Hoy en el pasaje 6 estuvieron las pupilas de la tía Nancy que se comunicaba permanentemente por celular con una gordita de uniforme guinda que las batuteaba a las celestes pitufinas, suspiritos azules de semblante inocente y manitas traviesas. Me atendí con dos de ellas, una de cabello negro y cola. Me dijo su nombre pero no lo recuerdo... creo que Luisa. Es delgada, pequeña como todas las pitufinas, bonitas caderas y unas tetotas que resaltan a pesar del sobrio uniforme. Su atención normal, se esmera y a pesar de que te tapa con una toalla, sus manitos se deslizan "sin querer" provocando unos pecaminosos roces para finalmente acabar sin toalla y con el cíclope erguido mirándola. No le pedí nada adicional... por ahora. Luego me atendí con otra de cabello negro largo suelto, trigueña, un aire a selvática que no paraba de mirarme un sonreirme pícaramente. Esta chibola si es más suelta, no pone toalla y roza más, agarra huevos, masajea pichula peeeeeero dice que adicionales no hace jajaja. Típico de las suspiritos de Nancy. Supongo que la próxima visita conseguiré algo más.
Todos los accesos de la galería estaban a medio abrir por precaución debido a los desmanes de hoy.