mike12
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Buen día estimados cofrades, aquí regresando después de tiempo para contarles otra experiencia de mi vida cacheril, esto sucedió hace poco mas de un mes aprox., que por falta de tiempo no lo pude contar en su momento así que aprovecho en hacerlo ahora.
Este relato es relativamente breve así que para hacerlo un poco más extenso trataré de contarlo con detalles, no voy a añadir ni quitar nada, contaré absolutamente tal cual pasó pero con los detalles respectivos.
Yo soy de las personas que no viaja comúnmente en transporte público, simplemente no me acostumbro, así que manejo mi auto propio desde hace muchos años, el asunto es que, como todo vehículo, hay que estar dándole mantenimiento, así que lo había llevado a un mecánico de confianza, el cual me dijo que sí, efectivamente tenía algunas cosas que hay que corregir y me dio un plazo de 5 días; entonces durante esos días estuve transportándome en taxi.
Yo generalmente salgo del trabajo a las 6pm, pero hay veces que salimos un poco más tarde por algunas reuniones o informes que hay que presentar; resulta que un día viernes, debido a una reunión el cual tardó porque no nos poníamos de acuerdo entre mis compañeros y yo, salí como a eso de las 7:30pm, un poco asado porque estaba cansado y con un filo de la patada, así que tomé mi taxi de rigor de San Miguel (donde yo trabajo) hasta Pueblo Libre (donde vivo), me siento en el asiento de atrás como para estar más cómodo, en eso nos pusimos a conversar el conductor y yo; más o menos a mitad de camino volteo a mi lado derecho y observo un objeto extraño sobre el asiento, como era de noche no podía detectar bien lo que era, por un momento pensé que se trababa del broche de seguridad del asiento pero por curiosidad estiro mi brazo un poco, lo agarro y era un celular, un samsung galaxy pocket, lo quedo mirando un toque y de hecho supuse que era de un pasajero anterior, sin ánimos de seguir revisando lo guardé en mi maleta, y vuelvo a retomar la conversación con el conductor para sacarle información de quién fue el último pasajero que había subido antes que yo, sin ser tan directo finalmente pude averiguar que se trataba de una pasajera, entonces pensé dentro de mí que sería buena idea tratar de conocer a dicha fémina devolviéndole su celular.
Llegué a mi casa, me serví el pollito a la brasa de la noche anterior, ya que estaba con un hambre, procedí a darme un baño de rigor y me tiré a la cama a descansar, en eso me acuerdo del celular, lo saco de mi maleta y había visto que tenía 3 llamadas perdidas desde hace media hora, las llamadas pertenecían a un teléfono público, entonces supuse que se trataría de la dueña del celular, así que no me hice de problemas, supongo volverán a llamar; en eso, me entró la curiosidad, ya que generalmente las mujeres jóvenes siempre tienen una que otra foto que ellas mismas se toman con el celular en su cuarto o en el baño, eso lo supe por varias amigas que tuve, así que era casi un hecho que en este caso no sería la excepción, no revisé ni sus mensajes ni sus conversaciones por WhatsApp, de frente me fui a chequear por si había fotos, y en efecto tenía varias de ellas, y de una que otra huevada que tomaba de su casa, de la calle, o de los lugares donde había ido; la fémina yo le aparentaba unos 30-35 años, no pasaba de eso, no era una chica A1 pero la cara se le notaba que era una malcriada de trome, una cara de que juega su pelota, lo que más llamaba la atención era que la mayoría de sus fotos personales era sacando a relucir sus senos, que la verdad tenía unos pechos muy buenos, también tenía un par de fotos de cuerpo entero y no estaba nada mal, pero de hecho más resaltaba sus senos y también sus labios que supuse daban buenas mamadas; o sea, no era una chica extravagante, sino más bien una chica común y corriente como solemos ver por las calles limeñas el cual se manejaba sus buenas teteras; no tenía fotos íntimas, salvo una que otra sólo con sostén, pero de ahí nada más.
