Remiel
Cabo
Me salió un trabajo en Trujillo, era instalar un sistema de facturación y hacer la respectiva capacitación.
El encargado me presenta a Omaira la "encargada" de validar el sistema y los ajustes que solicitaron.
Olinda, una chica de unos 23 a 25 años, chatita, bueno yo estoy arriba del metro ochenta así que fácil cualquier chica promedio me llega debajo del hombro y ella estaba mas abajo aun, empatadita. de ojos grandes, labios provocativos, y una risa que iluminaba la oficina.
Me la presentan y de arranque me dice: " Ing. estoy acá para todo lo que usted necesite", ya se imaginaran lo que pasaba por mi podrido cerebro y negro corazón. El primer dia todo tranqui, salimos a almorzar cerca a la oficina, le dije que era casado y que mi esposa no era celosa.
Ella me pidió que le mostrara una foto de mi mujer "quiero conocer a mi rival". Cuando dijo esto confirme todo. Esa noche le conté donde me estaba hospedado y le dije que me haga un tour.
Al dia siguiente acaba temprano y me sugiere ir a Huanchaco a comer un cebiche con su sarandaja. Fuimos y efectivamente el ceviche y 3 piscos sours hicieron su efecto.
Bajamos a la playa a contemplar el atardecer, jugamos en la arena nuestras manos se rozan y ocurre aquel beso tímido que te abre las puertas.
Le meti mano en la playa y acto seguido pare un taxi, rumbo al hotel, seguía metiéndole la mano y la lengua, Olinda se estremecía.
Llegamos al hotel y no quiso bajar del taxi, me dice "nunca antes habia hecho esto". A lo cual yo le respondo, "Entonces somos 2" acompáñame a sacarme la arena.
Entramos, llegamos a la habitación, siempre ella con cierta reticencia. "Acá me conocen", repetia.
Ingresamos y yo me desvisto y tomo una actitud desenfadada ingreso a la ducha, ella se queda sentada en la cama. Al salir ya tengo el pene erecto (previa estimulación en la ducha), me paro delante de ella y me quito la toalla e inmediatamente la beso.
Ella sin oponer resistencia cae rendida a la cama, llevo su mano a mi pene y siento como ella tiembla.
Procedo lentamente a aflojar su pantalon, su blusa estaba con sandalias eso fue fácil. Fuera brassier bingo con unos pezones marrones pitones de llanta. bajo al pozo de los deseos y había regular cantidad de helechos, los abro lentamente y me doy mi tiempo, un aroma de tensión sexual emanaba de su vulva, saboreo a mi antojo hasta que siento un chisguetazo de una solución alcalina acompañada de un gemido largo y apagado.
Ahora me toca a mi dije, me incorporo y la pongo en la equina de la cama bien al filo, para una penetracion profunda de mis 18,5 cms. de un solo movimiento ingreso, sin culpa pues ya se sentía que estaba todo un arroyo de placer. Pega un grito que mas de dolor era de placer. Se queda quieta con lo ojos en blanco y procedo a moverme lentamente pero sin sacarla a contraer el pene y masajear su utero. Omaira me muede, me araña, quiere cerrar la piernas para evitar una penetracion mas profunda pero no puede, sigo empujando su utero, hasta que eyaculo y ella se queda dormida.
Espero hasta que despierte para el segundo Round.
El encargado me presenta a Omaira la "encargada" de validar el sistema y los ajustes que solicitaron.
Olinda, una chica de unos 23 a 25 años, chatita, bueno yo estoy arriba del metro ochenta así que fácil cualquier chica promedio me llega debajo del hombro y ella estaba mas abajo aun, empatadita. de ojos grandes, labios provocativos, y una risa que iluminaba la oficina.
Me la presentan y de arranque me dice: " Ing. estoy acá para todo lo que usted necesite", ya se imaginaran lo que pasaba por mi podrido cerebro y negro corazón. El primer dia todo tranqui, salimos a almorzar cerca a la oficina, le dije que era casado y que mi esposa no era celosa.
Ella me pidió que le mostrara una foto de mi mujer "quiero conocer a mi rival". Cuando dijo esto confirme todo. Esa noche le conté donde me estaba hospedado y le dije que me haga un tour.
Al dia siguiente acaba temprano y me sugiere ir a Huanchaco a comer un cebiche con su sarandaja. Fuimos y efectivamente el ceviche y 3 piscos sours hicieron su efecto.
Bajamos a la playa a contemplar el atardecer, jugamos en la arena nuestras manos se rozan y ocurre aquel beso tímido que te abre las puertas.
Le meti mano en la playa y acto seguido pare un taxi, rumbo al hotel, seguía metiéndole la mano y la lengua, Olinda se estremecía.
Llegamos al hotel y no quiso bajar del taxi, me dice "nunca antes habia hecho esto". A lo cual yo le respondo, "Entonces somos 2" acompáñame a sacarme la arena.
Entramos, llegamos a la habitación, siempre ella con cierta reticencia. "Acá me conocen", repetia.
Ingresamos y yo me desvisto y tomo una actitud desenfadada ingreso a la ducha, ella se queda sentada en la cama. Al salir ya tengo el pene erecto (previa estimulación en la ducha), me paro delante de ella y me quito la toalla e inmediatamente la beso.
Ella sin oponer resistencia cae rendida a la cama, llevo su mano a mi pene y siento como ella tiembla.
Procedo lentamente a aflojar su pantalon, su blusa estaba con sandalias eso fue fácil. Fuera brassier bingo con unos pezones marrones pitones de llanta. bajo al pozo de los deseos y había regular cantidad de helechos, los abro lentamente y me doy mi tiempo, un aroma de tensión sexual emanaba de su vulva, saboreo a mi antojo hasta que siento un chisguetazo de una solución alcalina acompañada de un gemido largo y apagado.
Ahora me toca a mi dije, me incorporo y la pongo en la equina de la cama bien al filo, para una penetracion profunda de mis 18,5 cms. de un solo movimiento ingreso, sin culpa pues ya se sentía que estaba todo un arroyo de placer. Pega un grito que mas de dolor era de placer. Se queda quieta con lo ojos en blanco y procedo a moverme lentamente pero sin sacarla a contraer el pene y masajear su utero. Omaira me muede, me araña, quiere cerrar la piernas para evitar una penetracion mas profunda pero no puede, sigo empujando su utero, hasta que eyaculo y ella se queda dormida.
Espero hasta que despierte para el segundo Round.