“Euforia”
Cap. VIII – La Psicóloga 3° P
Cuando firme ese “final” con Milagros estuvieron aún presente muchas dudas sobre qué era lo correcto o si más era un impulso por revanchismo… más allá de todo me quedaba claro que no sería lo último de ella.
En contraparte me había puesto encima la responsabilidad de cargar con ese pequeña intensa la cual me veía como su pareja y si bien había despertado en mi las ganas de llevarla a la cama su conducta tal como me había advertido Milagros estaba llena de variantes que debía identificar de a pocos para sobrellevar las cosas sin problemas.
Estrella y yo fuimos por unos tragos para conversar (tema aparte esa chica tomaba como vikingo y emborracharla no era fácil al menos con pisco, vodka, tequila, ron o whisky). Conversamos muchas cosas sobre su familia con la que vivía, sus abuelos, sus padres y su raro acuerdo de ausentarse en su crianza, los otros hijos de sus padres… sus locuras… y que esperaba…
Inevitablemente hablamos de sus tonterías y aun cuando cada cosa significaba una herida en ella, siempre sus palabras acababan en una sonrisa como queriendo guardar sus lágrimas por todo. Hasta que fue mí turno… quizá pude decirle la verdad como con Milagros pero supe al instante que ella no sería así, obviamente era una mujer diferente que tenía aún actitudes de niña. Le hable de mis hijos y de una supuesta separación con mi esposa… de vivir aparte y del hecho que llevaba un problema en el trabajo donde más de uno quería verme afuera y que en este mismo grupo estaba Milagros, mi gerente y Eduardo.
Estrella había estado tan cegada a la idea de que yo era lo que ella necesitaba en su vida que acepto todo cuanto le dije y opto por apoyarme en cuanto quiera.
Asi fijamos cosas como las llamadas o mensajes constantes (evitar), salidas y encuentros… y también el hecho de evitar hacer locuras en la oficina propias de cualquier impulso.
Teníamos un acuerdo y aunque fue inevitable recordar dónde nos habíamos quedado la última vez... ella tomo la actitud de querer esperar un poco más para el sexo, lo cual no me simbolizó problema sabiendo que estaría allí más temprano que tarde.
La mañana siguiente en la oficina fue para mí un juego interesante… yo sabía que esa chica tenía esa tendencia a excitarse muy rápido por lo que no desaprovechaba la más mínima oportunidad para rosarla, acariciarla en su entrepierna o frotarle los senos casualmente casi al punto de coincidir forzadamente en los mismos espacios del trabajo para algun manoseo, así pasamos unos días con ese juego donde me tocaba recargarla en esos días tratando de romper su frase de “esperemos para el sexo mejor” ya incluso por ratos no tenía que buscarla ella sola venía a hacerme notar cuan mojada estaba por la sensación que tenía al recordar cuando la tocaba.
Por su parte Milagros ahora declarada como enemiga publica nuestra se enfrascaba en comentarios feos en contra de Estrella haciendo que su convivencia sea una bomba de tiempo, en esos pocos días mis amigas (sí, ellas ya sabían todo) me avisaron más de una vez por posibles riñas de ambas en los baños.
Milagros también había optado por tomar una medida rara. Ahora era la saliente del tarado de sistemas con el que me había atacado indirectamente con la compu, su conducta también había cambiado, Milagros había dejado de lado su ropa de sastre para usar minifaldas ceñidas que dejaban ver sus blancas piernas con un corte que hacía imaginar que su mini reventaría cada que se sentaba, una blusa con escote blanca y unos lentes que le daban ese cliché intelectual atrayente… envolvente… claro ella sabía bien que se veía muyyy atractiva, por mi parte mi compañera como que no era esa chica sexy precisamente con ese look que usaba… pero quizá había algo que se podía hacer, claro yo la había visto desnuda, es decir con algo más de empeño y arreglándose como que… deje que todo siga así para no complicarme más.
Llegamos al viernes y ya para entonces habíamos creado una rutina de hacer cosas juntos como ir a almorzar, en esos pocos días más de una persona en la oficina nos había visto y es que tampoco nos ocultábamos. Estrella seguía teniendo esa intensidad de planificar cosas juntos como el hablarle a su mamá de mí para que me conozca… Por Dios.
Increíblemente a la señora no le era esquiva esa idea, bueno su madre me llevaba solo 2 años más de diferencia; leyendo sus mensajes que me mostraba de su teléfono veía como peligrosamente me iba metiendo más y más en ese círculo familiar.
Afortunadamente también estaba su grupo de amigas (el típico grupo de amigas de la universidad), el sábado era el cumpleaños de una de ellas y aprovechando que mi esposa saldría con su promoción del colegio hice también mis planes para ese día.
El sábado nos envolvió muy rápido, fui esa noche a recogerla a su casa viendo como desde la ventana un grupo de niñas me veían sonriendo mientras esperaba (sus sobrinas) hasta que Estrella salió… lucía bien. Llevaba unas botas largas las cuales estilizaban más sus piernas, un leggins negro que marcaba bien sus nalguitas, una casaca con un top corto enseñando su vientre propio de su edad, ella parecía no llevar sujetador ya que el top se acomodaba bien al movimiento de sus pechos al caminar con esas botas, el cabello suelto, maquillaje sobrio y sin lentes. De verdad se veía bien, muy bien. Ella algo avergonzada me decía que quería vestirse así por mí y yo con gusto agradecí el gesto dejándole en claro que ya conocía toda su belleza.