No habrá pasado mucho tiempo desde que estaba revisando sus fotos cuando recibo una nueva llamada, decía “Tía Zoyla”, entonces dije entre mí que a lo mejor le estaba llamando su familiar y que de pronto escuchara mi voz sería un poco raro, entonces no perdí nada y contesté.
Yo: “alo?”
Telef.: “buenas, disculpa, soy la dueña del celular, por favor devuélvemelo.” Me lo dijo así tan directa pero a su vez un poco desconfiada.
Yo: “Hola, q tal? Mira este celular lo encontré en un taxi por San Miguel, no te preocupes, sé que perder un celular es un poco fastidioso así que te lo voy a devolver”
Telef.: “Ah ya amigo, gracias, mas bien disculpa” - dijo más tranquila y confiada.
Yo: “No te preocupes, cual es tu nombre?”
Telef.: - Después de un breve silencio – “Liz”
Yo: “Mira Liz, debes tener más cuidado, en otras circunstancias el celular ya lo hubieses perdido, sino fuera porque estoy siendo honesto contigo”
Telef.: “Si, gracias amigo, tienes razón, tendré más cuidado, entonces cómo hacemos? Me lo devuelves ahorita?”
Yo: “Liz, hoy no creo, estoy muerto de cansancio, además, por dónde vives?”
Telef.: “Ayy no seas malito, dámelo ahora, vivo en Bellavista, pero si gustas podemos encontrarnos en un lugar cerca de donde estés”
Yo: - La quería hacer sufrir un rato – “Pucha flaca, estás lejos, yo vivo en Pueblo Libre, además he tenido problemas en mi trabajo y estoy bien cansado, mejor espérate hasta mañana que es sábado, salgo más temprano de chambear, y nos encontramos por plaza San Miguel y te lo devuelvo”
Telef.: “No seas malito pues, es que lo quiero ahora porque mañana temprano tengo que hacer unas llamadas urgentes, yo voy cerca donde tu estés, no te preocupes”
Quizás me estaba floreando pero le dije:
Yo: “Ya ya, entonces vente a la Universidad Católica, más o menos cuánto demorarás”
Telef.: “Ire en taxi, calculo en media hora, voy rapido”
Yo: “uhmmm ya, pero cuidado te olvides otras cosas mas en el taxi”
Ella se rio un poco y me dijo:
Telef.: “Ya, como hacemos? Llego y te llamo a mi celular?”
Yo: “Claro Liz, me llamas y ya altoque nos vemos, te espero exactamente al frente de la puerta de la catolica”
Les juro que estaba con una flojera enorme, pero ya habia quedado con ella, asi que me puse algo clasico y sali mas o menos calculando el tiempo; menos mal no espere mucho ahí parado hasta que recibo una llamada otra vez del mismo numero del cual me habia llamado antes, hasta que nos vimos, la flaca estaba vestida algo simple, al principio no captó mucho mi atención salvo las enormes teteras que efectivamente tenía y esos labios carnosos que de hecho debe succionar bien, ella me vio, y nos saludamos con un respectivo besito en la mejilla, ella muy coqueta y tranquila, pero a su vez algo palteada, le devolvi el celular y le dije:
Yo: “Más cuidado a la proxima” y
Ella me respondio: “Ok señor sincero jajaja”
Y yo me reí y le dije: “me llamo Miguel, un gusto”
Ella: “Miguel, un gusto, gracias, te pasaste, yo ya lo daba por perdido”
Yo: “No hay problema, ahora permíteme invitarte algo para comer, vamos por ahí”
Ella: “No Miguel, que roche, como vas a hacer eso?”
