Y seguimos!
Así que no lo pensé más y comenzamos a besarnos ya con calentura (de hacerlo en un lugar poco convencional y la adrenalina de que nos puedan atrapar), en el baño de mujeres un jueves por la tarde cuando ya casi no había nadie en la universidad, que nos pueda detener de hacer una locura ahí mismo.
Me metió donde un inodoro y cerró la puerta y me dijo "quiero sentirte otra vez", mientras ella me iba desabrochando el pantalón, liberó mi pene ya erecto y se arrodillo para llevárselo a la boca, sus labios y lengua me llevaron a los cielos, comenzó metiéndoselo lo más que pudo hasta el fondo de la boca y lo saco humedeciendolo, luego jugó un rato con la cabeza, yo no dejaba de estremecerme con esa mamada, me sentó en el inodoro y me dijo “yo sé que puedo más”, la tomé de los cabellos y le dije abre bien y saca la lengua. (Esta no era la Sara de aquella primera vez que me entrego la cola, que era una chica tímida aun, esta era la Sara lujuriosa que solo busca satisfacer su lujuria).
Comencé a penetrarle yo la boca como si fuera una conchita, primero despacio para luego subir el ritmo y cada vez más profundo, ella quería vomitar, pero solo tenía arcadas, mi tronco ya casi desaparecía completamente su boca, ver eso me excitó más y le dije “vamos Sarita yo sé que tú puedes, tú eres la mejor” y seguí tirándome su boca, hasta que podía sentir sus labios rozando con mis testículos. Ni mi flaca había podido tragársela completa, estaba maravillado con Sarita por tal hazaña.
Con el tronco todo babeado la volteé y le dije ya sabes que hacer, se bajó el pantalón y pude ver su calzoncito rosita, tan virginal. Le dije “es todo tuyo Sarita, por donde tú quieras” y se trató de sentar sobre mi tronco, no podía, no era fácil por el tamaño del baño y el poco espacio que nos dejaba el inodoro, entonces la puse en perrito y le dije.
H: ¿Por dónde la quieres ahora?
S: Por mi colita (Casi susurrando me dijo)
H: No te escucho dilo en voz alta (yo quería morbosearme y queria que sea sumisa y lo repita)
S: Por mi colita (subió un poquito el tono de voz)
H: ¿Por dónde?
S: Por mi colita
H: ¿por dónde? Sara si no vas a ser clara lo dejamos ahí y nos vamos.
S: Por mi culo, dame por mi culo, rómpemelo otra vez.
H: Así me gusta que sepas lo que quieras y no te reprimas, pero se amable, no soy tu esclavo para hacer lo que quieras. Así que pídelo como se debe.
S: ¿Qué?
H: Sara, si quieres algo tienes que se saber pedirlo y ser agradecida, así que di las palabras mágicas.
S: ¿Quieres que te diga por favor y gracias?
H: Ya sabía que tu madre no había educado a una vulgar, estoy hablando con una chica de su casa y bien portada ¿cierto? (mientras le di un par de nalgadas bien duras que estoy seguro sonó en todo el pabellón)
S: Esta bien, tienes razón, mi mamá no educo a una vulgar, pero tú me vuelves una perra.
H: Eso me gusta de ti Sarita, así que ¿por dónde quieres mi tronco?
S: Por favor H rómpeme el culito, seré tu perra, la más agradecida el mundo.
Me arrecho tenerla dominada nuevamente y le dije “si te dolió la vez pasada ahora te va doler más, porque no te he preparado la cola” así que, con el tronco todo babeado se la puse en la entrada del ano y le dije está más cerradito que la vez pasada, y me dijo por favor hazlo, por favor no me dejes así, si me tienes que romper el culito por cumplir mi pedido hazlo, rómpemelo, pero hazme tuya.
Motivado se la hundí de una sola, entro rápido esa mamada que me dio, me dejó el tronco bien lubricado ya que no era simple saliva, era baba concentrada un excelente lubricante

.
Ella gemía de dolor, y le dije “sarita te dije que te dolería, pero estoy cumpliendo con tu petición” y respondió “si, gracias, por favor sigue haz lo que quieras con mi colita”.
