cabeza empieza a llenar esos vacíos, si gustas vamos. Pero así como Lucero es de ellos, el trato es que tú eres sólo mío y yo sólo tuya".
No sabía qué hacer, lo que decía ella tenía sentido, pero no sabía si podría soportar ver a Lucero así, tocada, manoseada, besada, lamida, chupada, cogida, penetrada, clavada por tres hombres. Y peor aún, no sabía si soportaría verla gozarlo. Alguna vez ya me había pedido que me retirara, cuando lo hizo con su ex en frente mío, me había pedido que no la oyera, que no la viera, porque seguramente se alocaba salvajemente. Eso era lo que yo quería ver? o podría vivir sin verla y disfrutando a solas con esta flaca?
Me metí de lleno al cuarto, pero no cerré la puerta. Iba a disfrutar de la flaca y usaría los gemidos de Lucero para animarme a hacer más con ella. Empezamos con caricias y besos por todo el cuerpo, nos conocíamos pero no nos habíamos disfrutado como debíamos, ahora solos, empecé a besarle los pechos con total dedicación, lamía, besaba, succionaba, apretaba y pellizcaba cada centímetro de esas enormes ubres. Que se calentaban y se ponían cada vez más firmes. Me envicié con esas tetazas, mientras oía que en la otra habitación Lucero llegaba a su primer orgasmo, seguramente producto del oral que le hacían. Así que decidí bajar a hacer lo propio, mi lengua empezó a urgar entre sus labios vaginales, la lamía de arriba a abajo, desde el clítoris al perineo, de lado a lado por encima de sus labios mayores y menores; la mujer se desbordaba de humedad y gemía, gemía y gritaba que no parase. Mientras lo hacía sus tetas bamboleaban ahora como dos pirámides, erguidas y señoriales, mientras yo colaba dos dedos dentro de su vagina, la penetraba y estimulaba su punto G, al mismo tiempo que con la lengua le lamía el clítoris. En el otro cuarto, Lucero ya no gritaba, sólo se oían ruidos guturales, "uuuugugggg, aaaaggggggggg, uuuhhmmmmmm". En mi mente la imaginaba, clavada por la concha, por el culo y la garganta. Los celos, la rabia y la envidia aún estaban ahí, pero también se aproximaba el orgasmo de la flaca así que dejé a Lucero de lado en mi mente y me dediqué a terminar de darle un oral vibrante a mi tetona. Ella lo agradeció gritando.." Diiiioooooossss!!!! que lenguaaaaaa!!!, me cooorroooooooo!".
Oí que Lucero dejó de gritar un momento, pero a los segundos, retomó nuevamente su ritmo. Parte de mí quería ir a verla, saber qué le hacían exactamente y cómo lo disfrutaba ella, qué expresiones usaba, qué gestos. Pero otra parte no deseaba saber, intuía que no lo soportaría. La flaca se recuperó y se subió encima mío, hábilmente me tumbó en la cama, se perfiló para clavársela y se la metió toda hasta el fondo de una sola sentada. Gritó un "Uuuuuuuffff que gorda la tienes". Llevé mis mano a esas tetas que tanto ansiaba y que a la que tantas pajas había dedicado. Empezó a subir y bajar ella sola, hasta que retomó mi ritmo, el que yo marcaba cogiéndola de las tetazas, tiraba de ella para arriba y abajo. Los dos lo estábamos disfrutando demasiado. Entonces, de la otra habitación, oía que Lucero gritaba.. "Noooo carajo! sólo uno! , apártate!". Qué había sido eso? si no la habían estado cachando los tres, sería que sólo quería uno a la vez? o sería que quisieron meterle dos pingas por el mismo agujero? con las dimensiones de su ex, tenían que haber sido los primos, o no? qué agujero habría sido?
Cuando llegamos a la susodicha casa, toqué el timbre muy insistente, hasta que salió uno de los tipos que esperaba ver, no tenía idea si era el tal Raúl o no. Él abrió los ojos como plato cuando vio a Lucero detrás mío. De inmediato preguntó qué queríamos, yo me metí a la casa en una, me fui hasta el centro de la sala y le exigí que me explicara qué había pasado con Lucero, que ella no recordaba nada. Él la miró, me miró de pies a cabeza, luego volvió a mirarla y le dijo..."que pendeja eres, así no debían ser las cosas, ahora explícale tú".
Yo no entendía ni , había entrado ofuscado, ahora además estaba confundido, entonces Lucero me tomó de la mano y me jaló para que nos sentáramos a conversar en el sofá. Mientras tanto el pata que nos recibió nos dejó solos. Lucero me sostenía de la mano y aún lloroza me dijo: "Lo siento mucho Charlie, en serio, soy una por hacerte esto. No tengo claro qué es lo que siento o cómo llevar una relación formal como tú quieres. Siento que soy muy chibola y quiero experimentar de todo, pero a la vez quiero estar contigo."
