JuanRamirezV
Coronel
Karina es una abogada de aproximadamente 45 años, 1.75 mts. Luce una larga cabellera rubia, ojos color caramelo, de mirada profunda, una pequeña nariz recta,, acompañada de una boca formada por unos labios muy sensuales, figura esbelta, andar cadencioso, felino diría yo, espalda pequeña, brazos delgados, pechos pequeños, pero de pezones rosados, caderas anchas, muslos generosos, buenas pantorrillas y pies delicados.
Desde este mes es mi asesor legal. Así que fuimos a una Cevicheria este fin de semana a tratar temas comerciales. Cervezas van y vienen, la conversación toma un rumbo que hacia cada vez más personal así que salimos del restaurante a seguir con el confesionario chelero, compre un six pack y terminamos frente al malecón contemplando el atardecer. (Baje hasta estar a unos 15 minutos de mi baticueva)
La cerveza entra y necesita salir, ella se recuesta un mi hombro y me dice:
K: “tengo que ir al baño”
J: Yo tambien le contesto.
K: Y ahora?
J: Mi oficina esta cerca ahi podemos ir.
K: Si por favor.
Llegamos y mientras ella estaba en el servicio yo aprovecho para prender el equipo de sonido y sacar unas coronas que quedaban, así como unos snacks.
Ella sale del baño ya mas aliviada me recibe la corona y yo aprovecho en entrar al baño.
Al salir observo que había prendido la Tv así que le pregunto que genero de películas le gusta, me dice que las de suspenso. Asi que la invite a ver una pelicula, a lo cual acepto, nos pusimos a ver el BB de Rosmary mientras seguíamos con las cervezas, mientras la pelicula avanza ella me agarra la pierna en un momento de climax de suspenso a lo cual yo respondo abrazándola fuerte y aprovecho para besarla.
Fue un beso primero corto, ella se queda quieta baja la mirada y nuevamente la beso esta vez uno largo y suave, con lengua profunda.
Ella reponde pero aun con dudas, me apodero de sus orejas, cuello y es ahi cuando recién cae rendida.
En la conversación en el restaurante me había contado que hace 2 años se había separado de su marido, el tipo le había puesto los cachos. Esto la llevo a una depresión y desde ese entonces no había vuelto a estar con ningún hombre (24 meses mínimo sin sexo).
Asi que esta era mi oportunidad. La mujer se estremecía cuando recorría el cuello así que procedo a quitarme la ropa primero, poco a poco sin prisa, le brindo piel, contacto, pelo, aroma de hombre, ella aun con los ojos cerrado levanta los brazos, era la señal para sacarle la blusa, luego aflojo su cinturón y desabrocho el pantalón, lo bajo solo un poco y la siento nuevamente en el sofá cama, ella se tiende y puedo retirar sus zapatos y el pantalón. La dejo solo en lencería.
A estas alturas yo estaba desnudo, bajo al pozo de los deseos y percibo que esa truza estaba mojada, como me lo imaginaba, ella estaba temerosa, después de 20 años probaría otro hombre.
Me tomo mi tiempo y contemplo ese cuerpo tan bien conservado, no es precisamente fitness pero si me consta que hace funcional, y yoga, eso la hace muy, pero muy flexible.
Poco a poco recorro ese cuerpo que se estremece con cada caricia y cada beso ya había procesado el 90% de ese cuerpo, retiro el brasier y encuentro muy sorprendido un par de limones color rosados, el color me fascino, son pechos pequeños si, pero para mi gusto el color y forma están compensan el resto. Me prendo de ellos con delicadeza y la mujer se arquea y comienza a gemir, era evidente que trataba de controlarse.
Bajo al ombligo y le echo un poco de cerveza y comienzo a beberla, sigo bajando sin dejar la saborearla hasta esa truza que ya estaba bastante humeda. Ella se aferra al mueble, se pone tensa, la cabeza hacia un lado, los ojos cerrados, mordiendo los labios. Sigo jugando sobre la ropa interior hasta que la retiro y me encuentro con una vulva depilada con un pequeño mechón superior, muy mojada, labios mayores pequeños, los separo y procedo a ubicar el clitoris, lo beso, lamo, succiono y Karina empieza a gritar a gemir yo diría hasta me pareció que lloro. Sigo con el oral hasta que me de su primer orgasmo, que ocurre cuando se arquea y blanquea los ojos y emite un grito gutural ininteligible. Es ahi cuando me pongo de pie y le introduzco mi pene que ya me dolía de tan turgente que estaba, casi morado por explotar.
Cuando la penetro hace una expresión de dolor, que me hizo dudar un poco. Su vagina tenia un super ajuste, entendí ahi que esa fue la causa de su dolor / placer aun no había terminado su orgasmo y ya la había penetrado profundamente. Ademas con ese ajuste de chibola tenia que ir suave por que sino me venia al toque.
Baje las revoluciones pero no la profundidad. Le levante esas hermosas piernas de por los menos un metro de largo las puse sobre mis hombros y pude apreciar lo flexible que era. Levanto las caderas y pude llegar al fondo del saco de douglas (la parte mas profunda de la vagina). Karina se quejaba, queria moverse pero no podía, sentia que la tenia prácticamente empalada. Para no venirme comente a sacar el pene totalmente jugar con su clitoris y meterlo de golpe, luego alternaba tres metidas con una succión de clitoris, la mujer se vino con todo a la quinta vez creo. La puse de costado y le levante una pierna y comenzó el bombeo profundo, bote el stress por fin cuando sentí que ese ajuste se hizo ritmico.
