Ramiro_cllink
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Como un adiós…
Cap VI – La Psicóloga Part 1.
Hay situaciones en la vida que te hacen cambiar de opinión en cuanto al curso que llevas ya sea profesional o personalmente, esta era una de esas situaciones en las que debes voltear la página por lo más sano para ti. Hasta ese momento había subido a la montaña rusa de aventuras y deseaba estar desde el otro lado ahora, descansar calmadamente aun cuando una parte de mi quería disfrutar de esa adrenalina del juego mismo.
Como una vez dijo una filosofa kine… “puede ser con 1; 2 o hasta 3 a la vez pero más al mismo tiempo es una situación imposible de sostener”
Había que tomar una decisión ahora ya que era prudente apaciguar todo mientras pasen las desconfianzas en casa.
Desde ese punto vi el detalle del regalo a Milagros como un detalle de despedida… mientras miraba mi reloj tome permiso para subir y conversar con ella; que ya me esperaba según lo planeado.
Al llegar trate de disimular ante la cámara, Milagros me esperaba en el baño (ya dentro) y aproveche la gente que pasaba para entrar, cuando la vi en mi mente estaba como decirle… Ella por su parte no perdió el tiempo y entre besos se agacho para su monologo de succión, Yo trataba que no lo haga (estaba decidido a terminar allí… bueno estaba) ella con cara risueña y ojitos brillosos dice: “te extrañe… tú no amiguito (hablándole a mi pene)” en eso sus labios se transformaron en ventosas que estiraban y disfrutaban de la textura de mi miembro mientras crecía en su boca sin control; me reclino en la puerta para evitar en caso alguien quiera abrir, entonces ella se arrodilla mientras me baja completamente el pantalón, sus manos recorren mis muslos apretándome los glúteos hasta atragantarse con mi pene, los sonidos eran inevitables, tocan la puerta y ella atragantándose con mi pene que llegaba al límite comienza a hacer arcadas mientras la saliva cae al piso solo para sacarlo con sonidos de sofocamiento con agitación, en ese momento supuse fue suficiente para alejar a cualquiera en la puerta.
Cuando la miro le intento hablar y ella se baja el pantalón dejándome ver ese hilo, portaligas y encajes de la foto… le quedaban muy bien ella siente mi excitación en el palpito de mi pene el cual aprieta sin piedad con su boca, con desenfreno, mientras con su otra mano me masturba desde el tronco…
Ya llegaba al límite entonces le hago la señal e introduce todo hasta donde llegue y deja fluir por su garganta hasta su estómago toda la descarga de semen que tenía guardado, ella se levanta y entre saboreando me dice “Ramiro sabe diferente ahora, no es como de costumbre…” Yo ni idea, pero Milagros insistía. Entonces entre mirando la hora le digo para volver a lo que termina de acomodarse y decidimos salir uno a uno; yo primero mientras se esconde detrás de la puerta por si acaso. Un mensaje y listo consumado estaba, de vuelta a oficina sin mirar atrás por nada.
Ya de vuelta en oficina le escribo para conversar a la salida en alas de terminar de la mejor manera todo aunque me sentía mal por lo sucedido.
Llegada la noche habían muchas cosas que decir y quizá poco tiempo para decirlas antes que se complique más todo pero la notaba algo rara, quizá el trabajo me dije.
Como es costumbre la espero cerca de la oficina por el puente para llevarla, en el camino me cuenta de su trabajo y como ha ido avanzando estos días… ese sentimiento de verla más empoderada en su labor me daba gusto ya que podía ser la contraparte a lo que se venía.
Me comenta como viene siendo su trabajo con la chica de contabilidad, que es su mayor logro… “¿Estrella?” y ¿por qué sería ella…?
“Ella es parte de un proceso de ingreso que hice sola y la chica presenta varias complicaciones familiares… “
Milagros me comento de muchas cosas de la chica que no sabía; como el hecho de que sus padres estuvieron separados siempre, que se crio con los abuelos y que por lo general su conducta es reflejo de la ausencia paterna pero que gracias a su asesoría y apoyo todo estaba mejorando y eso se reflejaba en su desenvolvimiento ahora en oficina.
