Amudiel
Platinium Member
Por cuestiones de trabajo viajaba mucho por Latinoamérica, la empresa contrato los servicios de un remisse, que en ese entonces tenia un counter en el aeropuerto, para el traslado del personal al aeropuerto y al domicilio, cada que llegaba regresaba a Lima en internacionales me esperaba un personal del remisse, generalmente femenina, que me recibía y llevaba hasta el auto que me llevaría a casa. Este proceso era de rutina, lo que mas esperaba era llegar a casa lo mas pronto, hasta que en una de las ocasiones la que me recibió fue una chica que recién vi por primera vez, de unos 24 años estatura mediana no tan delgada como me gustan, de cuerpo armonioso un derrier llamativo, lo que me capturo fue su sensualidad, su sonrisa sincera y los ojos expresivos. En los demás viajes al retornar a Lima esperaba me recibiera, algunas veces era así, había un grupo de personas que recibían a los clientes, no siempre era ella la que me recibía, pero siempre me regalaba una sonrisa, cuando era ella la que recibía en el corto trayecto hacia en vehículo conversaba con ella siempre con respeto. Llego un momento en que ella era la que siempre me recibía, sentí en eso y la conversación una preferencia hacia mí. Fue así que me anime y en uno de mis retornos la invite a cenar el día de su descanso, ella acepto, para no presionarla le di mi numero para que me llame cuando ella pueda, pues también estaba en la Universidad, paso cerca un mes que la veía en el aeropuerto, no le toque mas el tema, cuando recibí su llamada, se disculpo por no haberse comunicado antes, el trabajo y los estudios la absorbían, acordamos el restaurant y la hora. El día de la cita llego con un jean apretado un una blusa suelta, siempre la había visto de sastre, la vi mas joven y mas sensual, fuimos a comer pasta a su pedido pedí vino mientras comíamos y bebíamos conversábamos, buscando conocernos más, fue ahí cuando dijo había aceptado mi invitación por que le parecí interesante y sobre todo caballero, estaba cansada de que siempre la traten de abordar y hacerle propuestas poco respetuosas, comento que uno de las cosas que más le gustaban era cocinar, terminamos de cenar, la lleve a su casa, vivía con sus padres, cuando se despido con un beso en la mejía, sentí su olor que me capturo una vez más.
La veía en el aeropuerto cada que llegaba, ahora mucho más amable y cercana, la invite a mi departamento para que cocine, le gusto la idea y quedamos para el fin de semana, llegado el día fuimos hacer compras para lo que iba a cocinar al supermercado, ella se mostraba muy coqueta se acercaba a mi constantemente como si supiera que su olor me volvía loco, no sabía qué hacer, me apartaba de ella para que mis emociones no me traicionen y ella se daba cuenta. Al llegar al departamento la cerrar la puerta no puede soportar más, me acerque la tome del rostro y la bese, ella correspondió, sentí que además de transmitir sensualidad era puro fuego, prácticamente nos arrancamos la ropa, generalmente dedico un tiempo a los previos, esta ocasión la quería penetrarla lo más pronto, ella abrió las piernas y se la metí en seco con fuerza sin nada de delicadeza, que me estaba pasando yo no era así, hicimos el amor a lo salvaje, cuando la puse en cuatro le vi el hermoso derrier y despertó en mí el interés en analizarla, algo raro en mi pues no disfruto de esa forma de sexo, la penetre la toma de los brazos y le di con furia ella gemía pedía más, la llene de mi semen, la pasión nos había hecho olvidar que teníamos que ser precavidos, esa noche nos olvidamos de la cena nos dedicamos a disfruta uno del otro. Los demás encuentros quise profanar ese culito siempre lo negó, decía lo guardaba para su novio.
