grindo doido
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Como dos gotas de agua, donde tus labios color carnesí identifican todo el fuego que llevas. Durante muchos años fuiste mi obsesión. Deseaba solo probarte como la última gota de agua en un intenso y ardiente verano y prodigarte versos algo endemoniados de un corazón solitario y prometedor.
Durante los 80s viví enamorado viéndote ir con tus legins apretadas y tus posaderas dejar huellas y al regresar tus ondeantes delanteras quebraban mis sueños, me hacía hombre al andar.
Ya en los 90 te pude hablar, te reíste y me tocaste el cabello, al acercarme y sentir tu presión, mi cuerpo conoció una nueva energía que devolvió la vida y por fin pude mirar al cielo sin disimulo y sintiéndome experto, conocí la noche, me olvide de todo y fuimos un solo ser que amándonos morimos.
Y cuando probé tus labios sin querer me dijiste que podía morir en paz, y al sentir todo tu aliento ya no solo lo que veía amaba sino lo que balbuceabas, esa quimera doliente y querida. Fuimos cómplices en el presente ansiando mañana develar todo secreto.
Al regresar en el nuevo milenio te perdí el rastro. Mis sueños se acabaron, tus prendas dejaron de volar, mi ser se canso de sufrir y evocar en silencio que nuestros cuerpos conocieron un amor tan inmenso. Me quedo el consuelo que tu propia sangre seria un buen amuleto.
Con tu descendencia fui todo en su vida, mis ganas de vivir fueron razón para sacar y decir desde el fondo de mi penumbra que vuelvo a querer. No habrá minuto para verla con tus ojos, para gritar que nada podre amar más.
Con ella experimenté todo. Le dije un día quiero ver a tu madre en ti, me dijo que estoy enfermo, le conteste si estar fuera de este mundo es ser feliz, yo prefiero ser un orate cantándole al mundo que te tengo presente y mi canto es con verdad.
La vestí de blanco, de seda, para luego de poseerla y enseñarle que no solo se hace feliz a través de la mente, sino del poder de los movimientos solo con sus caderas. Y después de rojo, en esa lencería fina, que cuando se lo quite con los labios, en cada grito amaneció un orgasmo, se diferenció de ti, porque ella hablaba todo, tu callabas, tu difícilmente podrías permanecer constante en el tiempo y continuar en la misma posición. Ella aprende y enseña, ahora es parte de esta maldición, y no importa si hay separación porque ya conocimos el amor...........
Durante los 80s viví enamorado viéndote ir con tus legins apretadas y tus posaderas dejar huellas y al regresar tus ondeantes delanteras quebraban mis sueños, me hacía hombre al andar.
Ya en los 90 te pude hablar, te reíste y me tocaste el cabello, al acercarme y sentir tu presión, mi cuerpo conoció una nueva energía que devolvió la vida y por fin pude mirar al cielo sin disimulo y sintiéndome experto, conocí la noche, me olvide de todo y fuimos un solo ser que amándonos morimos.
Y cuando probé tus labios sin querer me dijiste que podía morir en paz, y al sentir todo tu aliento ya no solo lo que veía amaba sino lo que balbuceabas, esa quimera doliente y querida. Fuimos cómplices en el presente ansiando mañana develar todo secreto.
Al regresar en el nuevo milenio te perdí el rastro. Mis sueños se acabaron, tus prendas dejaron de volar, mi ser se canso de sufrir y evocar en silencio que nuestros cuerpos conocieron un amor tan inmenso. Me quedo el consuelo que tu propia sangre seria un buen amuleto.
Con tu descendencia fui todo en su vida, mis ganas de vivir fueron razón para sacar y decir desde el fondo de mi penumbra que vuelvo a querer. No habrá minuto para verla con tus ojos, para gritar que nada podre amar más.
Con ella experimenté todo. Le dije un día quiero ver a tu madre en ti, me dijo que estoy enfermo, le conteste si estar fuera de este mundo es ser feliz, yo prefiero ser un orate cantándole al mundo que te tengo presente y mi canto es con verdad.
La vestí de blanco, de seda, para luego de poseerla y enseñarle que no solo se hace feliz a través de la mente, sino del poder de los movimientos solo con sus caderas. Y después de rojo, en esa lencería fina, que cuando se lo quite con los labios, en cada grito amaneció un orgasmo, se diferenció de ti, porque ella hablaba todo, tu callabas, tu difícilmente podrías permanecer constante en el tiempo y continuar en la misma posición. Ella aprende y enseña, ahora es parte de esta maldición, y no importa si hay separación porque ya conocimos el amor...........