Yo la interrumpí, porque en ese momento, más allá de oirla decirme qué sentía o qué quería. Yo lo que no podía soportar era no saber qué había pasado esa madrugada, recuerdo que le dije... déjate de huevadas y dime ya qué pasó anoche? Lucero se sorprendió porque jamás le hablaba así. Entonces siguió.. "Recuerdas que me dejaste en la fiesta?, me jodió que te largaras así como si nada, así que me puse a bailar y seguí tomando con Raúl y Saúl (los primos de su ex), entonces me dijeron para seguirla aquí en su casa, yo les dije que sí, pero que vendría con mi amiga, ellos dijeron que normal, sus flacas no estaban así que vinimos sólo los 4. Ya sabes cómo me pongo con el trago, estuvimos tomando y conversando mucho durante horas, sólo temas sexuales, sobre aventuras, sexo salvaje y porno. Al final nos pusimos a bailar, mi amiga estaba muy ebria y bailaba perreo demasiado sensual con Saúl, así que terminaron chapando en uno de los sillones de por allá. Yo estaba bastante mareada también y la verdad muy excitada de ver cómo Saúl le metía mano a mi amiga, ella se dejaba y de hecho le corría la paja dentro del pantalón. Ya sabía cómo terminarían esos dos, así que me fui a la cocina a servirme más trago, cuando Raúl me agarró por detrás, se me pegó demasiado y pasando sus manos por delante, una subía hacia mis tetas y la otra bajaba a mi conchita, mientras me decía que había estado en el baño masturbándose pensando que me cachaba y se comía mi culito."
Yo estaba irracional, quería golpearla de lo furioso que me ponía con eso que me contaba, pero sólo apreté sus manos fuertes y dejé que continúe contándome... "Yo estaba muy borracha, sentía que no me podía resistir y la verdad es que tampoco quería, me sentía muy mojada por la situación. Raúl metió su mano hasta llegar a uno de mi senos y empezó a amasarlo y sobarme el pezón, por abajo metió la mano dentro del pantalón, por debajo de mi tanga e insistía en meterme la mano a la concha. Yo le sobaba el paquete que tenía durísimo, te juro que sentir esa verga dura por encima del jean terminó por doblegarme; cogía su mano sobre mi teta, entonces separé las piernas y dejé que me metiera mano en la concha, en esa conchita que debía ser sólo tuya, lo siento mucho pero no podía resistirme.
Pensé que lo dejaría tocarme hasta que me corriera, que luego del orgasmo lo dejaría, me iría de ahí. Pero el muy perro no quería sólo tocarme. Me abrió el pantalón, me hizo inclinar sobre la encimera de la cocina y me bajó todo de un solo tirón. No volteé, pero lo oí decir... , qué culaso se comió mi primo, tienes el tarraso más gordo y redondo que jamás me haya comido... sus palabras sólo me excitaron más. En la sala debían estar más avanzados, porque podía oir los gemidos de mi amiga, seguro Saúl la estaría clavando rico. Giré para ver a Raúl, él se bajó el jean y me dejo ver una pinga bastante dura, pero de tamaño normal, no me importó el grosor o si era más pequeña que la de mi ex o la tuya, en ese momento sólo quería pinga, así que lo agarré por el glande y lo jalé hacia mí. Tuvo que separar mis nalgas por lo grandes que son, apuntó su herramienta y empezó a clavarme por la concha, lo disfruté demasiado. No tiene la pinga grande, pero yo estaba hecha un mar de flujos desde antes que me la meta y la tenía lo suficientemente dura como para hacerme venir. No fue un polvo monumental, yo estaba muy arrecha y me vine a los pocos minutos, él no terminó pero igual se salió porque yo me tiré al piso de la corrida y lo borracha que andaba. Me puse la ropa y cogí mis cosas. Raúl me cogió del brazo, me recriminó que él no había terminado, así que le prometí que se la debía, pero que sería como yo quisiera y le aseguré que no se arrepentiría. Fui a la sala, Saúl se clavaba a mi amiga en cuatro, la estaba partiendo en dos, pude ver que tenía la verga más grande. Le dije a mi amiga, que me largaba, entre jadeos y gemidos asintió con la cabeza, algo más repuesta y espero consciente, salí, tomé un taxi y fui a la casa".
Ahora era yo el que estaba llorozo, quería partirle la cara a ella y luego a Raúl. Pero el cariño que aún le tenía me lo impidieron, lo que no pude evitar, y Lucero notó fácilmente, es que tenía la pinga dura. Ella puso su mano sobre mi miembro y me dijo... "Sé que te jode, discúlpame que te haga esto, pero es que no puedo evitarlo, no puedo evitar sentir que quiero experimentar. Tirar con Raúl no fue planeado y tampoco fue un polvazo, pero era lo que sentía que quería hacer en ese momento. Ahora ya sabes por qué estamos aquí?".
Su pregunta me dejó huevón, me había perdido en la historia y no reparé en que ella me había llevado hasta allá, Raúl le había dicho "que pendeja eres" cuando entramos, entonces quería decir que estábamos ahí para que ella pagara su "deuda" con Raúl por no haberse vaciado antes?
Lucero se puso de rodillas en el piso y empezó a abrirme el pantalón, todo pasó muy rápido, estábamos discutiendo 1 minuto antes y luego ella me estaba chupando la pinga. Yo la miraba y no sabía si golpearla o cogerla del pelo y meterle la pinga lo más profundo que podía en la garganta. El sonido de mi verga mojada por pre seminal y sus saliva, sumada al sonido exagerado de los chupetones y succiones que me daba, debieron llamar la atención de los demás. Porque al rato entraban en la sala, Raúl, Saúl y para sorpresa mía, también el ex de Lucero. Cuando lo ví, saqué mi verga de la boca de Lucero y pregunté, qué carajo es esto?. Lucero volteó y ví en ella también una expresión de sorpresa, efectivamente no se esperaba que él estuviera ahí. Volteó de inmediato y me juró, rejuró y aseguró que su ex no había estado con ellos horas antes.