La sentí muy orgullosa de eso, entonces mientras conversamos ella me mira y me dice “dime cuéntame ahora de tu viaje… amor”.
Entonces mientras me acercaba al parque; frente a su casa, ella me mira y me dice tajantemente… “¿te divertiste o no?”
Bueno ya sabes, trabajo y soportar a Eduardo que anda siempre con sus cosas, viajar es estresante y más en trabajo, le respondo.
“Uhmm, entre silenció me queda mirando con ojos pensativos”
Mili, ¿pero qué?... ¿por qué me miras así…? Le pregunto.
“Bueno tu mujer me llamo hoy para conversar conmigo”
¡Qué!!! ¿Qué quería?
“Pues quería saber con quién viajaste ya que al parecer tuviste una aventura allá porque te encontró un mensaje en tu celular”
Me quede frío unos segundos pero debía contestar rápido para no dar pie a que todo se agrave.
Es una confusión de ella. Ya que vió un mensaje tuyo; le respondo, pero ella me mira y haciéndose a un lado me dice “Ramiro yo no te mande ningún mensaje”…
Lo que siguió fue los clásicos reclamos, “no puedo creer que hagas esto, ósea no te bastaba conmigo, al final solo eres un hombre más que piensa con el pene y mil reproches con cliché feminista… esperé que termine de hablar y era el momento…
Milagros, disculpa pero esto debe acabar ahora.
Ya no hay vuelta atrás. Hemos ido muy lejos pero llego el fin del camino de ambos.
Con un silencio algo sospechoso y peligroso ella me mira se sonríe de manera muy fingida y me dice “está bien…”, tomando su bolso y caminando a su casa.
Me quedo atrás y sin decir palabras algo extrañado me preparo para irme… ella desde su puerta me mira mientras abre la reja y en un momento inesperado me llama haciéndome señales con la mano.
Me acerque a ella con cautela manteniendo la distancia, ella se sonríe mirándome con ternura “amor te voy a extrañar, tú me hiciste tu mujer en todos lados y me abusaste por todos lados también, dime quieres irte por una aventura o quieres que solo nos demos un tiempo…”
Milagros, no voy a dejar a mi esposa y quiero estar tranquilo. Lo siento.
Ella me besa y me susurra “cobarde”.
"Cobarde por dejarla e irme así…"
Mientras giro me dice que se ira de viaje con Eduardo y que sabe que ese enano anda detrás de ella y que si yo tuve una aventura ella podía entonces tener un tropezón…
A espaldas de ella sólo sonrío mientras me alejo, recordando del cómo se refería de Eduardo cuando estábamos en la cama “ese enano, ese pajero aguantado, mañoso sonso…”. Me pierdo en la noche mientras comienza a caer una llovizna leve como anunciando el final de todo sin mirar atras.
Al llegar a casa siento algo de libertad y alivio veo a mi mujer y mientras me preparo para Cenar conversamos como no lo hacíamos antes, Angie no está ya que su tía se encuentra mal así que tiene el día libre.
Mi mujer se opera al día siguiente, no podré estar por trabajo pero ella ya llamó a su amiga para que la acompañe, miro de reojo la ventana y veo una silueta desvanecerse con el paso de la lluvia.
Amor, ¿te parece si sacamos un vino?
Esa noche le hice el amor a mi mujer después de mucho, animados por el vino y sumados a la libertad de que ella estaba celosa pero eso mismo la hacía entregarse más al momento.
Fue maravilloso.
A la mañana siguiente me sentía una persona nueva me alisté para el trabajo mientras mi esposa se preparaba para ir al hospital. Cuando bajo veo a Angie en la cocina con el desayuno y volando con las loncheras para los niños que se van al colegio y la movilidad ya está a punto de pasar por ellos… No la había escuchado entrar ¿Cuándo llegó?