Yo: “No pasa nada Liz, te invito algo, minimo deberias compensarme con algo por haberte devuelto el celular
Ella, entre coqueta, con una media sonrisa, me dijo: “Es que tengo que hacer, ademas ya es tarde, si gustas lo dejamos para otro dia”
Yo: “Bueno, ya esta bien, te acompaño al paradero”
Ella: “Ah ya gracias”… Despues de un breve silencion, un poco palteada me dijo: “no habras visto nada indicente no? Jajaja”
Yo: “Para nada Liz, no te preocupes” (Claro, sí había visto sólo sus fotos, pero no se lo iba a decir, aunque de hecho, con esa pregunta me dio a entender de que no es ninguna chica tranquila y que de hecho se presta para la aventura)
Empezamos a caminar hasta acopañarla al paradero, ahí me contó algunas breves cosas de ella pero fue algo asi rapido, y ya habiamos llegado al paradero, y le dije: “no seas viva, tú de acá tomas tu carro y después no sabre nada de ti, ya que no me has dejado invitarte algo, mucho menos me vas a dejar acompañarte a tu casa, dejame tu numero, te llamo para ver si has llegado bien”… La flaca no era tonta, de hecho ya conocía mis intenciones, así que se río y me dio su fono, le pregunté si tenía WhatsApp, como para tantearla ya que de hecho tenia, y me dijo que sí, que si tenía y que a ver si charlariamos por ahí. Vino su carro, me despedí de ella y listo…
Les decribo más o menos como era: una femina un poco chata, algo achinada, cara de bandida, labios carnosos, cabello lacio largo, una delantera muy buena, y un culo no tan proporcionado como sus senos pero si estaba paradito y como para tratarlo bien. Como verán, una chica simple, que al principio no captó mi atención porque no vestia tan sexy pero sí estaba como para unos buenos polvos, se le notaba de gran aguante y que de hecho se prestaba para el tire.
Llegué a mi casa, más o menos calculé la hora en que ella llegaría a su casa, y la llamé pero timbraba y timbraba y no me contestó, entonces decidí dejarle un mensaje a su WhatsApp para preguntarle si ya habia llegado bien, el cual el mensaje lo recibi recien al dia sgte… Y así empezó esta historia..
CONTINUARÁ
Este relato es relativamente breve así que para hacerlo un poco más extenso trataré de contarlo con detalles, no voy a añadir ni quitar nada, contaré absolutamente tal cual pasó pero con los detalles respectivos.
Yo soy de las personas que no viaja comúnmente en transporte público, simplemente no me acostumbro, así que manejo mi auto propio desde hace muchos años, el asunto es que, como todo vehículo, hay que estar dándole mantenimiento, así que lo había llevado a un mecánico de confianza, el cual me dijo que sí, efectivamente tenía algunas cosas que hay que corregir y me dio un plazo de 5 días; entonces durante esos días estuve transportándome en taxi.
Yo generalmente salgo del trabajo a las 6pm, pero hay veces que salimos un poco más tarde por algunas reuniones o informes que hay que presentar; resulta que un día viernes, debido a una reunión el cual tardó porque no nos poníamos de acuerdo entre mis compañeros y yo, salí como a eso de las 7:30pm, un poco asado porque estaba cansado y con un filo de la patada, así que tomé mi taxi de rigor de San Miguel (donde yo trabajo) hasta Pueblo Libre (donde vivo), me siento en el asiento de atrás como para estar más cómodo, en eso nos pusimos a conversar el conductor y yo; más o menos a mitad de camino volteo a mi lado derecho y observo un objeto extraño sobre el asiento, como era de noche no podía detectar bien lo que era, por un momento pensé que se trababa del broche de seguridad del asiento pero por curiosidad estiro mi brazo un poco, lo agarro y era un celular, un samsung galaxy pocket, lo quedo mirando un toque y de hecho supuse que era de un pasajero anterior, sin ánimos de seguir revisando lo guardé en mi maleta, y vuelvo a retomar la conversación con el conductor para sacarle información de quién fue el último pasajero que había subido antes que yo, sin ser tan directo finalmente pude averiguar que se trataba de una pasajera, entonces pensé dentro de mí que sería buena idea tratar de conocer a dicha fémina devolviéndole su celular.