Raúl dijo, "Lo llamamos luego que te fuiste, tu amiga estaba demasiado arrecha, demasiado caliente y quería más pinga, así que le preguntamos si querría una tercera verga y ella dijo que sí". Lucero se desencajó, entonces preguntó por ella. Saúl dijo, "está arriba durmiendo, bien placenteramente, le hemos dato huevo hasta el cansancio y se quedó dormida después que los tres eyaculáramos en su cara, para eso viniste no? para que te hagamos lo mismo". Yo quería irme, mientras Lucero me la chupaba un momento antes, mi mente no pensaba bien y había aceptado en parte el motivo por el que estábamos ahí, tal vez hasta dejaría que pase, pensaba nuevamente que Lucero había querido que yo esté presente. Pero esto del ex era otra cosa, eso no lo aceptaría. Pero estos malnacidos volvieron a sorprenderme, por detrás del ex de Lucero, aparecía en una especie de pijama muy delgada, su flaca. Aquella tetona que me hizo ver el cielo con esa rusa que me metió y con la que debo confesar, me corrí la paja muchas veces recordándola después de ese encuentro.
Entonces el ex de Lucero dijo, "Hagamos esto, dirigiéndose a mí, yo te dejo a solas con mi flaca en una de las habitaciones y tú nos dejas a Lucero en la otra. No te equivoques, nosotros no la buscamos, sólo queremos hacerles un favor a los dos, tu culona es una cachera, es una puta y ninguno de nosotros la puede saciar por su cuenta. Nunca hemos podido, mi flaca es una perra en la cama, pero tiene sus límites. Lucero, perdió esos límites hace mucho y luego que nos la tiremos, dejaremos que ella te lo cuente. Podríamos hacer esto a solas, podríamos hacerlo otro día sin tí, pero así lo quiso ella".
Puta madre! pensé yo. En donde estoy, quienes son estos cojudos que andan intercambiando hembras y tirando como quieren, peo sobre todo, con quien estoy liado? quién es Lucero en realidad? qué tiene que contarme? hay más cosas que esta puta situación que me está pasando ahorita? Mientras lo pensaba, Lucero se puso de pie, se fue hacia ellos mientras la flaca venía hacia mí, cuando se sentó a mi lado, me agarró de la base del pene y me dijo... "tu flaca es demasiado perra para tí, déjala que se largue con ellos, tú y yo vamos a disfrutar mucho esto, pero dependerá de tí si quieres saber cómo disfruta ella.....No paro de pensar en tu verga gruesa, que encaja perfecta en mis tetas y mi concha, todos mis agujeros son tuyos hoy, hazme lo que quieras. Pero házmelo todo, no te quedes con nada, porque créeme que Lucero no se restringirá nada." No podía creer que esa flaca hablara así de Lucero, como si insinuara que la conocía más que yo, tal vez no, pero creo que sí sabía cómo se comportaban las mujeres como ella.
Yo seguía confundido, pero nuevamente todo pasaba demasiado rápido, Lucero se iba con tres hombres!!! hacia una de las habitaciones. No me lo creía, me cogía la cara y bajaba la mirada, hasta que sentí que la flaca me empezaba a pajear con fuerza. Con tanto dolor, celos, envidia, cólera y remordimiento, mi pinga se había vuelto flácida. Ella se puso de pie, se calateó rápidamente y avanzó hacia las escaleras, yo la seguí y subidos juntos.
La primera habitación a la derecha era donde estaba Lucero, asomé la cabeza y ví como los tres la besaban y manoseaban mientras ella estaba tendida en la cama boca arriba. Completamente calata, su ex le abría las piernas imaginé que para hacerle un cunnilingus, mientras sus primos se desvivían chupando y manoseando uno cada teta. No pude ver el rostro de Lucero, pero imaginaba que lo disfrutaba mucho, sólo oía sus gemidos y sus "aaahhhhhh, uuuuuhhhmmmm, aaasiiiiii". La imaginé con los ojos cerrados, mordiéndose el labio, apretando las manos, tratando de cerrar las piernas y gozando como toda una perra.
La flaca me esperaba en la habitación de la izquierda del pasillo, tan solo entrar, empezamos a besarnos, sin embargo yo no estaba totalmente consciente de esos besos, parte de mi mente estaba en la otra habitación y mis oídos atentos a los gemidos de Lucero, al sonido de la cama, a cualquier sonido que me diera indicios de lo que estaba pasando. La flaca lo notó y me preguntó... "quieres que vayamos con ellos? para algunos es más difícil de aceptar si no saben lo que pasó o dejó de pasar, la culpa y la duda los llena de resentimientos si su cabeza empieza a llenar esos vacíos, si gustas vamos. Pero así como Lucero es de ellos, el trato es que tú eres sólo mío y yo sólo tuya".
No sabía qué hacer, lo que decía ella tenía sentido, pero no sabía si podría soportar ver a Lucero así, tocada, manoseada, besada, lamida, chupada, cogida, penetrada, clavada por tres hombres. Y peor aún, no sabía si soportaría verla gozarlo. Alguna vez ya me había pedido que me retirara, cuando lo hizo con su ex en frente mío, me había pedido que no la oyera, que no la viera, porque seguramente se alocaba salvajemente. Eso era lo que yo quería ver? o podría vivir sin verla y disfrutando a solas con esta flaca?
