Mi amiga de la infancia

Se había puesto un polo verde pegado y con un escote bastante sugerente. Creo que no esperaba verme ahí porque cuando me encontré en la barra con ella y su esposo se sorprendió bastante. Primero me saludó él:

- "Hey Alberto como vas? tiempo sin vernos"
- "Hola que tal Omar?" lo saludé y de reojo podía ver la cara de soepresa de Daniela
- "Qué tal Dani?" le di un beso en la mejilla y discretamente le puse una mano en la cintura sin que Omar se de cuenta
- "No sabía que vendrías" me dijo ella aun con cara de incomodidad
- "Sí me animé a venir al final, nos tomamos algo"? les dije a los dos
- "Sí claro, yo pido" respondió Omar rápidamemte y se alejó unos pasos

Daniela y yo nos quedamos un rato a solas.

- "Que rica te ves con ese polo" le dije bajando la mirada a su escote
- "Si hubiese sabido que venías no me lo ponía" dijo tapandose las tetas con una casaca que tenía en la mano
- "Vamos... sé que extrañas lo que hicimos aquella vez"
- "Ya te dije que no volverá a pasar"
- "Bueno... veremos. Ya me la pusiste dura" le dije agarrandome el paquete
- "Cállate asqueroso" me contestó, pero no pudo evitar bajar la mirada
- "Jaja sabía que mirarías. Está bien, niégalo. Sé que no tardarás mucho en tirarte encima mio"

No tuvo tiempo de contestar porque regresó Omar con los tragos y nos quedamos conversando los tres un rato antes de regresar juntos donde estaba todo el grupo. La noche transcurrió con tranquilidad, pero yo no ejaba de mirarle las tetas por momentos. Ella se daba cuenta, pero ya no hacía nada por cubrirse.

Mi esposa tenía otra reunión con amigas así que ya habíamos coordinada que ella se regresaba antes para ir al otro lugar. Por lo que yo me quedé y, entre tragos van tragos vienen, empezamos los shots y la noche se fue poniendo más interesante.

Por algún motivo Omar se lo estaba tomando en serio y se notaba que estaba bastante borracho. Al punto que Daniela le dijo para irse a su casa. Se despidieron de todos y cuando llegaron a mi les ofrecí acompañarlos ya que podía ser peligroso salir tan tarde y ella sola con un borracho. Ella accedió porque se dio cuenta que realmente era necesario.

Cuando nos acercamos al taxi le dije que siente a Omar adelante para que no nos incomode.

- "Estás loco? de ninguna manera voy a hacer eso"

No perdí tiempo en responderle, agarré a Omar por el brazo y lo senté adelante. Él estaba despierto, pero se empezaba a quedar dormido por lo que no tuvo ninguna objeción. Le puse el cinturón y abrí la puerta de atrás para que entre Daniela, cuando se agachó para entrar le di una nalgada empujadola hacia adentro del vehiculo. Yo había perdido todo respeto y estaba totalmente excitado por tocar su cuerpo nuevamente y por el morbo de la situación.

Entramos al carro y le puse la mano encima de la pierna. Ella la retiró al segundo. Nos pasamos los primeros 10 minutos de camino en ese plan.. haciendose la dificil hasta que adelante escuchamos los ronquidos de Omar.

- "Te vas a seguir resistiendo?" le dije
- "Esta situación es muy incómoda para mi"
- "Ya relajate nomas, está durmiendo. No lo escuchas?"

La jalé hacia mi (yo me contraba detrás de Omar) y nos dimos un largo beso. Mientras nos besamos mi mano empezó a recorrer su cuerpo pasando primero por su abdomen plano hasta llegar a esas ricas tetas que moría por tener en mi boca nuevamente. Ella ya no se resistía, estaba claramente excitada y su mano sobaba mi verga por encima del pantalón. Aproveché el escote que tenía para sacar sus tetas al aire ya que no llevaba sostén y me alejé de ella porque tenía que verlas.

Bajé la mirada y pude ver nuevamente esas tetas grandes blancas con pezones rosados pequeños. Ella no tuve problema en dejarlas afuera a pesar de estar en un taxi y con la posibilidad de que el taxista la vea por el espejo. Ya nada le importaba en ese momento.

- "Qué ricas tetas" atiné a decir y me abalancé encima de ellas chupando y lamiendo todo

Ella solo disfrutaba y su respiración se agitaba. Con una oreja seguía pendiente de los ronquidos de su esposo y me di cuenta que todo estaba en orden así que seguí comiendole las tetas. Ella me agarraba la cabeza con las manos y por momentos bajaba a agarrarme la verga que seguía guardada en pantalón. Yo metí mi mano por dentro de su jean y empecé a sobarle las nalgas y a buscar esa conchita que quería penetrar.

Seguí bajando mi mano dentro de su jean sin ningún impedimento y cuando me acerqué a su vagina pude notar lo mojada que estaba. Juro que nunca había sentido una concha tan húmeda en mi vida. Ni siquiera le metí el dedo, solo acerqué el dedo a la zona y ya estaba todo mojado. Era evidente que ella tenía unas ganas enormes.

De pronto me alejó.

- "Hasta ahí nomás llego" me dijo. "Ya te diste cuenta lo excitada que estoy, pero no haré más"
- "Qué dices? sigamos"
- "No en serio Alberto. Sé que te parezco una perra por lo que estoy haciendo con mi esposo al lado, pero sinceramente no quiero que esto siga avanzando ya me siento sucia por hacer esto. No quiero hacer algo de lo que me arepienta"
- "Mirate" le dije señalando su entrepierna

El jean estaba totalmente mojado y había dejado una mancha grande entre sus piernas

- "..." dijo. "Lo siento pero ya no más" terminó de decir guardandose las tetas dentro del polo

Se giró mirando hacia la ventana. Llegamos a su casa, me dio un beso, despertó a su esposo y se fueron. Yo me quedé con ganas de más, pero sabía despues de lo de hoy que iba a pasar. Solo había que buscar el mejor momento.

 

Buen relato, esperamos la continuación