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1 Year of Service
Viendo que ya cada vez me interesa menos buscar putas. Me pongo a recordar estos últimos 10 años, de intenso kineo, y pienso que lo mejor fue encontrarme con todas mis fantasías sexuales, mujeres de las que bien podría haberme enamorado si hubiera sido más jóven, e inexperto, y si ellas no fueran putas. No me quedó ni una sola fantasía o experiencia por cumplir. Y eso gracias a esas mujeres, hermosas y libres de complejos, que llegaron de Venezuela. Aguerridas, almas libres, bondadosas algunas, que se cruzaron en mi camino.
Yo empecé en este mundo ya viejo y con relaciones fallidas a cuestas, así que lo mío era más que nada un asunto de olvidarme de todo, y evadir la realidad. Nunca fue un vicio o algo que marcara mi forma de vida. Siempre he sido frío y distante más bien, poco afectivo. Las mismas kines se dan cuenta de que no busco nada más de ellas, y no doy ni un halago, ni una sonrisa, ni una conversación, ni mi tiempo fuera del servicio.
Excepto por una, que conocí el año pasado. Al final uno siempre cae, mal parado, en circunstancias no adecuadas, como el final de la película "El Club de La Lucha", cuando Edward Norton (El narrador) le dice a Helena Bonham Carter (Marla): "Me conociste en un momento muy extraño de mi vida...".
Pero ya todo se ha vuelto esporádico, y solo me veo con una kine. Antes era hasta 3 kines por semana, todas distintas, como si quisiera batir un record. El récord de más culeadas sin sentido en el menor tiempo posible.
Incluso he evadido kines riesgosas, que se me han puesto en bandeja y que serían el sueño de todo kamikaze. Justo me acaba de escribir una casera que tenía a principios de año, que acaba de terminar su relación con su sugar, la cual es sana y lo hace todo con preservativo. A tiempo para tratar de salvarme de un posible error.
Yo empecé en este mundo ya viejo y con relaciones fallidas a cuestas, así que lo mío era más que nada un asunto de olvidarme de todo, y evadir la realidad. Nunca fue un vicio o algo que marcara mi forma de vida. Siempre he sido frío y distante más bien, poco afectivo. Las mismas kines se dan cuenta de que no busco nada más de ellas, y no doy ni un halago, ni una sonrisa, ni una conversación, ni mi tiempo fuera del servicio.
Excepto por una, que conocí el año pasado. Al final uno siempre cae, mal parado, en circunstancias no adecuadas, como el final de la película "El Club de La Lucha", cuando Edward Norton (El narrador) le dice a Helena Bonham Carter (Marla): "Me conociste en un momento muy extraño de mi vida...".
Pero ya todo se ha vuelto esporádico, y solo me veo con una kine. Antes era hasta 3 kines por semana, todas distintas, como si quisiera batir un record. El récord de más culeadas sin sentido en el menor tiempo posible.
Incluso he evadido kines riesgosas, que se me han puesto en bandeja y que serían el sueño de todo kamikaze. Justo me acaba de escribir una casera que tenía a principios de año, que acaba de terminar su relación con su sugar, la cual es sana y lo hace todo con preservativo. A tiempo para tratar de salvarme de un posible error.