Les dejo un relato de lo que me ocurrió el año que ya terminó. Fue mi primera vez con una señora que no sea kine y por lo que leerán, soy algo tímido con las 'tías'. Los nombres, obviamente, son ficticios.
Trujillo, día algo frío del mes de Agosto. Era un poco más de la 1 de la tarde. Había salido del trabajo rumbo al trabajo de mi madre a recogerla. Ella es profesora en un colegio particular de la ciudad. Es un colegio conocido, ubicado en una buena zona de la ciudad.
- "Alo, ¿mamá? Ya estoy llegando al colegio, ¿ya sales?"
- "Si hijo, estoy atendiendo a una señora y ya salgo en un minuto."
Al llegar encontré en la puerta la misma postal de casi todas las veces que iba a verla a esa hora: Niños corriendo, padres de familia (en su mayoría madres) preguntando por las tareas/actividades/comportamiendo de sus hijos y las docentes en la puerta. La verdad había un par de profesoras que se les veía muy bien con el uniforme de la institución y eran algo agraciadas.
- "Joven buenas tardes."
- "Señora muy buenas tardes, ¿como le va?"
Las madres de familia en su mayoría ya me conocían y siempre saludaban amablemente. A los pocos minutos vi salir a mi madre acompañada de una señora a la cual nunca había visto y que me impresionó por su forma juvenil de vestir: Zapatillas, Jean apretado, una blusa y una casaca gris. Se le veía muy bien. Ella era alta, mas o menos 1.75m., cabello ondulado y de color castaño con su plata, cuerpona, no flaca ni gorda, con un rollito que no desentonaba y un buen trasero, no enorme ni tan pequeño, por lo mismo que ella está, como decía el puma, ma-ci-za. Mi madre me la presentó.
- "Hijo, la señora Liliana, mamá de ----"
- "Muy buenas tardes señora, mucho gusto"
- "Buenas tardes joven, el gusto es mío"
Ya en el camino a casa me explicó que el hijo de esa señora era su nuevo alumno al cual habían hecho traslado de otro colegio.
A inicio de setiembre volví a ver a Liliana en el mismo lugar donde la había visto la primera vez, estaba con unas botas, una falda un poco más arriba de la rodilla y lo mejor, una blusa con un escote por el cual pude ver que tenía una buena '
pechonalidad'. Al salir, se le cayó el monedero que tenía y como buen caballero, se lo recogí...
- "¡Uy! Tenga cuidado que hoy como van las cosas no es buena idea tirar el dinero. Buenas tardes señora Liliana."
- "Jajaja... Muchas gracias joven. Buenas tardes también para usted. Tendré en cuenta su recomendación. Un gusto verlo"
- "Igualmente. Cuidese"
...y me quedó mirando con una sonrisa pícara. Subió a su camioneta y sacó unos papeles a lo que llamó a mi madre, se los entregó y le dijo algo. Ambas voltearon a verme y sonrieron (pensé que llevaba el cierre abierto). Me quedé inquieto y en el camino a casa con mi madre...
- "Mamá, ¿que te dijo la señora cuando me quedaron mirando? ¿Tenía acaso algo en la cara?
- "La señora me dijo 'su hijo es guapo y muy amable'."
- "Ah! Jaja.. ya."
- "Ahora si creo que tienes algo en la cara. Te has puesto rojo jajajaja..."
Las siguientes oportunidades que fui a ver a mi madre no la pude encontrar. A su hijo la recogía su hermano. Pensé que ya no pasaría nada más. Aunque no me quitaba el sueño, si tenía ganas de saber más o decirle algo más que un "buenas tardes".
Era finales de Octubre, sábado, cuando mi madre me hace un pedido:
- "Hijo, hoy por la noche es la cena y baile por el aniversario del colegio. Será en el colegio y quisiera que me acompañes."
- "Pero hoy he quedado con mis amigos para salir."
