Ayer, en el programa del chino Miyashiro, Jaime Delgado dijo algo muy cierto y que yo también he observado con cierta frecuencia en las colas que se forman para pagar los productos que los clientes recogemos de la tienda. Al pagar, como es lógico, la cajera pregunta si lo va a hacer con tarjeta metro, Plaza Vea, Totus, etc. Aquí es, cuando ante mis ojos, ocurre lo sorprendente. Algún cliente, quién lleva no menos de cinco productos, los cuales suman poco más de S/.50. Es decir productos de pan llevar o de primera necesidad, le refieren a ella que pagarán con tarjeta. ¿Cuántas cuotas? tres cuotas, le dice. En ese momento me dan ganas de decirle, Oye, ¿pero estás chiflado, tres cuotas para pagar eso? pero como uno desconozco la realidad de los demás mejor me abstengo.
Es verdad, es una locura comprar los productos de primera necesidad a crédito.
El crédito debe utilizarse para productos que son en cierta forma difícil de adquirir al contado, como una vivienda, un vehículo o algunos accesorios para el hogar. Pero acumular deudas de la o por la nada, eso si que es de locos.
El tema de Ripley o en general la situación laboral actual pasa por la dessindicalización que se ha promovido desde el gobierno de Fujimori, la cual en la actualidad es mínima. En el mismo reportaje se informa que a los trabajadores nuevos de Ripley se les condiciona su permanencia con tal que no se integren al sindicato. La sindicalización es un derecho que debe ser respetado por todas las empresas para que entre empleadores y trabajadores puedan lograr consensos en lo referente a las condiciones de trabajo, sueldos, etc.