KerberusD
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Buenas tardes gente, en vista que próximamente al parecer volveré a trabajar voy a aprovechar para contar algo que paso con la asistenta de gerencia de mi anterior trabajo. Espero sea de su agrado..
Luego de que regrese de Piura (Historia que conté en un relato anterior); me dieron una semana de vacaciones y luego retorne a trabajar al área de costos lejos de la presión de la obra ya que estar en la oficina es relativamente tranquilo y así estuve por un par de meses. Recuerdo que un buen día demoré un poco en salir de mi departamento y me agarro el tráfico por lo que también llegue tarde a la oficina, entre tratando de que nadie me viera y cuando llegué a mi sitio vinieron 2 compañeros diciendo que mi Jefe había estado buscándome y que dijo que ni bien llegue fuera a verlo a su oficina.
Con toda la preocupación del mundo me fui a buscar a mi jefe, pensé que había malogrado algo aunque lo más probable era que me diera más trabajo. Cuando llegué, me conto que estaban pidiendo que nuevamente vaya a apoyar a la unidad de proyectos por un mes y que me mandarían a Arequipa. De esa obra no sabía nada; pero por más que di algunas razones para no ir, una vez más me encontré haciendo traspaso de información de mis proyectos a mis otros compañeros para dejar todo en manos de ellos ya que en dos días tenía que estar en Arequipa.
Un día antes de mi partida a Arequipa fui a buscar a Tania para que me entregue el Check in del vuelo; como dije en mi anterior relato Tania era la asistenta de gerencia (Es la secretaria, pero nunca quiere que la llamen así y nos corrige diciendo que es asistenta) una mujer de unos 39 años que no los aparenta, muy guapa ella a pesar de tener dos hijos, linda sonrisa, ojos azules, tez blanca y un buen cuerpo con una delantera que a más de uno hace voltear a mirarla (En la oficina los hombres le pusieron el apodo de TETANIA).
Me hizo esperar un rato y finalmente me dio el boleto impreso y también lo envió a mi correo. Mi relación con ella no era muy cercana, obviamente trabajamos en áreas diferentes y nunca hubo oportunidad de entablar algo diferente a un saludo o alguna coordinación de trabajo, pero en fin ver sus ojos azules y sus pechos era un deleite cada vez que iba a solicitarle algo. Volviendo al tema, al día siguiente en la madrugada salí rumbo al aeropuerto, me habían programado el primer vuelo así que como a las 8:20 am me encontraba en Arequipa; cuando llegue tenía una de las camionetas de la empresa esperándome, me llevo a mi hospedaje y después de dejar mis cosas y desayunar nos fuimos a la obra.
Pasaron los días y sin nada fuera de lo común en la obra pasó los 30 días y en la tarde me tocaba volver a Lima, pero justo ese día me llama el Gerente del proyecto y me dice que necesitaba que me quedará 15 días más por unos trabajos adicionales que el cliente había solicitado, dijo que ya había hablado con mi jefe en Lima y también había reprogramado mi regreso a Lima así que no me quedo otra opción más que aceptar.
El día viernes previo a mi vuelta a Lima me despedí de todos en la obra, imprimí mi boleto de embarque y luego me fui al centro a comprar algunas cosas para llevar de recuerdo. El sábado termine de guardar mis últimas cosas en mi maleta, había solicitado que el vuelo sea después de mediodía para no estar corriendo y para estar seguro de la hora de regreso reviso mi boleto, todo bien con la hora pero había un detalle que no me di cuenta hasta ese momento. En lugar de decir Arequipa – Lima; de alguna forma habían sacado el vuelo de Lima a Arequipa.
No sabía qué hacer, pensé en comunicarme con la oficina pero era sábado y solo trabajamos de lunes a viernes, intente llamar a mi jefe de Lima pero tenía el celular apagado; sabía que tenía que comunicarme con Tania pero no tenía su número de teléfono, llame a todos cuando pude, las horas pasaban pero nadie me daba solución; finalmente mi mente se ilumino y llamé a Margarita que era otra secretaria que siempre me ayudaba cuando necesitaba generar los permisos para ir a la oficina los días sábados o domingos por algún trabajo urgente.