Totalmente sudorosos mojados de sudor y sexo quedamos rendidos en el sofá.
Desde este mes es mi asesor legal. Así que fuimos a una Cevicheria este fin de semana a tratar temas comerciales. Cervezas van y vienen, la conversación toma un rumbo que hacia cada vez más personal así que salimos del restaurante a seguir con el confesionario chelero, compre un six pack y terminamos frente al malecón contemplando el atardecer. (Baje hasta estar a unos 15 minutos de mi baticueva)
La cerveza entra y necesita salir, ella se recuesta un mi hombro y me dice:
K: “tengo que ir al baño”
J: Yo tambien le contesto.
K: Y ahora?
J: Mi oficina esta cerca ahi podemos ir.
K: Si por favor.
Llegamos y mientras ella estaba en el servicio yo aprovecho para prender el equipo de sonido y sacar unas coronas que quedaban, así como unos snacks.
Ella sale del baño ya mas aliviada me recibe la corona y yo aprovecho en entrar al baño.
Al salir observo que había prendido la Tv así que le pregunto que genero de películas le gusta, me dice que las de suspenso. Asi que la invite a ver una pelicula, a lo cual acepto, nos pusimos a ver el BB de Rosmary mientras seguíamos con las cervezas, mientras la pelicula avanza ella me agarra la pierna en un momento de climax de suspenso a lo cual yo respondo abrazándola fuerte y aprovecho para besarla.
Fue un beso primero corto, ella se queda quieta baja la mirada y nuevamente la beso esta vez uno largo y suave, con lengua profunda.
Ella reponde pero aun con dudas, me apodero de sus orejas, cuello y es ahi cuando recién cae rendida.
En la conversación en el restaurante me había contado que hace 2 años se había separado de su marido, el tipo le había puesto los cachos. Esto la llevo a una depresión y desde ese entonces no había vuelto a estar con ningún hombre (24 meses mínimo sin sexo).
Asi que esta era mi oportunidad. La mujer se estremecía cuando recorría el cuello así que procedo a quitarme la ropa primero, poco a poco sin prisa, le brindo piel, contacto, pelo, aroma de hombre, ella aun con los ojos cerrado levanta los brazos, era la señal para sacarle la blusa, luego aflojo su cinturón y desabrocho el pantalón, lo bajo solo un poco y la siento nuevamente en el sofá cama, ella se tiende y puedo retirar sus zapatos y el pantalón. La dejo solo en lencería.
A estas alturas yo estaba desnudo, bajo al pozo de los deseos y percibo que esa truza estaba mojada, como me lo imaginaba, ella estaba temerosa, después de 20 años probaría otro hombre.
Me tomo mi tiempo y contemplo ese cuerpo tan bien conservado, no es precisamente fitness pero si me consta que hace funcional, y yoga, eso la hace muy, pero muy flexible.
Poco a poco recorro ese cuerpo que se estremece con cada caricia y cada beso ya había procesado el 90% de ese cuerpo, retiro el brasier y encuentro muy sorprendido un par de limones color rosados, el color me fascino, son pechos pequeños si, pero para mi gusto el color y forma están compensan el resto. Me prendo de ellos con delicadeza y la mujer se arquea y comienza a gemir, era evidente que trataba de controlarse.
Bajo al ombligo y le echo un poco de cerveza y comienzo a beberla, sigo bajando sin dejar la saborearla hasta esa truza que ya estaba bastante humeda. Ella se aferra al mueble, se pone tensa, la cabeza hacia un lado, los ojos cerrados, mordiendo los labios. Sigo jugando sobre la ropa interior hasta que la retiro y me encuentro con una vulva depilada con un pequeño mechón superior, muy mojada, labios mayores pequeños, los separo y procedo a ubicar el clitoris, lo beso, lamo, succiono y Karina empieza a gritar a gemir yo diría hasta me pareció que lloro. Sigo con el oral hasta que me de su primer orgasmo, que ocurre cuando se arquea y blanquea los ojos y emite un grito gutural ininteligible. Es ahi cuando me pongo de pie y le introduzco mi pene que ya me dolía de tan turgente que estaba, casi morado por explotar.
Cuando la penetro hace una expresión de dolor, que me hizo dudar un poco. Su vagina tenia un super ajuste, entendí ahi que esa fue la causa de su dolor / placer aun no había terminado su orgasmo y ya la había penetrado profundamente. Ademas con ese ajuste de chibola tenia que ir suave por que sino me venia al toque.
Baje las revoluciones pero no la profundidad. Le levante esas hermosas piernas de por los menos un metro de largo las puse sobre mis hombros y pude apreciar lo flexible que era. Levanto las caderas y pude llegar al fondo del saco de douglas (la parte mas profunda de la vagina). Karina se quejaba, queria moverse pero no podía, sentia que la tenia prácticamente empalada. Para no venirme comente a sacar el pene totalmente jugar con su clitoris y meterlo de golpe, luego alternaba tres metidas con una succión de clitoris, la mujer se vino con todo a la quinta vez creo. La puse de costado y le levante una pierna y comenzó el bombeo profundo, bote el stress por fin cuando sentí que ese ajuste se hizo ritmico.
Totalmente sudorosos mojados de sudor y sexo quedamos rendidos en el sofá.