- "Es a las 7. Vamos, comemos, estamos un rato y a eso de las 10 ya venimos."
- "Pucha, pero he quedado a las 10 y si a las 10 salimos..."
- "Es solo un rato, por hacer acto de presencia. Acompáñame por favor."
- "Bueno, pero solo un rato. Si no, salgo temprano y te quedas un rato más con tus amigas."
- "Si, está bien. Sólo será un rato."
Me alisté con algo de desgano aquella tarde... y grande fue mi sorpresa al ver ahí a aquella dama. Me quedé impresionado con lo que ví. Estaba 'riquisisisima' con unos tacones, un vestido ceñido color azul resaltaba sus atributos, sus torneadas piernas blanconas, sus buenas caderas y su nada despreciable pechonalidad... y en mi cabeza una canción:
'desnúdate mujer, yo quiero ver también..." y se me fue la letra cuando al lado de ella vi a un señor con una pinta de '
no le gusta nada el trago', el cual tenía un brazo en el espaldar de la silla de la señora. En fin, pensé que ya solo la salida con mis amigos me iba a salvar la noche.
Saludo de rigor a cada un@ de las amistades de mi madre y cuando me acerqué a la señora me topé con su mirada y su sonrisa '
picarona', la cual, de verdad, me incomodaba algo y me '
palteaba'.
- "Buenas noches joven. Que bueno verlo por aquí."
- "Buenas noches señora Liliana, un gusto verla."
(Dirigiéndose al señor de su costado) - "Es el hijo de la profesora de -----"
- "Mucho gusto."
- "Hola, ¿que tal?"
Nos sentamos en una mesa al lado desde donde podía apreciar a Liliana medio de perfil. Se le veía bien con ese vestido, pero no podía quitar mi vista de esas piernas y de como los tacones la estilizaban (me encanta cuando una mujer se pone tacones y tiene buenas piernas y pies bien cuidados, es mi fetiche xD).
De pronto empezamos a conversar con las personas que estaban en mi mesa, nos sirvieron la cena y en un momento dado giré la cabeza por 'n' vez para verla (la verdad creo que ya tenía el cuello doblado) y me topé con su mirada. Me sonrió y volteó. Yo me decía: "Tienes que quitarte esa vergüenza estúpida cada vez que la ves. Hoy tienes que intentar algo, así no haya mucho tiempo, algo tiene que salir." Estaba tocando una orquesta conocida en el medio y empezó el tono.
- "Vamos a bailar hijo".
Salí a bailar con mi madre y en mitad de canción veo a Liliana bailando con las señoras. Me senté, bebí algo y luego volteé a ver a Liliana. No estaba en su mesa. Eran casi las 9:30 y ya estaba a punto de fugar. Me dirigí a los servicios higiénicos y grande fue mi sorpresa al verla saliendo del de damas.
- "Como está señora Liliana?"
- "Joven, por que no bailamos? Vamos a mover un poco el esqueleto!"
- "Bueno, pero su pareja..." (Yo todo 'ahuevado')
- "Ese aburrido. Le dije que me acompañe pero está dedicándose a tomar con los padres de mi mesa. Estamos bailando entre mujeres."
El 'ese aburrido me sonó a que no la estaba pasando bien y a que quizá esté palteada con su pareja. Haciendo caso a su pedido fui y la saqué a bailar. Bailamos un par de canciones donde pude apreciar mejor sus pechos por el escote que llevaba. En ello me topo con la mirada algo incómoda del tío ("
mejor ya zafo", pensé).
- "¿Cual es su nombre, joven? Su mami solo dice 'mi hijo'"
- "Ah si. Mi nombre es Sergio"
- "Pues mucho gusto nuevamente, joven Sergio"
- "Uy! Como que ese 'joven' está de más. Solo Sergio nomás, sin complicaciones."
- "Está bien Sergio."
- "Bueno señora Liliana, está usted muy guapa hoy, pero yo ya me retiro después de esta canción. He quedado con mis amigos en salir..."
