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La leyenda de Sarah Hellen, una inglesa acusada de practicar la brujería que fue asesinada en su país y enterrada hace más de un siglo en Pisco, revive tras el seísmo que hace una semana destruyó esta urbe peruana pero dejó intacta su tumba, alimentando la creencia de quienes la consideran una santa.
El pabellón de siete niveles en que se encuentra su tumba, en el cementerio de Pisco, quedó intacto y soportó la violencia del terremoto que asoló a las ciudades de la región al sur de Lima el pasado 15 de agosto.
A su alrededor otros pabellones se desmoronaron, esparciendo por tierra antiguos ataúdes y dejando a la vista osamentas que datan de hace más 100 años.
El nicho en que reposan los restos de Sarah Hellen es el único en esa parte del panteón que tiene flores frescas que dejan casi diariamente visitantes anónimos, cuyo número ha comenzado a incrementarse poco después del seísmo, según David Ramos, administrador del lugar.
"Aquí hay mucha gente que cree que es una santa y hasta dicen que ha hecho milagros, pero antes la llamaban la mujer vampiro y hasta decían que era la mujer de Drácula", relató el encargado del panteón.
En la lápida que cubren sus restos se han colocado placas, donde se lee "Gracias por el milagro concedido".
Rosa Alfaro, una anciana de 86 años nacida en Pisco, refirió "que algunas personas han comenzado a decir que hay algo sobrenatural" en el hecho de que su tumba quedara intacta.
El poblador Nilto Meléndez no cree en lo supuestos milagros de Sarah Hellen pero admite que parte de la población piensa que su imagen debería estar en los altares.
La Iglesia Católica de Pisco siempre sostuvo que el culto a la inglesa no pasa de ser un tema de superchería.
La historia de Sarah Hellen se remonta al siglo XIX en la ciudad de Blackburn, donde nació su afición por la magia negra, siendo asesinada en 1893.
La leyenda cuenta que antes de morir amenazó con resucitar 100 años después para vengarse de los habitantes de Blackburn que la condenaron, quienes obligaron entonces a un familiar a llevar su cadáver de allí. Fue así como el cuerpo llegó a Pisco, según consta en los archivos de la ciudad.
No se sabe la forma en que se conoció la historia en Perú, pero en Pisco en 1993, cuando se iban a cumplir los 100 años de su muerte, se desató una ola de pánico. La noche en que supuestamente resucitaría, cientos de personas la esperaban en el cementerio armados de crucifijos y estacas para rematarla, aunque al final quedaron frustrados pues nada pasó.
Años después, tampoco sin saberse por qué, Sarah Hellen de bruja y hechicera pasó a ser catalogada como santa y su leyenda ha vuelto a revivir a raíz del terremoto que respetó su tumba.
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Su tumba resistió el terremoto. El lugar donde reposan los restos de Sara Hellen, conocida como la 'Mujer vampiro', se ha convertido en una especie de santuario para los damnificados, quienes acuden al cementerio de Pisco para rezarle y pedirle que calme la furia de la naturaleza. Tiene muchos 'fieles' que aseguran que ella es la 'Santa del amor' y le atribuyen milagros.
La tumba de la misteriosa mujer, que vivió en el siglo XIX y fue asesinada por sus vecinos en 1893, se encuentra en el nicho 'C' del pabellón 'San Alberto' y se mantiene intacta tras el terremoto, pese a que el 30% del Cementerio General de Pisco fue destruido.
La cuadra donde está Sarah Hellen ni siquiera presenta rajaduras, pese a que todo el cementerio se está cayendo a pedazos con cada réplica. Según los trabajadores del panteón, junto a la mujer que nació en Inglaterra yacen cadáveres que datan de los años 1910 y 1920.
"Saritah es milagrosa, me ha salvado de la muerte y a mi familia también, por eso vengo a agradecerle y pedirle que sane a todos los heridos. Ella es una santita", expresó Carlos García, poblador afectado por el sismo.
Los pisqueños llegan todos los días a la tumba de la 'Mujer vampiro' con estampitas, flores y carteles que dicen: 'Gracias, Sarah, por salvar a mi hijito'.
La leyenda
Sarah Hellen nació en Inglaterra y, según la leyenda,
sus vecinos decían que practicaba la brujería y magia negra. Incluso la relacionaban con la adoración a Satanás y al Conde Drácula, pero según otra versión, esa acusación se debió a que alguien le
recomendó que, para combatir su enfermedad, tome sangre de grado, la cual muchos confundieron con sangre humana.
Ella se puso grave cuando su esposo, un marino inglés, ancló en Pisco. Sus vecinos aprovecharon su mal para matarla.
En su terrible agonía juró regresar del más allá, cien años después de su muerte, para cobrar venganza. Por temor, sus familiares enviaron su cadáver en barco a Pisco, donde estaba su esposo, y allí la sepultaron.
En abril de 1993, algunos pisqueños señalaron que por las noches, en los alrededores del cementerio, aparecía una mujer rubia y en bata blanca que seducía a los hombres para llevárselos con engaños y chuparles la sangre.
Según la leyenda, el 9 de junio de 1993, Sarah Hellen iba a resucitar para cumplir su amenaza. El cementerio fue invadido por periodistas nacionales y extranjeros, brujos, chamanes y curiosos, pero no pasó nada.
Ahora tiene hasta 'fieles' que le atribuyen asombrosos milagros y aseguran que ella es la 'Santa del amor', por lo que acuden al panteón para prenderle velas y rezarle.