Me metí de lleno al cuarto, pero no cerré la puerta. Iba a disfrutar de la flaca y usaría los gemidos de Lucero para animarme a hacer más con ella. Empezamos con caricias y besos por todo el cuerpo, nos conocíamos pero no nos habíamos disfrutado como debíamos, ahora solos, empecé a besarle los pechos con total dedicación, lamía, besaba, succionaba, apretaba y pellizcaba cada centímetro de esas enormes ubres. Que se calentaban y se ponían cada vez más firmes. Me envicié con esas tetazas, mientras oía que en la otra habitación Lucero llegaba a su primer orgasmo, seguramente producto del oral que le hacían. Así que decidí bajar a hacer lo propio, mi lengua empezó a urgar entre sus labios vaginales, la lamía de arriba a abajo, desde el clítoris al perineo, de lado a lado por encima de sus labios mayores y menores; la mujer se desbordaba de humedad y gemía, gemía y gritaba que no parase. Mientras lo hacía sus tetas bamboleaban ahora como dos pirámides, erguidas y señoriales, mientras yo colaba dos dedos dentro de su vagina, la penetraba y estimulaba su punto G, al mismo tiempo que con la lengua le lamía el clítoris. En el otro cuarto, Lucero ya no gritaba, sólo se oían ruidos guturales, "uuuugugggg, aaaaggggggggg, uuuhhmmmmmm". En mi mente la imaginaba, clavada por la concha, por el culo y la garganta. Los celos, la rabia y la envidia aún estaban ahí, pero también se aproximaba el orgasmo de la flaca así que dejé a Lucero de lado en mi mente y me dediqué a terminar de darle un oral vibrante a mi tetona. Ella lo agradeció gritando.." Diiiioooooossss!!!! que lenguaaaaaa!!!, me cooorroooooooo!".
Oí que Lucero dejó de gritar un momento, pero a los segundos, retomó nuevamente su ritmo. Parte de mí quería ir a verla, saber qué le hacían exactamente y cómo lo disfrutaba ella, qué expresiones usaba, qué gestos. Pero otra parte no deseaba saber, intuía que no lo soportaría. La flaca se recuperó y se subió encima mío, hábilmente me tumbó en la cama, se perfiló para clavársela y se la metió toda hasta el fondo de una sola sentada. Gritó un "Uuuuuuuffff que gorda la tienes". Llevé mis mano a esas tetas que tanto ansiaba y que a la que tantas pajas había dedicado. Empezó a subir y bajar ella sola, hasta que retomó mi ritmo, el que yo marcaba cogiéndola de las tetazas, tiraba de ella para arriba y abajo. Los dos lo estábamos disfrutando demasiado. Entonces, de la otra habitación, oía que Lucero gritaba.. "Noooo carajo! sólo uno! , apártate!". Qué había sido eso? si no la habían estado cachando los tres, sería que sólo quería uno a la vez? o sería que quisieron meterle dos pingas por el mismo agujero? con las dimensiones de su ex, tenían que haber sido los primos, o no? qué agujero habría sido?
Charlie20
Sargento
Puta madre, eso me desconcentraba, mi pinga perdió rigidez nuevamente, entonces la flaca se bajó y mirándome a los ojos, me dijo "huevon! se la están cachando los tres! mi flaco tiene la pinga más grande que hayamos visto todas con las que ha estado, así que la va a reventar, le va a dejar la concha, el culo y la boca tan estropeada que te la vas a llevar de aquí arrastrándola y jamás será igual. Cuando se la metas, si es que te deja clavarla nuevamente, te va a bailar en esos agujeros. Crees que ella quiere tirar con ellos uno por uno? por algo quería a los tres, porque ni uno, ni dos, ni tres le son suficientes, por más pingon que sea mi flaco. Ella es una puta, una perra insaciable, una ninfómana, una enferma mama vergas, que sólo quiere placer sexual duro y salvaje. Ella no quiere tus caricias ni besitos, ella quiere que la cachen fuerte, duro, al punto de la violación. Ella quiere que le metan dos o hasta las tres pingas por la boca, por la concha y por el ano. Tú crees que ese culo no va a aguantar? mañana no se va a poder sentar pero te apuesto que se aguanta las tres pingas dentro!!!, así que carajo olvídate de ella y mira lo que te estoy regalando, aprovecha que soy toda tuya, cáchame como crees que se la cachan a ella, clávame como quieras, méteme, dedos, pinga,manos, no me importa. Yo soy tu venganza pero tú eres la mía también"
Carajo pensé! la flaca me había soltado en unos segundos todo lo que una parte de mí pensaba y que otra prefería no hacer caso. Ella tenía razón, si estábamos ahí era por Lucero, porque siempre lo había planeado, porque así lo había querido.
Me senté delante de la flaca y empecé a comerle la boca, la besaba, frotaba su lengua con la mía, le mordía los labios, mientras una mano amasaba esas tetazas y la otra buscaba su ano, sí, esta vez no bajé a manosearle el culo, me fui de frente al ano y empecé a meter parte de mi dedo medio en él. Ella lo sintió y sentí que quiso reaccionar pero tal vez recordó su rol en ese momento y se dejó hacer. Ella me pajeaba a dos manos y yo dejé sus tetas para concentrar mis esfuerzos en su culo, pensé que para una tetona como ella sería algo nuevo que alguien le amase el culo con tanta vehemencia...y no me equivoqué.
La flaca empezó a arquear la espalda, se acercó más a mí, me ofrecía la tetas tal vez de manera inconsciente y automática, pero yo preferí morderle y lamerle el cuello mientras mis dos manos separaban sus nalgas, las amasaban, las estrujaban y metía ahora un dedo de cada mano en su ano. Que delicia sentirlo tan apretado, seguramente no lo entregaba mucho, o tal vez no se lo pedían mucho. Claro, con esas tetas, su flaco seguro prefería una rusa y clavarla mientras le retumbaban esos senos hermosos. Me agarró de la cabeza y me dio un nuevo chape y dijo "que rico me agarraste, así te quiero, hoy nos desquitamos los dos!". Ella bajó a mi verga y empezó a chuparla. Me tumbó de nuevo en la cama y como en mis mejores fantasías, empezó a rodear mi pinga con sus tetas y comenzó a pajearme con ellas. Qué morbo, era una delicia disfrutar de esas tetas, suaves pero firmes, enormes y tonificadas. Ella escupía a mi pinga y esparcía su saliva con sus tetas para facilitar la masturbación, mientras entre sus dedos aprisionaba sus pezones. Con su mirada fija en mis ojos, me decía lo mucho que disfrutaba sentir una verga gruesa en sus tetas, y cómo podía sentir las venas de mi pinga latir mientras apretaba más y más.
