alberto112
Cabo
Parte 18
Juan tenía la cabeza entre las piernas de Daniela, su cabeza se movia de arriba a abajo y de lado a lado. Los gemidos de Daniela eran cada vez más intensos, tenía las manos aferradas a las sábanas y estaba con los ojos cerrados, realmente disfrutaba lo que estaba pasando. Nosotros tres mirábamos la escena, yo ya tenía la pinga caída hacía un rato, Juan tenía la pinga goteando de leche pero la seguía teniendo dura como un fierro y finalmente estaba Alvaro... ese viejo tenía una pinga demasiado grande. Si bien Daniela estaba arrecha y ya había sido dilatada por la verga gruesa de Juan, Alvaro era de otro nivel y yo estaba seguro que la iba a partir en dos.
Dejé de alucinar cuando empecé a escuchar nuevamente gemidos muy elevados de Daniela, mi chibola estaba teniendo su segunda corrida de la noche, tenía la cabez de Lucho agarrada con las manos y le jalaba el pelo. Lucho la estaba recibiendo toda con la boca. Mientras Daniela se retorcia en la cama, Lucho seguía en lo suyo y mientras le comía la concha le pellizcaba los pezones.
- "Aaah uuff qué ricoooo" gritaba Daniela
- "Mmmm..." solo murmuraba Lucho quien tenía la boca llena de fluidos
Daniela cerró la piernas, ya no podía más.
- "Ya para, saca la lengua de ahi. No puedo más, tengo el clitoris demasiado sensible ahorita"
Lucho sacó la cabeza, tenía la cara empapada de fluidos, su barba goteaba y se relamía para seguir probando los fluidos que tenía alrededor.
- "Te dije que te haría gozar" le dijo mirandola a los ojos
- "... nunca me habían comido la concha de esa manera... se sintió increible"
- "Lo sé, esa es una de mis dos habilidades"
- "Y cuál es la otra?"
- "Uy no, aun no estás lista para que te la diga, pero no te preocupes que hoy la conocerás"
- "He tenido dos orgasmos muy intensos, la he pasado increible" dijo Daniela dándose la vuelta y poniendose de costado. Era como si diera por finalizada la noche
Su cara me miraba a mi con una sonrisa. Su cuerpo me encantaba, lo recorría de arriba a abajo... sus grandes tetas estaban firmes y sus pezones apuntando hacia mi. Su abdomen planito... y una vagina que no podía apreciar porque tenía las piernas cerradas. En paralelo, al otro lado de la cama, estaban Juan y Alvaro mirandola tambien. Lo que ellos tenía a la vista era su espalda que iba bajando hasta terminar en unas bellas nalgas que se extendía en unas firmes y contorneadas piernas.
Lucho se había ido al baño a lavarse la cara. En ese momento Juan se acercó a Daniela y le acarició las piernas. Ella estaba de espaldas a él. Juan agarró su mano y la llevó hacia su verga. Daniela abrió los ojos sorprendidas, no la había visto pero sintió en su mano la gruesa verga de Juan aun erecta. Se volteó sorprendida.
- "Cómo puede seguir dura si te acabas de correr!"
- "Jaja ay Daniela... esta noche será larga así que espero que hayas aprovechado estos dos minutos de descanso"
Casi sin terminar de hablar Juan la jaló del brazo, se echó boca arriba en la cama y la puso rápidamente encima de él metiendo la verga sin titubear. Daniela cerró los ojos cuando la tuvo adentro, pero estaba claro que le entraba sin ningún problema y que todos los fluidos que tenía en la vagina servían de lubricante (la leche de Juan + la salida de Lucho + sus corridas). Yo estaba arrecho, pero estaba claro que con las pastillas que aquellos viejos se habían metido, su nivel de excitación estaba al límite y solo querían penetrar aquella conchita.
Juan le metió tres embestidas a Daniela, mientras le apretada las tetas. Ella ya estaba empezando a gozar y a moverse al compás de sus embestidas. Cuando de pronto se escuchó a Alvaro.
- "Juan, he esperado m turno pacientemente. Creo que es justo que me toca disfrutar a mi no? ya has estado dentro de ella dos veces y mi verga está pidiendo conchita"
Cuando volteó para ver a Alvaro, se había sentado en un sillón con las piernas abiertas y su larga verga estaba chorreada mirando al piso.
- "Tienes razón Alvaro, es que esta perrita esta muy buena, déjame cacharla un minuto más" la empezó a embestir con más fuerza y Daniela no decía nada, solo gemía. Claramente estaba entregada a la situación.
Me tenía realmente excitado ver cómo Alvaro se la iba a comer. Me levanté de mi sitio, me acerqué a ellos y agarré a Daniela del cuello para besarla apasionadamente mientras Juan la seguía cachando. Luego le dije al oído.
- "Veo que estás disfrtuando bastante para alguien que no quería venir.... ahora te toca un verdadero reto" la ayudé a salirse de Juan y la lleve hacia Alvaro. Ella me siguió obedientemente.
