lechuga37
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Esto pasó hace unos cuantos años, no recuerdo exactamente bien las fechas pero la segunda parte ocurrió quizá por mediados del 2015.
Terminé el colegio el año 2002 y estaba viendo maneras de financiarme las vacas puesto que mi madre no estaba en posición económica para financiarme las juergas de verano de chibolo borracho, así que con 17 años empecé a trabajar en el bazaar escolar de mi propio cole durante el verano. Era un trabajo medio huevero, más que nada era ayudar a dos señoras en la venta de uniformes y útiles escolares moviendo bultos, ayudando a cargar paquetes, mostradores, etc, básicamente labores físicas entre mi persona y otros dos chicos ya que la venta casi siempre solo la hacían las señoras. Veinticinco soles al día en ese entonces por una chamba huevera en la que ni siquiera gastaba pues iba caminando y me daban almuerzo me parecía ganadaso.
Cierto día una de las señoras se enfermó y me pidieron a mi que ayude con las ventas. El día pasaba tranquilo, padres comprando una que otra cosa de la lista, y en eso llega una señora no tan mayor con su bicicleta en las manos a la cual ya había visto antes por alrededores, parecía del mismo distrito o que vivía cerca pero no ubicaba bien donde. Morocha, pelo hasta el cuello pintado de castaño, lindos ojos, labios delgados, senos normales pero lo que adormecía el juicio a cualquier chiquillo pajero de 17 años era el tremendo trasero que se manejaba, era increíble. Grande y algo "rebalsante", pero aún así formado dejando saber que de chibola levantaba pingas por donde pasara. Yo iba atendiendo a otra persona por lo cual ella empezó a ser atendida por alguien más, y no podía parar de mirarle el culo. Estaba babeando literalmente, por ratos perdía la concentración de tanto que la alucinaba.
Terminé de atender a quien estaba tratando en ese momento y al rato la dueña del bazaar me pide que la ayude a llevar unas bolsas con cosas que había comprado: papel corrospún (o como sea que se escriba), blocks, colores, etc. Durante el camino ella me agradecía por ayudarla con las cosas, la acompañé hasta la entrada del colegio pues justo en ese momento llegaba su esposo a quien le entregué las bolsas, por lo cual ella se despidió amablemente, me regalo 5 soles por ayudarla y se montó en la bicicleta para irse pedaleando por una calle. La vista fue tan impactante para mi en ese momento (a esas edad era loco paja) que le dediqué más de una jalada de nutria durante mucho tiempo.
Durante un tiempo llegué a verla por el barrio unas pocas ocasiones más pero siempre de lejos, por lo cual confirmé que vivía cerca pero nunca la vi entrar o salir de ninguna casa. La única información con la que disponía es que era casada, tenía una hija en el colegio y que quería que me asfixie con sus enormes nalgas.
Años después de esto ya estaba trabajando y viviendo en Arequipa, dandome mis escapadas eventuales para ir a ver a mi familia y amigos. En una ocasión salía de la casa de una amiga con derechos en San Borja, era las 7 de la mañana y estaba hecho trapo por cachar toda la noche y buscaba un lugar donde desayunar (tuve que salir corriendo porque llegó a la casa la hermana mayor de la flaca), así que entro a una panadería a comprar unas cosas, cuando al voltear lo primero que vi es una mujer con unas caderotas y unas nalgas riquisimas. Me siento a alucinar de lejitos a la pendeja mientras conversaba con otra chica, ambas estaban con ropa deportiva, en eso la otra se va y la culona voltea y la veo: era ella. A pesar de que habían pasado como 12 años se veía mucho mejor: abdomen plano, caderas que antes no se notaban tanto, y el trasero delicioso de siempre, pero más respingado. Me quedé un rato con el ceño fruncido mientras la reconocía, momento en el que ella avanzó a la caja a comprar y se dio cuenta que me quedé mirando, ella me mira y también se queda pensando por un segundo que se hizo eterno, mi única reacción fue darle un torpe "hola", jajaja. Ella me dijo hola, pero digamos que seria, pagó en la caja y antes de irse voltea y me mira con una media sonrisa...
- "Hola, tú no vivias por el colegio XXX XXXXXXX?"
- "Hola, si, me parecías conocida... te mudaste por lo visto"
- "Si, vivo a dos cuadras hace dos años con mi hija. Como te llamabas?"
- "Lechuga37, y tú?"
- "Silvia, creo que es la primera vez que hablamos"
- "Pues si, entonces mucho gusto" (le doy la mano y se rie)
- "Y qué haces en San Borja tan temprano?"
- "Fue cumple de un amigo y me quedé tomando en su casa, preferí quedarme a dormir" (jamás iba a decirle que andaba de cachero un día antes)
La conversación en ese momento trató acerca varias cosas pequeñas, ella se había divorciado pero como se casó por bienes separados prefirió irse de la casa de su pareja y se mudó, me preguntaba por como había cambiado el barrio ya que antes la avenida eran puras casa grandes, que fueron derribando para hacer depas (mi casa era una de las pocas que seguía en pie), que si el panadero, amigo de todos los vecinos, seguía atendiendo y así. Entre varias cosas me dijo que iba a dar una vuelta más tarde porque su hermana vivía cerca y tenía que dejarle algo. En ese momento no se que me pasó porque estaba trapo por la faena del día anterior, pero me animé y le dije que si quería darme su telefono para vernos después de que visite a su hermana y le enseñaba lo que quedaba del antiguo barrio. La flaca se sorprendió y medio molesta me preguntó si sabía bien su edad y que si siempre era así de lanzado, a lo que entre hambre y cansancio solo atiné a decir que si, lo cual hizo que se cague de risa por un par de segundos, me mirase a la cara y con una sonrisa me dijese "anota chibolo".