Le conté mi problema y para mi suerte si tenía el número de teléfono de Tania, me lo paso al whatsapp. La llame muchas veces pero nunca me contesto; las horas pasaban y casi era medio día, en vista de la situación no me quedo otra que ir a la agencia e intentar cambiar el vuelo, pero como era uno económico no me lo permitía por lo que tuve que comprar un nuevo boleto para regresar a Lima. Volví a mi hospedaje molesto y a descansar un rato porque el boleto que saque era para el final del día; me fui a almorzar y luego de terminar suena mi teléfono y vi que era Tania, ella me estaba devolviendo la llamada, o mejor dicho las llamadas porque fueron como 20; le conté con lujo de detalles el problema del vuelo, mi intento de cambiarlo y finalmente como tuve que comprar otro boleto, le hice notar mi incomodidad y además le dije que debía gestionar mi reembolso con contabilidad porque el problema no partía de mí, incluso creo que la deje a medio hablar cuando le corte el teléfono. En la noche me fui al aeropuerto y llegue a Lima bastante tarde.
El día lunes fui temprano a la oficina, me salude con todos mis compañeros y después fui donde mi jefe para reportarme; a grandes rasgos le conté mi paso por la obra y al final me dijo que había visto que lo intente llamar el sábado, le conté lo que me paso y se puso a reír, la rabia por lo del boleto de avión ya se me había pasado y todo el incidente quedo como un anécdota.
La mañana se fue en un parpadeo y en la tarde como a las 3:00 p.m. me fui donde Tania, al verme como que se puso un poco nerviosa y empezó a disculparse, como les dije, ya no estaba molesto y si lo hubiera estado al ver esos preciosos ojos azules seguramente el que terminaba disculpándose hubiera sido yo jajaja. La cosa es que le dije que no se preocupara y que venía a gestionar mi reembolso.
- Discúlpame por todo, no sé cómo se pudo haberme pasado esto – Me dijo.
- Tampoco me di cuenta hasta que estuve a punto de salir para el aeropuerto – Le respondí.
- Pero igual, pasaste un mal rato por mi culpa – Respondió.
- Si pues, pero… acepto almuerzos en compensación – Le dije sonriendo.
Tania levanto la vista y me dio una hermosa sonrisa y luego dijo:
- Está bien, creo que es justo.
No podía creer lo que había pasado, todo fluyo natural, era una simple broma y sin querer había salido algo.
- Entonces, coordinamos para un día ir a almorzar, me gusta la comida marina, podría ser carnes y parrillas o quizás comida japonesa, jajaja – Le dije.
- Oye, tampoco abuses – Me respondió sonriendo.
- Luego decidimos, me voy a mi sitio – Le dije mientras me dirigía a mi área.
- Espera!!! – me dijo
Voltee la cabeza y vi que Tania me estaba devolviendo el Boleto de avión.
- Con esto anda a Contabilidad, ya generé tu reembolso pero ve antes de las 5:00 pm porque ellos no se quedan hasta tarde.
Volví a mi sitio y aun pensaba si no era un sueño, luego de golpe volví a la realidad, en perspectiva pensé que solo quería ser amable y quería compensarme porque se sentía culpable, así que no debía ilusionarme pensando que podríamos a llegar a tener algún encuentro y debía controlar mi imaginación. Los días siguientes conversamos por whatsapp y poco a poco fuimos agarrando confianza, le mandaba fotos de platos de comida de buenos restaurantes (y sobre todo carísimos) y le decía que quería que lleve a almorzar a esos sitios, ella me decía que estaba loco y que me llevaría a comer a los agachaditos, con la tía veneno o a una carretilla con ceviche de pota.
Finalmente quedamos de ir a almorzar el Viernes y escogimos un lugar cerca de la oficina, obviamente no me llevo a un restaurant de cinco tenedores pero tampoco a una carretilla. Conversamos mucho y congeniamos bastante, volvió a disculparse por el incidente del vuelo y me contó que había tenido muchas cosas en la cabeza últimamente con el trabajo y algunas cosas personales. Tania generalmente traía su comida y almorzaba en el comedor de la empresa, por mi parte almuerzo siempre en algún restaurant cercano y quedamos que cuando ella no trajera comida me avisaría para almorzar juntos.
