Me di una vuelta por la zona, para ver las novedades por el Día del Padre Fichero, y empecé mi recorrido por el Cli, hacía tiempo que no ingresaba. Aquí la temática era de vaqueritas, pero el level de las chicas era regural. Lo más llamativo, fue encontrar jabón en el baño, una rara avis en los baños de la zona. Lo otro que vi fue a dos tipos curiosos. Uno era un tío que tenía una cara de arrecho, como si nunca hubiera visto una mujer. El otro era todo un personaje, tenía un semblante de psicópata (cual American Psycho pero tío), de esos que se llevan a las chicas, en donde entran dos y solo sale uno... Mejor me arrancó, no vaya ser que entré un Hannibal Lecter... Con respecto a los precios, son los mismos que el cofrade hanzo_x comentó anteriormente, es por eso que el local se veía medio vacío, pero también es cierto que los locales sobreviven, porque solo necesitan que lleguen un puñado de Sam Pistolas, que disparen a dos manos, y se gasten su buen billete. Como al cofrade que vi, con pinta de servidor público, con coronas llenas en su mesa, y que cuando me estaba retirando, había pedido otra ronda más, con una chata, de pelo pintado de rubio, con siliconas en el pecho, con pinta de ser llanera.
De aquí, me fui al Glamour, como no quería cruzarme con los travestis, camine en la acera del frente hasta la altura del local. Al llegar, noté que no estaba la puerta abierta, hasta me llegué a confundir, pero en una se me acercó el portero Luis, y me dijo: "Acá es amigo, adelante". Me imaginó que atienden así, a puerta cerrada para evitar las intervenciones. Aún me sorprende, lo amplio del local, con sus dos zonas privadas, la de la entrada iluminda, la del medio oscura (como me gusta), y la zona pública, con mayor iluminación. Coincido con el cofrade CaminanteNocturno, la mayor iluminación le quita un poco a lo que debería ser un Niki, pero también te deja apreciar mejor a las chicas y los detalles del local. Aquí si estaban dando la hora, lleno en un 95%, hasta los sillones pegados a la pared, estaban ocupados. Aquí había otro Sam Pistolas, que tomaba con tres a la vez. Y si en el Cli, vi enfermos sexuales, aquí vi algo que no veía hace tiempo, y eran calichines. Ficheros entre los 23 a 28 años, que daban sus primeros pasos en este hobbie, lo cual es bueno, porque indica un cambio de cuadros, ya que algún día (o noche), la vieja guardia tendrá que retirarse indefectiblemente. Y vi lo que es ser calichin, novel, rookie, como si me viera en el espejo cuando lo fui años atrás. Aquí los mozos, cual tiburón que huele sangre en el mar, a un calichin, que había terminado de tomar con una llanera, bien bonita, de lentes, vestida de enfermera del amor, el mozo se le acerca, y le metió presión para que siga invitando. El cali, inexperto, accedió nuevamente a invitarle y en el tiempo que le vi, ni le agarró la mano a la chica. Un cofrade de mil batallas, los pedidos de los mozos, los manda al desvío, y con la acompañante de turno, antes de seguir invitando, le susurra al oído, si en la siguiente ronda, habrá juego de manos, para que la inversión no caiga en saco roto. Punto aparte, era la calidad de las chicas, donde la juventud era el común denominador, bonitas en promedio. Los precios de los tragos están en el promedio de la zona, más no del Cli. Y en lo que me tomaba la chela que me trajo mi buen amigo César, llegó Maribel Rabanal, como a las 2 a. m., a la cual nunca había visto en vivo, así que era hora de corroborar los relatos hot que hacían de ella, y fue así. Empezó con un baile por las mesas, luego jaló a dos tipos, chatos, de un sillón, y digo tipos y no cofrades, porque se notaba que eran parte de su staff pornero. Procedió a desvestir a uno, luego al otro, y a los dos les chupo el falo, pero con condón, uno de ellos le hizo el black kiss, con su chupada de tetas, el otro estaba más preocupado en que le atendieran el falo. Hasta que, como marido arrecho, entró un tipo, otro chato, con chela en mano, se bajo la bragueta y sacó a su mejor amigo, uno de respeto (y eso que estaba medio dormido). A este si se lo chupo pelado, y luego se la metió en perrito, también pelado. Nuevamente, digo tipo y no cofra, porque se notaba que era parte de su staff. Luego cambiaron de pose a misionero, y se vaceo afuera. Luego uno de los chatos intentó vacearse en sus pechos, pero solo le metió una sobada. Se acabó el show y se retiró Maribel, que hace honor a su apellido. El punto bajó del local, es el DJ, al cual le falta más chispa para animar. Cada vez que hablaba, me daba sueño. Me retiré antes de que toque la orquesta, que estaba armando sus instrumentos. En líneas generales, me ha dejado buenas sensaciones esta segunda visita al local. Amerita hacerlo parte del tour de visita.
Luego me fui a la Rumba, que estaba medio vacío, en donde vi a Yerika con el cowboy de la zona. De ahí me fui al Nao, y para variar estaba más vacío que la Rumba, y para terminar mi jornada, me fui a visitar a mi amigo Juancho en el Leba, y de paso ver a mi amigo Bambucha, que ahora se encuentra acá cuidando el ingreso, luego de su paso por el Nao. Unas chelas para cerrar la noche, con unas amigas que recién conocí. Fin del reporte. Hasta otra oportunidad.
Saludos.