Jomife1
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Antes de empezar quiero explicar lo siguiente, con la cuarentena tengo más tiempo libre así que decidí escribir historias sobre mis experiencias sexuales hasta la actualidad, en orden, pero todo tiene un inicio y para mi fue este, en el cual NO HUBO SEXO. Prefiero aclararlo de antemano en caso eso es lo que busquen. Gracias.
Mi juventud se caracterizó por ser demasiado predecible y tranquila, siempre estudiando, pocas fiestas, pocos amigos. En el colegio tuve solo una enamorada, más por el hecho de no estar solo que realmente sentir algo por ella. En resumen terminé mi época escolar como uno de los más tímidos de mi promoción, sin pareja para la graduación y el primero en irse de la fiesta. Pensé que me gustaba una vida así pero ya me sentía muy frustrado así que decidí aprovechar que iniciaría una nueva etapa en la universidad para empezar de cero, una nueva vida, y mi principal meta fue hacer que me respetaran.
Este cambio de actitud me ayudó mucho, en la universidad nadie me conocía así que podía actuar como quisiera sin reproches, y fue así que conocí a "Alicia". Alta, de cabello negro lacio y buenos atributos. Su rostro no era especial ni su vientre totalmente plano pero era una morena de senos grandes y anchas caderas. Sus muslos bien formados siempre se dejaban ver con los shortcitos que usaba a diario. Se sentaba detrás mío en clase así que en uno de los tantos trabajos grupales que dejaban nos tocó estar los dos, junto a su amiga y 2 chicos más.
Para el trabajo tuvimos que ir al Parque de las Leyendas casi todo el día. Siendo sincero, no sentía una gran atracción a ella, sino tanto a su cuerpo, pero no la veía como una pareja potencial, sin embargo me había vuelto curioso, una curiosidad que con los años aumentaría y me haría vivir más cosas. Yo notaba que le parecía simpático así que probé en conversar más con su amiga y dio frutos, lo noté en sus ojos: celos.
Ya estando seguro de que había atracción me acerqué a Alicia y en temas de conversación había de donde elegir, estábamos haciendo un trabajo juntos, la universidad, profesores, toda una vida escolar desconocida el uno del otro. Entrar en confianza fue muy sencillo. Ya era hora de irnos, cada quien por su lado en su micro, pero en las conversaciones supe que ella vivía en ruta a mi casa así que, como todo un caballero, me ofrecí a acompañarla en el trayecto.
En el carro hablamos solo un poco más, una que otra anécdota, pero empecé a notarla preocupada y mirando constantemente por la ventana.
Yo tampoco conocía de calles, nunca había salido a ningún lado, pero se seguir órdenes y me habían dicho que ese era el carro que debíamos tomar.
Mi juventud se caracterizó por ser demasiado predecible y tranquila, siempre estudiando, pocas fiestas, pocos amigos. En el colegio tuve solo una enamorada, más por el hecho de no estar solo que realmente sentir algo por ella. En resumen terminé mi época escolar como uno de los más tímidos de mi promoción, sin pareja para la graduación y el primero en irse de la fiesta. Pensé que me gustaba una vida así pero ya me sentía muy frustrado así que decidí aprovechar que iniciaría una nueva etapa en la universidad para empezar de cero, una nueva vida, y mi principal meta fue hacer que me respetaran.
Este cambio de actitud me ayudó mucho, en la universidad nadie me conocía así que podía actuar como quisiera sin reproches, y fue así que conocí a "Alicia". Alta, de cabello negro lacio y buenos atributos. Su rostro no era especial ni su vientre totalmente plano pero era una morena de senos grandes y anchas caderas. Sus muslos bien formados siempre se dejaban ver con los shortcitos que usaba a diario. Se sentaba detrás mío en clase así que en uno de los tantos trabajos grupales que dejaban nos tocó estar los dos, junto a su amiga y 2 chicos más.
Para el trabajo tuvimos que ir al Parque de las Leyendas casi todo el día. Siendo sincero, no sentía una gran atracción a ella, sino tanto a su cuerpo, pero no la veía como una pareja potencial, sin embargo me había vuelto curioso, una curiosidad que con los años aumentaría y me haría vivir más cosas. Yo notaba que le parecía simpático así que probé en conversar más con su amiga y dio frutos, lo noté en sus ojos: celos.
Ya estando seguro de que había atracción me acerqué a Alicia y en temas de conversación había de donde elegir, estábamos haciendo un trabajo juntos, la universidad, profesores, toda una vida escolar desconocida el uno del otro. Entrar en confianza fue muy sencillo. Ya era hora de irnos, cada quien por su lado en su micro, pero en las conversaciones supe que ella vivía en ruta a mi casa así que, como todo un caballero, me ofrecí a acompañarla en el trayecto.
En el carro hablamos solo un poco más, una que otra anécdota, pero empecé a notarla preocupada y mirando constantemente por la ventana.
- ¿Todo bien?
- Sí, es que nunca había venido por esta ruta y no reconozco nada ¿Seguro que tomamos el micro correcto?
Yo tampoco conocía de calles, nunca había salido a ningún lado, pero se seguir órdenes y me habían dicho que ese era el carro que debíamos tomar.
- Sí, tranquila, este es.
- ¿Y si nos perdemos?¿No tengo más plata para un taxi?
- No hay problema, de verdad, esta es la ruta y es un poco larga. Si quieres descansa un rato, yo voy a seguir despierto y te aviso cuando lleguemos.