Mientras tomo mi café mi esposa baja y le dice que hoy se encargue solo de la casa ya que ella irá con una amiga a su operación, entre bromas le digo: Ojo nada de fiestas ni nada de enamorados acá ok…
Ya en oficina me encuentro con Eduardo quien me dice “Ramirito este viaje si la hago… no te vayas a poner celoso ok”
Eduardo si puedes y tienes oportunidad… aprovéchala pues. Que más te puedo decir. Y mientras Eduardo se ríe por el comentario una Milagros a mi espalda llama a Eduardo “Sr. Eduardo vamos necesito que un hombre fuerte como usted me ayude con mi maleta…”
Nunca olvidaré la sonrisa que vi en Milagros cuando volteaba a verla mientras me decía “Cuídate Ramiro… porque yo no me cuidaré, aprovecharé las oportunidades”
Debo reconocer que eso me hirió en los testículos directamente.
Las cabeza de arriba y la de abajo me dolían y preferí pedir permiso a mi Gerente quien a regaña dientes me dice: “Mira Ramiro, quiero los reportes para el jueves si los haces en tu casa o en la luna es tu tema, pero deja alguien encargado que monitoree la operatividad del CD ya que no está Eduardo y todo debe seguir su curso”
Mientras me voy rumbo a mi casa decido llamar a mi mujer pero me contesta su amiga diciendo que ya entro a cirugía, ojala todo salga bien.
Antes de ir al hospital decido pasar por mi casa para sacar unas cosas que quizá vaya a necesitar pero ese fue mi error.
Al llegar voy de frente al cuarto y Angie se encontraba bañándose, le grito que soy yo y que estoy de paso porque iré al hospital y…
Dicen que para que haya el bien también debe haber el mal, soy creyente de Dios pero reconozco que el diablo siempre se presenta a jugar con nuestras tentaciones…
Angie: “No me dejes acá sola”
Giro y… está desnuda…
Muerde sus labios y me dice “ven” al mismo tiempo en que suelto mi maleta.
Estaba reaccionando por instinto mientras la tomo de la cintura y la llevo cargada a su cuarto, me besa y con su piel húmeda aún enciende mi ser.
“Sr. no sea tosco ¿sí?”
No te preocupes Angie… giro y cierro la puerta mientras en mi mente pido perdón por lo que haré.
Cap VI – La Psicóloga Part 1.
Hay situaciones en la vida que te hacen cambiar de opinión en cuanto al curso que llevas ya sea profesional o personalmente, esta era una de esas situaciones en las que debes voltear la página por lo más sano para ti. Hasta ese momento había subido a la montaña rusa de aventuras y deseaba estar desde el otro lado ahora, descansar calmadamente aun cuando una parte de mi quería disfrutar de esa adrenalina del juego mismo.
Como una vez dijo una filosofa kine… “puede ser con 1; 2 o hasta 3 a la vez pero más al mismo tiempo es una situación imposible de sostener”
Había que tomar una decisión ahora ya que era prudente apaciguar todo mientras pasen las desconfianzas en casa.
Desde ese punto vi el detalle del regalo a Milagros como un detalle de despedida… mientras miraba mi reloj tome permiso para subir y conversar con ella; que ya me esperaba según lo planeado.
Al llegar trate de disimular ante la cámara, Milagros me esperaba en el baño (ya dentro) y aproveche la gente que pasaba para entrar, cuando la vi en mi mente estaba como decirle… Ella por su parte no perdió el tiempo y entre besos se agacho para su monologo de succión, Yo trataba que no lo haga (estaba decidido a terminar allí… bueno estaba) ella con cara risueña y ojitos brillosos dice: “te extrañe… tú no amiguito (hablándole a mi pene)” en eso sus labios se transformaron en ventosas que estiraban y disfrutaban de la textura de mi miembro mientras crecía en su boca sin control; me reclino en la puerta para evitar en caso alguien quiera abrir, entonces ella se arrodilla mientras me baja completamente el pantalón, sus manos recorren mis muslos apretándome los glúteos hasta atragantarse con mi pene, los sonidos eran inevitables, tocan la puerta y ella atragantándose con mi pene que llegaba al límite comienza a hacer arcadas mientras la saliva cae al piso solo para sacarlo con sonidos de sofocamiento con agitación, en ese momento supuse fue suficiente para alejar a cualquiera en la puerta.