Así pasaron los días, se nos hizo costumbre hablarnos por whatsapp y almorzar juntos una vez por semana e incluso dos algunas veces, yo siempre le decía que estaba muy guapa y encontraba algún momento para halagarla; pero todo en plan tranquilo, incluso me decía que era un coqueto por decirle esas cosas, pero siempre le contestaba que solo era un hombre que admiraba su belleza. Tania no se incomodaba con esos cumplidos, incluso le gustaban y hasta me escribía para que fuera a su sitio para darme chocolates o galletas que le dejaban los mensajeros o uno que otro chico de su área. Por otro lado mis compañeros de la oficina se dieron cuenta que algunos días almorzaba con Tania y empezaron a alucinar pidiendo que les de detalles; un día nos quedamos hasta tarde para un avanzar, cuando se fueron las chicas todos se acercaron a mi sitio.
- Ya pendejo, ahora si cuenta – Dijo uno de ellos.
- Cuenta de que?? – Les respondí.
- De Tetania pues, siempre sales a almorzar con ella, te la estas levantando verdad?? – Preguntaron.
- Están locos, solo salimos a comer de vez en cuando – Les dije.
- A comer o a comértela Jajaja, tu no respetas nada – Dijo otro compañero
Negué todo, obviamente porque no era cierto, les dije que solo éramos amigos, algunos al final me creyeron y otros se quedaron con la duda. Les pedí también que no comentaran lo que suponían porque si Tania o sus amigas las escuchaban seguro pensarían que yo estaría diciendo algo.
El motivo porque nos habíamos quedado tarde ese día y algunos más era porque el viernes de esa semana era feriado, la verdad es que no recuerdo el motivo pero iríamos a celebrar el jueves con la gente del trabajo. Ese día la tarde fue tranquila, todos estaban esperando a que den las 6:00 pm para salir, incluso otros pidieron permiso a medio día para aprovechar los días y hacer viajes cortos; por nuestra parte con mis compañeros iríamos a un bar en Miraflores para tomar unas cervezas artesanales.
Faltaba casi nada para la hora de salida, el plan era recoger mi carro que lo dejaba en un estacionamiento cercano a la oficina, dejarlo en mi departamento y luego ir a Miraflores para tomar tranquilamente. Ya había apagado mi computadora y estaba listo para irme cuando recibí un mensaje al Whatsapp de Tania, me preguntaba si ya me había ido, le respondí que aún seguía en la oficina pero ya estaba a punto de salir.
- Vamos a tomar un café?? – Me pregunto.
- Ya tengo planes; quedamos de salir con la gente de mi área a tomar unas cervezas, si quieres vamos?? – Le respondí.
- Sería bueno para distraerme, pero prefiero ir a un sitio donde podamos conversar. Hay cosas que me gustaría contarte y quisiera tu opinión – Me escribió.
- Uhmm. Estas bien?? – Le dije.
- Si estoy bien, acompáñame solo un rato, luego te vas a tu reunión.
Tuve la impresión que algo no estaba bien a pesar que ella decía lo contrario, le dije que iba a pasar por su sitio pero ella ya había salido, me dijo que estaba a una cuadra del trabajo como quien se va a Javier Prado, le dije que me esperará por ahí ya que justo estaba cerca al estacionamiento donde dejo mi auto. Llegue al estacionamiento y ella estaba esperando, no se veía bien, se le notaba triste y un poco ausente cuando me acerque a saludarla; nuevamente le pregunte si le pasaba algo y ella volvió a responder que estaba bien pero definitivamente no era así. Después de eso fuimos a mi auto, subimos y salimos del estacionamiento. Una vez dentro del auto le pregunte si tenía algún lugar en mente, me dijo que no se ocurría ninguno, pero me dijo que no sea muy lejano porque no quería quitarme mucho tiempo.
- Y si vamos al Stabucks que queda por Aramburu y la Av del parque Sur?? – Le dije.
- Está lejos? No quiero alejarte de tu destino tampoco – Me respondió.
- Para nada, queda de camino a mi departamento. – Le dije.