Llegué a mi casa, me serví el pollito a la brasa de la noche anterior, ya que estaba con un hambre, procedí a darme un baño de rigor y me tiré a la cama a descansar, en eso me acuerdo del celular, lo saco de mi maleta y había visto que tenía 3 llamadas perdidas desde hace media hora, las llamadas pertenecían a un teléfono público, entonces supuse que se trataría de la dueña del celular, así que no me hice de problemas, supongo volverán a llamar; en eso, me entró la curiosidad, ya que generalmente las mujeres jóvenes siempre tienen una que otra foto que ellas mismas se toman con el celular en su cuarto o en el baño, eso lo supe por varias amigas que tuve, así que era casi un hecho que en este caso no sería la excepción, no revisé ni sus mensajes ni sus conversaciones por WhatsApp, de frente me fui a chequear por si había fotos, y en efecto tenía varias de ellas, y de una que otra huevada que tomaba de su casa, de la calle, o de los lugares donde había ido; la fémina yo le aparentaba unos 30-35 años, no pasaba de eso, no era una chica A1 pero la cara se le notaba que era una malcriada de trome, una cara de que juega su pelota, lo que más llamaba la atención era que la mayoría de sus fotos personales era sacando a relucir sus senos, que la verdad tenía unos pechos muy buenos, también tenía un par de fotos de cuerpo entero y no estaba nada mal, pero de hecho más resaltaba sus senos y también sus labios que supuse daban buenas mamadas; o sea, no era una chica extravagante, sino más bien una chica común y corriente como solemos ver por las calles limeñas el cual se manejaba sus buenas teteras; no tenía fotos íntimas, salvo una que otra sólo con sostén, pero de ahí nada más.
No habrá pasado mucho tiempo desde que estaba revisando sus fotos cuando recibo una nueva llamada, decía “Tía Zoyla”, entonces dije entre mí que a lo mejor le estaba llamando su familiar y que de pronto escuchara mi voz sería un poco raro, entonces no perdí nada y contesté.
Yo: “alo?”
Telef.: “buenas, disculpa, soy la dueña del celular, por favor devuélvemelo.” Me lo dijo así tan directa pero a su vez un poco desconfiada.
Yo: “Hola, q tal? Mira este celular lo encontré en un taxi por San Miguel, no te preocupes, sé que perder un celular es un poco fastidioso así que te lo voy a devolver”
Telef.: “Ah ya amigo, gracias, mas bien disculpa” - dijo más tranquila y confiada.
Yo: “No te preocupes, cual es tu nombre?”
Telef.: - Después de un breve silencio – “Liz”
Yo: “Mira Liz, debes tener más cuidado, en otras circunstancias el celular ya lo hubieses perdido, sino fuera porque estoy siendo honesto contigo”
Telef.: “Si, gracias amigo, tienes razón, tendré más cuidado, entonces cómo hacemos? Me lo devuelves ahorita?”
Yo: “Liz, hoy no creo, estoy muerto de cansancio, además, por dónde vives?”
Telef.: “Ayy no seas malito, dámelo ahora, vivo en Bellavista, pero si gustas podemos encontrarnos en un lugar cerca de donde estés”
Yo: - La quería hacer sufrir un rato – “Pucha flaca, estás lejos, yo vivo en Pueblo Libre, además he tenido problemas en mi trabajo y estoy bien cansado, mejor espérate hasta mañana que es sábado, salgo más temprano de chambear, y nos encontramos por plaza San Miguel y te lo devuelvo”
Telef.: “No seas malito pues, es que lo quiero ahora porque mañana temprano tengo que hacer unas llamadas urgentes, yo voy cerca donde tu estés, no te preocupes”
Quizás me estaba floreando pero le dije:
Yo: “Ya ya, entonces vente a la Universidad Católica, más o menos cuánto demorarás”
Telef.: “Ire en taxi, calculo en media hora, voy rapido”
Yo: “uhmmm ya, pero cuidado te olvides otras cosas mas en el taxi”
Ella se rio un poco y me dijo:
Telef.: “Ya, como hacemos? Llego y te llamo a mi celular?”