No tardé mucho en sentir que se subía la lechada desde los huevos, así que la cogí del pelo y abriéndole la boca con la mano, le metí la verga, la agarré de la cabeza y tiré hacia abajo buscando meter todo. No fue posible y ella hacía fuerza para soltarse, se salió y dijo..."! no respirommmm", la volví a clavar fuerte y esta vez se acomodó de manera que entró todo, la tuve ahí mientras subía y bajaba de a pocos, ella tosía, daba algunas arcadas y tenía los ojos a punto de explotar.
Entonces empecé a gemir como enfermo, me corría, me venía y muy fuerte, esta flaca me estaba arrancando la leche desde lo más profundo de mis testículos, empecé a gritar anunciando que me venía, traté de aguantar mi corrida unos segundos mientras disfrutaba del orgasmo al que me había hecho llegar, esa sensación de ansiedad, mezclada con placer y la fuerza que hay que hacer para no botar el semen, mientras uno se resiste, hice que durara todo lo que me fue humanamente posible, hasta que le solté todo dentro de la garganta. Pude sentir cómo me rebotaba parte del semen dada la posición, fui retirando de a pocos mi verga mientras todavía palpitaba soltando algunos borbotones. Ella lo tosía, respiraba profundamente recuperando el aliento y recogía con la mano los gotones de leche con saliva que se le escurrían, para metérselos hasta el fondo con dos de sus dedos.
Durante ese tiempo me olvidé de los ruidos de la otra habitación, no podía recordar si habría habido silencio o es que ni me importó. Luego de esa tremenda corrida sentí una paz única, la flaca sonrió con una sonrisa entre pícara y arrecha, como queriendo más. Yo recliné mi cabeza al techo totalmente relajado, mientras ahora sí regresaba mi sentido del oído y podía escuchar lapos que seguramente irían al culaso de Lucero. El sonido de una pelvis chocando con sus nalgotas, sus gemidos algo ahogados, seguramente porque tendría una pinga en la boca y algunos gritos de dolor, imaginaba porque le estarían dando también anal. Sorprendentemente me dolía menos, me importaba menos.
Yo estaba muy relajado, pero quería seguir disfrutando de esta tetona, así que volteé hacia ella, le di la vuelta boca abajo y empecé a lamerle todo el cuerpo, desde la nuca hasta los tobillos. Fueron minutos en los que besé, mordí, amasé, apreté y lamí todo lo que quise.
Volvía a su culo y me di cuenta que era muy rico, separé sus nalgas y enterré mi cabeza entre ellas. Sentía sus nalgas rebotar mientras le lamía la concha desde atrás. No eran las nolgotas carnosas de Lucero, pero éstas estaban muy firmes y redondas, más musculosas pensé. La flaca se retorcía de placer y ya empezaba a mojarse a mares, utlizaba esa humedad para lubricar el camino hacia su ano. entonces retomé la metida de dedos, primero uno y luego dos, ella no decía nada, ninguna seña de dolor, aunque lo movimientos de su culo la delataban, no estaba muy acostumbrada pero sí muy dispuesta. Empecé a meter y sacar dos dedos de su ano, como si fuera un tornillo, girándolo a la derecha mientras entraba y hacia la izquierda mientras salía. Ahora sí gemía y gritaba... "así, así, perfórame el ano, así, dame más, mételo más, quiero otro, dame otro!". Entonces metí el tercer dedo, aunque ya no podía ir tan profundo, sí mantuve los movimientos rotativos.
Ella se terminó saliendo, giró la cabeza y me dijo, "cáchame el ano, utilízame!". Yo le hice caso, así que la acomodé en cuatro, ella se puso en perrito sacando el culo más de la cuenta, me deleite viendo eso. La cogí de las caderas y sin cogerme la verga la llevé a su ano, que ya estaba bastante dilatado y empecé a penetrarla. Sólo de sentir mi glande entrando, empezó a chillar, diciendo ..."Así, así duro!! quiero tu vergota gruesa en mi ano!, métemela duro!".. Seguí entrando, metí casi la mitad hasta que sentí que la resistencia aumentaba y las paredes de su ano me impedían seguir con facilidad. Entonces la flaca giró y gritó "clávala!, clávala carajo!, no me dejes así, la quiero sentir en el estómago!". La ví totalmente arrecha y desenfadada, así que la agarré bien de las nalgas y caderas, me acomodé mejor y de una sola me retiré despacio y la perforé con fuerza. mi verga estaba tan dura y su ano tan cerrado a esa profundidad que me dolió a mí también, no logré meter todo, pero sí casi todo, ella grito ... "Aaaaauuuuuuu siiiiiiiiii, eso quería!, dame más!", así que nuevamente me retiré hasta la punta del glande y la volví a clavar, con más fuerza, como queriendo violarla, sabiendo que le dolería y a mí también, pero queriendo sentir ese dolor, esta vez sí llegué a fondo, me quedé ahí un rato y me apoyé en su cadera y me fui hasta su hombro, la flaca jadeada, sudaba y gritaba de placer, se sentía llena decía ella.