Juan tenía la cabeza entre las piernas de Daniela, su cabeza se movia de arriba a abajo y de lado a lado. Los gemidos de Daniela eran cada vez más intensos, tenía las manos aferradas a las sábanas y estaba con los ojos cerrados, realmente disfrutaba lo que estaba pasando. Nosotros tres mirábamos la escena, yo ya tenía la pinga caída hacía un rato, Juan tenía la pinga goteando de leche pero la seguía teniendo dura como un fierro y finalmente estaba Alvaro... ese viejo tenía una pinga demasiado grande. Si bien Daniela estaba arrecha y ya había sido dilatada por la verga gruesa de Juan, Alvaro era de otro nivel y yo estaba seguro que la iba a partir en dos.
Dejé de alucinar cuando empecé a escuchar nuevamente gemidos muy elevados de Daniela, mi chibola estaba teniendo su segunda corrida de la noche, tenía la cabez de Lucho agarrada con las manos y le jalaba el pelo. Lucho la estaba recibiendo toda con la boca. Mientras Daniela se retorcia en la cama, Lucho seguía en lo suyo y mientras le comía la concha le pellizcaba los pezones.
- "Aaah uuff qué ricoooo" gritaba Daniela
- "Mmmm..." solo murmuraba Lucho quien tenía la boca llena de fluidos
Daniela cerró la piernas, ya no podía más.
- "Ya para, saca la lengua de ahi. No puedo más, tengo el clitoris demasiado sensible ahorita"
Lucho sacó la cabeza, tenía la cara empapada de fluidos, su barba goteaba y se relamía para seguir probando los fluidos que tenía alrededor.
- "Te dije que te haría gozar" le dijo mirandola a los ojos
- "... nunca me habían comido la concha de esa manera... se sintió increible"
- "Lo sé, esa es una de mis dos habilidades"
- "Y cuál es la otra?"
- "Uy no, aun no estás lista para que te la diga, pero no te preocupes que hoy la conocerás"
- "He tenido dos orgasmos muy intensos, la he pasado increible" dijo Daniela dándose la vuelta y poniendose de costado. Era como si diera por finalizada la noche
Su cara me miraba a mi con una sonrisa. Su cuerpo me encantaba, lo recorría de arriba a abajo... sus grandes tetas estaban firmes y sus pezones apuntando hacia mi. Su abdomen planito... y una vagina que no podía apreciar porque tenía las piernas cerradas. En paralelo, al otro lado de la cama, estaban Juan y Alvaro mirandola tambien. Lo que ellos tenía a la vista era su espalda que iba bajando hasta terminar en unas bellas nalgas que se extendía en unas firmes y contorneadas piernas.
Lucho se había ido al baño a lavarse la cara. En ese momento Juan se acercó a Daniela y le acarició las piernas. Ella estaba de espaldas a él. Juan agarró su mano y la llevó hacia su verga. Daniela abrió los ojos sorprendidas, no la había visto pero sintió en su mano la gruesa verga de Juan aun erecta. Se volteó sorprendida.
- "Cómo puede seguir dura si te acabas de correr!"
- "Jaja ay Daniela... esta noche será larga así que espero que hayas aprovechado estos dos minutos de descanso"
Casi sin terminar de hablar Juan la jaló del brazo, se echó boca arriba en la cama y la puso rápidamente encima de él metiendo la verga sin titubear. Daniela cerró los ojos cuando la tuvo adentro, pero estaba claro que le entraba sin ningún problema y que todos los fluidos que tenía en la vagina servían de lubricante (la leche de Juan + la salida de Lucho + sus corridas). Yo estaba arrecho, pero estaba claro que con las pastillas que aquellos viejos se habían metido, su nivel de excitación estaba al límite y solo querían penetrar aquella conchita.
Juan le metió tres embestidas a Daniela, mientras le apretada las tetas. Ella ya estaba empezando a gozar y a moverse al compás de sus embestidas. Cuando de pronto se escuchó a Alvaro.
- "Juan, he esperado m turno pacientemente. Creo que es justo que me toca disfrutar a mi no? ya has estado dentro de ella dos veces y mi verga está pidiendo conchita"
Cuando volteó para ver a Alvaro, se había sentado en un sillón con las piernas abiertas y su larga verga estaba chorreada mirando al piso.
- "Tienes razón Alvaro, es que esta perrita esta muy buena, déjame cacharla un minuto más" la empezó a embestir con más fuerza y Daniela no decía nada, solo gemía. Claramente estaba entregada a la situación.
Me tenía realmente excitado ver cómo Alvaro se la iba a comer. Me levanté de mi sitio, me acerqué a ellos y agarré a Daniela del cuello para besarla apasionadamente mientras Juan la seguía cachando. Luego le dije al oído.
- "Veo que estás disfrtuando bastante para alguien que no quería venir.... ahora te toca un verdadero reto" la ayudé a salirse de Juan y la lleve hacia Alvaro. Ella me siguió obedientemente.