Continuara...
Terminé el colegio el año 2002 y estaba viendo maneras de financiarme las vacas puesto que mi madre no estaba en posición económica para financiarme las juergas de verano de chibolo borracho, así que con 17 años empecé a trabajar en el bazaar escolar de mi propio cole durante el verano. Era un trabajo medio huevero, más que nada era ayudar a dos señoras en la venta de uniformes y útiles escolares moviendo bultos, ayudando a cargar paquetes, mostradores, etc, básicamente labores físicas entre mi persona y otros dos chicos ya que la venta casi siempre solo la hacían las señoras. Veinticinco soles al día en ese entonces por una chamba huevera en la que ni siquiera gastaba pues iba caminando y me daban almuerzo me parecía ganadaso.
Cierto día una de las señoras se enfermó y me pidieron a mi que ayude con las ventas. El día pasaba tranquilo, padres comprando una que otra cosa de la lista, y en eso llega una señora no tan mayor con su bicicleta en las manos a la cual ya había visto antes por alrededores, parecía del mismo distrito o que vivía cerca pero no ubicaba bien donde. Morocha, pelo hasta el cuello pintado de castaño, lindos ojos, labios delgados, senos normales pero lo que adormecía el juicio a cualquier chiquillo pajero de 17 años era el tremendo trasero que se manejaba, era increíble. Grande y algo "rebalsante", pero aún así formado dejando saber que de chibola levantaba pingas por donde pasara. Yo iba atendiendo a otra persona por lo cual ella empezó a ser atendida por alguien más, y no podía parar de mirarle el culo. Estaba babeando literalmente, por ratos perdía la concentración de tanto que la alucinaba.
Terminé de atender a quien estaba tratando en ese momento y al rato la dueña del bazaar me pide que la ayude a llevar unas bolsas con cosas que había comprado: papel corrospún (o como sea que se escriba), blocks, colores, etc. Durante el camino ella me agradecía por ayudarla con las cosas, la acompañé hasta la entrada del colegio pues justo en ese momento llegaba su esposo a quien le entregué las bolsas, por lo cual ella se despidió amablemente, me regalo 5 soles por ayudarla y se montó en la bicicleta para irse pedaleando por una calle. La vista fue tan impactante para mi en ese momento (a esas edad era loco paja) que le dediqué más de una jalada de nutria durante mucho tiempo.
Durante un tiempo llegué a verla por el barrio unas pocas ocasiones más pero siempre de lejos, por lo cual confirmé que vivía cerca pero nunca la vi entrar o salir de ninguna casa. La única información con la que disponía es que era casada, tenía una hija en el colegio y que quería que me asfixie con sus enormes nalgas.
Años después de esto ya estaba trabajando y viviendo en Arequipa, dandome mis escapadas eventuales para ir a ver a mi familia y amigos. En una ocasión salía de la casa de una amiga con derechos en San Borja, era las 7 de la mañana y estaba hecho trapo por cachar toda la noche y buscaba un lugar donde desayunar (tuve que salir corriendo porque llegó a la casa la hermana mayor de la flaca), así que entro a una panadería a comprar unas cosas, cuando al voltear lo primero que vi es una mujer con unas caderotas y unas nalgas riquisimas. Me siento a alucinar de lejitos a la pendeja mientras conversaba con otra chica, ambas estaban con ropa deportiva, en eso la otra se va y la culona voltea y la veo: era ella. A pesar de que habían pasado como 12 años se veía mucho mejor: abdomen plano, caderas que antes no se notaban tanto, y el trasero delicioso de siempre, pero más respingado. Me quedé un rato con el ceño fruncido mientras la reconocía, momento en el que ella avanzó a la caja a comprar y se dio cuenta que me quedé mirando, ella me mira y también se queda pensando por un segundo que se hizo eterno, mi única reacción fue darle un torpe "hola", jajaja. Ella me dijo hola, pero digamos que seria, pagó en la caja y antes de irse voltea y me mira con una media sonrisa...
- "Hola, tú no vivias por el colegio XXX XXXXXXX?"
- "Hola, si, me parecías conocida... te mudaste por lo visto"
- "Si, vivo a dos cuadras hace dos años con mi hija. Como te llamabas?"
- "Lechuga37, y tú?"
- "Silvia, creo que es la primera vez que hablamos"
- "Pues si, entonces mucho gusto" (le doy la mano y se rie)
- "Y qué haces en San Borja tan temprano?"
- "Fue cumple de un amigo y me quedé tomando en su casa, preferí quedarme a dormir" (jamás iba a decirle que andaba de cachero un día antes)
La conversación en ese momento trató acerca varias cosas pequeñas, ella se había divorciado pero como se casó por bienes separados prefirió irse de la casa de su pareja y se mudó, me preguntaba por como había cambiado el barrio ya que antes la avenida eran puras casa grandes, que fueron derribando para hacer depas (mi casa era una de las pocas que seguía en pie), que si el panadero, amigo de todos los vecinos, seguía atendiendo y así. Entre varias cosas me dijo que iba a dar una vuelta más tarde porque su hermana vivía cerca y tenía que dejarle algo. En ese momento no se que me pasó porque estaba trapo por la faena del día anterior, pero me animé y le dije que si quería darme su telefono para vernos después de que visite a su hermana y le enseñaba lo que quedaba del antiguo barrio. La flaca se sorprendió y medio molesta me preguntó si sabía bien su edad y que si siempre era así de lanzado, a lo que entre hambre y cansancio solo atiné a decir que si, lo cual hizo que se cague de risa por un par de segundos, me mirase a la cara y con una sonrisa me dijese "anota chibolo".
Continuara...