La empecé a cachar anal de esa manera, sacando y metiendo todo, durante un buen rato, sólo podía oir sus gemidos, sus jadeos, sus quejas entre dolor y placer, el sonido de sus tetas chocando entre sí en cada embestida y cada retirada, mi pelvis chocando su culito cada vez que me iba hasta el fondo, su ano haciendo sonidos mientras se dilataba, mi respiración a mil y la de ella mucho más acelerada.
Yo seguía y seguía cachando ese ano, hasta que ella gritó ... "basta! basta! ya no puedo más!, vente! vente! me desgarras por dentro!, te siento demasiado grueso!". Yo no hice caso, entonces quise oir qué pasaba al otro lado, pero no podía oir nada, entonces aceleré el ritmo, la clavé con más fuerza, yo también estaba a punto de venirme y ella lo disfrutó, hacía un rato que se estaba masturbando la concha así que los dos lo hicimos más rápido, hasta que no puede aguantar más y le solté nuevamente toda mi leche, descargué mi semen, junto con unos buenos chorros de dolor y celos, que ella acogió con entereza en sus intestinos. Ella llegó al orgasmo mientras yo descargaba mi segundo chorro y lo gritó de una manera que debieron oirla en toda la cuadra. Me retiré despacio, sobando su culo y admirando ese ano destruido por mí, me salí para irme al baño, ella se quedó echada en la cama, aún con el culo en pompa.
Al salir de la habitación para ir al baño compartido, no pude oir ningún gemido, ningún movimiento de la otra habitación. Me acerqué cauteloso, no quería que Lucero me viera llegar, quería que al igual que yo, ella se imaginara que no me importaba que le pasara. Apenas asomé la cabeza la vi sola en la cama, con la ropa interior puesta pero con el cuerpo deshecho, se le notaban marcas en los hombros, cuello, en sus tetas, las caderas estaban rojas y sus piernas también. No podía ver su culo o sus partes íntimas pero intuía que estarían bastante maltratadas. Su boca tenía un moretón en un lado. Me vio, se sorprendió que yo mirara creo, pasé todo el cuerpo al marco de la puerta y pudo verme ahí, parado, rojo y sudoroso por el cache que le acababa de meter a la flaca y con la verga algo más flácida pero aún gruesa y muy sucia por el anal sin condón que acababa de hacerle. Lucero abrió los ojos sorprendida, tal vez no se esperaba que lo hubiéramos hecho anal. Se llevó las manos a la cara. Le pregunté qué había pasado, si es que quería contármelo, sólo dijo.. "me trataron como lo que soy, como me merezco, como una perra ninfómana que busca 5 minuto de placer salvaje y extremo. Luego se largaron por unas cervezas, salieron a comprar hace un momento. Nos oiste?".
Quise hacerme el orgulloso y decir que había cerrado la puerta o que los gemidos de mi habitación no me habían dejado, pero seguía siendo Lucero, seguía sintiendo algo por ella aunque no estuviera seguro de qué era, así que le respondí... Oí lo suficiente, te oí disfrutarlo. Pero jamás hubiera esperado su respuesta... "No!, mientras me lo hacían, sólo podía oir a la flaca de mi ex gimiendo y gritando lo mucho que la hacías disfrutar. Mientras estos perros me violaban por todas partes, sólo podía oirlos a uds."
No insistí en el tema, ya no sabía si sería cierto o no. Cómo confiar en una mujer así? Cómo podría después de todo?. Si bien seguía siendo Lucero y sabía que no podría olvidarla o dejarla ir tan rápido, en unos pocos segundos pude pensar claramente... Era el mejor polvo de mi vida, era el mejor culo de mi vida, había sido la primera para mí en muchas cosas, si se lo pidiera bien ella sería capaz de hacerme en la cama lo que yo quisiera y tal vez jamás volvería a encontrar a alguien así. Pero también me había avergonzado, me había comparado, me había sido infiel, me había mentido, me había engañado y había tramado todo para tirar no con uno, ni con dos sino con tres hombres e incluso se había atrevido a querer hacerlo casi en frente mío.
Así que sin mediar palabra, me fui caminando al baño y la dejé ahí en la habitación. Sabía que esa mujer era Lucero, que no podría olvidarla rápido y seguramente al irnos de esa casa aún seríamos pareja y me iría de ahí aún sintiendo algo por ella más allá de lo sexual y la atracción física, pero también estaba seguro de que habíamos perdido algo, algo se había quebrado y no se podría recuperar....al menos para mí.
Carajo pensé! la flaca me había soltado en unos segundos todo lo que una parte de mí pensaba y que otra prefería no hacer caso. Ella tenía razón, si estábamos ahí era por Lucero, porque siempre lo había planeado, porque así lo había querido.
Me senté delante de la flaca y empecé a comerle la boca, la besaba, frotaba su lengua con la mía, le mordía los labios, mientras una mano amasaba esas tetazas y la otra buscaba su ano, sí, esta vez no bajé a manosearle el culo, me fui de frente al ano y empecé a meter parte de mi dedo medio en él. Ella lo sintió y sentí que quiso reaccionar pero tal vez recordó su rol en ese momento y se dejó hacer. Ella me pajeaba a dos manos y yo dejé sus tetas para concentrar mis esfuerzos en su culo, pensé que para una tetona como ella sería algo nuevo que alguien le amase el culo con tanta vehemencia...y no me equivoqué.