Cuando la miro le intento hablar y ella se baja el pantalón dejándome ver ese hilo, portaligas y encajes de la foto… le quedaban muy bien ella siente mi excitación en el palpito de mi pene el cual aprieta sin piedad con su boca, con desenfreno, mientras con su otra mano me masturba desde el tronco…
Ya llegaba al límite entonces le hago la señal e introduce todo hasta donde llegue y deja fluir por su garganta hasta su estómago toda la descarga de semen que tenía guardado, ella se levanta y entre saboreando me dice “Ramiro sabe diferente ahora, no es como de costumbre…” Yo ni idea, pero Milagros insistía. Entonces entre mirando la hora le digo para volver a lo que termina de acomodarse y decidimos salir uno a uno; yo primero mientras se esconde detrás de la puerta por si acaso. Un mensaje y listo consumado estaba, de vuelta a oficina sin mirar atrás por nada.
Ya de vuelta en oficina le escribo para conversar a la salida en alas de terminar de la mejor manera todo aunque me sentía mal por lo sucedido.
Llegada la noche habían muchas cosas que decir y quizá poco tiempo para decirlas antes que se complique más todo pero la notaba algo rara, quizá el trabajo me dije.
Como es costumbre la espero cerca de la oficina por el puente para llevarla, en el camino me cuenta de su trabajo y como ha ido avanzando estos días… ese sentimiento de verla más empoderada en su labor me daba gusto ya que podía ser la contraparte a lo que se venía.
Me comenta como viene siendo su trabajo con la chica de contabilidad, que es su mayor logro… “¿Estrella?” y ¿por qué sería ella…?
“Ella es parte de un proceso de ingreso que hice sola y la chica presenta varias complicaciones familiares… “
Milagros me comento de muchas cosas de la chica que no sabía; como el hecho de que sus padres estuvieron separados siempre, que se crio con los abuelos y que por lo general su conducta es reflejo de la ausencia paterna pero que gracias a su asesoría y apoyo todo estaba mejorando y eso se reflejaba en su desenvolvimiento ahora en oficina.
La sentí muy orgullosa de eso, entonces mientras conversamos ella me mira y me dice “dime cuéntame ahora de tu viaje… amor”.
Entonces mientras me acercaba al parque; frente a su casa, ella me mira y me dice tajantemente… “¿te divertiste o no?”
Bueno ya sabes, trabajo y soportar a Eduardo que anda siempre con sus cosas, viajar es estresante y más en trabajo, le respondo.
“Uhmm, entre silenció me queda mirando con ojos pensativos”
Mili, ¿pero qué?... ¿por qué me miras así…? Le pregunto.
“Bueno tu mujer me llamo hoy para conversar conmigo”
¡Qué!!! ¿Qué quería?
“Pues quería saber con quién viajaste ya que al parecer tuviste una aventura allá porque te encontró un mensaje en tu celular”
Me quede frío unos segundos pero debía contestar rápido para no dar pie a que todo se agrave.
Es una confusión de ella. Ya que vió un mensaje tuyo; le respondo, pero ella me mira y haciéndose a un lado me dice “Ramiro yo no te mande ningún mensaje”…
Lo que siguió fue los clásicos reclamos, “no puedo creer que hagas esto, ósea no te bastaba conmigo, al final solo eres un hombre más que piensa con el pene y mil reproches con cliché feminista… esperé que termine de hablar y era el momento…
Milagros, disculpa pero esto debe acabar ahora.
Ya no hay vuelta atrás. Hemos ido muy lejos pero llego el fin del camino de ambos.
Con un silencio algo sospechoso y peligroso ella me mira se sonríe de manera muy fingida y me dice “está bien…”, tomando su bolso y caminando a su casa.
Me quedo atrás y sin decir palabras algo extrañado me preparo para irme… ella desde su puerta me mira mientras abre la reja y en un momento inesperado me llama haciéndome señales con la mano.