- "¿Tan rápido? No te vayas, recién empieza..."
- "Si pues, pero ya había quedado..." (mucho más 'ahuevado' que antes)
- "¿Y a donde te vas con tus amigos? Seguro te vas con chicas de tu edad (ya bordeo los 30) y como aquí estamos señoras, como dicen ustedes los jóvenes 'ya fuimos'"
- "No diga eso señora, usted al menos es una mujer muy atractiva. Hemos quedado en la casa de un amigo y ya vemos a donde vamos."
- "Bueno. Yo hoy tengo ganas de bailar. Si me das tu número puede ser que nos veamos luego si se puede y no estás ocupado, ya que hoy mi amigo se ha dedicado a beber solamente. La verdad que me ha molestado un poco"
Tuve una erección en ese momento al escuchar 'me das tu número', 'nos veamos luego' y 'mi amigo'. Me comentó que solo es su amigo y como la entrada era para dos le pidió que la acompañe para no perderla. Anoté mi número en un papel y disimuladamente se lo entregué al momento de despedirme.
Me encontré con mis amigos y decidimos ir a una disco, pues las amigas de uno de ellos estaban ahí. Las 12:30, cero llamadas/mensajes. Las 12:55, cero llamadas/mensajes. La 1:35, cero llamadas/mensajes. Yo pensé que ya no pasaba nada y, además, el trago y la compañía (estaban buenas las flacas) hicieron que me olvide un poco de Liliana. Fui a los servicios, saco el celular... 3 llamadas y un mensaje: "Te estuve llamando para ver si nos vemos pero supongo que debes estar pasándolo bien. Acabo de salir del colegio. Hablamos luego si puedes, claro." Vi la hora (1:58 am.) y el mensaje me había llegado hace 4 minutos. Pensé que no estaba aún tan lejos del colegio. La llamé 2 veces y no me contestaba... "Pu.... Ma..., ya la cag.... Soy un imbécil!" Respondí al mensaje: "Sra. Liliana, disculpe, hubo mucha bulla y no pude contestar. La estoy llamando. Timbreme y le devuelvo la llamada, si puede, claro" Estuve fumando un cigarrillo fuera de la disco (pues por ley N° 29517 no se puede fumar en lugares públicos cerrados) y cuando ya me disponía a entrar recibo una llamada.
- "Alo?"
- "Osea que en tu mensajes me la devuelves, Sergio. Eres un chico atrevido. Y pareces todo correcto y serio."
- "Uy... disculpe no fue..."
- "Ya, ya, no llores jajajaja... Estoy en mi casa, acabo de llegar. Donde estás y paso por ti."
- "Estoy en la discoteca --------"
- "Ah! Estás en mi barrio jajaja... En 5 minutos llego"
Entré a despedirme de mis amigos y salí. Llegó en su camioneta con la misma ropa que traía en la fiesta y estaba algo '
sazonada'.
- "Hola Sergio. Sube!"
- "Señora Liliana, ¿Cómo le va?"
- "Muy bien, ¿como estuvo la fiesta?"
- "No tan buena como la del colegio me imagino."
- "¿¡Ves?! te dije que te quedes. ¿Te parece si vamos a tomar algo? De paso que conversamos un poco más."
- "Ya, pero no quería bailar hoy usted?"
- "Ufff... Ya bailé hoy en el colegio y la verdad me duelen un poco los pies."
- "Está bien. Podríamos ir a ------"
- "Perfecto, vamos para allá"
Enrumbamos a un conocido pub del centro de Trujillo. Estaba a full. Paseamos por 2 sitios más y la suerte no acompañaba.
- "Creo que hoy se le ha dado a todos por salir. Que le parece si compramos un six pack y lo bebemos aquí en su carro en algún lado."
- "Por mi normal. Vamos a comprar ello."
