Danniel.AS
Cabo
Que tal a todos con estas fiestas patrias, aquí nuevamente relatandoles lo que me pasó a mis 17 años y con todas las hormonas revueltas, acababa el colegio y mis padres querían que ya me ponga a prepararme para una carrera, en casa trabajaba la Sra Rosa ya tenía sus años 56, por motivos familiares se fue pero dejó recomendada a su sobrina Fiorella, ella tenía 25 años tenía una hija de 7 años, Fiorella era chata 1.56 cabello algo en ondas negro, no era gorda pero si algo llenita, piernas gruesas un señor culo y tetona, usaba zapatos altos y eso le sacaba más culo, cuándo caminaba parecía patito, por lo culona y tetona que era, la primera vez que la vi fue en la cocina nos saludamos, ella era jovial alegre carismática, le gustaba escuchar cumbia en la radio de la cocina, con el tiempo nos hicimos amigos incluso me aconsejaba, es más fue ella que me animó a mandarme a una chibola que me gustaba en ese entonces, pero sus tips y consejos no me dieron buenos resultados, ya que la chibola me choteo y regrese triste a casa, Fiorella me abrazó y me gustó sentirla cerca, en especial sus enormes tetas sentirlas con el pasar de los días nos hicimos más amigos incluso jugábamos con los cojines tirándonos, recuerdo que quería mandarme pero no sabía cómo y lo que hice fue comprar un oso de peluche y una tarjeta mandándome, ella se alegró cuando le regala el peluche pero cambió su rostro cuando vio la tarjeta no me dijo nada buenos días estaba un poco seria, hasta que subí a la azotea donde ella dormía con su hija en un cuarto amplio donde algunas veces dormí yo cuando venía mucha visita, ella estaba lavando le dije porque no me respondía me dijo que ella era mi mayor y que no podía hacer por mi familia y que diría no aceptarían jamás, le dije créeme me dará pero mirándome a mis ojos y no pudo hacerlo me abrazó después de eso yo la besé, ella también correspondió el beso estuvimos ahí como 10 ó 15 minutos en chapes, desde ese instante fuimos enamorados pero sin que nadie sepa, siempre buscamos el momento cuando no haya nadie para estar juntos, con sus besos fue mi maestra y mucho más, cada vez nuestros chapes eran más intensos y candentes yo andaba fierro siempre, un lunes que mi madre salió a ver a su tía que estaba delicada, mi viejo se fue al trabajo y mis hermanos a estudiar fui a buscarla la cocina y sólo encontré a su hija, la busqué y la encontré en la azotea remojando ropa un abrazo y nos besamos muy apasionadamente, tanto así que poco a poco nos metimos a su cuarto y lo cerré, en nuestros chapes yo le metía mano a su culazo y tetazas pero por encima de la ropa, ella sola comenzó a desabotonarse la blusa y se sacó el brasier dejándo al aire libre esas enormes tetas redondas, ella me indica cómo chuparse los se convertía en mi guía y maestra, me quité el polo ya me tocaba y besaba, me dijo que me quité los pantalones de ahí me tocó la pinga, que lo tenía al fierro ella se sacó los zapatos y el pantalón jeans azul al cuete que tenía, piernas gruesas unas caderas anchas y un culo enorme, me abrazó y bajo hasta mi pinga y comenzó a chuparme, yo quería ver su concha tocarla explorarla pero ella me comenzó a besar y abrió sus piernas en posición misionero, me agarró la pinga y se lo puso a la entrada de su concha y me dijo que empuje despacio, que rico sentir una concha Sueve y caliente jugosa, cada vez que me emocionaba perdí el ritmo y paraba saliéndose me tinga de su concha, apuesto que esto les habrá pasado a muchos en sus primeras experiencias cuándo no se tiene ritmo y sacas mucho, ella me decía que lo haga tranquilo que me mueva con ritmo ella con sus piernas me abrazó y comenzó a llevar mi ritmo, luego fui a ver qué le dije para hacer un perrito ya que eso siempre veía también en películas porno, cuando se puso en cuatro sacó un enorme culazo que no podía creer y comencé a darle en perrito, hasta que no pude más y me vine dentro de ella nos quedamos abrazados un rato luego ella se fue y se limpio con ph, nos vestimos y bajamos yo quería seguir porque al rato se me volvió a parar, pero tuve que esperar hasta la noche, que subí a su cuarto a las 12 de la noche le toqué y ella salió estaba con un polo y un short, comenzamos a besarnos y tocarnos ella no quería pero la convencí, no paraba de tocarle las tetas y luego chuparse las hasta que ella bajo y comenzó a chuparme el pene, se bajó el short se inclinó sobre el lavadero dejándome todo ese culazo y comencé a penetrarla duro, y otra vez me vine dentro de ella, de ahí entro a su cuarto a limpiarse y volvió a salir, estuvimos como una hora conversando abrazados y chapando, desde ese día teníamos relaciones casi a diario, sólo algunas veces usamos condones y otras no, no podíamos tener relaciones en su cama de su cuarto porque ahí estaba durmiendo su hija pero conseguí en el depósito una cama de una plaza y lo armamos para que duerma su hija, yo subía casi a diario entre las 12 o la 1 de la noche a su cuarto y me quedaba con fiorela hasta las 5 o 4 de la mañana, teníamos relaciones con la luz apagada por su hija y así entre ciegas hicimos muchas cosas practicamos todas las que nos podían salir incluso 69, comencé a explorar así a oscuras su Concha me indicaba cómo tocarla cómo darle placer me indicada su clitoris, más que templado estaba enchuchado, cachabamos a diario a cada rato que se podía, vivía prendido de su concha y sus tetasas, recuerdo que un sábado en la noche estábamos todos en la sala ella entro a despedirse para que vaya a su casa con su hija y estaba con un pantalón blanco al cuete, arrechante le marcaba ese culazo y esa papasa, ese día me quedé con ganas de tenerla, recuerdo que se lo comentaba a mis patas de mi zona y era el más envidiado,
Continuará...
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