La flaca empezó a arquear la espalda, se acercó más a mí, me ofrecía la tetas tal vez de manera inconsciente y automática, pero yo preferí morderle y lamerle el cuello mientras mis dos manos separaban sus nalgas, las amasaban, las estrujaban y metía ahora un dedo de cada mano en su ano. Que delicia sentirlo tan apretado, seguramente no lo entregaba mucho, o tal vez no se lo pedían mucho. Claro, con esas tetas, su flaco seguro prefería una rusa y clavarla mientras le retumbaban esos senos hermosos. Me agarró de la cabeza y me dio un nuevo chape y dijo "que rico me agarraste, así te quiero, hoy nos desquitamos los dos!". Ella bajó a mi verga y empezó a chuparla. Me tumbó de nuevo en la cama y como en mis mejores fantasías, empezó a rodear mi pinga con sus tetas y comenzó a pajearme con ellas. Qué morbo, era una delicia disfrutar de esas tetas, suaves pero firmes, enormes y tonificadas. Ella escupía a mi pinga y esparcía su saliva con sus tetas para facilitar la masturbación, mientras entre sus dedos aprisionaba sus pezones. Con su mirada fija en mis ojos, me decía lo mucho que disfrutaba sentir una verga gruesa en sus tetas, y cómo podía sentir las venas de mi pinga latir mientras apretaba más y más.
No tardé mucho en sentir que se subía la lechada desde los huevos, así que la cogí del pelo y abriéndole la boca con la mano, le metí la verga, la agarré de la cabeza y tiré hacia abajo buscando meter todo. No fue posible y ella hacía fuerza para soltarse, se salió y dijo..."! no respirommmm", la volví a clavar fuerte y esta vez se acomodó de manera que entró todo, la tuve ahí mientras subía y bajaba de a pocos, ella tosía, daba algunas arcadas y tenía los ojos a punto de explotar.
Entonces empecé a gemir como enfermo, me corría, me venía y muy fuerte, esta flaca me estaba arrancando la leche desde lo más profundo de mis testículos, empecé a gritar anunciando que me venía, traté de aguantar mi corrida unos segundos mientras disfrutaba del orgasmo al que me había hecho llegar, esa sensación de ansiedad, mezclada con placer y la fuerza que hay que hacer para no botar el semen, mientras uno se resiste, hice que durara todo lo que me fue humanamente posible, hasta que le solté todo dentro de la garganta. Pude sentir cómo me rebotaba parte del semen dada la posición, fui retirando de a pocos mi verga mientras todavía palpitaba soltando algunos borbotones. Ella lo tosía, respiraba profundamente recuperando el aliento y recogía con la mano los gotones de leche con saliva que se le escurrían, para metérselos hasta el fondo con dos de sus dedos.
Durante ese tiempo me olvidé de los ruidos de la otra habitación, no podía recordar si habría habido silencio o es que ni me importó. Luego de esa tremenda corrida sentí una paz única, la flaca sonrió con una sonrisa entre pícara y arrecha, como queriendo más. Yo recliné mi cabeza al techo totalmente relajado, mientras ahora sí regresaba mi sentido del oído y podía escuchar lapos que seguramente irían al culaso de Lucero. El sonido de una pelvis chocando con sus nalgotas, sus gemidos algo ahogados, seguramente porque tendría una pinga en la boca y algunos gritos de dolor, imaginaba porque le estarían dando también anal. Sorprendentemente me dolía menos, me importaba menos.
Yo estaba muy relajado, pero quería seguir disfrutando de esta tetona, así que volteé hacia ella, le di la vuelta boca abajo y empecé a lamerle todo el cuerpo, desde la nuca hasta los tobillos. Fueron minutos en los que besé, mordí, amasé, apreté y lamí todo lo que quise.
Volvía a su culo y me di cuenta que era muy rico, separé sus nalgas y enterré mi cabeza entre ellas. Sentía sus nalgas rebotar mientras le lamía la concha desde atrás. No eran las nolgotas carnosas de Lucero, pero éstas estaban muy firmes y redondas, más musculosas pensé. La flaca se retorcía de placer y ya empezaba a mojarse a mares, utlizaba esa humedad para lubricar el camino hacia su ano. entonces retomé la metida de dedos, primero uno y luego dos, ella no decía nada, ninguna seña de dolor, aunque lo movimientos de su culo la delataban, no estaba muy acostumbrada pero sí muy dispuesta. Empecé a meter y sacar dos dedos de su ano, como si fuera un tornillo, girándolo a la derecha mientras entraba y hacia la izquierda mientras salía. Ahora sí gemía y gritaba... "así, así, perfórame el ano, así, dame más, mételo más, quiero otro, dame otro!". Entonces metí el tercer dedo, aunque ya no podía ir tan profundo, sí mantuve los movimientos rotativos.
Ella se terminó saliendo, giró la cabeza y me dijo, "cáchame el ano, utilízame!". Yo le hice caso, así que la acomodé en cuatro, ella se puso en perrito sacando el culo más de la cuenta, me deleite viendo eso. La cogí de las caderas y sin cogerme la verga la llevé a su ano, que ya estaba bastante dilatado y empecé a penetrarla. Sólo de sentir mi glande entrando, empezó a chillar, diciendo ..."Así, así duro!! quiero tu vergota gruesa en mi ano!, métemela duro!".. Seguí entrando, metí casi la mitad hasta que sentí que la resistencia aumentaba y las paredes de su ano me impedían seguir con facilidad. Entonces la flaca giró y gritó "clávala!, clávala carajo!, no me dejes así, la quiero sentir en el estómago!". La ví totalmente arrecha y desenfadada, así que la agarré bien de las nalgas y caderas, me acomodé mejor y de una sola me retiré despacio y la perforé con fuerza. mi verga estaba tan dura y su ano tan cerrado a esa profundidad que me dolió a mí también, no logré meter todo, pero sí casi todo, ella grito ... "Aaaaauuuuuuu siiiiiiiiii, eso quería!, dame más!", así que nuevamente me retiré hasta la punta del glande y la volví a clavar, con más fuerza, como queriendo violarla, sabiendo que le dolería y a mí también, pero queriendo sentir ese dolor, esta vez sí llegué a fondo, me quedé ahí un rato y me apoyé en su cadera y me fui hasta su hombro, la flaca jadeada, sudaba y gritaba de placer, se sentía llena decía ella.