Tania asintió con la cabeza así que nos fuimos rumbo al Starbucks…
Continuará..
Luego de que regrese de Piura (Historia que conté en un relato anterior); me dieron una semana de vacaciones y luego retorne a trabajar al área de costos lejos de la presión de la obra ya que estar en la oficina es relativamente tranquilo y así estuve por un par de meses. Recuerdo que un buen día demoré un poco en salir de mi departamento y me agarro el tráfico por lo que también llegue tarde a la oficina, entre tratando de que nadie me viera y cuando llegué a mi sitio vinieron 2 compañeros diciendo que mi Jefe había estado buscándome y que dijo que ni bien llegue fuera a verlo a su oficina.
Con toda la preocupación del mundo me fui a buscar a mi jefe, pensé que había malogrado algo aunque lo más probable era que me diera más trabajo. Cuando llegué, me conto que estaban pidiendo que nuevamente vaya a apoyar a la unidad de proyectos por un mes y que me mandarían a Arequipa. De esa obra no sabía nada; pero por más que di algunas razones para no ir, una vez más me encontré haciendo traspaso de información de mis proyectos a mis otros compañeros para dejar todo en manos de ellos ya que en dos días tenía que estar en Arequipa.
Un día antes de mi partida a Arequipa fui a buscar a Tania para que me entregue el Check in del vuelo; como dije en mi anterior relato Tania era la asistenta de gerencia (Es la secretaria, pero nunca quiere que la llamen así y nos corrige diciendo que es asistenta) una mujer de unos 39 años que no los aparenta, muy guapa ella a pesar de tener dos hijos, linda sonrisa, ojos azules, tez blanca y un buen cuerpo con una delantera que a más de uno hace voltear a mirarla (En la oficina los hombres le pusieron el apodo de TETANIA).
Me hizo esperar un rato y finalmente me dio el boleto impreso y también lo envió a mi correo. Mi relación con ella no era muy cercana, obviamente trabajamos en áreas diferentes y nunca hubo oportunidad de entablar algo diferente a un saludo o alguna coordinación de trabajo, pero en fin ver sus ojos azules y sus pechos era un deleite cada vez que iba a solicitarle algo. Volviendo al tema, al día siguiente en la madrugada salí rumbo al aeropuerto, me habían programado el primer vuelo así que como a las 8:20 am me encontraba en Arequipa; cuando llegue tenía una de las camionetas de la empresa esperándome, me llevo a mi hospedaje y después de dejar mis cosas y desayunar nos fuimos a la obra.
Pasaron los días y sin nada fuera de lo común en la obra pasó los 30 días y en la tarde me tocaba volver a Lima, pero justo ese día me llama el Gerente del proyecto y me dice que necesitaba que me quedará 15 días más por unos trabajos adicionales que el cliente había solicitado, dijo que ya había hablado con mi jefe en Lima y también había reprogramado mi regreso a Lima así que no me quedo otra opción más que aceptar.
El día viernes previo a mi vuelta a Lima me despedí de todos en la obra, imprimí mi boleto de embarque y luego me fui al centro a comprar algunas cosas para llevar de recuerdo. El sábado termine de guardar mis últimas cosas en mi maleta, había solicitado que el vuelo sea después de mediodía para no estar corriendo y para estar seguro de la hora de regreso reviso mi boleto, todo bien con la hora pero había un detalle que no me di cuenta hasta ese momento. En lugar de decir Arequipa – Lima; de alguna forma habían sacado el vuelo de Lima a Arequipa.
No sabía qué hacer, pensé en comunicarme con la oficina pero era sábado y solo trabajamos de lunes a viernes, intente llamar a mi jefe de Lima pero tenía el celular apagado; sabía que tenía que comunicarme con Tania pero no tenía su número de teléfono, llame a todos cuando pude, las horas pasaban pero nadie me daba solución; finalmente mi mente se ilumino y llamé a Margarita que era otra secretaria que siempre me ayudaba cuando necesitaba generar los permisos para ir a la oficina los días sábados o domingos por algún trabajo urgente.
