Como conté en mi relato anterior cuando fui a despertar a Ivancito para ir a su colegio lo encontré en su cama masturbándose con los ojos cerrados, me quede de piedra observándolo mientras no se percataba de mi presencia, estuve ahí parada frente a la cama hasta que vi como eyaculaba y gemía de gusto, mi reacción fue salir espantada de la habitación, me encerré en mi cuarto sin creer lo que habían visto mis ojos, Iván ya no era un niño y debía ser normal a su edad sin embargo al no tener hijos y al no tener hermanos esta experiencia había sido nueva para mí.
Por suerte él nunca se percató de mi presencia, pensé yo; o sí?, me entro un escalofrió y mucha vergüenza, trate de recomponerme, fui una vez más a su cuarto y toque fuerte su puerta avisándole que se preparara para el colegio.
Fui a la cocina a continuar con mis labores y luego de un rato bajo Ivancito abrazándome por la espalda como se le hacía costumbre: Hola mama buenos días..
Sentí su pene entre mis nalgas, sus brazos rodeaban mi cintura, recordé que hace un rato lo había visto eyaculando, sin evitarlo arquee mis nalgas y casi di un suspiro ahogado
pero que estoy haciendo???, pensé, reaccione de golpe y lo apure para que fuera a colegio o llegaría tarde, apurado Iván trago su desayuno como pudo y se fue de la casa.
Durante la mañana no me podía sacar la imagen de ese pene aun juvenil eyaculando frente a mí, trate de distraerme con las labores de casa y cuando entre al cuarto de Iván para limpiarlo, vi en una esquina de su sabana restos de semen, mi cabeza daba vueltas y mi corazón palpitaba cuando lentamente cogía su sabana y por instinto la empezó a oler, uhmmmm ese olor a semen hace mucho que no lo percibía, mis senos estaban duros muy excitados cerré mis ojos e imaginaba ese semen caliente en mi rostro, esparciéndolo en mis senos, me estaba excitando y de una manera que hace mucho no lo hacía, puse la sabana a lavar, mientras fui a darme una deliciosa ducha, mientras me masturbaba llegue a mi tan preciado orgasmo entre gemidos y suspiros.
Pase el día súper excitada y deje todo listo para cuando llegue Ivancito a casa, nos saludamos efusivamente como era costumbre sin embargo note durante el almuerzo y en la tarde que se me quedaba mirando el escote, en el ir y venir de la casa, Ivancito me seguía con algún pretexto para verme o rozarme descuidadamente alguna parte de cuerpo.
Luego de tres días Iván seguía igual, me dirigía a darme una ducha mientras Ivancito hacia su tarea; me despoje de mis ropas y trate de calmarme mientras el agua acariciaba mi cuerpo, me empezaron a invadir los recuerdos de Ivancito masturbándose, ya no era un niño la verdad es que era un muchacho, imaginaba su pene erecto, mirándome el escote y frotándose conmigo a la menor oportunidad, empezó a calentarme y a masajear mis senos provocándome deliciosas sensaciones, en eso oí un ruido que venia del tragaluz, una idea me vino a la mente Ivancito debía estar espiándome, me éxito la idea de sentirme observada, espiada, por lo que empezó a masajear con más deseo mis senos, daba pequeños gemidos para que Ivancito me oiga: uhmmm que rico se siente, uhmmm siiii, me acariciaba mi entrepierna y la masajeaba con chorros de agua uhmmm siiii, me acariciaba todo mi cuerpo tratando de darle el mejor espectáculo a Ivancito quien debía estarse masturbando pensando en mí.
De pronto sentí un ruido proveniente del tragaluz, al parecer Ivancito se había tropezado o debía haberse caído, en eso oí un grito de dolor me envolví como pude en la bata de baño y salí apresurada a ver que había sucedido: cuando salí al patio y fui cerca al tragaluz encontré en el suelo a Iván con una tremenda arañada en su rodilla y pierna, estaba sangrando; lo ayude a levantarse como pudimos y abrazándolo lo conduje a la casa para limpiar la herida y curarlo.
Pero que hacías hijo??, le decía a Iván
Subiendo por la escalera me tropecé y caí mami, me dijo con evidentes muestras de dolor (era mentira)
Luego de haber limpiado y curado sus heridas, note su mirada insistente a mi pecho y fue ahí que me di cuenta que al salir apurada del baño estaba solo envuelta con mi bata y que debido a la situación se me había abierto la bata mostrando buena parte de mis senos, me puse roja de la vergüenza, nunca antes había estado en una situación, fue ahí cuando Ivancito me hizo un pedido que me dejo muda.
Mami, que lindos senos tienes, puedo verlos????
Me quede en silencio sin saber que decirle; Ivancito que me estas pidiendo?, esas cosas no se le piden a nadie..
Iván bajo el rostro y muy avergonzado me conto que todos sus amigos hablaban de haber visto o espiado a su madre , hermana o incluso alguna tía, sin embargo él siempre se quedaba en silencio.
Me hizo sentir mal, era la curiosidad de un muchacho que recién está aprendiendo de la vida, al fin y al cabo no era su madre de verdad y me había encariñado con ese muchacho y haría cualquier cosa por él, pero eso?
Me prometes que solo miraras Iván???, le dije provocando que la mirada de Iván se ilumine y responda casi gritando: si mami solo mirare
.
Suspire sumamente nerviosa y abrí mi bata quedándome desnuda solo de la parte de arriba, casi temblaba de los nervios, mis pezones estaban erectos.
Iván los miraba extasiado, acercaba su rostro y podía sentir su aliento en mi piel; yo pensaba: mis pezones están erectos que pensara de mi?, aunque mis senos están algo caídos, le gustaran? Tal vez está decepcionado
, pero que estoy pensando.
Mami?, dijo Iván; si hijo?, conteste con un nudo en la garganta. Son grandes y preciosos tus senos que bellos son, me gustaría mucho poder tocarlos
..
Espera Iván nunca dijimos que podías tocar solo ver, le dije; pero mami
hay por dios esa miradita pensé, no puedo negarme
está bien Iván pero solo un poco
Levante mis manos y las entrelace sobre mi nuca, veía mis senos hinchados, duros, estaba disfrutando de este momento mi cuerpo deseaba ese roce de sus dedos con mis senos, sus manos se acercaron suavemente, como queriendo no despertar si era un sueño y que el momento no termine, estaba temblando mi niño, sus dedos rozaron mi pezón y me arrancaron un gemido, uhmmmmmmm.
Iván alejo su mano: Te hice daño mami???? Pregunto asustado... no Ivancito, olvídalo.
Iván siguió rozando muy suavemente, alrededor de mis senos, los cogía, sentía su peso, los levanto un poco desde abajo.
Mami tus senos no te pesan?, pregunto Iván
Una se acostumbra hijito, le respondí. Me hizo gracia su pregunta e inocencia.
Cuando retiro sus manos me miro con muchísimo amor, y yo sentí que lo quería más que nunca, no me aguante y nos abrazamos, fue un abrazo puro sin morbo que ambos disfrutamos. Ya está hijo ahora ya tienes que contar, ve a tu cuarto.
Gracias mami, me dio un beso en la mejilla y se alejó.