La empecé a cachar anal de esa manera, sacando y metiendo todo, durante un buen rato, sólo podía oir sus gemidos, sus jadeos, sus quejas entre dolor y placer, el sonido de sus tetas chocando entre sí en cada embestida y cada retirada, mi pelvis chocando su culito cada vez que me iba hasta el fondo, su ano haciendo sonidos mientras se dilataba, mi respiración a mil y la de ella mucho más acelerada.
Yo seguía y seguía cachando ese ano, hasta que ella gritó ... "basta! basta! ya no puedo más!, vente! vente! me desgarras por dentro!, te siento demasiado grueso!". Yo no hice caso, entonces quise oir qué pasaba al otro lado, pero no podía oir nada, entonces aceleré el ritmo, la clavé con más fuerza, yo también estaba a punto de venirme y ella lo disfrutó, hacía un rato que se estaba masturbando la concha así que los dos lo hicimos más rápido, hasta que no puede aguantar más y le solté nuevamente toda mi leche, descargué mi semen, junto con unos buenos chorros de dolor y celos, que ella acogió con entereza en sus intestinos. Ella llegó al orgasmo mientras yo descargaba mi segundo chorro y lo gritó de una manera que debieron oirla en toda la cuadra. Me retiré despacio, sobando su culo y admirando ese ano destruido por mí, me salí para irme al baño, ella se quedó echada en la cama, aún con el culo en pompa.
Al salir de la habitación para ir al baño compartido, no pude oir ningún gemido, ningún movimiento de la otra habitación. Me acerqué cauteloso, no quería que Lucero me viera llegar, quería que al igual que yo, ella se imaginara que no me importaba que le pasara. Apenas asomé la cabeza la vi sola en la cama, con la ropa interior puesta pero con el cuerpo deshecho, se le notaban marcas en los hombros, cuello, en sus tetas, las caderas estaban rojas y sus piernas también. No podía ver su culo o sus partes íntimas pero intuía que estarían bastante maltratadas. Su boca tenía un moretón en un lado. Me vio, se sorprendió que yo mirara creo, pasé todo el cuerpo al marco de la puerta y pudo verme ahí, parado, rojo y sudoroso por el cache que le acababa de meter a la flaca y con la verga algo más flácida pero aún gruesa y muy sucia por el anal sin condón que acababa de hacerle. Lucero abrió los ojos sorprendida, tal vez no se esperaba que lo hubiéramos hecho anal. Se llevó las manos a la cara. Le pregunté qué había pasado, si es que quería contármelo, sólo dijo.. "me trataron como lo que soy, como me merezco, como una perra ninfómana que busca 5 minuto de placer salvaje y extremo. Luego se largaron por unas cervezas, salieron a comprar hace un momento. Nos oiste?".
Quise hacerme el orgulloso y decir que había cerrado la puerta o que los gemidos de mi habitación no me habían dejado, pero seguía siendo Lucero, seguía sintiendo algo por ella aunque no estuviera seguro de qué era, así que le respondí... Oí lo suficiente, te oí disfrutarlo. Pero jamás hubiera esperado su respuesta... "No!, mientras me lo hacían, sólo podía oir a la flaca de mi ex gimiendo y gritando lo mucho que la hacías disfrutar. Mientras estos perros me violaban por todas partes, sólo podía oirlos a uds."
No insistí en el tema, ya no sabía si sería cierto o no. Cómo confiar en una mujer así? Cómo podría después de todo?. Si bien seguía siendo Lucero y sabía que no podría olvidarla o dejarla ir tan rápido, en unos pocos segundos pude pensar claramente... Era el mejor polvo de mi vida, era el mejor culo de mi vida, había sido la primera para mí en muchas cosas, si se lo pidiera bien ella sería capaz de hacerme en la cama lo que yo quisiera y tal vez jamás volvería a encontrar a alguien así. Pero también me había avergonzado, me había comparado, me había sido infiel, me había mentido, me había engañado y había tramado todo para tirar no con uno, ni con dos sino con tres hombres e incluso se había atrevido a querer hacerlo casi en frente mío.
Así que sin mediar palabra, me fui caminando al baño y la dejé ahí en la habitación. Sabía que esa mujer era Lucero, que no podría olvidarla rápido y seguramente al irnos de esa casa aún seríamos pareja y me iría de ahí aún sintiendo algo por ella más allá de lo sexual y la atracción física, pero también estaba seguro de que habíamos perdido algo, algo se había quebrado y no se podría recuperar....al menos para mí.
Rompecatre2000
General
Cofrade esta situación llegó al límite, y creo que fue momento de cortar la relacion
angeljos01
Soldado
Buen relato, esta experiencia te marco y sobretodo haber compartido esas vivencias con esta mujer, que vive intensamente el sexo y es insaciable.
no me acuesto con locas pero sí disfrutaste bien por ti
Que buen relato!!!!
El sueño de muchos...hasta que se vuelve realidad y puede sentirse como pesadilla.
Muy buena historia Charlie20.
Felicitaciones por la narrativa.
El sueño de muchos...hasta que se vuelve realidad y puede sentirse como pesadilla.
Muy buena historia Charlie20.
Felicitaciones por la narrativa.
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