Le conté mi problema y para mi suerte si tenía el número de teléfono de Tania, me lo paso al whatsapp. La llame muchas veces pero nunca me contesto; las horas pasaban y casi era medio día, en vista de la situación no me quedo otra que ir a la agencia e intentar cambiar el vuelo, pero como era uno económico no me lo permitía por lo que tuve que comprar un nuevo boleto para regresar a Lima. Volví a mi hospedaje molesto y a descansar un rato porque el boleto que saque era para el final del día; me fui a almorzar y luego de terminar suena mi teléfono y vi que era Tania, ella me estaba devolviendo la llamada, o mejor dicho las llamadas porque fueron como 20; le conté con lujo de detalles el problema del vuelo, mi intento de cambiarlo y finalmente como tuve que comprar otro boleto, le hice notar mi incomodidad y además le dije que debía gestionar mi reembolso con contabilidad porque el problema no partía de mí, incluso creo que la deje a medio hablar cuando le corte el teléfono. En la noche me fui al aeropuerto y llegue a Lima bastante tarde.
El día lunes fui temprano a la oficina, me salude con todos mis compañeros y después fui donde mi jefe para reportarme; a grandes rasgos le conté mi paso por la obra y al final me dijo que había visto que lo intente llamar el sábado, le conté lo que me paso y se puso a reír, la rabia por lo del boleto de avión ya se me había pasado y todo el incidente quedo como un anécdota.
La mañana se fue en un parpadeo y en la tarde como a las 3:00 p.m. me fui donde Tania, al verme como que se puso un poco nerviosa y empezó a disculparse, como les dije, ya no estaba molesto y si lo hubiera estado al ver esos preciosos ojos azules seguramente el que terminaba disculpándose hubiera sido yo jajaja. La cosa es que le dije que no se preocupara y que venía a gestionar mi reembolso.
- Discúlpame por todo, no sé cómo se pudo haberme pasado esto – Me dijo.
- Tampoco me di cuenta hasta que estuve a punto de salir para el aeropuerto – Le respondí.
- Pero igual, pasaste un mal rato por mi culpa – Respondió.
- Si pues, pero… acepto almuerzos en compensación – Le dije sonriendo.
Tania levanto la vista y me dio una hermosa sonrisa y luego dijo:
- Está bien, creo que es justo.
No podía creer lo que había pasado, todo fluyo natural, era una simple broma y sin querer había salido algo.
- Entonces, coordinamos para un día ir a almorzar, me gusta la comida marina, podría ser carnes y parrillas o quizás comida japonesa, jajaja – Le dije.
- Oye, tampoco abuses – Me respondió sonriendo.
- Luego decidimos, me voy a mi sitio – Le dije mientras me dirigía a mi área.
- Espera!!! – me dijo
Voltee la cabeza y vi que Tania me estaba devolviendo el Boleto de avión.
- Con esto anda a Contabilidad, ya generé tu reembolso pero ve antes de las 5:00 pm porque ellos no se quedan hasta tarde.
Volví a mi sitio y aun pensaba si no era un sueño, luego de golpe volví a la realidad, en perspectiva pensé que solo quería ser amable y quería compensarme porque se sentía culpable, así que no debía ilusionarme pensando que podríamos a llegar a tener algún encuentro y debía controlar mi imaginación. Los días siguientes conversamos por whatsapp y poco a poco fuimos agarrando confianza, le mandaba fotos de platos de comida de buenos restaurantes (y sobre todo carísimos) y le decía que quería que lleve a almorzar a esos sitios, ella me decía que estaba loco y que me llevaría a comer a los agachaditos, con la tía veneno o a una carretilla con ceviche de pota.
Finalmente quedamos de ir a almorzar el Viernes y escogimos un lugar cerca de la oficina, obviamente no me llevo a un restaurant de cinco tenedores pero tampoco a una carretilla. Conversamos mucho y congeniamos bastante, volvió a disculparse por el incidente del vuelo y me contó que había tenido muchas cosas en la cabeza últimamente con el trabajo y algunas cosas personales. Tania generalmente traía su comida y almorzaba en el comedor de la empresa, por mi parte almuerzo siempre en algún restaurant cercano y quedamos que cuando ella no trajera comida me avisaría para almorzar juntos.