Me acerque a ella con cautela manteniendo la distancia, ella se sonríe mirándome con ternura “amor te voy a extrañar, tú me hiciste tu mujer en todos lados y me abusaste por todos lados también, dime quieres irte por una aventura o quieres que solo nos demos un tiempo…”
Milagros, no voy a dejar a mi esposa y quiero estar tranquilo. Lo siento.
Ella me besa y me susurra “cobarde”.
"Cobarde por dejarla e irme así…"
Mientras giro me dice que se ira de viaje con Eduardo y que sabe que ese enano anda detrás de ella y que si yo tuve una aventura ella podía entonces tener un tropezón…
A espaldas de ella sólo sonrío mientras me alejo, recordando del cómo se refería de Eduardo cuando estábamos en la cama “ese enano, ese pajero aguantado, mañoso sonso…”. Me pierdo en la noche mientras comienza a caer una llovizna leve como anunciando el final de todo sin mirar atras.
Al llegar a casa siento algo de libertad y alivio veo a mi mujer y mientras me preparo para Cenar conversamos como no lo hacíamos antes, Angie no está ya que su tía se encuentra mal así que tiene el día libre.
Mi mujer se opera al día siguiente, no podré estar por trabajo pero ella ya llamó a su amiga para que la acompañe, miro de reojo la ventana y veo una silueta desvanecerse con el paso de la lluvia.
Amor, ¿te parece si sacamos un vino?
Esa noche le hice el amor a mi mujer después de mucho, animados por el vino y sumados a la libertad de que ella estaba celosa pero eso mismo la hacía entregarse más al momento.
Fue maravilloso.
A la mañana siguiente me sentía una persona nueva me alisté para el trabajo mientras mi esposa se preparaba para ir al hospital. Cuando bajo veo a Angie en la cocina con el desayuno y volando con las loncheras para los niños que se van al colegio y la movilidad ya está a punto de pasar por ellos… No la había escuchado entrar ¿Cuándo llegó?
Mientras tomo mi café mi esposa baja y le dice que hoy se encargue solo de la casa ya que ella irá con una amiga a su operación, entre bromas le digo: Ojo nada de fiestas ni nada de enamorados acá ok…
Ya en oficina me encuentro con Eduardo quien me dice “Ramirito este viaje si la hago… no te vayas a poner celoso ok”
Eduardo si puedes y tienes oportunidad… aprovéchala pues. Que más te puedo decir. Y mientras Eduardo se ríe por el comentario una Milagros a mi espalda llama a Eduardo “Sr. Eduardo vamos necesito que un hombre fuerte como usted me ayude con mi maleta…”
Nunca olvidaré la sonrisa que vi en Milagros cuando volteaba a verla mientras me decía “Cuídate Ramiro… porque yo no me cuidaré, aprovecharé las oportunidades”
Debo reconocer que eso me hirió en los testículos directamente.
Las cabeza de arriba y la de abajo me dolían y preferí pedir permiso a mi Gerente quien a regaña dientes me dice: “Mira Ramiro, quiero los reportes para el jueves si los haces en tu casa o en la luna es tu tema, pero deja alguien encargado que monitoree la operatividad del CD ya que no está Eduardo y todo debe seguir su curso”
Mientras me voy rumbo a mi casa decido llamar a mi mujer pero me contesta su amiga diciendo que ya entro a cirugía, ojala todo salga bien.
Antes de ir al hospital decido pasar por mi casa para sacar unas cosas que quizá vaya a necesitar pero ese fue mi error.
Al llegar voy de frente al cuarto y Angie se encontraba bañándose, le grito que soy yo y que estoy de paso porque iré al hospital y…
Dicen que para que haya el bien también debe haber el mal, soy creyente de Dios pero reconozco que el diablo siempre se presenta a jugar con nuestras tentaciones…
Angie: “No me dejes acá sola”
Giro y… está desnuda…
Muerde sus labios y me dice “ven” al mismo tiempo en que suelto mi maleta.
Estaba reaccionando por instinto mientras la tomo de la cintura y la llevo cargada a su cuarto, me besa y con su piel húmeda aún enciende mi ser.
“Sr. no sea tosco ¿sí?”
No te preocupes Angie… giro y cierro la puerta mientras en mi mente pido perdón por lo que haré.
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