Yo: “Claro Liz, me llamas y ya altoque nos vemos, te espero exactamente al frente de la puerta de la catolica”
Les juro que estaba con una flojera enorme, pero ya habia quedado con ella, asi que me puse algo clasico y sali mas o menos calculando el tiempo; menos mal no espere mucho ahí parado hasta que recibo una llamada otra vez del mismo numero del cual me habia llamado antes, hasta que nos vimos, la flaca estaba vestida algo simple, al principio no captó mucho mi atención salvo las enormes teteras que efectivamente tenía y esos labios carnosos que de hecho debe succionar bien, ella me vio, y nos saludamos con un respectivo besito en la mejilla, ella muy coqueta y tranquila, pero a su vez algo palteada, le devolvi el celular y le dije:
Yo: “Más cuidado a la proxima” y
Ella me respondio: “Ok señor sincero jajaja”
Y yo me reí y le dije: “me llamo Miguel, un gusto”
Ella: “Miguel, un gusto, gracias, te pasaste, yo ya lo daba por perdido”
Yo: “No hay problema, ahora permíteme invitarte algo para comer, vamos por ahí”
Ella: “No Miguel, que roche, como vas a hacer eso?”
Yo: “No pasa nada Liz, te invito algo, minimo deberias compensarme con algo por haberte devuelto el celular
Ella, entre coqueta, con una media sonrisa, me dijo: “Es que tengo que hacer, ademas ya es tarde, si gustas lo dejamos para otro dia”
Yo: “Bueno, ya esta bien, te acompaño al paradero”
Ella: “Ah ya gracias”… Despues de un breve silencion, un poco palteada me dijo: “no habras visto nada indicente no? Jajaja”
Yo: “Para nada Liz, no te preocupes” (Claro, sí había visto sólo sus fotos, pero no se lo iba a decir, aunque de hecho, con esa pregunta me dio a entender de que no es ninguna chica tranquila y que de hecho se presta para la aventura)
Empezamos a caminar hasta acopañarla al paradero, ahí me contó algunas breves cosas de ella pero fue algo asi rapido, y ya habiamos llegado al paradero, y le dije: “no seas viva, tú de acá tomas tu carro y después no sabre nada de ti, ya que no me has dejado invitarte algo, mucho menos me vas a dejar acompañarte a tu casa, dejame tu numero, te llamo para ver si has llegado bien”… La flaca no era tonta, de hecho ya conocía mis intenciones, así que se río y me dio su fono, le pregunté si tenía WhatsApp, como para tantearla ya que de hecho tenia, y me dijo que sí, que si tenía y que a ver si charlariamos por ahí. Vino su carro, me despedí de ella y listo…
Les decribo más o menos como era: una femina un poco chata, algo achinada, cara de bandida, labios carnosos, cabello lacio largo, una delantera muy buena, y un culo no tan proporcionado como sus senos pero si estaba paradito y como para tratarlo bien. Como verán, una chica simple, que al principio no captó mi atención porque no vestia tan sexy pero sí estaba como para unos buenos polvos, se le notaba de gran aguante y que de hecho se prestaba para el tire.
Llegué a mi casa, más o menos calculé la hora en que ella llegaría a su casa, y la llamé pero timbraba y timbraba y no me contestó, entonces decidí dejarle un mensaje a su WhatsApp para preguntarle si ya habia llegado bien, el cual el mensaje lo recibi recien al dia sgte… Y así empezó esta historia..
CONTINUARÁ