1. La Copa como objetivo.
Cuando a inicio de año se dijo:
Nuestro objetivo es hacer una buena Copa fue más para no quedar mal que porque realmente se haya tenido el objetivo real y concreto de lograr algo en la Copa Libertadores. Así como lo lees. Y es que, si lo piensas un poquito, irracional no es. Veníamos de una larga ausencia en competencias internacionales y provenimos de un medio en el que lo normal es que nos eliminemos en primera ronda y con rendimientos paupérrimos. El año pasado, por ejemplo, el campeón (
Juan Aurich) se eliminó también en primera ronda con sólo dos partidos ganados (los dos como local y por 1 a 0), anotando 4 goles y recibiendo 9. El 2011, el panorama fue similar.
Universidad San Martín se eliminó en primera fase con sólo dos partidos ganados (uno de local y otro de visita), 7 goles anotados y 11 recibidos.

(foto: lance.com.br)
En fin, a lo que voy es que de un análisis anterior, estaba claro que era muy difícil sumamente difícil voltear la torta en la que veníamos. Para ello deberíamos haber hecho una fuerte inversión en el plantel. Y la posibilidad de hacer esa fuerte inversión iba a depender de las prioridades del club y de su presupuesto. La prioridad del club está puesta en el fortalecimiento de las divisiones menores, no en el primer equipo, y el presupuesto que quedaba no daba para hacer esa fuerte inversión. Ni siquiera para acercársele. Entonces se tomó la decisión de no apostar fuerte en la Copa Libertadores 2013. La idea era jugarla de la mejor manera posible, intentar no quedar como si se fuera Alianza Lima (con 0 puntos), y si la fortuna estaba de nuestro lado poder mejorar lo hecho en años anteriores por otros equipos. Cervecero, el verdadero objetivo era ese, no te engañes. Participar, competir, tener chances, mejorar los 6 puntos de Aurich y San Martín y, con suerte, llegar a octavos. ¿No te gusta cómo suena? Bueno, pues te contaré que si lo vemos fríamente estamos a 1 punto de igualar la campaña de los dos anteriores campeones y, si le ganamos a Palmeiras, de superarlos. Con lo que ese objetivo se cumpliría. No te molestes conmigo por decirte eso, yo no fui el que puso los objetivos.
Hoy por hoy a Cristal, como institución, la Copa 2013 no le quita el sueño. El plan de participar en serio en la Copa Libertadores está para más adelante. Se evalúa que para el 2015 o 2016, si se sigue la curva de consolidación de la institución, recién tendremos posibilidades de competir en serio. Hasta entonces, la idea es participar de la mejor manera y
nada más. Una eliminación en primera ronda, entonces, no es drama en La Florida. Y si haces memoria, jamás se dijo que el objetivo era pasar a octavos, ¿eh? Nadie lo dijo. Claro, tampoco es políticamente correcto decir de arranque lo que te estoy diciendo. Pero ese es otro tema.
2. Los refuerzos. Si tienes presente lo que te acabo de contar, comprenderás entonces que al momento de elegir refuerzos para el plantel 2013 no se pensó en la Copa. Así de simple. Desde inicios de año la gente se quejó diciendo que
ese plantel no está para la Copa y en eso aunque no se dijera coincidíamos todos. Pero es que, ahí está el detalle, este plantel no se armó pensando en la Copa. Pequeña diferencia. El plantel se armó pensando en el bicampeonato y en mantener el estilo de juego que queremos que quede hoy y siempre. Entonces, se trajeron jugadores para fortalecer el estilo de juego y para cubrir las posibles falencias que se puedan tener y siempre con miras al campeonato local. Ahora, coincidirás conmigo en que esa parte del camino sí se ha hecho bien. Para lo que es el campeonato local nuestras piezas alcanzan sobrado.
El verdadero objetivo del 2013 es ser bicampeones. El club se lo planteó así, contrató para ello, y esa idea la tiene fija. Si no campeonamos, ya sea por errores nuestros o porque tuvimos al frente a un rival con mucha fortuna, va a ser el fracaso. Pero lo de la Copa no le quita el sueño a nadie. ¿Que ahora se dice que el jugador tal o ese otro no tienen nivel para la Copa Libertadores? Pues en el club tan sólo levantan los hombros y aceptan la crítica. Lo más probable es que no lo tenga. Pero a ese jugador no se lo trajo para eso, se lo trajo para campeonar. Para el club, establecer objetivos en la Copa Libertadores 2013 resultaba aún un tema poco serio por la gran brecha que existe entre nuestro nivel y el nivel necesario para poder jugarla con pretensiones. Entre armar un plantel que busque sólo llegar a octavos arriesgando el presupuesto destinado al objetivo principal (las divisiones menores) y renunciar a tener pretensiones reales en esta Copa, pues se eligió lo segundo. La decisión puede gustarte o no, puedes aceptarla o no, lo cierto es que esa fue.
