SavagePast
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Historia real y para proteger la identidad de la pequeña cambiaré su nombre.
Soy taxista de aplicativos y ya he tenido varias experiencias con chicas que terminé llevándomelas a la cama, más adelante iré contando. Tengo 30 años, soy alto, algo chapado por el gym y me han dicho que tengo algo de pinta, yo me considero normalito de cara, lo que si diré es que me gusta andar bien bañado, con la camisita o polos cuellos camisa decentes.
Hoy quiero contar acerca de una chata potona de Santa Anita (distrito donde pasó realmente). Yo lugar que voy, lugar que me quiero levantar a la que atiende o a la dueña, siempre ando con la sonrisa de típico pendejito pulseador.
Eran las 10 PM, ya había terminado mi dia de chamba y estaba buscando un local nuevo donde meterme algo de grasa, necesitaba comer grasaaa, energía rápida!. Digo un nuevo local porque el local donde solía comer cuando andaba por santa anita, me habían dado un jugo de piña con papaya medio raro. Así que por curiosidades de la vida, encuentro uno, justo al frente. Estaciono mi carrito, y desde adentro del carro veo el local, y al fondo veo 3 chibolas de unos 18 a 22 años conversando y riéndose, eran las típicas cholitas bonitas y tiernas. Pero de entre las 3, veo a una, la más alegre y segura de si misma, que tenía un potazo, chata potona, (que asumo era la causa de su seguridad, siempre diré que una mujer culona, tiene ventajas en esta vida).
En una me cambió la cara y pensé "al parecer ya tengo local nuevo donde venir".
Me bajé de mi carro todo tranquilo, calmado, si bien la chata estaba rica, aún no sé si me va aflojar, no tengo su numero y no sé ni su nombre. Y hay un lapso de tiempo que tiene que pasar(puede ser corto o largo) hasta tener ese culo a mi disposición y hacerlo rebotar bien rico y sobre todo duro.
Al momento de entrar al local eso sí, sabía que tenía que llamar la atención, hablar fuerte y proyectar masculinidad, puede sonar gracioso, pero somos animales, y siempre proyectar fortaleza, ayuda en todo.
Yo: "Buenas noches, que tal!. Hay algo para comer, tengo hambre !"
Todos apuntan su mirada hacia mí, el joven que estaba en la puerta y asumo era cocinero, sonríe amigablemente y me dice, "claro joven pase" , y se va a la cocina.
Para mi suerte la chata potona (que llamaré Celia) es la que se me acerca a tomarme el pedido.
Celia: "Hola joven buenas noches, qué desea, aquí tiene la carta"
La miro a los ojos y le sonrío, ella me mira y suelta una tímida sonrisa, dirijo mis ojos hacia la carta y le pido un broaster parte pecho y un jugo de papaya con piña. Al voltearse, le miro el culazo que tenía, y la verdad, rico, imponente, bien alimentado, todo un paneton consistente y grandazo, ya con eso quería pararme darle una buena nalgada y cacharmela en el medio de todos. Bueno, fue a entregarle mi pedido a cocina.
Saqué mi celular a revisar algunos mensajes, y de paso pensar en el breve encuentro con Celia, si bien hubo un cruce de miradas algo interesante, no es nada que ya haya tenido Celia con otras personas, asumo yo, por su labor de mesera, la webada de la buena atención, sonrisa que debe tener con los clientes arrechines y que ese local siga teniendo clientes.
Mi sorpresa fue grande al levantar la mirada y ver a Celia conversando y riéndose con sus amigas, mientras me miraban. Más o menos pude descifrar lo que pasaba, la estaban molestando conmigo, así que les sonrío, se paltean y siguen riéndose entre ellas.
Después de unos minutos, viene Celia con mi pedido, y me lo entrega amigablemente, y me pregunta si todo esta bien, le digo que sí. Para esto, vi en su mirada, algo de timidez o hasta leve nerviosismo, pensé "mmmm eso es señal de que puede pasar alguito, vamos viendo con calma".
Me puse a comer, ver mi cel, responder algunos mensajes de mi tóxica (sí, tengo flaca y convivo todavía csmre), y de la nada levanto la mirada y veo a sus amigas de Celia ocupadas con una mesa, y a Celia sentada en una mesa, mirando su celular y riéndose, ella siente mi mirada, y yo al verme descubierto mirándola, quise ser más directo, le sonrío y le muevo la cabeza como saludandola, ella me mira, sonríe, me queda mirando, y me levanta la mano y me saluda toda timida, luego agacha su cabeza palteada y sigue mirando su celular pero nerviosita...
Ahora sí, pensé, la señal que estaba buscando, "la potona me esta dando sagiro, me la cacho sí o sí ".