Así pasaron los días, se nos hizo costumbre hablarnos por whatsapp y almorzar juntos una vez por semana e incluso dos algunas veces, yo siempre le decía que estaba muy guapa y encontraba algún momento para halagarla; pero todo en plan tranquilo, incluso me decía que era un coqueto por decirle esas cosas, pero siempre le contestaba que solo era un hombre que admiraba su belleza. Tania no se incomodaba con esos cumplidos, incluso le gustaban y hasta me escribía para que fuera a su sitio para darme chocolates o galletas que le dejaban los mensajeros o uno que otro chico de su área. Por otro lado mis compañeros de la oficina se dieron cuenta que algunos días almorzaba con Tania y empezaron a alucinar pidiendo que les de detalles; un día nos quedamos hasta tarde para un avanzar, cuando se fueron las chicas todos se acercaron a mi sitio.
- Ya pendejo, ahora si cuenta – Dijo uno de ellos.
- Cuenta de que?? – Les respondí.
- De Tetania pues, siempre sales a almorzar con ella, te la estas levantando verdad?? – Preguntaron.
- Están locos, solo salimos a comer de vez en cuando – Les dije.
- A comer o a comértela Jajaja, tu no respetas nada – Dijo otro compañero
Negué todo, obviamente porque no era cierto, les dije que solo éramos amigos, algunos al final me creyeron y otros se quedaron con la duda. Les pedí también que no comentaran lo que suponían porque si Tania o sus amigas las escuchaban seguro pensarían que yo estaría diciendo algo.
El motivo porque nos habíamos quedado tarde ese día y algunos más era porque el viernes de esa semana era feriado, la verdad es que no recuerdo el motivo pero iríamos a celebrar el jueves con la gente del trabajo. Ese día la tarde fue tranquila, todos estaban esperando a que den las 6:00 pm para salir, incluso otros pidieron permiso a medio día para aprovechar los días y hacer viajes cortos; por nuestra parte con mis compañeros iríamos a un bar en Miraflores para tomar unas cervezas artesanales.
Faltaba casi nada para la hora de salida, el plan era recoger mi carro que lo dejaba en un estacionamiento cercano a la oficina, dejarlo en mi departamento y luego ir a Miraflores para tomar tranquilamente. Ya había apagado mi computadora y estaba listo para irme cuando recibí un mensaje al Whatsapp de Tania, me preguntaba si ya me había ido, le respondí que aún seguía en la oficina pero ya estaba a punto de salir.
- Vamos a tomar un café?? – Me pregunto.
- Ya tengo planes; quedamos de salir con la gente de mi área a tomar unas cervezas, si quieres vamos?? – Le respondí.
- Sería bueno para distraerme, pero prefiero ir a un sitio donde podamos conversar. Hay cosas que me gustaría contarte y quisiera tu opinión – Me escribió.
- Uhmm. Estas bien?? – Le dije.
- Si estoy bien, acompáñame solo un rato, luego te vas a tu reunión.
Tuve la impresión que algo no estaba bien a pesar que ella decía lo contrario, le dije que iba a pasar por su sitio pero ella ya había salido, me dijo que estaba a una cuadra del trabajo como quien se va a Javier Prado, le dije que me esperará por ahí ya que justo estaba cerca al estacionamiento donde dejo mi auto. Llegue al estacionamiento y ella estaba esperando, no se veía bien, se le notaba triste y un poco ausente cuando me acerque a saludarla; nuevamente le pregunte si le pasaba algo y ella volvió a responder que estaba bien pero definitivamente no era así. Después de eso fuimos a mi auto, subimos y salimos del estacionamiento. Una vez dentro del auto le pregunte si tenía algún lugar en mente, me dijo que no se ocurría ninguno, pero me dijo que no sea muy lejano porque no quería quitarme mucho tiempo.
- Y si vamos al Stabucks que queda por Aramburu y la Av del parque Sur?? – Le dije.
- Está lejos? No quiero alejarte de tu destino tampoco – Me respondió.
- Para nada, queda de camino a mi departamento. – Le dije.
Tania asintió con la cabeza así que nos fuimos rumbo al Starbucks…
Continuará..