Pero esto es Sporting Cristal y acá siempre se tiene que trabajar con miras al campeonato, podrás decir. Y sí, puede que tengas razón. Pero el tema y acá recién entra mi opinión personal es que si sabes que eres menos que el resto, a veces es mejor tomar un paso atrás para intentar nivelarte antes de presentarte a la competencia. La táctica del tren (que va de frente a todo ritmo sin importarle nada) sólo va a llevar a que te choques con una pared. Tomar las cosas con calma, saber que el 2013 no se acaba el mundo, saber que puedes renunciar a metas inmediatas e irreales para apostar en serio a metas lejanas pero más factibles, tener la intención de prepararte mejor. Eso no es
per se una mala idea.
Al final es cuestión de perspectiva. Si vemos el bosque y no el árbol entonces las estrategias incluyen planes quinquenales (por lo menos) y resignar opciones en una copa con miras a trabajar para el futuro deja de ser algo descabellado. El tema es, y ahí cruzo los dedos, que ojalá sigamos trabajando con miras a eso. Si no, el sacrificio no valdría nada. Ahora, si me preguntas a mi, hasta donde sé, hoy por hoy te diría que sí se está trabajando para ese futuro. En fin. Para terminar, dígase lo que se diga, tampoco es cuestión de dárnosla ahora de exquisitos y decir que no tiene sentido campeonar en el torneo doméstico. Bien nos hemos lamentado durante 7 años por no poder hacerlo y sabemos que ese título, con lo positivo y lo negativo, es un título que nos es agradable y queremos saborear siempre. Así que, las cosas en su sitio y no asumamos poses que no nos corresponden.
3. El entorno. Esto no es ni excusa ni explicación. Tiene que ver con lo que brindó Sporting Cristal pero tampoco tanto. Entonces lo comento porque me parece interesante que alguien lo mencione. Y es que el deporte favorito en el Perú, luego del fútbol y el voley, es ver cómo se puede fastidiar a Sporting Cristal. Eso lo sabemos todos. Tenemos más rivales que cualquier otro equipo en el país. Llámalo envidia o antipatía lo cierto es que, cuando necesitamos una ayuda, las manos que vienen a nuestro auxilio son poquísimas. ¿A que voy?
A que, hasta donde sé, los pedidos de Sporting Cristal para la postergación o reprogramación de partidos siempre fueron negados. El rival de turno (sea Alianza Lima o UTC) no tuvieron el menor interés de colaborar causando que Sporting Cristal tenga que lidiar con una seguidilla de partidos agotadora y que dejó jugadores lesionados. Las bases del campeonato establecen que, para la primera fase de grupos, sólo cabía la postergación si es que, entre el partido por el torneo local y el partido de Copa habían 48 horas o menos. Y como usualmente lo que habían era, cuando menos, 72 pues nadie estuvo obligado a postergar y Cristal tenía que ver la posibilidad de lograr un acuerdo con el rival de turno. El rival de turno jamás quiso acceder. Ahora, lo cierto es que de alguna manera esta bien que haya sido así. Sporting Cristal, si tiene pretensiones de seguir jugando la Copa los siguientes años, va a tener que ir haciéndose la idea de que en estos meses va a enfrentar seguidillas como estas. Pero, más allá de eso, lo cierto es que esta actitud con Sporting Cristal contrasta totalmente con la que se tuvo con el otro equipo peruano que participa en Copa Libertadores.
Real Garcilaso postergó fechas en casos en los que entre el partido local y el de Copa mediaban más de tres días. Pero además, encontró casos como el de
Pacífico F.C. que aceptó trocar la localía. Le tocaba jugar en Lima y acordaron cambiar la localía y jugar en Cusco para evitarles tener que realizar el fatigoso viaje aéreo Cusco-Lima-Cusco. En fin. Claro, repito, esto no es ni explicación ni justificación. Pero es un detalle a tomar en cuenta.