Voy a almorzar, luego continúo, ya vino mi delivery, hoy me quedé a vagar...
Soy taxista de aplicativos y ya he tenido varias experiencias con chicas que terminé llevándomelas a la cama, más adelante iré contando. Tengo 30 años, soy alto, algo chapado por el gym y me han dicho que tengo algo de pinta, yo me considero normalito de cara, lo que si diré es que me gusta andar bien bañado, con la camisita o polos cuellos camisa decentes.
Hoy quiero contar acerca de una chata potona de Santa Anita (distrito donde pasó realmente). Yo lugar que voy, lugar que me quiero levantar a la que atiende o a la dueña, siempre ando con la sonrisa de típico pendejito pulseador.
Eran las 10 PM, ya había terminado mi dia de chamba y estaba buscando un local nuevo donde meterme algo de grasa, necesitaba comer grasaaa, energía rápida!. Digo un nuevo local porque el local donde solía comer cuando andaba por santa anita, me habían dado un jugo de piña con papaya medio raro. Así que por curiosidades de la vida, encuentro uno, justo al frente. Estaciono mi carrito, y desde adentro del carro veo el local, y al fondo veo 3 chibolas de unos 18 a 22 años conversando y riéndose, eran las típicas cholitas bonitas y tiernas. Pero de entre las 3, veo a una, la más alegre y segura de si misma, que tenía un potazo, chata potona, (que asumo era la causa de su seguridad, siempre diré que una mujer culona, tiene ventajas en esta vida).
En una me cambió la cara y pensé "al parecer ya tengo local nuevo donde venir".
Me bajé de mi carro todo tranquilo, calmado, si bien la chata estaba rica, aún no sé si me va aflojar, no tengo su numero y no sé ni su nombre. Y hay un lapso de tiempo que tiene que pasar(puede ser corto o largo) hasta tener ese culo a mi disposición y hacerlo rebotar bien rico y sobre todo duro.
Al momento de entrar al local eso sí, sabía que tenía que llamar la atención, hablar fuerte y proyectar masculinidad, puede sonar gracioso, pero somos animales, y siempre proyectar fortaleza, ayuda en todo.
Yo: "Buenas noches, que tal!. Hay algo para comer, tengo hambre !"
Todos apuntan su mirada hacia mí, el joven que estaba en la puerta y asumo era cocinero, sonríe amigablemente y me dice, "claro joven pase" , y se va a la cocina.
Para mi suerte la chata potona (que llamaré Celia) es la que se me acerca a tomarme el pedido.
Celia: "Hola joven buenas noches, qué desea, aquí tiene la carta"
La miro a los ojos y le sonrío, ella me mira y suelta una tímida sonrisa, dirijo mis ojos hacia la carta y le pido un broaster parte pecho y un jugo de papaya con piña. Al voltearse, le miro el culazo que tenía, y la verdad, rico, imponente, bien alimentado, todo un paneton consistente y grandazo, ya con eso quería pararme darle una buena nalgada y cacharmela en el medio de todos. Bueno, fue a entregarle mi pedido a cocina.
Saqué mi celular a revisar algunos mensajes, y de paso pensar en el breve encuentro con Celia, si bien hubo un cruce de miradas algo interesante, no es nada que ya haya tenido Celia con otras personas, asumo yo, por su labor de mesera, la webada de la buena atención, sonrisa que debe tener con los clientes arrechines y que ese local siga teniendo clientes.
Mi sorpresa fue grande al levantar la mirada y ver a Celia conversando y riéndose con sus amigas, mientras me miraban. Más o menos pude descifrar lo que pasaba, la estaban molestando conmigo, así que les sonrío, se paltean y siguen riéndose entre ellas.
Después de unos minutos, viene Celia con mi pedido, y me lo entrega amigablemente, y me pregunta si todo esta bien, le digo que sí. Para esto, vi en su mirada, algo de timidez o hasta leve nerviosismo, pensé "mmmm eso es señal de que puede pasar alguito, vamos viendo con calma".
Me puse a comer, ver mi cel, responder algunos mensajes de mi tóxica (sí, tengo flaca y convivo todavía csmre), y de la nada levanto la mirada y veo a sus amigas de Celia ocupadas con una mesa, y a Celia sentada en una mesa, mirando su celular y riéndose, ella siente mi mirada, y yo al verme descubierto mirándola, quise ser más directo, le sonrío y le muevo la cabeza como saludandola, ella me mira, sonríe, me queda mirando, y me levanta la mano y me saluda toda timida, luego agacha su cabeza palteada y sigue mirando su celular pero nerviosita...
Ahora sí, pensé, la señal que estaba buscando, "la potona me esta dando sagiro, me la cacho sí o sí ".
Voy a almorzar, luego continúo, ya vino mi delivery, hoy me quedé a vagar...