No fue hasta después de unos meses que estando fuera del país me escribe por WSP contándome que ya no quería vivir con sus padres, pedía que a mi regreso le ayude a conseguir departamento, al llegar nos reunimos para ir en busca de las opciones a su alcance que ya había averiguado, camino a la primera opción me dijo que me haga pasar como su primo, bueno, le agrado la primera opción cuando nos reunimos con la dueña a tratar las condiciones me sorprendió que cuando pregunto si éramos pareja, yo me preparaba a decir que era su primo, se adelanto respondiendo que sí. Al día siguiente le ayude también en la mudanza, luego de ordenar las cosas nos bañamos y salimos a buscar que comer, al regresar quiso pasar al supermercado compro unas botellas de psico sour yo unos piqueos, en su nuevo departamento puso música sirvió el pisco sour, luego de unos vasos ya calientes decidimos inaugurar el departamento, como cada vez que hacíamos el amor, fue intenso y desenfrenado, cuando la tenía en 4 intente una vez mas profanar ese culito que me tenía loco, sin darle tiempo puse mi pene duro en la entrada de su ano, ella solo dijo que haces, mas nada, penetre poco a poco para que no le sea tan doloroso, recuerdo que ella dijo con “cuidado bebe” una vez ya dentro, dijo algo que hasta ahora esta grabado en mi mente “rómpeme el culo mi amor” esa frase clic, me excito tanto que le di con fuerza sin tomar en cuenta los gritos y quejidos, ella sujetaba las sabanas con fuerza, pedía no me detenga ella tuvo un orgasmo, me vine al sacar mi pene la leche salía de ese culito profanado. Los demás encuentros amorosos siempre pedían la analice cosa que complacía con gusto.
La veía en el aeropuerto cada que llegaba, ahora mucho más amable y cercana, la invite a mi departamento para que cocine, le gusto la idea y quedamos para el fin de semana, llegado el día fuimos hacer compras para lo que iba a cocinar al supermercado, ella se mostraba muy coqueta se acercaba a mi constantemente como si supiera que su olor me volvía loco, no sabía qué hacer, me apartaba de ella para que mis emociones no me traicionen y ella se daba cuenta. Al llegar al departamento la cerrar la puerta no puede soportar más, me acerque la tome del rostro y la bese, ella correspondió, sentí que además de transmitir sensualidad era puro fuego, prácticamente nos arrancamos la ropa, generalmente dedico un tiempo a los previos, esta ocasión la quería penetrarla lo más pronto, ella abrió las piernas y se la metí en seco con fuerza sin nada de delicadeza, que me estaba pasando yo no era así, hicimos el amor a lo salvaje, cuando la puse en cuatro le vi el hermoso derrier y despertó en mí el interés en analizarla, algo raro en mi pues no disfruto de esa forma de sexo, la penetre la toma de los brazos y le di con furia ella gemía pedía más, la llene de mi semen, la pasión nos había hecho olvidar que teníamos que ser precavidos, esa noche nos olvidamos de la cena nos dedicamos a disfruta uno del otro. Los demás encuentros quise profanar ese culito siempre lo negó, decía lo guardaba para su novio.
No fue hasta después de unos meses que estando fuera del país me escribe por WSP contándome que ya no quería vivir con sus padres, pedía que a mi regreso le ayude a conseguir departamento, al llegar nos reunimos para ir en busca de las opciones a su alcance que ya había averiguado, camino a la primera opción me dijo que me haga pasar como su primo, bueno, le agrado la primera opción cuando nos reunimos con la dueña a tratar las condiciones me sorprendió que cuando pregunto si éramos pareja, yo me preparaba a decir que era su primo, se adelanto respondiendo que sí. Al día siguiente le ayude también en la mudanza, luego de ordenar las cosas nos bañamos y salimos a buscar que comer, al regresar quiso pasar al supermercado compro unas botellas de psico sour yo unos piqueos, en su nuevo departamento puso música sirvió el pisco sour, luego de unos vasos ya calientes decidimos inaugurar el departamento, como cada vez que hacíamos el amor, fue intenso y desenfrenado, cuando la tenía en 4 intente una vez mas profanar ese culito que me tenía loco, sin darle tiempo puse mi pene duro en la entrada de su ano, ella solo dijo que haces, mas nada, penetre poco a poco para que no le sea tan doloroso, recuerdo que ella dijo con “cuidado bebe” una vez ya dentro, dijo algo que hasta ahora esta grabado en mi mente “rómpeme el culo mi amor” esa frase clic, me excito tanto que le di con fuerza sin tomar en cuenta los gritos y quejidos, ella sujetaba las sabanas con fuerza, pedía no me detenga ella tuvo un orgasmo, me vine al sacar mi pene la leche salía de ese culito profanado. Los demás encuentros amorosos siempre pedían la analice cosa que complacía con gusto.
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