Así que le di duro y parejo por su colita durante varios minutos, sus gemidos de dolor se volvieron de placer y ya me pedía más y más dando siempre las gracias y pidiendo por favor. Me sentía motivado por su adiestramiento, siempre tuve ese fetiche de dominación. (A Myriam la tenía que someter a la fuerza).
Esta vez te vas a montar tú en mí, sin sacarle el tronco de la cola, nos acomodamos de a pocos para yo quedar echado en el suelo y ella sentada con mi tronco dentro, le dije muévete satisfácete tu sola, hazme venir. Ella comenzó a moverse subiendo lo más que podía y volviendo a sentarse, ella sola estaba dedicada a satisfacerse, mientras yo sentía rico como ajustaba su colita, gemía rico después de unos minutos en esa pose me dijo “me canse” y le dije “aún no termino, así que vamos a seguir hasta que yo termine”, aproveche y le dije “¿cuántas veces te has venido? Me dijo que dos y le dije ¿ves? Falto yo tienes que ser agradecida y hacerme terminar también y me dijo está bien.
Me pidió que me pare y me volvió a hacer esa mamada espectacular que tanto me gusta, me la dejo bien mojada otra vez y se puso en perrito y me dijo por favor hazme sentir una perra otra vez. Dicho y hecho, le volví a dar por el culito con fuerza y decidido a usar ese culito para mi total placer así que le di duro y parejo, ella gemía de dolor, mientras me decía “para, para por favor ahora, si para, me estas rompiendo la cola” “H por favor me haces daño” le dije “así que te gusta gozar, pero no tienes la voluntad de devolver el favor”, la agarre por las caderas y se la metía con tal demencia, como si fuera un objeto y sus gemidos cambiaron a agradecimientos “gracias, gracias H por hacerme disfrutar así, nunca pensé que un hombre podía hacer sentir así” “gracias, gracias H seré tu perra cuando quieras, no me importa nada ni Myriam, seré tuya cuando tú lo desees” mencionar que estaría a mi disposición cuando yo lo desee me subió la leche a la cabeza y me hizo terminar, pegue un grito y le llene la cola de leche.
Quedamos rendidos, ella tirada en el piso del baño y yo a su lado (no podía más), me quede unos minutos hasta recuperarme.
En el piso la conversación, fue:
H: Sara, eres una tentación.
S: seré lo que tú quieras H, estoy experimentando nuevas sensaciones contigo y estoy muy agradecida por eso.
H: Sarita, sabes que si sigues así. Te vas a volver mi amante ¿cierto?, podrás con eso recuerda que Myriam aun es parte de mi vida y la tuya.
S: Lo pensaré
H: No quiero hacerle daño a ella, eres mi tentación, pero tampoco quiero dejarte ahora que ya te tengo.
S: Esta bien, seré tuya. Pero tienes que prometerme una cosa.
H: Que deseas Sarita.
S: Prometo comportarme con ella y contigo y respetar su relación. Pero tienes que prometerme que, si algo llegase a pasar en tu relación, yo seré la siguiente en tu vida.
H: Sarita, está bien yo también te quiero en ella. Pero tú también tienes que prometerme algo.
S: ¿Que deseas que te prometa?
H: ¿Que tu virginidad será mía, ok? Seré tu primer hombre.
S: Te prometo que serás la primera opción, pero eso se tiene que ganar.
Luego de esa conversación en el suelo, nos levantamos y nos arreglamos, le dije sal tú y fíjate que este libre para que pueda salir yo de acá.
Así que se arregló y salió del baño, apenas salió volvió rápido diciendo un vigilante esta en el pasillo. (en mi mente estaba ptm, ahora como xuxa salgo de acá D

Sara me dijo espérame un rato me doy una vuelta a ver si se va, le di el ok y salió luego de unos minutos (los más largos de mi vida) volvió y me dijo pude distraerlo sube al 2do piso y bajas por en frente y nos vemos ahí.
Así, es como Sarita aceptó ser la otra y esto abriría las puertas a seguir follando con total descaro liberando todo nuestro morbo.