Claro el momento especial se cortaba cuando me decía “amor hoy vamos a tomar muchísimo estoy feliz…”
Yo: Ah estas feliz porque vas a tomar…
“Amor estoy feliz porque hoy voy a tomar y chupar como nunca… porque te voy a chupar tu rico pene toda la noche si es posible hasta sacar todo lo que me has calentado en la semana…”
Esa tarde fuimos a un karaoke de una conocida pollería, sus amigas y amigos de casi la mitad de edad que la mía no podían dejar de mirarnos aun cuando no nos habíamos presentado como pareja ni menos y hasta cierto punto era incomodo tener que decirles a cada rato “¿se te ofrece algo?... ¿dime, quieres decirme algo?” No falto la clásica mejor amiga que se me acerco para advertirme que si la hacía sufrir la furia de las 4 caería encima de mí… jajaja eso me pareció tierno y gracioso también. Hasta que…
Todos giran saludando entre gritos la llegada de una amiga más (Fanny), mientras Estrella me dice esa perra llegó… amor saluda… esperaba otra jovencita loquita pero al levantarme… tmr que tetas tenía la desgraciada y entendí al toque porque le había dicho perra… la mocosa traía un vestido así como anfitriona de casino con un escote que dejaba ver casi las aureolas de sus senos que en punta provocaban a la excitación… no pude disimular verle las tetas mientras su enamorado era un muchacho (al menos para mí lo era) el chico tenía casi 30 y Estrella me decía que su amiga de decían así porque cambiaba de pareja a cada rato y siempre se metía con hombres mayores… (a ver... ellos tenían en promedio 22 y ese muchacho tenía 30 lo cual para ellos era un hombre mayor… osea ¿Estrella de 22 y yo técnicamente de base 4?)
La noche pasó entre tragos, era curioso porque esas muchachas si aguantaban trago, Fanny con algo de humor decía que ahora su pupila la había superado, señalar a Estrella estando conmigo… mientras Estrella va a los servicios Fanny aprovecha en acercarse y hablarme (las clásicas preguntas de amiga…) allí mientras conversábamos Estrella llega algo molesta pensando que coquetabamos lo cual abre paso a un dialogo interesante.
Fanny le dice “Lo que pasa es que tú perdiste tu tiempo con tu ex… te dije búscate un hombre de verdad…” allí su otra amiga (la clásica media ida que es algo bocona) lo que pasa es que Fanny y estrella en la universidad se jugaban así y al final Estrella termino enamorando al profe se Estadística…
Qué? osea que Estrella y su profesor?
Dime pequeña y ese profe… ¿era mayor que yo?
“Bueno señor no lo sé pero si se veía mayor que usted además tenía su familia y todo y aun así Estrella y Fanny andaban atrás de él… creo esas coj… les gustan los abuelitos… sin ofender usted no se ve viejo ni nada, señor…”
Estrella gira y con algunos rasgos de alcohol me dice amor vamos “quiero sentir tu pene dentro…”
En ese momento estaba muy decidido, nos despedimos de todos y ellos lanzaban comentarios como sabiendo lo que pasaría. Esa noche mientras estrella y yo íbamos en el taxi trate de no abusar de su estado.
La lleve al ser la primera vez conmigo, cerca al malecón paralelo a la Brasil, el telo era algo ficho y la vista estaba buena, al probar la cama supe que valía la pena, Estrella entra a los servicios y sale con mi camisa puesta a medio abotonar, el alcohol la había calentado.
Yo había pedido una botella de vino la que fuimos brindando con algo de nerviosismo mientras nos tomábamos unas fotos.
Ella bailaba delante de mí dejándome ver su tanguita negra. Se veía bien… la cargue y mientras la iba acariciando subía la camisa hasta poder lamer sus senos, ella me dice que nos cuidemos pero luego sacando su teléfono revisa (la flaca tenía una pinche aplicación que le decía que día tenía más riesgo de salir embarazada para poder cuidarse…) en ese momento la tome mientras ella iba quebrándose como nunca vi a una mujer hacerlo su elasticidad y forma me retorcían la mente haciendo que en un impulso brusco la gire y acomodando su tanga a un costado coloque mi pene en ella…
Había ruido pero podía sentir su respiración agitarse, sus pliegues vaginales internos; los sentía cada uno mientras iba entrando a la par que su rostro dibujaba gestos de dolor y excitación… solo para quedarse con la boca abierta respirando fuerte al llevar al fondo de ella.
Me acomodé para poder moverme mejor lo cual la hizo soltar un gemido brusco mientras sentía lo apretado que era su interior… Dios… como estrangulaban sus paredes internas cada centímetro dentro de ella, él palpitar de mi pene; desde dentro, parecía remecer su cuerpo y casi sin moverme el primer chorro de fluido vaginal emanaba mojando su clítoris y mi pelvis…
Su respiración era más débil… pero profunda… mientras me abalanzo para descubrirle el rostro de sus cabellos con los ojos cerrados voltea y parece hablarme.
Me acerco y ptmr que rayos…
Estrella, con las manos recogidas a su pecho repite mirándome “te quiero mucho papá…”