Compramos la cerveza y fuimos en su carro a una avenida cerca a mi casa. Nos pusimos a beber y mientras escuchábamos música suave, conversábamos de nuestras cosas. Me comentó que es separada, tiene 3 hijos y que su ex esposo la maltrataba mucho y a sus hijos, por eso se separaron y está con orden de alejamiento. El fue el primero en su vida y que ya lleva 6 años separada, quiso retomar una relación pero no pudo. Le conté de mis cosas y en un momento la conversación se puso un poco picante. Empezábamos a hablar sobre lo que nos nos gusta hacer en la intimidad, dónde lo habíamos hecho y pude darme cuenta en ese momento que no había tenido experiencias fuera del matrimonio ni muchas tampoco después de su separación. Ella era muy descriptiva y hacía muchos ademanes con las manos cuando hablaba, por lo que empecé a tener una erección. Me puse en una posición para que no se note, pero...
- "Veo que nuestra conversación te está empilando algo. Si gustas pongo el aire acondicionado para que se enfríe jajaja..."
- "Bueno, el estar aquí con una mujer hermosa y como se está dando la conversación... creo q entiende que no soy de fierro."
- "Creo que tienes algo que debe estar como fierro ahora jajaja..."
Mientras me decía eso, me tocó una pierna y con un dedo me tocó el pene por sobre el pantalón. Yo la miré y ella se acercó a mi, restregó su nariz contra la mía y me dio un beso en la mejilla.
- "Veo que desde que estuvimos en el colegio, no dejabas de mirarme las piernas..."
(Dentro de mi: 'Es ahora, te mandas o no, gil, que te está poniendo a prueba')
- "Ya le dije que es una mujer muy atractiva, pero la forma como estilizan los tacones las piernas de una mujer, me encanta. Y más aún cuando ésta tiene las piernas preciosas como usted." (Dentro de mi, una de las frases que recuerdo de un libro de Bryce Echenique: 'Si así son las vías, como será la estación')
Me acerqué a ella, la tomé por el rostro y le di un beso, un '
piquito' tímido al inicio, pero que fue subiendo de revoluciones hasta estar devorándonos la boca con el acompañamiento de nuestras manos por sobre nuestras prendas. Le tocaba las piernas, le manoseaba los pechos y ella me tocaba el miembro. Empecé a meter una mano por debajo del vestido y llegué a tocarle la vagina por encima de la ropa interior...
- "No quiero que sea en mi carro, quiero que sea en un lugar más cómodo. Dime a donde podemos ir."
La verdad, yo no quería que sea en su carro, pero imaginé que ella pensó que sería ahí pues conversando le insinué que hacerlo en un carro es 'incómodo pero da mucho morbo'. Le indiqué como llegar a un bungallow cercano, muy bueno. La iba dirigiendo. Al llegar, aparcamos la camioneta, bajaron la puerta de la cochera que estaba al lado de la habitación y en la puerta...
- "Sabes Sergio, desde el día que te vi en el colegio no he dejado de pensarte. Tienes un 'algo' que me agrada. Cuando hablo con tu mamá siempre le pregunto por ti y te envío saludos, espero que te los haya dado, pues como le dije una vez, para mi eres muy guapo, me gustas mucho y me pareces una persona muy atenta y respetuosa. Hoy conversando en el carro, sentía que te conocía desde hace mucho."
- "Gracias. Usted también me agrada y aún recuerdo esa mirada suya que, la verdad, me incomodó pues soy algo tímido, pero dentro de mi me encantó. Usted me atrae mucho."
- "Entremos y hazme el amor, quiero volver a sentirme deseada y amada. Solo una cosa, dime solamente Liliana, al menos cuando estemos solos. Deja de lado ese 'señora' pues me haces sentir lejana a ti."
- "Esta bien Liliana, te deseo y vamos a pasarla muy bien ahora."
Cerramos la puerta y entramos besándonos desesperadamente como si no hubiese un mañana.
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Continuará...
esperamos la continuación de su Relato.
